TRANSFORMACIÓN DE PROCESOS GLOBALES

“Presidentes y primeros ministros son sólo camareros que sirven café en un restaurante de la élite mundial.” Bajo esta sentencia el autor y ex-agente de contrainteligencia ruso, Daniel Estulin, se refiere a que ningún candidato a la presidencia o cancillería de un país representa los intereses del mismo sino los de alguno de los proyectos globales que controlan el mundo. Según los conceptos de Ley de cambio, mandato del universo y “política del cielo” desarrollados por la inteligencia rusa en la era postindustrial, en este planeta actualmente gobiernan seis proyectos globales de élite que continuamente se disputan y reparten el mundo entre sí. Estos son: Nueva Babilonia, Nueva Jerusalén, Gran Europa, Gran Eurasia, Nuevo Califato y Datung China. Las características comunes a estos proyectos son un sueño de gobernanza mundial, sistemas económicos independientes y sistemas de inteligencia con alcance mundial. En América Latina no hay nada de esto, pero lo que sí abunda es la pobreza y descontento provocados por el modelo liberal banquero financista en el que aún vivimos, que se basa en la expansión sin límite en un planeta con recursos naturales limitados, y que está estructurado en torno al beneficio de organizaciones supranacionales y corporaciones controladas por familias de la aristocracia europea y judía. Ahora que el modelo liberal banquero financista de la élite global está acabado, los países latinoamericanos al no constituir proyectos propios de alcance global solamente pueden aspirar a formar parte de alguno de ellos, como elemento secundario. Y por si esto fuera poco, el problema principal a nivel mundial es que no hay ningún modelo financiero que pueda sustituir al modelo liberal banquero financista, excepto los que la élite global califica como viables. Jacob Rothschild, el patriarca de una de las familias de banqueros que están a la vista del público, dijo en 2015 que sólo hay tres salidas a la crisis global: una guerra mundial, una revolución tecnológica transhumanista, o cambiar el patrón petrodólar al patrón oro. La élite mundial está reacomodando sus proyectos globales y alianzas de acuerdo a las alternativas reveladas por los cabalistas que hablan a través de Lord Rothschild. La pregunta sigue siendo si habrá tiempo y lugar para evitar un colapso desastroso de la civilización y un nuevo engaño por parte de los controladores y sus proyectos globales arcónticos, unos proyectos que, como si un juego de bridge se tratara o como si el juego de cartas “Illuminati” fuese, compiten entre sí con alianzas que van y vienen, traiciones, etc, en una estrategia macabra por alcanzar el poder mundial.

Transformación de procesos globales

La práctica política no puede ser un producto abstracto de la imaginación humana. En el centro del poder, de una forma u otra, sus intenciones y decisiones son ideas respecto a la manera en que funciona el mundo y al lugar que un sujeto político ocupa en él. Desde un punto de vista conceptual, percibimos la imagen del mundo como el Gran Juego (término acuñado por el prominente francmasón Rudyard Kipling), mas no en ajedrez (de acuerdo con Brzezinski, cuando todo “gran maestro” político lleva a cabo una sesión de juegos simultáneos entre “blancos y negros, en muchos tableros”), sino en un juego de cartas llamado Bridge (juego de la élite). 1 El bridge es un juego de cartas que se juega con un mazo estándar de cincuenta y dos cartas, en el que cada uno de los cuatro jugadores recibe trece. Si hay seis jugadores, se añaden dos comodines al mazo, y luego el mazo de cincuenta y cuatro cartas se divide en partes iguales entre los seis participantes, cada uno recibe nueve. El bridge lo juegan entre cuatro y seis jugadores, en dos o tres equipos que compiten entre sí (dos equipos de tres jugadores, o tres equipos de dos jugadores, pero nunca solo), y las parejas se sientan uno frente al otro alrededor de la mesa. A diferencia del ajedrez, un juego que la élite ha logrado aprovechar con éxito como cortina de humo para convencer al mundo de que es “el” juego que usan las personas influyentes para decidir la política global, el juego de cartas del Gran Juego se juega en el sentido de las manecillas del reloj. En este sentido, los representantes de las civilizaciones mundiales existentes (proyectos globales) se sientan en la mesa de juego de la historia, y detrás de ellos (entre bambalinas) se colocan los planeadores globales, es decir, los portadores de la visión conceptual del mundo. Para sentarse en el “juego de cartas de la historia”, los jugadores deben ser proyectos globales completamente desarrollados . Para ser considerado un proyecto global independiente se debe tener:

1. Conceptualización a escala global. Un planeador que establecerá una meta, formulará una doctrina, desarrollará estrategias y describirá la construcción operativa de diversas fuerzas para obtener la victoria (financiera e informativa, principalmente) en la Tercera Guerra Mundial de un nuevo tipo híbrido.

2. Estructura financiera global.

3. Un aparato independiente de inteligencia global (diseñado a la altura de los Illuminati/Nueva Babilonia, Opus Dei-Jesuitas/Gran Europa, taoístas/China, sufismo tariqa/Islam, Bnai-Brith/Nueva Jerusalén, Caballeros templarios/Gran Eurasia), que revelará los fundamentos conceptuales y una imagen del mundo de otros proyectos globales (la inteligencia ordinaria no lidia con estos asuntos).

El modelo es un juego de cartas en un bridge para seis. Los siguientes proyectos se sientan a la mesa de juego de la historia: 1. Los anglosajones (nombre del proyecto Nueva Babilonia de estilo estadounidense, financiero-liberal, globalización/Finintern. Capital: Nueva York). 2. Romano-Germánico Europa (nombre del proyecto Gran Europa – aristocracia Internacional “Negra”. Capital: el Vaticano). 3. El Reino Eterno de Israel (nombre del proyecto Nueva Jerusalén, los planeadores del Plan Salomón. Capital: Londres); 4. Mundo del Islam (nombre del proyecto Nuevo Califato “Rojo” del Islam político rojo. Capital: Estambul). 5. China (nombre del proyecto Gran Unidad – Datun de los pueblos de un solo destino alrededor. Capital: Beijing). 6. Mundo ruso (nombre del proyecto Gran Unión Euroasiática, Nueva Horda – los herederos de Gengis Kan y Stalin. Capital: Moscú). La confrontación oculta entre el Vaticano (cristianismo) y la Internacional Financiera (judaísmo/red global de la oligarquía financiera con sus nódulos más importantes en Nueva York, Londres y Hong Kong) es la principal contradicción de toda la civilización mediterránea-bíblica del periodo de dos mil años de la nueva era. Esta es una lucha para determinar el título del “pastor” que recibió el “Edicto del Cielo” para pastorear a las naciones del mundo como “un solo rebaño”, y que durante el periodo de globalización, de acuerdo con el curso natural de las cosas, reúne “de muchos a uno” (E pluribus unum , como se puede leer en el billete de un dólar estadounidense).

CÓDIGOS DE CIVILIZACIÓN DE LOS SEIS PROYECTOS GLOBALES

Nueva Babilonia – Calavera y Huesos (Illuminati). Base conceptual: hermetismo del antiguo Egipto; arma de la victoria: NBIC (nanotecnologías, biotecnologías, informática y ciencias cognitivas) – Tecnologías de convergencia/divisa digital. Fue posible gracias a las estructuras globales bancarias financieras. Nueva Jerusalén – Orden de la Jarretera, Bnai-Brith. Base conceptual: un reino de sacerdotes y una nación santa. Reino de mil años del Mesías. Símbolo: monarquía británica (reino de la Casa de la línea de David). Objetivo: Iluminación del alma. La Rusia no liberal desempeña un papel fundamental para lograr que suceda. Gran Europa – La legión del Honor. Base conceptual: el Vaticano. Elemento oculto: Internacional Negra (teutones). Elemento visible: jesuitas, Opus Dei. Herederos del Santo Imperio Romano de las naciones germanas. Imagen de la victoria: teocracia judeocristiana global. Califato islámico Rojo – Hermandad espiritual. Mentor: sufistas a través del Ummah islámico. Unión a través del Islam político bajo el liderazgo de Turquía. Modus operandi: Jihad y la Santa Guerra. Datun China – Taoístas a través de los clanes Dragón. Teología: socialismo con la especificidad china. Imagen de la victoria: el renacimiento de los pueblos del sueño único. Símbolo de la victoria: Dragón rojo. Doctrina: Un cinturón, una Ruta de los dragones a los teutones. Gran Eurasia – Base conceptual: La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. Imagen simbólica: la Gran Estepa euroasiática. Descendientes de: Shem, el hijo mayor de Noé. Imagen de la victoria: control de Eurasia, de Mongolia a Altái, arquitectos de la Gran Horda. El juego se juega en el sentido de las manecillas del reloj, en equipos (proyectos) de dos o tres jugadores dentro de ciclos de doce años en los que cada juego cubre un periodo de cuatro. Cada jugador representa un proyecto global.

El ciclo actual comenzó con la primera oleada de la crisis financiera global en 2008 y terminará para 2020. Los palos son: Diamantes ♦ : ley y orden, sistema político. Todo lo llamado “poder”. Tréboles ♣: todo lo relacionado con la riqueza, como la economía, los intereses financieros. Espadas ♠: sociedad, todo lo relacionado con el bienestar social. Corazones ♥: ideología, valores culturales. Cada juego comienza con un proyecto que se encuentra a sí mismo en la posición dominante en el momento en que el juego se desarrolle. El proyecto global que planea e inicia el juego también decide el palo de triunfo. El juego de 2008- 2012 fue iniciado por Nueva Babilonia, dirigida por el presidente estadounidense no blanco Barak Hussein abu Obama II con las cartas triunfadoras de la economía – ♣ . Como resultado del desplome de los mercados financieros en 2008, Nueva Babilonia perdió el juego.

El siguiente juego cubrió el periodo de 2013 a 2016 y fue iniciado por el mundo del Islam Negro bajo el rostro de ISIS (Estados Islámico de Irak y de Levante), se declaró a los corazones ♥ como las cartas triunfadoras – Ley Sharia. Su socia fue Nueva Jerusalén (Londres). El Londres post-Brexit necesitaba mercados externos para sobrevivir. Con Londres fuera de los mercados europeos, esperaban crear un mercado externo en el Gran Oriente Medio usando a ISIS para borrar la pizarra. La participación de Rusia en 2015 en el conflicto en Siria (carta de triunfo, el comodín rojo, imprevisibilidad) salvó a Bashar Assad y cambió la dinámica del juego. Como resultado, ISIS no pudo lograr el objetivo fijado en la construcción del Nuevo Califato, y Londres no cumplió con su plan de una nueva panregión económica.

China inició el juego 2017-2020 (con mapas nuevos de la sociedad postindustrial, inteligencia artificial, armas cibernéticas, economía digital, innovación, redes sociales, tecnología de cadenas de bloques) desde la perspectiva de la Tercera Guerra Mundial del nuevo tipo híbrido que comenzó en 2013. La señal se dio en el Foro Económico Mundial en Davos, en enero, cuando el presidente Xi Jinping levantó la bandera del globalismo abandonada por el Estados Unidos de Trump y anunció la construcción de la Sociedad Global “Un destino” (el proyecto de la “Datun”). Las espadas ♠ fueron declaradas el palo de la carta de triunfo. Los socios de China en este juego: Mundo de los anglosajones (Nueva Babilonia) y la Europa romano-germánica (Internacional Negra, el Vaticano). La inesperada versión del último juego fue cuando Moscú jugó como socio de la Gran Europa/ Internacional Negra con las cartas triunfadoras de la esfera social (♠). Al jugar juntos, Moscú y la Internacional Negra lograron tomar (cinco bazas) de Londres (Nueva Jerusalén)/Nueva Babilonia (Nueva York), China (Datun), y el Califato Rojo (Estambul).

Cabe destacar que, en la última baza, ahora el “comodín negro” de las tecnologías exóticas secretas vence tanto a la carta de la “fe más sólida” del Estado turco del Islam y a las nuevas cartas de la sociedad de la información en Estados Unidos y China (economía digital e inteligencia artificial). La visita de Putin a Austria en agosto de 2018 para asistir a la boda de la ministro de relaciones exteriores de ese país, Karin Kneissl —evento en el que se llevaron a cabo consultas informales—, es un indicio de información de inteligencia de la posibilidad de una alianza Moscú/Gran Europa-Internacional Negra (en la práctica política del otoño de 2018). La manera en que la situación política se desarrollará a partir del otoño de 2018 se verá en la práctica a finales de 2020, sin embargo:

a) Para los tres juegos es fundamental notar el papel de apoyo de las autoridades públicas; así como la impotencia de las Fuerzas Armadas, los servicios especiales y las agencias de aplicación de la ley (♦) en la lucha contra la guerra sagrada de los soldados de Alá (♥) y la oposición de las autoridades a las instituciones sociales (♠).

b) Habrá una exacerbación de la situación en el mundo de quienes iniciaron el juego. Londres (planeadores) tendrá límite de tiempo para la fecha sagrada del nuevo año judío, el 9 de septiembre de 2018.

c) De una manera u otra, a partir de septiembre de 2018 la Tercera Guerra Mundial del nuevo tipo híbrido entró en la fase activa de la estrategia para destruir el antiguo orden mundial y, sobre todo, el mundo de las divisas basado en el dólar estadounidense. Las verdaderas intenciones del Gran Juego permanecen ocultas detrás de la cortina. El tercer juego (alianza de los proyectos globales en pares o equipos de tres) resultó ser el que se produjo cuando Moscú jugó con China (equipo 1) en contra de Londres/Vaticano (equipo 2) y Estambul/Nueva York (equipo 3). Cabe señalar que Londres (Cábala) ataca a Nueva York (liberalismo) y este defiende a quien se encuentre luchando por la supervivencia. Con el liberalismo mundial en su lecho de muerte (fin del modelo económico Bretton Woods), el liberalismo (Proyecto global Nueva Babilonia) está dispuesto a cederle sus posiciones a la Internacional Negra (bajo el rostro de Donald Trump) siempre y cuando puedan negociar los términos de la rendición. En esta posición, la Internacional Negra puede dirigir la mesa si Trump gana las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos. Para avanzar en sus posiciones, para la Internacional Negra será vital reiniciar sus antiguos contactos en la Triple Alianza (Alemania-Imperio Austrohúngaro-Vaticano). El problema, hasta hace poco, era que la Triple Alianza estaba bajo el control de la Europa liberal, y el liberalismo no cuenta con la subjetividad de la Internacional Negra. La subjetividad existe en el Estados Unidos de Trump, pero Trump no tiene los vínculos históricos de la Triple Alianza. Nueva York (liberalismo) tiene el comodín negro (economía) como la carta a la que siempre “podrá volver” (colapso de los mercados financieros) y muy posiblemente esté dispuesta a usarla, o al menos, a usarla como una amenaza que lleve a la rendición negociada de las posiciones banqueras-financieras-liberales.

