Función de las ganancias de función

La ganancia de función tal y como se ha definido, son los experimentos realizados con el virus de la gripe, MERS u otros coronavirus para modificar sus características de modo que se incrementen sus propiedades epidemiológicas hasta alcanzar el grado de P3, Potenciales Patógenos Pandémicos. Virus causantes de patologías comunes para que se conviertan en más transmisibles  o virulentos de modo artificial.

Sobre el papel, en teoría parece muy lógico derivar recursos a estar preparado para el evento de que un supuesto patógeno que ha vivido sobre la faz de la tierra miles, sino millones de años, que de repente por una mutación azarosa se convierte en una amenaza para la humanidad como nos han contado en las películas en infinidad de ocasiones.

¿Desde la gripe española, cuantas mutaciones superagresivas de la gripe hemos contemplado en el siglo XX?

Gracias a la gestión de la pasada “pandemia” nos hemos acostumbrado a cuestionar todos los fundamentos de la epidemiología y en el momento en el  que indagas un poco en  cada tema, comienzas a contemplar capas de inconsistencias sobre coincidencias que te llevan a pensar que esas películas están producidas realmente para transmitir la psicosis en la que viven los que las encargan y así alimentar el inconsciente colectivo sobre lo que la naturaleza nunca ha producido pero que los laboratorios tampoco consiguen llevar a la práctica.

El Covid19 es un buen campo de estudio para comprobar todas las teorías y como han ido ocultando una cosa con otra para producir la verdadera ganancia de función que es el beneficio de las ganancias que se pretenden.

La “Ganancia de Función” es también reflejo de la psicología del que la promociona, luego esconde, luego manipula para ganar de sus resultados. Es el fruto de la intoxicación de la creencia en que el motor de la evolución es la mutación al azar y que ese azar también puede dar lugar a un patógeno letal, que si no ha ocurrido durante nuestros años de observación tendremos que crearlo para adelantarnos a la naturaleza de cualquier manera y así estar preparados ante la inventada contingencia y tener listas las correspondientes contramedidas, que en este caso son inexorablemente “vacunas”.

Solo una pregunta; desde que conocemos la gripe y el virus de la gripe, ¿ha variado su patogenicidad o su transmisibilidad? Parece que es constante desde que se conoce. La misma tasa de mortalidad y la misma transmisibilidad. Todos los años han fallecido miles de personas por la gripe estacional aunque me gustaría más denominarlo, enfermedades respiratorias estacionales pues es una patología relacionada con las bajas temperaturas y la humedad.

¿Parece que la mutación al azar no actúa o es que el concepto está un poco distorsionado?

Puede que ambos conceptos estén desfasados, aunque lo que nos transmiten todos los organismos encargados de la gestión de la salud es que su obsesión con que tiene que haber muerte cero. Hay que reducir la mortalidad al precio que sea.

En principio es un objetivo humanitario, pero en esto de la gestión de la salud subyace un concepto muy ambiguo que dirige todo, la relación “riesgo/beneficio”

¿Cuántas vidas puedo salvar si someto a la población en general a un tratamiento que conlleva un determinado riesgo? Y es en este marco en el que se mueven los estudios de ganancia de función y es también donde se ven los intereses creados y los defectos teóricos sobre los cuales se definen tanto los riesgos como los beneficios.

Quiero en este punto citar algunas frases de una editorial publicada por el American Society for Microbiology Journal bajo la autoría de  Marc Lipsitch y Thomas V. Inglesby, ambos expertos en epidemiología y gestión de salud pública con motivo de la moratoria sobre experimentos de ganancia de función que se impuso en 2014 a consecuencia de algunos experimentos que se publicaron  y algunos accidentes con patógenos en los laboratorios de los CDC:

“Según algunos defensores, el hallazgo científico más valioso de los experimentos para fabricar mutantes transmisibles entre hurones de la gripe A/H5N1 es la prueba definitiva de que tales variantes podrían producirse con un pequeño número de mutaciones. Esto no podría demostrarse definitivamente sin hacer el experimento PPP (Potenciales Patógenos Pandémicos) para fabricar una variante potencialmente pandémica del H5N1. Aunque ahora es innegable que se pueden crear experimentalmente mutantes ferretransmisibles de la gripe A/H5N1, el impacto en la opinión científica sobre el riesgo de una pandemia de H5N1 ha sido difícil de calibrar. […] Nunca hemos observado casos zoonóticos de ningún virus de la gripe antes de que causara una pandemia”

El trabajo al que se refieren junto a otro a continuación de él, fue uno de mutagénesis dirigida para sustituir 4 aminoácidos en la proteína de la  hemoaglutinina, proteína de unión al huésped y otra sustitución en la polimerasa 2. Un trabajo realizado en 2011 fruto del avance en las técnicas de biología molecular y secuenciación de genomas.