¿El liberalismo tiene otras rutas de escape? ¿Podría Nueva York (liberalismo) jugar en el mismo equipo que Estambul? Probablemente no porque su modelo económico (Bretton Woods) está en su lecho de muerte y porque el principal objetivo de Turquía es encontrar mercados externos para sobrevivir, algo que Nueva York ya no le puede proveer. Existe una opción para el periodo 2017-2020 que necesitamos examinar. Los seis jugadores globales se dividen en dos equipos de tres proyectos cada uno: Moscú/Estambul/Vaticano (equipo 1) contra London/Beijing/Nueva York (equipo 2). Cabe señalar que solo Londres (Cábala) y Beijing (taoístas) tienen un proyecto milenario, los otros proyectos son centenarios. También vale la pena destacar que, tradicionalmente, todos los presidentes estadounidenses, de Carter a Obama, han pertenecido al campo liberal (Nueva Babilonia).

Si la élite liberal (Nueva York) juega su salvaje carta económica del derrumbamiento de los mercados, el orbe enfrentará de inmediato un colapso del mundo establecido y la regionalización de los mercados globales. El principal problema del Estado profundo liberal financiero bancario es la pérdida de control debido a la falta de un pronóstico confiable. El “caos controlado” (derrumbamiento de los mercados) es una buena opción en medio de un mal juego: la leyenda de cubrir el fracaso para calcular las consecuencias de las decisiones tomadas y la incapacidad de la élite para diseñar y construir el futuro. Sea como sea, hay cuatro maneras de salir de la crisis:

a) Continuación de la crisis global. Guerra híbrida. Reforma lenta.

b) Una furiosa lucha por la redistribución de los recursos.

c) La llegada de los pragmatistas-nacionalistas. Actualización de la estructura económica. Autarquía.

d) Logro tecnológico. Transformación de la vida espiritual. Una fuerte Unión Euroasiática.

Trump (Gran Europa/ Internacional Negra) tiene un periodo limitado antes del colapso de la economía global (finales del primer año de su segundo periodo) para llevar a cabo las negociaciones internacionales (algo como un nuevo “Acuerdo de la Conferencia de Yalta” y el nuevo “Bretton Woods”) y desarrollar nuevas regulaciones para los asuntos internacionales y el sistema financiero mundial. Este escenario, sin embargo, viene con una advertencia: Trump necesitaría ofrecer de inmediato una arquitectura alternativa para el sistema económico y financiero mundial. ¿Pero qué propone Trump?

1. Regionalización de la economía mundial (la consecuencia de esto es que los países desaparecerán a favor de los bloques económicos, Westfalia desaparecerá como modelo y habrá un giro hacia la economía postindustrial y postecnológica).

2. Creación de divisas regionales: dólar, rublo, yuan, rupia, peso, libra, etcétera.

Desde un punto de vista técnico, sin embargo, la creación de divisas regionales genera un gran problema porque actualmente los mercados son globales en principio y el sistema de crédito y seguros de riesgos no está regionalizado. La regionalización de los mercados globales forzará a los jugadores a renegociar sus alianzas. De hecho, ahora se está llevando a cabo tras bambalinas una negociación de este tipo entre los Rockefeller (banqueros) y los Rothschild (cambistas de bienes físicos, oro, diamantes, drogas, etcétera). Los Rockefeller liberales (que ganaron las dos guerras mundiales contra los Rothschild) han perdido la guerra actual contra los Rothschild (Londres). En consecuencia, en marzo de 2016, después de 146 años, la familia Rockefeller salió del negocio del petróleo al liquidar sus inversiones en empresas de combustibles fósiles, incluyendo Exxon Mobil. Este acuerdo negociado Rockefeller-Rothschild es posible, pero solo con la presencia de un tercer jugador fuerte (bajo la forma de un proyecto global) que actúe como fuerza de contrapeso: China. ¿Por qué China y no cualquier otro jugador? Porque el equilibrio exige un tercer jugador fuerte, no un proyecto débil.

Cualquier acuerdo final colocará al modelo liberal en el papel de receptor, y esto conducirá a negociaciones internacionales en un nuevo modelo económico. Londres tiene dos opciones para las elecciones de 2020 en Estados Unidos:

Opción 1: Regreso de la presidencia al campo liberal (quienquiera que esté dirigiendo el proyecto para los liberales en ese momento) con un resultado más que probable de una Tercera Guerra Mundial (opción de caos con colapso global para eliminar una deuda de 4 000 billones a través de la fuerza mayor).

Opción 2: La reelección de Trump con una rendición forzada de las posiciones de los financieros liberales y la reorganización del mundo en bloques económicos regionales.

La mayoría de la gente interpreta la futura regionalización como una versión mundial de la Europa Económica Unida. Sin embargo, la versión de Trump va mucho más allá. La economía independiente necesita una participación de mercado para funcionar. En el mercado moderno, esta cuota es de entre trescientos y quinientos millones de personas. Para cubrir la cuota mínima, el mundo tiene que reorganizarse financieramente en bloques y cada bloque deberá usar su divisa regional. Las siguientes propuestas ya están en la mesa a pesar de que el tema continúa siendo un tabú para el dominio público.

ÁREAS ECONÓMICAS

Grupo 1: Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Norte de México. Población base total: quinientos millones de personas. Divisa: dólar estadounidense.

Grupo 2: Los Montes Urales dividen a Rusia en Rusia Occidental (Rusia-Irán-Turquía-antiguos pueblos, repúblicas y regiones soviéticas que hablan las lenguas túrquicas: Azerbaiyán, Turkmenistán, karachayos y bálkaros, baskirios, kazajos, Karakalpakia, Kirguistán, Uzbekistán, Altái, Tatar, pueblo kumyk, Chuvasia, pueblo nogayo, jakasios, tuvanos, tofalares, Sajá y también Siria y los Balcanes) y Rusia Oriental (Rusia-Corea del Sur-Japón-Asia Central). Irán se uniría al grupo con Rusia y Turquía, y con Yemen, Baréin y la parte Shia de Arabia Saudita. Arabia Saudita desaparece como país. Divisa: rublo.

Grupo 3: Resto de México y Latinoamérica. Divisa: peso.

Grupo 4: China. O Japón con China si Japón no puede cerrar el acuerdo económico con el grupo Rusia-Corea del Sur. China simplemente absorbería a Japón porque este es demasiado pequeño y dependiente de los recursos naturales de los otros. Divisa: yuan.

Grupo 5: India. O Irán con India si Irán no puede cerrar su trato con el grupo económico de Rusia-Turquía. Divisa: rupia.

Grupo 6: Europa Occidental (eje París-Berlín) con las colonias africanas de Francia (recursos + población). Divisa: euro.

Grupo 7: Reino Unido con los países árabes (de Marruecos a Arabia Saudita). Esta opción estuvo en la mesa como la solución más realista al post-Brexit de Londres (lo único que se necesitaba era que Clinton ganara la presidencia). Con razón, Arnold Toynbee, uno de los historiadores británicos más influyentes, dijo en los sesenta que Israel tenía una vida de no más de setenta y cinco años. Henry Kissinger y los Rothschild le advirtieron en 2012 al mundo que Israel desaparecería para 2022. No obstante, con la victoria de Trump en 2016, la opción fue descartada. Divisa: ¿?

Notas

1 Los maestros de juego de bridge en el siglo XX son/fueron: la reina Isa-bel II , los primeros ministros británicos Churchill y Thatcher; Mahatma Gandhi, los presidentes estadounidenses Eisenhower y Reagan; el arquitecto del milagro chino, Deng Xiaoping; los magnates de negocios transnacionales Bill Gates y Warren Buffett.

2 Битва глобальных проектов, Александр Ачлей, Volant, 2011.https://www.yakaboo.ua/bitva-global-nyh-proektov-v-3-chastjah-chast-1- evrei-katoliki-shii ty-vaspy.html

3 https://www.cbsnews.com/news/rockefeller-family-is-exiting-the-oil-business

Daniel Estulin

(Metapolítica, 2020)

La robotización de lo sublime

Renán Vega Cantor

“El peligro del pasado era que los hombres se convirtieran en esclavos. El peligro del futuro es que el hombre se convierta en robot”. Erich Fromm.

La imagen no puede ser más demencial: la orquesta sinfónica de Corea del Sur ha sido dirigida por un robot. Las fotografías muestran a un androide, una máquina que imita burda y toscamente la forma humana, dirigiendo la orquesta, y los músicos, como robots amaestrados, obedecen. Uno no sabe si es más demencial que la orquesta sea dirigida por un robot, o que los músicos acepten sumisamente que los conduzca una máquina.

El “Director”-robot de la orquesta fue creado por el Instituto de Tecnología Estatal de Corea del Sur y lo bautizaron como Ever6. Sus inventores sostienen, como parte de la propaganda corporativa, que es capaz de seguir el movimiento de los músicos mediante sensores y por ello puede ejecutar a la perfección los vivaces movimientos de un director de orquesta. El robot mide 1.80 centímetros y sus formas se pretenden humanas, según su torso, brazos y cabeza.

Para medir el grado de alienación tecnológica a que se ha llegado en Corea del Sur, el Director Choi Soo-yeoul, codirigió la presentación con el robot. Y Agregó, sin vergüenza y sin dignidad para defender su oficio, que “susmovimientos como director son muy detallados». El robot fue capaz de realizar movimientos muy delicados de una manera mucho mejor de lo que yo había imaginado”. El Robot solamente tiene un problema, se supone que central cuando se habla de música, no puede escuchar (es sordo) ni analizar la música, por lo que no puede percibir los errores de los músicos y no los puede corregir.

Otra muestra de la estupidez tecnologizada se presentó cuando el robot fue ovacionado por el público y se le activó para que respondiera con una reverencia, como hacen los directores de carne y hueso.

El androide simplemente fue programado para replicar los movimientos de un director de música a través de la tecnología de captura de movimiento, que registra los movimientos de personas y objetos.

La sustitución de un director de música, clásica en este caso, por un artefacto nos debería llenar de horror y espanto ante el cinismo deshumanizante del capitalismo y su culto a los artefactos tecnológicos. Y no solo por el asunto del desempleo, que está en juego, porque las predicciones indican que los empleos más afectados por la implementación de la pretendida Inteligencia Artificial (IA) serán lo que requieren, como los músicos, más ingredientes intelectuales y cognitivos (médicos, traductores, ingenieros, artistas, escritores…). No, el asunto de fondo está referido al hecho de que se admita sin ninguna crítica que las máquinas pueden y deben realizar todos los actos humanos, hasta los más sublimes, entre los que se destacan los de cantar, recitar poesía, escribir cuentos, relatar historias, amar…

Si los que nos hace humanos es todo ello y eso es nuestra huella distintiva, aunque compartamos algunas características sensibles con otros animales, entre ellas la de la música, pues sabemos que delfines, ballenas, primates, pájaros, ranas, luciérnagas… emiten sonidos que en muchos casos son verdaderos conciertos del sentir y de la vida.

La robotización y digitalización reducen lo humano y lo animal a puros datos e información, como si las sensaciones, la alegría, el dolor, la experiencia propia de cada individuo pudiera ser dejado de lado, como algo sin importancia. Esto es olvidar que, por más que se predique ese exabrupto, las máquinas no piensan ni entienden, se limitan a ejecutar mecánicamente lo que dictamina un programa, ahora logarítmico, a procesar aceleradamente millones de datos, pero no entienden lo que hacen.

El fetichismo tecnocrático deja de lado la fe en las personas para colocarla en los artefactos microelectrónicos, lo cual es propio del totalitarismo cibernético. En el caso aludido en este artículo, se aplaude a un androide por dirigir un concierto, los espectadores salen fascinados por la supuesta gran innovación tecnológica, enceguecidos por el esplendor luminoso del artificio robótico, sin pensar por un minuto lo que siente un musico que vaya a ser desplazado laboralmente por una maquina y que a esta se le atribuyan las virtudes propias de lo humano. En la medida en que se pretende presentar como sensibles a los artefactos tecnológicos, los individuos se tornan más ciegos, sordos e insensibles.

Que en un artefacto de plástico, metales y silicona se le ensalce indica hasta dónde llega el desprecio de las características de los seres humanos y de los animales, como organismos vivos, sintientes, con sueños, expectativas, frustraciones y limitaciones.

Claro, porque lo que se quiere con los fetiches tecnológicos es llevar al extremo la utopía del capital y de los cultores de la IA aquello de la calidad total y cero errores, que caracterizarían a las máquinas, pero que mostrarían la debilidad y la inferioridad de los seres humanos. En esa perspectiva, se llega al extremo de que todo lo que nos hace humanos nos torna inferiores frente a los artefactos: nuestra voz, nuestro canto, nuestras pasiones, nuestras debilidades, en una palabra, lo vital. Eso dicen, sin pudor alguno, los llamados transhumanistas o los cultores de la singularidad, uno de cuyos portavoces ha afirmado: “hablar es una tecnología primitiva; es de banda estrecha (¡en términos microelectrónicos¡), y en 2029 no seremos capaces de distinguir las respuestas que da un robot de las que da una persona”. Como si hablar fuera una acto mecánico, ni un complejo entramado de la humanidad, labrado a lo largo de miles de años de evolución, que podría tranquilamente ser sustituido por cachivaches artificiales.

Un asunto que no es menor es el de la utilidad de los artefactos, en este caso el Android-Director de orquesta. Para qué diablos se necesita, si hay suficientes directores de orquesta en el mundo, y otros están estudiando para serlo, todos los cuales se consagran durante años a aprender su oficio. Ahora se nos dice que ese esfuerzo de toda una vida puede ser echado a la basura de un plumazo y ese saber especializado sustituido por una simple máquina. ¿Para qué despilfarrar tanto esfuerzo y recursos materiales y económicos, mientras en el mundo entero existen tantos problemas de analfabetismo, hambre, miseria y desigualdad? ¿Para qué y quién necesita un robot director de orquesta? Acá podemos indagar que si la respuesta es el robot-músico, ¿cuál era la pregunta? ¿Qué se busca y que sentido e importancia puede tener experimentar con un robot como director de una orquesta?

A este Android al que se presenta como director de orquesta se le ensalza como un resultado avanzado de la inteligencia artificial. Es un insulto que se le atribuya raciocinio a un artefacto, desconociendo la vida y la inteligencia de los seres humanos y de los animales.

Ensayo de orquesta [1979] es una película de Federico Fellini en la cual se resalta el necesario papel que tiene un director de orquesta, en medio de su soledad, y de las conversaciones y discusiones con los músicos de la orquesta. Esa película destaca también el papel protagónico de los músicos y no solo del Director, todos son necesarios porque hacen parte de un trabajo colectivo. El filme tiene un trasfondo político, dado que destaca las divisiones sociales (representadas por músicos que defienden sus respectivos instrumentos) y el rol y la autoridad del Director, que es contestada por los músicos. Fellini deja claro que para que la música suene armoniosamente es indispensable la presencia de un Director, de su perspectiva y de sus órdenes.  Pero él solo no basta, si no existieran músicos.

Si actualizamos el Ensayo de 0rquesta a la Corea del Sur actual lo de Fellini resulta anacrónico, porque, por una parte, quién puede y querría discutir con un Director-Robot. Y, por otra parte, el solo hecho de aceptar ser dirigidos por un Android indica el grado de aceptación y pasividad ante la dictadura digital, puesto que la orquesta es conducida por un organismo mecánico y los músicos, un conjunto de seres humanos, se reducen a ser un rebaño digital, que se limita a obedecer. Pobre Fellini que nunca imaginó que el escenario cambiaría tanto que ya no habría directores de orquesta de carne y hueso, ni alegatos organizados de los músicos, que estaban sindicalizados, para confrontarlo. Hasta el espíritu de lucha, un rasgo esencial de la humanidad, desaparece ahora en esa orquesta robotizada. Y por eso, la cereza del pastel la pone el Director Choi Soo-yeoul cuando sin ruborizarse afirma con carácter aprobatorio que la dirección conjunta con el robot comprueba que «Fue un recital que demostró que (robots y humanos) pueden coexistir y complementarse, en lugar de que uno sustituya al otro». En este caso, complementarse para qué, si el Android ni siquiera escucha, y no es que sea Beethoven o algo por el estilo. No, es un simple artefacto desprovisto de cerebro, voz, sentimientos, experiencias, y nada de eso puede expresarse en un concierto. Lo que dijo ese director es una clara muestra de la estupidez que se deriva de rendirle culto a los artefactos. Lo que, en contravía, puede decirse es que se necesitan más y mejores músicos, directores de orquesta, artistas de verdad… y no artefactos, con los que los capitalistas de la vigilancia intentan imitarlos y remplazarlos de manera artificial y burda.

No extraña que esto acontezca en Corea del Sur, el país del mundo más colonizado por las pantallas digitales. Hay pantallas en todos lados, en los rascacielos, en las cafeterías, en las estaciones de metro o de bus y sus habitantes semejan marcianos que caminan con sus ojos mirando al piso ‒o eso parece‒ porque siempre van pegados al Smartphone, un comportamiento propio de cretinos digitales que ya se replica en el mundo entero. Todo contacto, actividad, negocio, intercambio se hace por y a través de las pantallas, como si el paisaje humano y natural hubiera desaparecido.

Lo revelador es que eso ocurra en un país que hace dos generaciones era rural, la mayoría de su población era campesina y estaba asolado por la guerra y el hambre. Lo que se vende como “milagro coreano”, que lo catapultó como economía capitalista del primer mundo y con una base industrial, vino acompañado en términos sociales y culturales, de la consolidación del individualismo, el egoísmo competitivo, la lucha de todos contra todos, el darwinismo social, el consumo hedonista, la desertificación de la vida cotidiana y la ruptura de cualquier vínculo con su pasado reciente y la inmersión total en el presente instantáneo.

Con todo eso, las clases dominantes han querido borrar las huellas campesinas del pasado y eliminar cualquier vínculo con los espacios naturales, encerrando a los coreanos comunes y corrientes en sus pantallas artificiales, para generar la ilusión de que se puede prescindir de la naturaleza y todo, hasta lo más sublime, como la música, puede y deber ser digitalizado. Ese proyecto de las clases dominantes ha sido exitoso porque han logrado que la mayor parte de los habitantes de ese país viven ensimismados en sus cachivaches microelectrónicos como si ese fuera el mundo real, un mundo donde no hay conflictos, ni luchas sociales, ni desigualdad.

En Corea del Sur se ha impuesto el más crudo individualismo posesivo y competitivo, y sus relaciones sociales se reducen a sus conexiones virtuales a través de la omnipresente pantalla del celular. Por ello, el escritor italiano Franco Berardi puede decir que “Corea del Sur es el laboratorio del mundo neohumano conectivo. Es la ‘zona cero’ del mundo, un mapa del futuro del planeta”, en el que, agregamos nosotros, ya no habrá espacio para lo que incumba la sensibilidad de los seres humanos y en el que no caben los directores de orquesta, los músicos, poetas y juglares.

Los BRICS EN EL MURO DE LA CODICIA GLOBAL

Paul Cudenec

Cuando pensamos en la composición del sistema global, tendemos a pensar en términos de estados-nación como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania y de instituciones internacionales como la OTAN y la UE.

De hecho, durante muchos años, el poder del Estado estadounidense ha sido el principal medio físico por el cual el poder del dinero ha impuesto su control en todo el mundo, habiendo asumido el papel que una vez desempeñó Gran Bretaña.

Por esta razón, muchos compañeros antiimperialistas se regocijan por lo que parece ser el colapso de este imperio occidental y su inminente reemplazo por un “orden mundial multipolar” basado en los países BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Sin embargo, harían bien en tener en cuenta que un orden mundial sigue siendo un orden mundial, se denomine o no “multipolar”.

Los polos en cuestión son simplemente manifestaciones geográficamente diversas de la misma red general y cualquier “cambio” en el poder hacia los BRICS solo puede considerarse como una maniobra, una reorganización interna dentro de la gobernanza global público-privada.

Esta entidad laberíntica, más visible hoy en día en la forma de su red financiera Vanguard-BlackRock, ha surgido del imperio financiero, industrial e institucional de larga data de la dinastía Rothschild.

Aquí proporcionaré antecedentes históricos que muestran cómo cada país BRICS ha estado durante mucho tiempo bajo la influencia de este nexo de poder mundial y luego daré una breve instantánea de su participación actual en la agenda de la Cuarta Revolución Industrial y el Gran Reinicio promovida por los mismos intereses.

Inevitablemente hay cierta superposición con escritos anteriores, particularmente mi folleto sobre los Rothschild, Enemigos del pueblo, pero también presento mucho material fresco y relevante, por lo que espero que los lectores tengan paciencia conmigo …

BRASIL

LOS ANTECEDENTES

Brasil, por supuesto, nunca ha sido parte del Imperio Británico formal o la Commonwealth, esa base de la Gran Raqueta global de hoy. [1]

Pero en su libro sobre los Rothschild, Niall Ferguson explica que los financieros con sede en Londres disfrutaron de una “relación tradicionalmente cercana” con el enorme país latinoamericano. [2]

Brasil fue fuertemente blanco de explotación por parte de los Rothschild desde la década de 1820 en adelante, [3] con el comercio de café formando un aspecto importante de su participación.

El historiador Carroll Quigley escribe sobre el proceso de comercialización e industrialización incipiente de la sociedad latinoamericana que “fue en gran medida consecuencia de las inversiones extranjeras, que introdujeron ferrocarriles, líneas de tranvía, comunicaciones más rápidas, minería a gran escala, cierto procesamiento de materias primas, la introducción de electricidad, obras hidráulicas, teléfonos y otros servicios públicos y el comienzo de los esfuerzos para producir suministros para estas nuevas actividades”. [4]

Señala Ferguson: “La larga historia de la participación de Rothschild en Brasil muestra que no consideraban el control imperial formal como una condición previa para la exportación rentable de capital”. [5]

Informa que los Rothschild prestaron £ 1 millón a Brasil para financiar su guerra con Argentina y Uruguay en 1851 [6] y luego vino la “necesidad” de financiar el rápido crecimiento de la red ferroviaria del país, lo que provocó un préstamo de £ 1.8 millones de la misma fuente.

“Fue solo el comienzo de una relación financiera excepcionalmente monógama entre el gobierno brasileño y la casa de Londres que, entre 1852 y 1914, generó emisiones de bonos por valor de no menos de £ 142 millones”, [7] agrega el historiador.

Una pausa en los préstamos del gobierno brasileño en la década de 1870, con la única emisión importante de un préstamo de £ 5.3 millones en 1875, fue seguida por un nuevo episodio de actividad en la década de 1880 en el que “una vez más los Rothschild actuaron como el único agente emisor del gobierno en Londres”. [8]

En total, dice Ferguson, los Rothschild fueron responsables de las emisiones de bonos del gobierno brasileño por un total de £ 37 millones entre 1883 y 1889, así como £ 320,000 para la compañía ferroviaria Bahía-San Francisco. [9]

Entre 1890 y 1914, los banqueros londinenses emitieron la “asombrosa” cantidad de 83 millones de libras esterlinas de bonos del sector público brasileño y otros 5,8 millones de libras esterlinas de valores del sector privado. [10]

Comenta: “Claramente, los Rothschild tenían una influencia financiera sustancial sobre Brasil”. [11]

De hecho, durante la Primera Guerra Mundial, el embajador de Estados Unidos en Brasil comentó que “los Rothschild han hipotecado tanto el futuro financiero de Brasil que… Pondrán todos los obstáculos en el camino para que ella entre en relaciones bancarias con cualquier otra casa que no sea la suya”. [12]

Cuando el gobierno brasileño se acercó a los Rothschild de Londres en 1923 para obtener un préstamo de £ 25 millones “para liquidar la deuda flotante y poner en orden las finanzas brasileñas”, los banqueros propusieron una misión a Brasil con la esperanza de imponer “alguna forma aceptable de control financiero extranjero”, [13] como ellos mismos lo expresaron.

A pesar de una disputa entre Brasil y Gran Bretaña, los Rothschild “continuaron ejerciendo control sobre el esquema de apoyo al café”, escribe Ferguson, y reanudaron su “papel dominante” en las emisiones de bonos federales brasileños cuando Brasil regresó al patrón oro en 1927. [14]

El agente Rothschild en Brasil, Henry Lynch (conocido localmente como ‘Sir Lynch’ después de su título de caballero), “siguió siendo una figura clave en las finanzas del país durante todo el período”. [15]

Las deudas de Brasil eran a veces tan paralizantes que los gobiernos se vieron obligados a suspender los pagos en varias ocasiones y Ferguson registra que en la década de 1930 se organizó una reestructuración completa de la deuda brasileña con los Rothschild y otros prestamistas extranjeros.

“Al emitir nuevos bonos, el gobierno pudo pagar alrededor de £ 6-8 millones anuales entre 1932 y 1937, aunque no fue hasta 1962 que todos los bonos en libras esterlinas fueron finalmente liquidados”. [16]

Ferguson informa que en 1965 los Rothschild ayudaron a recaudar £ 3 millones para el Banco Interamericano de Desarrollo y en 1968 el banco “organizó dos préstamos importantes por un total de £ 41 millones a su antiguo cliente Brasil”. [17]

EL PRESENTE

Hoy, Brasil es considerado una “economía emergente avanzada”, con un PIB que es el más alto de América Latina y entre los diez primeros del mundo. Recientemente fue calificado como la 9ª potencia militar más grande del planeta. [18]

El actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió el primer premio Global Statesman del Foro Económico Mundial en 2010 [19] y este “izquierdista” está tan interesado en el grupo de presión corporativo de Klaus Schwab que incluso asistió a su conferencia sobre África en un período en que estaba fuera del cargo. [20]

El WEF ha abierto un “Centro para la Cuarta Revolución Industrial” en Brasil, que dice que tiene como objetivo “fomentar la adopción de nuevas tecnologías y mejorar las cadenas de valor globales de Brasil, aumentando la productividad y la competitividad de las empresas brasileñas”. [21]

Esto se describe como “una asociación público-privada entre el Gobierno Federal de Brasil, el Gobierno del Estado de São Paulo y muchos socios fundadores del sector privado”.