Los resultados de este trabajo fueron aparentemente espectaculares pues demostraron que la  ocurrencia simultánea de las 5 mutaciones confería al virus la capacidad de ser transmisible por vía aérea entre ……..“hurones” (habían adaptado un virus aviar a mamíferos, pero nada que ver con humanos, que por muy modelo experimental de enfermedades respiratorias que sean los hurones, siempre será un modelo) y sorprendentemente lo habían conseguido con un reducido número de mutaciones, pero al fin y al cabo, mutaciones nunca observadas en la naturaleza.

Un trabajo posterior realizado también en hurones, buscando seleccionar variantes que escaparan al sistema inmune, convirtiendo en vulnerables a todos los animales experimentales, levantó todas las alarmas y fue lo que provocó la imposición de la moratoria en 2014 que duró hasta 2017 con la publicación del documento “Marco para Orientar las decisiones de financiación sobre la investigación propuesta que implica un mayor potencial Patógenos pandémicos donde se quieren definir las condiciones de qué se podrá financiar y qué no.

¿Fue un reflejo de la naturaleza el experimento con los hurones?

Aparentemente no, ya que para conseguirlo tuvieron que hacer 10 “pases”  en hurones hasta conseguir que el virus que habían creado empezase a adaptarse al huésped. La secuencia artificial tuvo que ser inoculada en alta concentración en hurones en 10 ciclos hasta que vieron que se reproducía en los animales experimentales antes de someterlos al experimento de transmisibilidad aérea.

Algo que en la naturaleza difícilmente va a ocurrir, aparte de que eso de la mutación al azar es un mito pues no se comprende bien cómo es que hay zonas de secuencias génicas que mutan mucho y en cambio en otras, incluso en los virus, la variación es muy rara, (secuencias conservadas),,, tal vez la estructura tridimensional de las secuencias génicas tenga algo que ver en ello, pero sobre todo son las enzimas de replicación y la eficacia en la generación de copias las que juegan un papel más importante.

Qué determina este fenómeno aún  está por ser comprendido pero es algo que hace cuestionarse que sea el azar y desde luego los virus son un modelo en el que estudiar la “evolución”, ya que su tasa de mutación y variación es muy alta y junto a la gran cantidad de copias que teóricamente se generan, deberíamos estar asistiendo a una continua aparición de nuevas enfermedades víricas que en realidad no se observa por ningún lado, es más las variaciones siempre aparecen en beneficio del huésped y en perjuicio del virus.  

Como he mencionado el desarrollo de las técnicas de biología molecular han permitido este tipo de experimentos pues hasta ahora no era posible hacer mutaciones puntuales en una secuencia génica.

Lo cierto es que aún con el desarrollo de estas nuevas técnicas se desconoce el efecto que puede tener la modificación de un simple aminoácido en una proteína para que modifique su función como bien saben los ingenieros de proteínas y los trabajos de diseño de proteínas que aún están en mantillas y que ahora con el desarrollo de la inteligencia artificial comienzan a poder estudiar los conceptos de forma/función en el lenguaje de las secuencias de aminoácidos que conforman las proteínas.

En realidad los trabajos de ganancia de función son una aplicación práctica de la ingeniería genética que se están usando bien para avanzar en el conocimiento de la funcionalidad de las proteínas aunque también es un vehículo a través del  cual se infunde el miedo, que se aprovecha con fines menos científicos, para ello el cine ha jugado un papel fundamental.

La ganancia de función es la herramienta de los estudios de doble uso, civil (científico puro) y militar (biodefensa o bioarmas) y de hecho en el momento en el que se abrió la moratoria los estamentos militares abrieron otra comisión paralela para crear un marco de biodefensa para estar preparados ante cualquier contingencia de enfermedad emergente o ataque con bioarmas.