En 2019, el Estado brasileño lanzó un programa para “establecer indicadores y objetivos e implementar soluciones para convertir las ciudades brasileñas en ciudades inteligentes”. [22]

Las delicias en la tienda incluyen cámaras de CCTV, reconocimiento facial, “vigilancia agrícola” y registros electrónicos de salud.

La inversión de impacto está en marcha en Brasil, “con nuevos inversores emergentes en el país y el volumen de capital disponible para la inversión de impacto en aumento”, dice un informe. [23]

Y el banco central de Brasil planea lanzar su moneda digital en 2024. [24]

Por cierto, la bandera brasileña presenta el lema “ordem e progresso”, portugués para “orden y progreso”. Esto se acerca extrañamente a “trabajo, orden y progreso”, el nuevo lema adaptado por el régimen de Macron en Francia, que al menos un comentarista considera “completamente Rothschildiano en tono”. [25]

RUSIA

LOS ANTECEDENTES

Rusia, pasada y presente, tiene la reputación de estar fuera de las estructuras de poder financiero que dominan Occidente. Pero los hechos históricos sugieren lo contrario.

El profesor Jean Bouvier, que era especialista en asuntos bancarios en la Sorbona de París, dice que Rusia jugó un papel clave en la “preeminencia financiera” multipolar de los Rothschild, que data de 1818. [26]

Ferguson describe a los Rothschild en este momento como patrocinadores clave de La Santa Alianza, monarquías autoritarias que defienden el viejo orden aristocrático.

“Permitieron a Austria, Prusia y Rusia, los miembros de la Santa Alianza, así como a los Borbones restaurados en Francia, emitir bonos a tasas de interés que solo Gran Bretaña y Holanda habían podido disfrutar anteriormente”. [27]

Los Rothschild jugaron un papel en los “preparativos financieros” de Rusia para la guerra europea por la independencia italiana en 1859. [28]

También estuvieron muy involucrados en una serie de préstamos para la construcción de ferrocarriles en Rusia, particularmente en las décadas de 1870 y 1890. [29]

El control generalizado de la infraestructura ferroviaria se relacionó muy bien con una fuerte participación en la industria petrolera.

Los historiadores Gerry Docherty y Jim Macgregor escriben: “Los Rothschild, detrás de una miríada de diferentes títulos de compañías, construyeron vagones cisterna de petróleo para los ferrocarriles, depósitos de almacenamiento y refinerías para la producción de gasolina y queroseno, e intercambiaron con los departamentos gubernamentales sobre concesiones y tarifas de carga ferroviaria favorables”. [30]

Estuvieron notablemente involucrados en los campos petrolíferos rusos alrededor de Bakú, ahora en Azerbaiyán, donde “acumularon inversiones vastas y altamente rentables”. [31]

“Inmovilizando vasto capital” en una refinería en Novorossiysk y un depósito de petróleo en Odessa, las inversiones de los Rothschild franceses en petróleo ruso a finales del siglo 19 valían unos 58 millones de francos. [32]

Dice Ferguson: “En el pico, alrededor de un tercio de la producción petrolera rusa estaba controlada por Rothschild”. [33]

Los Rothschild también se asociaron con Pollack & Co, una empresa naviera rusa, y el Banco Internacional de San Petersburgo para formar una nueva compañía, Mazout, a fin de expandir sus ventas al mercado interno ruso. [34]

Las relaciones entre los Rothschild y Rusia no siempre fueron fáciles. Su rama francesa intentó y fracasó en “establecer un nuevo punto de apoyo Rothschild” en San Petersburgo en varias ocasiones. [35]

Pero entre 1870 y 1875, los Rothschild de Londres y París emitieron conjuntamente bonos rusos por un valor total de £ 62 millones, “asegurando así finalmente esa influencia sobre las finanzas rusas que les había eludido durante tanto tiempo”. [36]

Esto también fue, dice Ferguson, un “negocio rentable” para los Rothschild, con el precio de los bonos subiendo un 24% entre 1870 y 1875. [37]

En 1889, los Rothschild de París emprendieron dos importantes emisiones de bonos rusos con un valor nominal total de unos 77 millones de libras, y los Rothschild de Londres se unieron a estas operaciones al tomar una participación en una tercera emisión de 12 millones de libras esterlinas en 1890. [38]

Hubo controversia en Rusia sobre los términos del préstamo Rothschild de 1889 al Tesoro ruso, que era más costoso que un “préstamo no Rothschild” anterior. [39]

Habiendo reafirmado sus vínculos financieros con Rusia, “los Rothschild ahora buscaron ejercer presión sobre el gobierno ruso”, criticando públicamente su trato a los judíos. [40]

Pero, dice Ferguson, “los Rothschild tenían razones estrictamente financieras para soplar caliente y frío hacia Rusia”. [41]

Cita en este contexto los depósitos a corto plazo de oro ruso con los Rothschild de Londres y los desacuerdos sobre la política comercial rusa, “específicamente sus aranceles protectores sobre las importaciones de rieles y su nuevo impuesto sobre las exportaciones de petróleo”. [42]

Esta política estaba destinada a ser un problema, dada la seria participación de los Rothschild tanto en los ferrocarriles como en el petróleo en Rusia.

Los Rothschild parecen haber sido finalmente persuadidos para reanudar las operaciones financieras con Rusia por el nombramiento de un nuevo ministro de finanzas, el conde Witte, cuya esposa fue reportada por el diplomático alemán Conde Münster como “una judía inteligente y muy intrigante” que fue “de gran ayuda para lograr un entendimiento con los banqueros judíos”. [43]

Ferguson comenta: “El hecho de que los Rothschild aludieran en privado a los orígenes judíos de la esposa de Witte da credibilidad a esta interpretación”. [44]

Agrega que los Rothschild también pueden haber sido “atraídos por el objetivo declarado de Witte de poner a Rusia en el patrón oro, que estaba de acuerdo con sus intereses globales en la minería y refinación de oro”. [45]

Un préstamo de 400 millones de francos liderado por Rothschild al gobierno ruso en 1894 fue seguido por otro por la misma suma en 1896, por el cual Alphonse de Rothschild fue condecorado con la Gran Cruz por el zar. [46]

Las finanzas eran un factor cada vez más importante detrás de la “diplomacia” geopolítica y la guerra en este momento.

Ferguson escribe: “De todas las grandes potencias, Rusia dependió más de los préstamos extranjeros en el período anterior a 1914; y el predominio de Francia como principal fuente de financiación exterior de Rusia tuvo como corolario un acercamiento diplomático entre las dos potencias…

“Esta entente franco-rusa fue uno de los desarrollos diplomáticos definitorios de la década de 1890; y los Rothschild jugaron un papel central en ello, a pesar de su fuerte antipatía hacia las políticas antijudías del régimen zarista”.

En 1901, Rusia obtuvo otro préstamo de un consorcio liderado por Rothschild, esta vez por 425 millones de francos. [48]

Después de financiar secretamente a los japoneses en su exitosa guerra contra Rusia en 1904-1906, y luego prestar abiertamente £ 48 millones para ayudar a reconstruir la economía japonesa de la posguerra, [49] los Rothschild también se beneficiaron de la guerra en el lado ruso.

“La industria rusa se recuperó espectacularmente gracias a los Rothschild y otros banqueros internacionales que vertieron préstamos masivos en el país”, [50] Docherty y Macgregor señalan.

La actitud oficial de Rothschild hacia la Revolución Rusa de 1917 y el nuevo régimen bolchevique fue negativa: “Todavía en 1924, en el período de la Nueva Política Económica, las opiniones Rothschild sobre la Rusia soviética seguían siendo tan hostiles que impedían incluso la aceptación de un depósito de uno de los nuevos bancos estatales soviéticos”, dice Ferguson. [51]

Sin embargo, la victoria “socialista” no fue lo que parecía. Como testigos oculares como el anarquista ruso Voline se esforzaron por señalar, el evento de hecho equivalió a una contrarrevolución contra la amenaza de una auténtica revuelta popular.

La participación secreta en el golpe bolchevique de los asociados Rothschild, incluido ese gran creyente británico en el “estado altamente organizado”, Alfred Milner, [52] está bien documentada en el libro brillantemente investigado del profesor Antony C. Sutton Wall Street y la revolución bolchevique. [53]

Otro jugador importante fue el banquero William Boyd Thompson, quien en 1914 se había convertido en el primer director a término completo del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.

Thompson, explica Sutton, “se convirtió en un ardiente partidario de los bolcheviques, legando un símbolo sobreviviente de este apoyo: un panfleto laudatorio en ruso, ‘Pravda o Rossii i Bol’shevikakh’“. [54]

Docherty y Macgregor explican que Thompson era “un hombre leal de Morgan” y enfatizan que JP Morgan y todo el Imperio Morgan estaban “muy firmemente conectados con la influencia Rothschild”. [55]

Añaden: “Escribiendo en 1974, el profesor Sutton claramente no sabía que prácticamente toda la camarilla bancaria internacional estaba vinculada a través de una compleja cadena que conducía de vuelta a los Rothschild en Londres y París”. [56]

Además de su papel en la supresión del poder popular real, la Nueva Normalidad soviética benefició los intereses de Rothschild al impulsar la industrialización masiva, incluida la electrificación dependiente de sus suministros de cobre, y al obligar a los campesinos a abandonar la tierra y entrar en fábricas de una manera típica de cada una de las llamadas “revoluciones” industriales.

Quigley comenta que la teoría marxista fue generalmente bienvenida por los ricos y poderosos en Rusia porque “pospuso la revolución hasta después de que la industrialización hubiera avanzado lo suficiente como para crear una clase burguesa completamente desarrollada y un proletariado completamente desarrollado”. [57]

EL PRESENTE

Rusia, el país más grande del mundo, tiene hoy la novena población más alta. [58]

La inversión extranjera y los altos precios del petróleo vieron el auge de la economía rusa a principios del siglo 21.

El presidente Vladimir Putin tiene una larga historia de participación en el Foro Económico Mundial, [59] que se remonta [60] a 1992, [61] aunque no ha sido invitado a Davos desde que comenzó el conflicto de Ucrania.

En 2021, el WEF anunció la apertura de un Centro para la Cuarta Revolución Industrial en Rusia, para el cual “la inteligencia artificial y el IoT son áreas clave de enfoque”. [62]

El mercado de “soluciones para ciudades inteligentes” en Rusia superó los 81 mil millones de rublos a fines de 2019, dice un informe. [63]

Otro artículo agrega: “Moscú ve la Agenda 2030 de la ONU como una excelente oportunidad para mejorar la habitabilidad de la capital de Rusia y transformarla en una ciudad inteligente”. [64]

Esto está siendo impulsado por la “Estrategia de Inversión 2025”, que es “una serie de reformas que tienen como objetivo atraer inversores extranjeros mediante la creación de un clima de inversión favorable mediante la reducción de la burocracia”.

Rusia ya cuenta con su propia «industria de inversión de impacto» [65] y comenzará a poner a prueba un «rublo digital» en agosto de 2023. [66]

Como dice el periodista Riley Waggaman en su blog Edward Slavsquat: “Sí, Rusia es cómplice del Gran Reinicio”. [67]

INDIA

LOS ANTECEDENTES

India era, por supuesto, una parte importante del Imperio Británico y así, hasta 1950, varios intereses financieros privados disfrutaron de acceso a su vasta riqueza a través de la “ley y el orden” impuesto en su nombre por el estado británico.

Quigley agrega: “Gran Bretaña estaba obsesionada con la necesidad de defender a la India, que era un grupo de mano de obra y un área de preparación militar vital para la defensa de todo el imperio”. [68]

El dominio británico en el período 1858-1947 unió a la India por ferrocarriles, carreteras y líneas telegráficas.

“Puso al país en contacto con el mundo occidental, y especialmente con los mercados mundiales, al establecer un sistema uniforme de dinero, conexiones de barcos de vapor con Europa por el Canal de Suez, conexiones de cable en todo el mundo y el uso del inglés como idioma de gobierno y administración”. [69]

La posterior inclusión de la India en la Commonwealth fue, como señala Quigley, una estratagema planeada desde hace mucho tiempo para mantenerla firmemente dentro de la esfera de control británica a pesar de su aparente “independencia”.

Cita una carta del imperialista británico Lionel Curtis en 1916 que dice: “Debemos hacer todo lo posible para que los nacionalistas indios se den cuenta de la verdad de que, al igual que Sudáfrica, todas sus esperanzas y aspiraciones dependen del mantenimiento de la Commonwealth británica y su membresía permanente en ella”. [70]

Los imperialistas británicos perfeccionaron el gobierno estatal-corporativo, también conocido como asociaciones público-privadas o capitalismo de partes interesadas, siglos antes de que fuera adoptado por Benito Mussolini y Adolf Hitler.

A principios de la década de 1600 estaba claro para los comerciantes de Londres que “había grandes ganancias que se podían obtener en el comercio exterior”, escribe el historiador Christopher Hill. [71]

La Compañía de las Indias Orientales, formada en 1601, estaba obteniendo un beneficio del 500% en 1607 y básicamente administró la India en un acuerdo público-privado con el estado británico hasta 1858.

Hill señala que la compañía, al igual que The Royal African Company, “disfrutó del patrocinio peculiar del gobierno” y que ambos estaban “profundamente involucrados en la política”. [72]

En A People’s History of England, A.L. Morton describe a la empresa como “el verdadero fundador del dominio británico en la India”, [73] siendo “la primera sociedad anónima importante” que le permitió “un desarrollo continuo”, [74] que hoy sin duda se denominaría “desarrollo sostenible”.

La Compañía de las Indias Orientales también era notoriamente corrupta y violenta, hasta el punto de que en el siglo 18 incluso los propios directores de la compañía se vieron obligados a condenar el hecho de que “vastas fortunas” habían sido obtenidas por “
la conducta más tiránica y opresiva que se haya conocido en cualquier país”. [75]

Sri Aurobindo (1872-1950), luchador por la libertad y metafísico indio, escribe sobre “un mal radical y congénito implícito en la existencia misma del control británico”. [76]

Y añade: “El enorme precio que la India tiene que pagar a Inglaterra por el inestimable privilegio de ser gobernada por ingleses es una cosa pequeña en comparación con el drenaje asesino por el cual compramos el privilegio más exquisito de ser explotados por el capital británico”.

Ferguson dice que los Rothschild, “en una liga propia como una operación auténticamente global”, hicieron importantes “avances” en la India a mediados del siglo 19.

No hubo enlace telegráfico desde Europa hasta 1866 y “el sistema tradicional de agentes semiautónomos de los Rothschild, que se corresponden regularmente pero no en contacto diario, permaneció insuperable”. [77]

Parte del interés para los Rothschild radicaba en el opio de la India, utilizado para comerciar con China y también traído de vuelta a Europa, y a fines de la década de 1850 mantenían correspondencia regular con una firma de Calcuta, Schoene Kilburn & Co. [78].

Esta participación significó que los levantamientos antiimperialistas como el motín indio de 1857 “tuvieron una resonancia en New Court [el cuartel general de Londres de los Rothschild] de la que habían carecido los levantamientos asiáticos anteriores”, [79] explica Ferguson.

“Por primera vez, el banco se estaba involucrando en el comercio del Imperio Británico, un campo que anteriormente había dejado a otros”.

Esta participación atrajo cierta controversia en 1875 cuando el primer ministro Benjamin Disraeli recurrió a sus amigos los Rothschild para financiar la compra británica de casi £ 4 millones de acciones en el Canal de Suez, [80] una ayuda crucial para el comercio británico con la India, acortando la ruta marítima a Bombay (Mumbai) en más del 40 por ciento. [81]

El indignado ex Ministro de Hacienda Sir Robert Lowe señaló que los cargos totales de los Rothschild de £ 150,000 por un préstamo de tres meses ascendían al 15 por ciento de interés anual. [82]

Ferguson dice que a pesar de sus negocios en la India, y el nombramiento de una plantación de té después de ellos por los parientes Gabriel y Maurice Worms, los Rothschild no estaban muy interesados en el subcontinente durante gran parte del siglo 19.

“Después de 1880, sin embargo, eso cambió. Entre 1881 y 1887, los hijos de Charlotte [Rothschild] fueron responsables de emitir acciones ferroviarias indias por un valor total de £ 6.4 millones “. [83]

Parte de este “florecimiento del interés de los Rothschild en la India” [84] fue gracias al primer ministro Lord Salisbury, a quien los Rothschild habían deseado “fervientemente” permanecer en el poder a finales de 1885. [85].

Salisbury nombró, como Secretario de Estado para la India, a un político llamado Randolph Churchill (en la foto), padre de Winston, quien murió debiendo un enorme £ 66,902 a los Rothschild. [86]

Mientras planeaba la emisión de un préstamo para el Indian Midland Railway, Churchill le dijo específicamente al virrey, Lord Duffering: “Cuando se saque el préstamo, lucharé una gran batalla contra [Bertram] Currie para ponerlo en manos de los Rothschild”. [87]

Ferguson agrega: “El biógrafo de Churchill, Roy Foster, sugiere que los Rothschild ayudaron a colocar las acciones de la nueva compañía. Los contemporáneos también asumieron que la decisión de Churchill de anexar Birmania, anunciada el día de Año Nuevo de 1886, estaba vinculada a su creciente intimidad con los Rothschild. [88]

EL PRESENTE

La población de la India es ahora la más grande de cualquier país del mundo, habiendo superado los 1.425 millones de China. [89]

Este es un gran mercado para los especuladores globales: el Fondo Monetario Internacional juzgó que la economía india en 2022 valdría nominalmente $ 3.46 billones. [90]

El primer ministro Narendra Modi ha asistido regularmente a los eventos de Davos del Foro Económico Mundial, donde ha “lanzado para India como destino de inversión” enfatizando los esfuerzos para “mejorar la facilidad de hacer negocios”. [91]

Dice: “La capacidad de los indios para adaptarse a las nuevas tecnologías, su espíritu emprendedor, puede dar a todos nuestros socios globales una energía renovada”. [92]

¡Ah, esos “socios globales” tan importantes!

Modi dice que India tiene la capacidad de liderar la Cuarta Revolución Industrial, citando el “gobierno decisivo” como un factor clave: Mussolini y Hitler sin duda aplauden desde los pozos del infierno.

El “ministro de industrias pesadas” de la India, Mahendra Nath Pandey, declaró: “India se está convirtiendo en un centro de fabricación global … La impresión 3D, el aprendizaje automático, el análisis de datos y el IoT son clave para promover el crecimiento industrial”. [93]

India también tiene su propio Centro para la Cuarta Revolución Industrial, en Mumbai, anunciado por el WEF en enero de 2018. [94]

También cuenta con una Misión oficial de Ciudades Inteligentes, [95] cuyos “socios” incluyen los gobiernos británico, francés y estadounidense, US Aid, la Fundación Rockefeller y el Banco Mundial. [96]

Ya he informado de cómo la esclavitud digital que es la inversión de impacto está siendo promovida en la India tanto por el British Asian Trust del rey Carlos III, alentado por el capitalista de riesgo Sir Ronald Cohen, [97] como por Ashoka, una extraña organización financiada por “fundaciones caritativas”. [98]

Pero parece que los buitres de impacto global ahora se están entusiasmando aún más con las ganancias que pueden extraer del pueblo indio.

“India es uno de los entornos más fértiles para que los inversores de impacto busquen oportunidades”, declara un informe en el sitio web del WEF. [99]

Los autores se entusiasman: “La penetración digital en la India ha permitido a las empresas habilitadas por la tecnología escalar el impacto e impulsar la innovación en todos los sectores emergentes, como la tecnología climática y el futuro del trabajo”.

El WEF también comparte la maravillosa noticia de que “el banco central de la India ha lanzado un piloto de su rupia digital propuesta, reclutando nueve bancos privados y estatales”. [100]

CHINA

LOS ANTECEDENTES

Después de milenios de orgullosa independencia, los chinos fueron arrastrados al moderno sistema-mundo comercial por lo que ellos llaman los “cien años de humillación”, que comenzaron en 1839 con la primera de dos “Guerras del Opio”. [101]

Esto fue nada menos que un desastre. Como escribe Quigley: “Podemos ver el proceso por el cual la cultura europea fue capaz de destruir las culturas nativas tradicionales de Asia más claramente en China que en casi cualquier otro lugar”. [102]

Aquí encuentra la causa de la violencia revolucionaria posterior: “El impacto de la cultura occidental en China, de hecho, hizo que la posición del campesino fuera económicamente desesperada”. [103]

La agenda detrás de las Guerras del Opio, librada por Gran Bretaña y Francia, fue descaradamente comercial, ya que “la resistencia china a la penetración europea fue aplastada por los armamentos de las potencias occidentales, y todo tipo de concesiones a estas potencias se impusieron a China”. [104]

China se vio obligada a abrir puertos de tratados específicos (incluido Shanghai) a los comerciantes occidentales y ceder la soberanía sobre Hong Kong al Imperio Británico. [105]

El tema inmediato en juego era la prohibición china de la importación de opio de la India controlada por los británicos a cambio de tés y sedas chinas, un comercio lucrativo aunque éticamente dudoso en el que, como se mencionó anteriormente, los Rothschild tenían una mano.

Ferguson afirma que la guerra de 1839-1842 “creó nuevas posibilidades atractivas para los negocios británicos” y erosionó el poder de los comerciantes chinos. [106]

Agrega que en 1853 el negocio de los Rothschild “estaba en correspondencia regular con una empresa mercantil con sede en Shanghai, Cramptons, Hanbury & Co, a quien hacía envíos regulares de plata desde México y Europa”. [107]

Dos décadas más tarde, el poder obvio de la dinastía en los asuntos chinos era tal que cuando la revista británica The Period publicó, en 1870, una caricatura que representaba a Lionel Rothschild como “El Creso moderno”, un nuevo “rey” Rothschild en su trono de dinero en efectivo y bonos, uno de los gobernantes menores sobre los que se le mostró señoreando fue el Emperador de China. [108]

A la luz de la charla de hoy sobre un orden mundial “multipolar”, es interesante leer el comentario de Ferguson de que los Rothschild favorecían la “cooperación entre las potencias europeas” en China y que generalmente preferían “lo que podría llamarse imperialismo multinacional”. [109]

Natty Rothschild escribió en 1899 sobre su placer por el “deseo de Alemania de combinarse con Inglaterra (y posiblemente con Estados Unidos y Japón) con fines comerciales en China”. [110]

Ferguson describe con cierto detalle el papel clave de los Rothschild en la cooperación anglo-alemana sobre China.

“Desde 1874, la fecha del primer préstamo extranjero recaudado para la China Imperial, la principal fuente de financiamiento externo del gobierno chino había sido dos firmas británicas con sede en Hong Kong, la Corporación Bancaria de Hong Kong y Shanghai [HSBC] y Jardine, Matheson & Co”. [111]

Pero los especuladores alemanes querían una parte de la acción y el banquero-imperialista Adolphe Hansemann se acercó a los Rothschild y HSBC con una propuesta para dividir el gobierno chino y las finanzas ferroviarias por igual entre los miembros británicos y alemanes de un nuevo sindicato.

“Los Rothschild no tenían ninguna objeción a esto”, [112] señala Ferguson y, de hecho, su operación en Frankfurt fue uno de los bancos alemanes que formaron el Deutsche-Asiastische Bank en 1889.

La participación de los Rothschild en ambos aspectos de esta asociación imperialista transnacional se confirma aún más por el hecho de que financiaron un viaje de investigación a China por uno de los miembros más jóvenes de la familia bancaria Oppenheim con sede en Alemania. [113]

Una de las principales operaciones francesas de los Rothschild, Banque Paribas, también se involucró, en 1895, participando en un préstamo de £ 15 millones a China, que pasó por intermediario del estado ruso. [114]

Hubo un extraño eco de esta maniobra en 1954, cuando la URSS ofreció “finanzas, equipos y habilidades especializadas soviéticas para una industrialización total de China (el llamado ‘gran salto adelante’)”. [115]

¿Fue Rusia de nuevo simplemente un intermediario en este acuerdo? ¿Cuál fue la fuente final de financiamiento para una versión anterior del Gran Reinicio acelerado por la industria?

En 1895, Natty Rothschild y Hansemann “buscaron promover una asociación entre el Banco de Hong Kong y Shanghai y el nuevo Banco Deutsche-Asiastische”, esperando “el respaldo oficial adecuado de sus respectivos gobiernos”. [116]

Un acuerdo entre los dos bancos fue debidamente firmado en julio de ese año.

Ferguson escribe: “Para Natty [Rothschild], el objetivo principal de esta alianza era poner fin a la competencia entre las grandes potencias poniendo préstamos extranjeros chinos en manos de un solo consorcio multinacional”. [117]

En una conferencia de banqueros y políticos en Londres en septiembre de 1898 se acordó dividir China en “esferas de influencia” con el propósito de asignar concesiones ferroviarias; dejando el valle del Yangste a los bancos británicos, Shantung a los alemanes y dividiendo la ruta Tientsin-Chinkiang. [118]

Ferguson explica que se había establecido un patrón real de colaboración: “Cuando los alemanes enviaron una expedición a China después del Levantamiento de los Bóxers y la invasión rusa de Manchuria en 1900, utilizaron a los Rothschild para asegurar a Londres que ‘los rusos no se arriesgarán a una guerra’, y en octubre Gran Bretaña y Alemania firmaron un nuevo acuerdo para mantener la integridad del Imperio chino y un régimen comercial de ‘Puertas Abiertas’.

“Este fue sin duda el punto culminante de la cooperación política anglo-alemana en China; Pero es importante reconocer que la cooperación empresarial continuó durante algunos años”. [119]

Cualquier crítica a esta sutura financiero-imperialista fue, por supuesto, desagradable.

Cuando el corresponsal de The Times en Pekín atacó el acogedor acuerdo entre los bancos británicos y alemanes en China en 1905, Natty Rothschild se quejó a su editor. [120]

Como se mencionó de pasada, la Revolución China, provocada por los efectos de cien años de destrucción y explotación por parte de los especuladores imperialistas, solo empeoró las cosas.

Quigley dice que el “Gran Salto Adelante” de Mao, que comenzó en 1958, fue “una revolución social más que simplemente agraria, ya que sus objetivos incluían la destrucción del hogar familiar y la aldea campesina.