Una de las conclusiones de este marco, y es algo que se estaba preparando desde muchos años atrás, era tener un stock de “vacunas” y asegurarse la connivencia de las empresas fabricantes para producir un producto que no se iba a consumir y para ello se acuerda la relajación de los procesos burocráticos, aunque ya desde el 2005 se había acordado que en caso de necesitar contramedidas para emergencias los fabricantes y los comercializadores de las mismas estarían exentos de responsabilidad.

Son los estamentos de defensa los encargados de construir la trama administrativa que sostenga la alianza público privada que mantenga un sistema robusto y sostenible de preparación y respuesta ante pandemias y sus recomendaciones sean extensibles a todo el mundo ya que las indicaciones de estos estamentos de defensa son trasladados a las enmiendas del reglamento sanitario internacional de la OMS e incluso se proponen medidas que se tendrán que adoptar internacionalmente.

En 2005, las enmiendas al reglamento sanitario internacional de la OMS se trasladarian a la dinámica estadounidense, posteriormente los mismos asesores de la OMS los que participan en las deliberaciones del desarrollo de los planes de biodefensa como ocurrió en el año 2014.

El hilo común en todo este desarrollo es la “Preparación y Respuesta ante Pandemias” y la medida estrella resultante es el desarrollo de vacunas y la centralización de la toma de decisiones en una única persona. (Suena familiar, pero es 2014).

No obstante el carácter militar de toda esta infraestructura se ve en cómo se gestiona la salud pública, y que esta es un objetivo secundario.

Será casualidad, pero antes de un brote pandémico o pseudo pandémico ha habido un simulacro donde se han reunido todos los actores implicados para estudiar el desarrollo de un supuesto pandémico y las medidas que se habrán de tomar en función. Algo muy parecido a las maniobras militares.

Dark Winter (Jun 2001) simulando un ataque de viruela por Osama Bin Laden, Event 201 (Oct 2019) aparición de un coronavirus. La aparición de la viruela del mono tambien estuvo precedida de un simulacro.

La declaración de una emergencia retroalimenta la necesidad de implementar los planes adoptados por la exageración del riesgo. La gripe aviar de 2003-2007 es responsable de la muerte de 216 personas, la mayoría personas vulnerables, mayores y débiles. Se discutían las enmiendas al reglamento sanitario internacional aprobado en 2005.

El ejército americano ha estado recolectando virus de todos los lugares del mundo desde los años 1960 para prevenir que la infección de un solo soldado, se pueda desarrollar una vacuna para cada uno de los patógenos identificados, adaptando sus necesidades al desarrollo de la tecnología e incluso sugiriendo sus necesidades a la industria farmacéutica. También poniendo las bases de los conceptos de ONE Health que se introducen en 2017 en el plan de biodefensa.

Fruto de estas necesidades en 2009 el USAID (Agencia para Desarrollo Internacional de los Estados Unidos) creó el programa PREDICT para identificar las fuentes animales de coronavirus, virus de la influenza y filovirus tales como el virus del ébola. Este programa fue gestionado por EcoHealth Alliance y fue el que financió uno de los estudios más controvertidos y que más cerca está de explicarnos el origen de la pandemia del covid, aunque en la primera publicación intentaron ocultar la fuente de los fondos, información que tuvieron que aportar un año después de la publicación original en 2015.

El trabajo al que me refiero es “Un clúster de coronavirus de murciélago similar al SRAS muestra potencial para la aparición en humanos” donde su autor Ralph Baric hace uso de todas las técnicas de ADN recombinante que patentó en 2007, siendo todo un compendio de técnicas de ingeniería genética de coronavirus y es lo que practican en el experimento mencionado y que en sus conclusiones finales trata de evitar que se piense que es un experimento de ganancia de función porque el resultado no ha sido buscado y la cepa que han construido es en realidad menos patógena que la cepa salvaje pero más patógena de la cepa experimental de partida.

En este experimento desarrollan una quimera sobre un coronavirus de ratón al que le incorporan la proteína espiga de un coronavirus de murciélago de herradura chino y luego lo prueban en células primarias de las vías respiratorias humanas e “in vivo” en ratones, estudiando la afinidad de la proteína espiga de murciélago RsSHC14-CoV por el receptor ACE2 de las vías respiratorias y así evaluar la posibilidad de una zoonosis proveniente de los murciélagos.