“Todas las actividades de los miembros, incluida la crianza de los hijos, la educación, el entretenimiento, la vida social, la milicia y toda la vida económica e intelectual quedaron bajo el control de la comuna.

“En algunas áreas, las aldeas anteriores fueron destruidas y los campesinos fueron alojados en dormitorios, con cocinas comunales y comedores, guarderías para los niños y la separación de estos niños bajo el control de las comunas en aislamiento de sus padres a una edad temprana.

“Uno de los propósitos de este cambio drástico fue liberar a un gran número de mujeres de las actividades domésticas para que pudieran trabajar en campos o fábricas.

“En el primer año del ‘Gran Salto Adelante’, 90 millones de mujeres campesinas fueron relevadas de sus tareas domésticas y estuvieron disponibles para trabajar para el estado”. [121]

La revolución comunista en China no pareció preocupar a los Rothschild, que hoy anuncian con orgullo en su sitio web: “Nuestro negocio fue una de las primeras instituciones comerciales occidentales en restablecer las relaciones después de 1953”. [122]

EL PRESENTE

China es hoy el BRIC más importante en el muro de la codicia global.

En 2022, el fundador del FEM, Klaus Schwab, dijo a los medios estatales chinos que el país era un “modelo a seguir” para otras naciones y elogió sus “tremendos” logros económicos en los últimos 40 años. [123]

Al dirigirse a la 14ª Reunión Anual de los Nuevos Campeones del FEM en Tianjin, China, en junio de 2023, el primer ministro chino, Li Qiang, dijo: “China está comprometida con la construcción de la paz mundial, la promoción del desarrollo global y la defensa del orden internacional.

“Hoy en día, la economía china está profundamente integrada en la economía mundial. China se ha desarrollado abrazando la globalización y se ha convertido en la fuerza más firme para la globalización”. [124]

Debido a que China es una “república socialista unitaria marxista-leninista de partido único” [125] dirigida por el Partido Comunista Chino, algunas personas concluyen que la agenda del Gran Reinicio impulsada por su amigo Schwab es “comunista”.

Pero nunca es una buena idea aceptar una etiqueta al pie de la letra sin tener una visión adecuada del contenido.

El tema de la conferencia abordado por Qiang del Partido Comunista fue “Emprendimiento: la fuerza motriz de la economía global” y el FEM es una organización empresarial, que se describe a sí misma como “la plataforma global para la cooperación público-privada”. [126]

Lo que a las fuerzas financieras detrás del FEM les gusta del comunismo al estilo chino, y lo que les gustó del comunismo soviético, el fascismo italiano y el nazismo alemán, es que el control autoritario de un solo partido los libera de las limitaciones y complicaciones de la responsabilidad pública.

Les permite continuar con la tarea de extraer la mayor cantidad de ganancias posible de las personas y el planeta por medio de una “gobernanza ágil” no democrática, en palabras de Schwab, o una “gobernanza decisiva”, en palabras de Modi.

Cuando China se reinventó a sí misma como una “economía de mercado socialista” a finales del siglo 20, primero abrió el país a la inversión extranjera y luego privatizó y contrató gran parte de la industria estatal. [127]

Hoy en día, China se ha hecho conocida como “la fábrica del mundo” no solo por sus famosos costos laborales bajos (es decir, trabajadores mal pagados) y el uso de mano de obra infantil, sino también por su “fuerte ecosistema empresarial, falta de cumplimiento normativo, bajos impuestos y aranceles, y prácticas monetarias competitivas”, dice el sitio web Investopedia. [128]

China estaba siendo aclamada por el WEF por su papel de liderazgo en la Cuarta Revolución Industrial en 2019, [129] incluso antes de que se disparara el pistoletazo de salida de Covid y, al igual que Brasil, Rusia e India, tiene su propio Centro para la Cuarta Revolución Industrial. [130]

El gigante tecnológico chino Tencent no perdió tiempo en anunciar, en junio de 2020, que el “mundo post-pandémico” necesitaba ciudades inteligentes como Net City (planes en la foto), “un vecindario de 2 millones de metros cuadrados (21,5 millones de pies cuadrados) en la ciudad suroriental de Shenzhen”. [131]

Se están construyendo más de 500 ciudades inteligentes en toda China, según datos del gobierno, equipadas con sensores, cámaras y otros dispositivos que pueden procesar datos sobre todo, desde el tráfico y la contaminación, hasta la salud pública y la seguridad.

“Net City utilizará tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y los vehículos autónomos”.

En China, la industria de inversión de impacto “permanece en su etapa inicial de desarrollo”, pero parece que ahora se han logrado “avances” en áreas como la salud y los servicios financieros”. [132]

El controvertido sistema de crédito social de China [133] es claramente un modelo que a la clase dominante mundial le gustaría ver desplegado en todas partes y también parece estar por delante del juego con respecto a la moneda digital: “139 millones de personas han utilizado la aplicación del yuan digital de China, a medida que el país acelera hacia una economía más digitalizada”, afirma el WEF. [134]

SUDÁFRICA

LOS ANTECEDENTES

El último de los cinco países BRICS emergentes supuestamente “independientes”, Sudáfrica, no solo es parte del Imperio Británico / Commonwealth, sino que también jugó un papel importante en el crecimiento de la prosperidad y el poder de los Rothschild.

Uno de sus principales colaboradores históricos allí fue Cecil Rhodes (1853-1902), el imperialista británico que dio su nombre a Rhodesia, ahora Zimbabwe.

Rhodes había emigrado de Inglaterra a Sudáfrica cuando era joven y, mientras trabajaba en los campos de diamantes de Kimberley, atrajo la atención de un agente Rothschild, que estaba evaluando las perspectivas locales de inversión en diamantes.

Docherty y Macgregor explican: “Respaldado por la financiación de Rothschild, Cecil Rhodes compró muchas pequeñas empresas mineras, rápidamente ganó el control del monopolio y se vinculó intrínsecamente a la poderosa Casa de Rothschild”. [135]

Ferguson comenta que Natty Rothschild “hizo un duro negocio” cuando Rhodes buscó su respaldo financiero para su compañía de diamantes De Beers para comprar la Compagnie Française rival.

“Esencialmente, Rothschilds adelantó £ 750,000 en efectivo a cambio de 50,000 nuevas acciones de De Beers a £ 15 cada una, más £ 200,000 en obligaciones.

“Por esto, recibieron una comisión de £ 100,000, pero también la mitad de la diferencia entre el precio de £ 15 pagado por las acciones de De Beers y su precio de mercado de Londres el 5 de octubre de 1887”. [136]

¡Esto aparentemente implicaba £ 150,000 adicionales para que a los Rothschild se les pagara £ 250,000 por prestar £ 750,000!

Los Rothschild terminaron teniendo más acciones en la compañía que el propio Rhodes [137] y tenían “un control financiero sustancial sobre Rhodes”, subraya Ferguson. [138]

Cuando las nuevas minas consolidadas De Beers tenían el control del 98% de la producción de diamantes de Sudáfrica, el siguiente paso era establecer el dominio mundial del mercado.

En 1890 De Beers creó un cártel con “cinco firmas amigas lideradas por Wernher, Breit & Co”. [139]

Dice Ferguson: “Como este era el tipo de cosas que los Rothschild habían hecho tradicionalmente para mantener el precio del mercurio y también estaban haciendo con el cobre, el sindicato pronto recibió la bendición de Natty”. [140]

El oro también había sido durante mucho tiempo un área de interés para los Rothschild y, a través de la Compañía de Exploración, un frente Rothschild “obvio” según Ferguson, estaban entusiasmados con “la dramática expansión de la producción de oro sudafricana”. [141]

Y añade: “La participación indirecta de los Rothschild en el auge del oro sudafricano a través de la Compañía de Exploración a menudo se ha subestimado … No es de extrañar que los Rothschild ingleses alentaran la difusión del patrón oro”. [142]

Rhodes también estuvo involucrado en la explotación del oro sudafricano y nuevamente recurrió a los Rothschild para obtener respaldo político y financiero.

En particular, su firma, Consolidated Gold Fields, quería apoderarse de campos de oro previamente sin explotar al norte del Transvaal, gobernados por el rey Matabele Lobengula.

Rhodes escribió a Natty Rothschild, en 1888, para decirle: “El rey Matabele… es el único bloque para África Central ya que, una vez que tenemos su territorio, el resto es fácil, ya que el resto es simplemente un sistema de aldea con un jefe separado, todos independientes entre sí”. [143]

Rhodes y los Rothschild se salieron con la suya, gracias a la útil intervención del ejército británico en 1893.

Los 8.000 lanceros y 2.000 fusileros del rey Lobengula [144] no eran, como era de esperar, rival para las modernas ametralladoras de las tropas británicas, suministradas por Maxim-Nordenfelt, una empresa de armas en la que los Rothschild tenían una participación sustancial. [145]

Arthur de Rothschild describió esta derrota de los guerreros Matabele como “un fuerte enfrentamiento… 100 de ellos fueron asesinados, mientras que hubo, me complace decirlo, apenas una sola víctima de nuestro lado”.

Se congratuló al informar “un pequeño aumento en las acciones” del negocio de su familia. [146]

La Guerra de los Bóers de 1899-1902 fue esencialmente una apropiación de recursos de oro y diamantes para los intereses de Rothschild, incluido De Beers.

Natty Rothschild confirmó esto a través de la redacción de una carta a Rhodes.

Advirtió a su colaborador: “Tenga cuidado con lo que dice sobre la conducción de la guerra y sus relaciones con las autoridades militares.

“El sentimiento en este país está muy alto en la actualidad sobre todo lo relacionado con la guerra y hay una inclinación considerable, en ambos lados de la Cámara, a culpar de lo que ha ocurrido a los capitalistas y a los interesados en la minería sudafricana.

“Sería una gran lástima echar leña al fuego y solo estarías jugando en manos de la oposición, lo que estoy seguro de que quieres evitar.

“Espero, por lo tanto, que tenga cuidado en sus declaraciones y si tiene alguna queja que hacer contra los subordinados de la Oficina de Guerra, sin duda tendrá la oportunidad de hacerlo en privado”. [147]

Es interesante notar que en 1889 la Compañía Británica de Sudáfrica, creada por Rhodes, recibió una Carta Real inspirada en la de la Compañía Británica de las Indias Orientales.

Hasta mediados del siglo 20 siguió siendo “una oportunidad de inversión muy lucrativa, que produce un rendimiento muy alto para los inversores”, dice Wikipedia. [148]

Respaldado financieramente por los Rothschild, es un excelente ejemplo de las asociaciones público-privadas favorecidas por los imperialistas globales.

EL PRESENTE

La economía contemporánea de Sudáfrica es la más industrializada y tecnológicamente avanzada de África y, al mismo tiempo, tiene una alta tasa de pobreza y desempleo, clasificándose entre los diez primeros países del mundo por la desigualdad de ingresos. [149]

Su presidente, Cyril Ramaphosa, es un entusiasta participante en los intentos del FEM de “acelerar la acción en África” y ha declarado: “Este es el siglo de África, y queremos utilizarlo con buenos resultados”. [150]

Dijo en el evento de Davos en 2019: “Hemos entrado en un nuevo período de esperanza y renovación, y durante el último año hemos tomado medidas decisivas para corregir los errores del pasado reciente y volver a poner al país en el camino del progreso en el que nos embarcamos en 1994.

“Hemos colocado la tarea del crecimiento inclusivo y la creación de empleo en el centro de nuestra agenda nacional.

“En la Conferencia de Inversión inaugural de Sudáfrica en octubre del año pasado, las empresas locales e internacionales anunciaron alrededor de $ 20 mil millones de inversiones en nuevos proyectos o para expandir los existentes.

“La inversión extranjera directa en Sudáfrica aumentó en más del 440% entre 2017 y 2018, de $ 1.3 mil millones a $ 7.1 mil millones”. [151]

Ramaphosa agregó que su objetivo era aumentar aún más esta inversión extranjera mediante “nuestros esfuerzos para crear un entorno que sea aún más propicio para la inversión”.

No explicó qué podría implicar exactamente eso para el pueblo de Sudáfrica.

Al convertirse en presidente, Ramaphosa “puso la Cuarta Revolución Industrial (4IR) en su estrategia económica nacional”, explica un informe.

Pero agrega: “Sudáfrica tiene una escasez significativa de habilidades, debido a fallas en su sistema educativo, lo que limita el suministro de gerentes, investigadores y trabajadores necesarios para 4IR. También hay problemas de infraestructura de mala calidad, lo que refleja una gobernanza débil y la captura del Estado”. [152]

En 2020, Ramaphosa lanzó el desarrollo Mooikloof Mega-City en Pretoria, uno de los tres proyectos de ciudades inteligentes en Sudáfrica.

La megaciudad es una colaboración público-privada con los desarrolladores Balwin Properties y “puede terminar convirtiéndose en el desarrollo inmobiliario seccional más grande del mundo”. [153]

Otro informe dice que las ciudades inteligentes están ofreciendo a los sudafricanos “una visión de un futuro conectado”.

Y añade: “Con la ONU declarando el acceso a Internet un derecho humano, muchas personas se están dando cuenta de que la conectividad en línea es tan importante como otros servicios como el agua o la electricidad.