A partir de datos metagenómicos llevan a la práctica la posibilidad de que ocurra una recombinación con virus de ratón humanizados para estudiar la efectividad de vacunas y terapéuticos disponibles, aunque el virus quimera que han fabricado empiezan a probarlo como un prototipo de vacuna para murciélagos, comprobando que no cumple con esa función.

Este trabajo publicado en 2015 fue financiado entre otros por USAID-EPT-PREDICT de EcoHealth Alliance

En relación a este programa PREDICT  y el Covid 19 hay muchas sospechas de que el SARS CoV-2 en realidad fue un virus creado para ser usado como vacuna como expuso el oficial de DARPA, el mayor Joseph Murhphy que revisó los archivos referentes a un proyecto redactado por Ralph Baric denominado DEFUSE en 2018, para fabricar una vacuna contra el coronavirus en aerosol compuesta por un coronavirus. A este proyecto se le negó la financiación oficial, pero a pesar de todo Antony Fauci lo financió desde el NIAID (Instituto nacional de alergias y enfermedades infecciosas)

Las conclusiones del Mayor Murphy fueron “el SARS-CoV-2 es una vacuna recombinante para murciélagos creada en Estados unidos o su virus precursor

Las evidencias de que el SARS CoV-2 no puede ser una secuencia natural se exponen en un trabajo titulado La huella dactilar de la endonucleasa indica un origen sintético del SARS-CoV-2 donde se comprueba que el mapa de restricción del [supuesto] SARS CoV-2 es muy regular y ordenado, correspondiendo las marcas a los tamaños máximos manipulables para ser ensambladas y que también flanquean las secuencias clave del virus. Es un estudio que aún continúa como preprint y que los autores proponen como posible, aunque no se atreven a ir más allá.

Las características de la proteína espiga del SARS CoV-2 también tienen algunas peculiaridades que suponen un auténtico fenómeno de ganancia de función, como es la secuencia del sitio de escisión de furina, patentada por Moderna en 2013

La secuencia de aminoácidos del sitio de escisión de furina es PRRA (Prolina, Arginina, Arginina, Alanina) y es la que confiere la infectividad a la proteína espiga del coronavirus. En experimentos en los que se ha eliminado esta proteína pierde la afinidad por el receptor ACE2.

Es la única secuencia continua de letras genéticas en el SARS CoV-2 con más de 3 nucleótidos, que difiere de las letras respectivas en su pariente natural más cercano, el Bat Coronavirus RaTG13 que es el coronavirus de murciélago del que se habla partió la “zoonosis”

Pero esta secuencia no es que sea una invención de la naturaleza ya que la secuencia de este sitio de escisión de furina es idéntica a la secuencia en la subunidad α del canal de sodio epitelial humano (ENaC-α), donde se sabe que es funcional y se ha estudiado ampliamente. El FCS del ENaC-α humano tiene la secuencia de aminoácidos RRAR’SVAS, una secuencia de ocho aminoácidos que es perfectamente idéntica al FCS del SARS-CoV-2

La alineación de aminoácidos de los sitios de escisión de furina de la proteína espiga del SARS-CoV-2 con las proteínas espiga de otros virus que carecen del sitio de escisión de furina y los sitios de escisión de furina presentes en las subunidades α de ENaC humano y de ratón.

La secuencia FCS de ENaC α humano es idéntica en chimpancé, bonobo, orangután y gorila, pero diverge en todas las demás especies, incluso en primates, excepto en una. (La única especie no humana que no es un gran simio con la misma secuencia es Pipistrellus kuhlii , una especie de murciélago que se encuentra en Europa y Asia occidental.

Asumir que esta secuencia surgió por azar es demasiado arriesgado como para ser posible, pero si no es el azar no puede ser una zoonosis ya que antes de que se transmita a un humano desde un animal tuvo que pasar por un humanoide que porte una proteína con dicha peculiar secuencia, con lo cual esa secuencia solo pudo ser fruto de la selección dirigida o mejor dicho puesta ahí por experimentos de ganancia de función.