“Las ciudades inteligentes son la encapsulación del logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según lo establecido por las Naciones Unidas”. [154]

En julio de 2023, Ciudad del Cabo en Sudáfrica acogió la Cumbre de Impacto de África: “Liberar el potencial africano a través de la inversión de impacto”. [155]

Impact Investing South Africa [156] dice que quiere “aprender y compartir con el Global Steering Group for Impact Investing”, una organización financiada por The Ford Foundation, The Rockefeller Foundation, Open Society Foundations, George Soros, el gobierno del Reino Unido y el banco BNP Paribas de Rothschild. [157]

Su presidente es Ronald Cohen, “el padre del capital de riesgo británico”, cuyas actividades ya serán familiares para mis lectores habituales. [158]

En mayo de 2021, el Banco de la Reserva de Sudáfrica se embarcó en un estudio [159] para analizar la viabilidad de una moneda digital del banco central y en 2023 se dijo que “todavía estaba investigando y probando”. [160]

POSDATA: EL BANQUERO DETRÁS DE LA MARCA BRICS

Seguramente no es coincidencia que el hombre que inventó el acrónimo BRICS, Jim O’Neill, [161] ahora Lord O’Neill de Gatley, trabajara para Goldman Sachs, Bank of America, Marine Midland Bank (más tarde HSBC Bank USA) y Swiss Bank Corporation.

Es colaborador del FEM [162] y está conectado tanto al “think tank” económico europeo Bruegel [163] como al Banco Mundial. [164]

O’Neill es un ex ministro del Tesoro del Reino Unido [164] y, significativamente, fue presidente de Chatham House, [165] también conocido como el Instituto Real de Asuntos Internacionales, que durante mucho tiempo ha desempeñado un papel central en el avance de la agenda global corporativo-neocolonial.

Concedido una carta real en 1926, fue creado por intrigantes imperialistas como Milner y Curtis y ayudó en su camino con un regalo de JP Morgan, que ya sabemos que es otro frente Rothschild. [166]

Quigley advierte que cuando uno entiende sus verdaderos orígenes y propósito, la influencia de la pseudo-independiente Chatham House “aparece en su verdadera perspectiva, no como la influencia de un cuerpo autónomo, sino simplemente como uno de los muchos instrumentos en el arsenal de otro poder”. [167]

Me parece que esta descripción se aplica igualmente bien a la entidad BRICS que recibió su nombre por el ex presidente de Chatham House.

Y entonces, ¿con qué propósito es BRICS un instrumento en el arsenal de un cierto poder de autoocultación?

El propio O’Neill lo explicó en una entrevista de 2021 con el Fondo Monetario Internacional: es nada menos que la creación de una nueva forma de “gobernanza económica global”. [168]

NOTAS

[1] https://winteroakpress.files.wordpress.com/2023/06/the-great-racket-paul-cudenec.pdf
[2] Niall Ferguson, The House of Rothschild: The World’s Greatest Banker 1849-1998 (Nueva York: Penguin, 2000), p. 460.
[3] Ferguson, p. 461.
[4] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (Reimpresión, New Millennium Edition, Nueva York: Macmillan, 1966), p. 713.
[5] Ferguson, p. 294.
[6] Ferguson, p. 68.
[7] Ferguson, p. 68.
[8] Ferguson, p. 345.
[9] Ferguson, p. 345.
[10] Ferguson, p. 346.
[11] Ferguson, p. 346.
[12] Ferguson, p. 460.
[13] Ferguson, p. 461.
[14] Ferguson, p. 461.
[15] Ferguson, p. 461.
[16] Ferguson, p. 464.
[17] Ferguson, p. 485.
[18] https://en.wikipedia.org/wiki/Brazil
[19] https://www.americasquarterly.org/blog/world-economic-forum-honors-lula/
[20]https://businessday.ng/exclusives/article/lula-obasanjo-kofi-anan-mbeki-and-gordon-brown-to-attend-wef/
[21] https://www.weforum.org/organizations/centre-for-the-fourth-industrial-revolution-brazil
[22]
https://agenciabrasil.ebc.com.br/en/geral/noticia/2019-07/brazil-launches-initiative-sustainable-smart-cities
[23] https://andeglobal.org/wp-content/uploads/2022/05/Impact-investment-in-Brazil-2020.pdf
[24] https://www.reuters.com/markets/currencies/brazil-central-bank-launch-its-digital-currency-2024-2022-12-13/
[25] https://winteroak.org.uk/2023/05/15/work-order-progress/
[26] Jean Bouvier, Les Rothschild (Bruselas: Editions Complexe, 1983), p. 70.
[27] Ferguson, p. xxiii.
[28] Ferguson, p. 99.
[29] Bouvier, p. 273.
[30] Jim Macgregor y Gerry Docherty, Prolonging the Agony: How the Anglo-American Establishment Deliberadamente Extended WWI
by Three-and-a-Half Years (Walterville, OR:
Trine Day, 2018), p. 293.
[31] Macgregor y Docherty, Prolonging the Agony, p. 290.
[32] Ferguson, p. 355.
[33] Ferguson, p. 355.
[34] Ferguson, p. 355.
[35] Ferguson, p. 184.
[36] Ferguson, p. 306.
[37] Ferguson, p. 306.
[38] Ferguson, p. 379.
[39] Ferguson, p. 379.
[40] Ferguson, p. 379.
[41] Ferguson, p. 380.
[42] Ferguson, p. 381.
[43] Ferguson, p. 381.
[44] Ferguson, p. 381.
[45] Ferguson, p. 382.
[46] Ferguson, p. 382.
[47] Ferguson, p. 409.
[48] Ferguson, p. 383.
[49] Takahashi Korekiyo, The Rothschilds and the Russo-Japanese War, 1904-06, pp. 20-21 cit. Gerry Docherty y Jim Macgregor, Hidden History: The Secret Origins of the First World War (Edimburgo y Londres: Mainstream Publishing, 2013), p. 93.
[50] Macgregor y Docherty, Prolonging the Agony, p. 442.
[51] Ferguson, p. 449.
[52] https://winteroak.org.uk/2022/10/14/a-crime-against-humanity-the-great-reset-of-1914-1918/
[53] Antony C. Sutton, Wall Street y la revolución bolchevique (Surrey: Clairview Books, 2016) (1974), p. 93.
[54] Sutton, p. 90.
[55] Macgregor y Docherty, Prolonging the Agony, p. 474.
[56] Macgregor y Docherty, Prolonging the Agony, p. 474.
[57] Quigley, Tragedy and Hope, p. 59.
[58] https://en.wikipedia.org/wiki/Russia
[59] https://lionessofjudah.substack.com/p/a-list-of-klaus-schwabs-wef-young
[60] https://www3.weforum.org/docs/WEF_First40Years_Book_2010.pdf#page=124
[61] https://forumspb.com/en/news/news/russian-president-vladimir-putin-meets-with-world-economic-forum-chairman-klaus-schwab/
[62]
https://www.weforum.org/press/2021/10/russia-joins-centre-for-the-fourth-industrial-revolution-network
[63]
https://tadviser.com/index.php/Article:Smart_city:_development_in_Russia
[64] https://www.webuildvalue.com/en/megatrends/moscow-smart-city.html
[65] https://journals.aserspublishing.eu/jemt/article/view/1875
[66] https://www.reuters.com/markets/currencies/russia-start-piloting-digital-rouble-august-interfax-2023-07-11/
[67]
https://edwardslavsquat.substack.com/p/yes-russia-is-complicit-in-the-great
[68] Quigley, Tragedy and Hope, p. 71.
[69] Quigley, Tragedy and Hope, pp. 98-99.
[70] Carroll Quigley, The Anglo-American Establishment: From Rhodes to Cliveden (Dauphin Publications Inc, 2013), p.206.
[71] Christopher Hill, The Century of Revolution 1603-1714 (Londres: Esfera, 1969), p. 42.
[72] Hill, p. 188.
[73] A.L. Morton, A People’s History of England (Londres: Lawrence y Wishart, 1995), p. 174.
[74] Morton, p. 175.
[75] Morton, p. 261.
[76] Sri Aurobindo, Bande Mataram, The Complete Works of Sri Aurobdino (Pondicherry: Sri Aurobindo Ashram Trust, 2002), Vol 6-7, p. 271.
[77] Ferguson, p. 65.
[78] Ferguson, pp. 68-69.
[79] Ferguson, p. 69.
[80] Quigley, Tragedia y esperanza, p. 84.
[81] Ferguson, p. 297.
[82] Ferguson, p. 301.
[83] Ferguson, p. 331.
[84] Ferguson, p. 332.
[85] Ferguson, p. 325.
[86] Docherty y Macgregor, Hidden History, p. 25.
[87] Ferguson, p. 332.
[88] Ferguson, p. 332.
[89] https://time.com/6248790/india-population-data-china/
[90] https://en.wikipedia.org/wiki/India
[91] https://www.narendramodi.in/worldeconomicforum_home
[92] https://www.indiatoday.in/india/story/pm-narendra-modi-world-economic-forum-wef-davos-agenda-full-speech-1901161-2022-01-17
[93]
https://economictimes.indiatimes.com/news/india/india-has-the-ability-to-lead-the-fourth-industrial-revolution-pm-modi/articleshow/94700634.cms
[94]
https://www.weforum.org/centre-for-the-fourth-industrial-revolution-india/about
[95] https://smartcities.gov.in/about-the-mission
[96] https://smartcities.gov.in/partners
[97] https://winteroak.org.uk/2022/04/15/charles-empire-the-royal-reset-riddle/
[98]https://winteroak.org.uk/2021/01/11/shapers-of-slavery-the-empire/#6
[99]

https://www.weforum.org/agenda/2023/03/impact-investors-india-new-research/
[100]
https://www.weforum.org/agenda/2022/11/india-rolls-first-f-its-digital-rupee-currency/
[101]
https://en.wikipedia.org/wiki/Century_of_humiliation
[102] Quigley, Tragedy and Hope, p. 112.
[103] Quigley, Tragedia y esperanza, p. 113.
[104] Quigley, Tragedia y esperanza, p. 114.
[105] https://en.wikipedia.org/wiki/Opium_Wars
[106] Ferguson, p. 68.
[107] Ferguson, pp. 68-69.
[108] ‘The Modern Croesus’, The Period, 5 de julio de 1870, véase Ferguson. pág. 159.
[109] Ferguson. pág. 294.
[110] Ferguson, p. 383.
[111] Ferguson, p. 385.
[112] Ferguson, p. 385[113] Ferguson, pp. 385-86
.
[114] Ferguson, p. 387.
[115] Quigley, Tragedia y esperanza, p. 641.
[116] Ferguson, p. 386-87.
[117] Ferguson, p. 387.
[118] Ferguson, p. 388.
[119] Ferguson, p. 388.
[120] Ferguson, p. 388.
[121] Quigley, Tragedia y esperanza, p. 735.
[122]
https://www.rothschildandco.com/en/countries/greater-china/
[123]
https://www.foxnews.com/world/world-economic-forum-chair-klaus-schwab-declares-chinese-state-tv-china-model-many-nations
[124]
https://www.weforum.org/agenda/2023/06/amnc23-premier-li-qiangs-opening-remarks-at-the-14th-annual-meeting-of-the-new-champions/
[125] https://en.wikipedia.org/wiki/China
[126] https://www.weforum.org/about/history/
[127]https://en.wikipedia.org/wiki/Chinese_economic_reform
[128]https://www.investopedia.com/articles/investing/102214/why-china-worlds-factory.asp
[129]

https://www.chinadaily.com.cn/a/201907/11/WS5d26cb19a3105895c2e7cee3.html
[130] https://www.weforum.org/centre-for-the-fourth-industrial-revolution-china
[131]https://news.trust.org/item/20200624080235-95zxs
[132]

https://chinadevelopmentbrief.org/reports/impact-investing-in-china-challenges-and-opportunities/
[ 133]
https://www.scmp.com/economy/china-economy/article/3096090/what-chinas-social-credit-system-and-why-it-controversial
[134]
https://www.weforum.org/agenda/2021/09/china-digital-yuan-app-ecny/
[135] Docherty y Macgregor, Hidden History, p. 31.
[136] Ferguson, p. 357.
[137] FeRguson, p. 357.
[138] Ferguson, p. 358.
[139] Ferguson, p. 358.
[140] Ferguson, p. 358.
[141] Ferguson, p. 352.
[142] Ferguson, p. 353.
[143] Ferguson, p. 359.
[144] https://en.wikipedia.org/wiki/Matabeleland
[145] Ferguson, p. 413.
[146] Ferguson, p. 361.
[147] Ferguson, p. 366.
[148] https://en.wikipedia.org/wiki/British_South_Africa_Company
[149] https://en.wikipedia.org/wiki/South_Africa#Economy
[150]https://www.weforum.org/agenda/2019/09/world-economic-forum-africa-2019-ramaphosa-gender-violence-youth/
[151]
https://www.gov.za/speeches/president-cyril-ramaphosa-wef-global-press-conference-23-jan-2019-0000
[152] https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02589346.2019.1696003
[153]https://businesstech.co.za/news/technology/477240/3-smart-cities-planned-for-south-africa/
[154]

https://techfinancials.co.za/2021/05/27/south-african-smart-cities-a-glimpse-of-a-connected-future/
[155] https://africaimpactsummit.org/
[156] http://www.impactinvestingsa.co.za/
[157] https://gsgii.org/
[158] https://winteroak.org.uk/2021/01/27/ronald-cohen-impact-capitalism-and-the-great-reset/
[159] https://mg.co.za/business/2021-05-25-south-africa-joins-digital-currency-race/
[160] https://businesstech.co.za/news/government/657487/reserve-bank-testing-digital-rand-in-south-africa/
[161] https://en.wikipedia.org/wiki/Jim_O%27Neill,_Baron_O%27Neill_of_Gatley
[162] https://www.weforum.org/agenda/authors/jim-oneill/
[163] https://www.bruegel.org/bruegel-european-think-tank-specialises-economics
[164] https://www.gov.uk/government/people/jim-oneill
[164] https://www.gov.uk/government/ministers/commercial-secretary-to-the-treasury
[165] https://www.chathamhouse.org/about-us/our-people/jim-oneill-0
[166] https://winteroakpress.files.wordpress.com/2022/12/enemiesofthepeople.pdf
[167] Quigley, The Anglo-American Establishment, p. 198.
[168]
https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2021/06/jim-oneill-revisits-brics-emerging-markets.htm

La historia de las enfermedades infecciosas

Patrick Quanten

Para comprender algo necesitamos revisar su historia. Saber dónde y cómo empezó, así como ver como ha ido desarrollándose con el tiempo, nos aporta una mejor imagen de lo que realmente es en la actualidad. Y lo mismo ocurre con la comprensión de la historia de cómo los ‘virus’ se han convertido en las herramientas de exterminio de la sociedad actual. También esta historia tiene un inicio, una fase de expansión, y sin duda también tendrá un momento de finalización.