Tambien se ha encontrado la secuencia de la proteína gp120 del virus del SIDA y de momento nadie ha contestado a la pregunta de cuál es su procedencia e incluso se ocultó su presencia en publicaciones científicas y bancos de secuencias por el  director de EcoHealth Alliance, Peter Daszak.

Ante la declaración de que esta secuencia estaba circulando se declaró emergencia de interes internacional y se decretó que la única solución era el desarrollo de una vacuna cuando la medicina ya estaba encontrando tratamientos eficaces.

Las exigencias del simulacro pandémico de un virus parainfluenza de 2018 Clade X organizado por la Johns Hopkins fueron que se necesita el desarrollo de una tecnología que ponga en el mercado vacunas en cuestión de meses, no de años. Tambien es un ejercicio donde se refleja una frase de la antigua directora del Johns Hopkins,

“Tendremos que recurrir a métodos de fabricación innovadores que requerirán mucha indulgencia por parte de la FDA y la comprensión del pueblo estadounidense de que estamos haciendo las cosas en forma de emergencia para que todos los aspectos en términos de seguridad y evaluación de riesgos puedan no ser revisados.Pero la vacuna es el único camino a seguir.»

En la información circulante sobre los trabajos de ganancia de función solo se mencionan tres patógenos sobre los que gira toda la normativa. El virus de la gripe, el MERS y el SARS. Posiblemente el único natural sea el virus de la gripe.  

De MERS solo se han reportado 1200 casos determinados por PCR (¿?)

¿Del brote original de SARS cuantas pandemias se han generado? ¿Cuantos fallecidos reales hay sobre esas supuestas pandemias?

Los fallecidos intoxicados por exceso de medicación superan cualquier pandemia de las que se han declarado en el s. XXI

Los estudios publicados por Denis Rancourt analizando los datos de mortalidad por todas las causas durante el periodo “denominado pandémico” muestran focos de mortalidad que no se corresponden con la expansión de un virus respiratorio extremadamente contagioso y letal.

Aún nos queda por saber la naturaleza de esos focos en relación a la quimera.

En definitiva y a modo de enseñanza de la narrativa Covid podemos extraer varias lecciones.

La Naturaleza tiene sus propias reglas y nosotros solo podemos intentar interpretarlas para comprenderlas pero siempre a posteriori, jamás vamos a poder anticiparnos y en relación a la virología mucho menos

Las secuencias víricas fruto de ganancia de función solo son viables en los cultivos celulares o en los modelos experimentales. Cuando se sueltan en la naturaleza tienden a desaparecer rápidamente y solo con grandes campañas de márketing, distorsión de datos y ocultación de hechos (censura) pueden constituir un fenómeno pandémico.

Las soluciones a las crisis dicen más de la crisis que la  misma crisis y en nuestro ejemplo queda más palpable que el implantar un modelo de vacuna de una tecnología nunca antes probada era el modelo que buscaban desde hace muchos años obviando para ello todos los inconvenientes teóricos. Necesitaban demostrarse ser capaces de desarrollar vacunas en meses y no en años y han puesto todos los medios posibles para que así parezca, solo parezca. Los medios de comunicación acompañarán en que la ficción sea la realidad.

Profundizando en el concepto de la virología tenemos que ser conscientes de  lo dependientes que somos del tipo de tecnología que usamos para estudiarla, ya que a medida que se incrementa nuestra capacidad de análisis, más complejidad encontramos en lo que pensábamos era más simple. Con esto me quiero referir a que a medida que desarrollamos las técnicas de secuenciación y análisis nos encontramos que el mundo virus es mucho más amplio y complejo de lo que creíamos hasta ahora y ya se está hablando de un viroma oscuro dando a entender que tenemos que replantearnos el significado de los virus en la naturaleza y especialmente en nuestro organismo más allá de la simple relación a la patología y que precisamente su influencia en el desarrollo del sistema inmune es más importante como para vivir en guerra constante contra ellos antes de comprenderlos mejor, pero como hasta ahora es el pensamiento militar el que ha impulsado el conocimiento, y sobre todo sus proveedores de contramedidas, su mentalidad solo llega a pensar en amenazas y contramedidas para mitigarlas y necesitamos más argumentos de paz.

José Muñoz

Licenciado en Biología

II Congreso de Médicos por la Verdad (Pontevedra, Febrero 2024)