El relato de las infecciones virales nos cuenta que existe ‘algo’ en nuestro ambiente que se introduce en nuestros cuerpos, perturba su funcionamiento, y nos hace enfermar conduciéndonos posiblemente a la muerte.

Este tipo de relato no fue inventado para los virus, fue copiado. Siglo 19 En el siglo diecinueve, ya existía ese relato, comenzó su vida en la profesión médica. Se hizo evidente que, al desintegrarse la estructura celular, los tejidos podían empezar a degradarse, con lo que las personas se ponían enfermas, a veces muy enfermas, con peligro de perder la vida. Este era un proceso que se había observado en las heridas exteriores del cuerpo, así como en los órganos y tejidos internos. Se propuso que el responsable de ello era la existencia de un organismo vivo, invisible a simple vista. Se dijo que penetraba el marco corporal, e interfería con el funcionamiento normal de las células, enfermándolas con el posible resultado de muerte celular. Si morían suficientes células, entonces también la vida de la persona corría peligro. En el caso de la infección (tal como se llegó a conocer a esta situación) de las heridas existentes, era evidente que la envoltura exterior del cuerpo ya había sido penetrada, y que a una criatura tan pequeña que resultaba invisible le resultaría fácil establecerse en los residuos ocasionados por la herida. Sin embargo, esta idea se trasladó a otras partes del cuerpo, cuya estructura todavía estaba intacta, afirmando que eran ‘penetradas’ por este organismo. A este desconocido organismo se le confirieron ‘poderes especiales’ que le permitían traspasar las defensas habituales del cuerpo, introducirse en el espacio interior, desplazarse hacia puntos concretos, y empezar la destrucción de los tejidos. Los investigadores médicos denominamos a estos organismos ‘bacterias’.

La profesión médica decidió que las enfermedades infecciosas eran ocasionadas por un organismo vivo extraño, que se infiltraba en el cuerpo humano. Esto era una teoría científica. El principal argumento que se daba para esto era el hecho de que se podía ver a las bacterias con un microscopio. Aquellas criaturas ‘invisibles’ no solo existían, sino que por encima de todo se las encontraba en abundancia dentro del tejido enfermo. Su presencia en tales circunstancias condujo a la afirmación de que debían ser las responsables del desaguisado, puesto que, o bien no se las encontraba en el tejido sano, o bien solo estaban en pequeñas cantidades. El simple hecho de su presencia las hizo aparecer como culpables. Con ello, dos importantes enunciados quedaron fijos dentro de las mentes de la profesión médica: 1. Las bacterias ocasionan las infecciones. 2. Las bacterias atacan al cuerpo desde el exterior.

En la primera mitad del siglo XIX tuvieron lugar dos acontecimientos muy importantes que dieron forma a la profesión médica hasta el día de hoy.

• Primero, se realizaron experimentos científicos que descartaban la teoría de que las bacterias que se veían en los tejidos enfermos procedieran del exterior. A través de diversos experimentos, repetidos en múltiples ocasiones, en un montón de laboratorios universitarios, se demostró que la aparición de bacterias en el tejido enfermo era un fenómeno natural de la propia enfermedad. Se demostró que tales bacterias surgían del interior del tejido enfermo, como resultado directo de la enfermedad, y que no se trataba de ninguna especie de invasión. Dicho de otra manera, las bacterias estaban presentes, pero no eran la causa de la enfermedad. La enfermedad ya existía, y en algunos casos daba lugar a las bacterias que se originaban en el interior de los residuos producidos por la enfermedad.

• Segundo, al intentar establecer un vínculo causal entre un posible factor de enfermedad, y la propia enfermedad, la profesión médica trabajó en la búsqueda de un protocolo que determinase causa y efecto. El profesor Kock estableció cuatro postulados, aceptados por el mundo científico, que sirvieran para establecer un vínculo causal entre la presencia de un organismo vivo y una enfermedad concreta. Estos postulados fueron aceptados por la medicina, siguen vigentes hoy y tienen solidez científica, pero a pesar de ello, el propio profesor Koch se desvió de ellos y comenzó a minimizar su importancia al no encontrar un solo vínculo causa-efecto.

Los postulados de Koch acabaron rápidamente convirtiéndose en un pie de página en los libros de la historia médica, puesto que nadie hasta la fecha ha conseguido establecer un vínculo causal entre ninguna de las bacterias que se dicen causa de cualquier enfermedad en concreto. Cuando dispones de un método sólido que separa al culpable del inocente, y resulta que eres incapaz de encontrar ni a uno solo siquiera al que poder dar el veredicto de culpable, la salida más fácil es ignorar ese método, y simplemente seguir condenando. La evidencia científica no apoya la teoría de que las bacterias sean la causa de una infección. La evidencia científica ha demostrado que las bacterias se producen como resultado de la enfermedad, y que no eran las responsables de ocasionar la enfermedad. La teoría científica sobre que las bacterias causan las infecciones ha sido expuesta como falsa.

En aquel entonces los inversores escogieron ignorar a la comunidad científica, y ceñirse al relato de los ‘organismos invasores productores de enfermedad, infiltrando y destruyendo tejido humano’. Apoyaron la teoría, defendida por gente como Louis Pasteur, de que para protegernos de las enfermedades tendríamos que luchar contra estos organismos en nuestro medio ambiente. Matarlos masivamente parecía ser una muy buena idea, así como encontrar una forma de ‘inmunizar’ al ser humano contra tales invasiones. Se pensó en un programa de inmunización, y la principal búsqueda de la industria médica se convirtió en el desarrollo de vacunas que fueran adecuadas contra todas y cada una de las bacterias supuestamente causantes de las enfermedades conocidas. La ‘ciencia’ médica

Es a partir de este punto de la historia que se empezó a utilizar el término ‘ ciencia’ médica, diferenciándola claramente de la ciencia. Ello sugería la existencia de otro tipo de ‘ciencia’ que se ocupaba de nuestra salud, y que estaba al margen de la propia ciencia. La definición de ciencia es: “La actividad intelectual y práctica que abarca el estudio sistemático de la estructura y el comportamiento del mundo físico y natural, a través de la observación y el experimento”.

Una ‘ciencia de la salud’ separada de la ciencia no tiene razón de ser. La vida es parte del mundo natural. Sin embargo el mundo médico dictaminó, con éxito, que practicaba la ‘ciencia’ de una manera diferente, establecida y controlada por su propia autoridad, sin dejarse intimidar por ‘a qué teorías daba vida la verdadera ciencia’. La medicina es la ciencia que se ocupa de las enfermedades, y no puede ser juzgada por la ciencia, afirma la autoridad médica. Por tanto empezaron a buscar sus propias respuestas, y a proporcionar sus propias explicaciones, desconectadas de la ciencia. Establecieron sus propias teorías, e introdujeron sus propios métodos de investigación, y su propia manera de “demostrar” las teorías, utilizando sus propios estándares, no relacionados con los métodos o códigos de conducta científicos.

Uno de los primeros problemas con que se enfrentaron fue el hecho de que en muchas enfermedades infecciosas fracasaban en demostrar siquiera la presencia de algún microorganismo al que culpabilizar de la situación observada. Dada la premisa básica de que ‘todas las infecciones debían ser ocasionadas por un microorganismo invasor’, su explicación al hecho de que no pudieran encontrarlo fue simplemente que ‘era demasiado pequeño para poder verlo’. Basándose en una teoría, que la ciencia ya había demostrado que era incorrecta, las autoridades médicas decidieron seguir con la historia de la invasión, inventando un nuevo agente infeccioso ‘invisible’, un virus. Y lo encontraron. Se dedicó mucha investigación médica a encontrar el escurridizo microbio causante de la enfermedad. Había muchas teorías circulando sobre la localización, los métodos de trabajo y la morfología de los virus, los nuevos agentes infecciosos invisibles vaticinados. Fue con el advenimiento del microscopio electrónico, a principio de los años 1930, que finalmente pudieron ‘ver’ al culpable. O por lo menos llegaron a ver algunas diminutas partículas dentro y alrededor de las células, a las que rápidamente denominaron como virus porque tenían que ser lo que llevaban buscando durante tanto tiempo.

La secuencia de acontecimientos había sido la siguiente: primero vincularon atributos específicos a su escurridizo microbio, luego decidieron cuándo y dónde debía hallarse presente ese microbio, y cuando vieron ‘algo’ en la escena del delito se apresuraron a declararlo como ‘el virus que habían estado buscando’. ¡Ya te tengo! ¡Ah, así es como te ves! Dado que hacía tiempo que habían abandonado la idea de demostrar la relación causal entre un agente nombrado como causante de la enfermedad, y la propia enfermedad, a nadie en la profesión médica le pareció extraño que no se intentara vincular la imagen con la fisiología de la enfermedad que se observaba.

Primero se le puso nombre al culpable, y todo aquello que aparecía en el lugar bajo esas circunstancias debía ser ‘él’. La profesión médica no demostró que lo que habían encontrado estuviera realmente en línea con las características de lo que ellos estaban buscando. Para establecer la ‘verdad’ utilizaron un método mucho más simple: hemos encontrado algo, ¡así que tiene que ser lo que buscábamos!! A continuación la profesión médica decide separar el estudio de esas entidades extremadamente diminutas de la información clínica. Se crea la especialidad de ‘virología’, que no se ocupa en sí de los pacientes sino de los virus que existen dentro de una célula, y que pueden ser hallados en todo tipo de residuos celulares. El “especialista” es encerrado en un laboratorio, lejos de cualquier escenario clínico, con el fin de que pueda sumergirse en el mundo virtual de lo invisible.

‘Ciencia médica’ versus Ciencia

La ciencia, al observar el mundo natural, ha demostrado que las bacterias que se suponía eran las causantes de las enfermedades infecciosas, casi siempre son descubiertas viviendo dentro de nuestros cuerpos, sin causar ningún tipo de enfermedad, a la par que ha demostrado que las bacterias son totalmente necesarias para que cualquier organismo sea capaz de vivir. La ‘ciencia médica’, por el contrario, ha solucionado el problema proponiendo la teoría de que dichas bacterias, bajo ciertas circunstancias (¡¡cuales sigue siendo un misterio!!), se convierten en brutales máquinas asesinas.

Es una teoría que no demuestran, e invitan a cualquiera a refutar la posibilidad. Porque la ciencia sabe que, en principio, hay que considerar la posibilidad de que todo es posible, nadie puede refutar ninguna declaración que incluya una “posibilidad”. Si alguien dijera que bajo ciertas circunstancias podría ser posible que el agua corriera cuesta arriba, la ciencia nos dirá que podría tener razón, pero que actualmente no pueden demostrarlo. Sin embargo, eso no excluye “la posibilidad”. Así, considerar o no la posibilidad se convierte en una cuestión de retórica.

Contagio, la transmisión de la enfermedad

Otro problema con que tuvo que lidiar la profesión médica es acerca de la transmisión de una infección. Según ella, se necesita algún tipo de contacto físico entre una zona infectada en la que se halle presente el mencionado agente infeccioso, y la persona que posteriormente enferma. Dado que la ‘ciencia médica’ no siempre puede detectar un origen para la infección, solucionan el problema suponiendo que alguien debe haber ‘pillado’ el agente infeccioso hace un tiempo, y que ese agente ha sobrevivido de alguna manera dentro del cuerpo de la persona infectada, sin ocasionar ningún síntoma.

En un momento determinado (¡con circunstancias y detonantes desconocidos!), el agente cobra vida y se manifiesta la infección. Ahora han inventado la figura del misterioso portador sano o asintomático. No pueden demostrarlo, pero lo más importante es que, ¡tampoco nadie puede refutarlo! Además, sugieren que los agentes infecciosos pueden ser “transportados”, lo que significa que ya no es necesario tener contacto directo. Puede que lo hayas pillado a través del aire, del agua o de una superficie sólida, como podría ser el suelo o cualquier otra superficie que cumpla con sus requisitos. Y puesto que las bacterias existen en todas partes, su presencia se puede demostrar realmente siempre y donde sea que se las necesite encontrar.

De nuevo el supuesto de la transferencia o contagio resulta imposible de refutar, puesto que la ciencia ha establecido que toda la vida en la tierra depende de la existencia de organismos vivos invisibles, tales como las bacterias, los hongos y los parásitos. Esto significa que, en realidad, se puede demostrar su presencia en la vecindad de las personas que están enfermando. Y si nos limitamos a suponer, tal como hace la autoridad médica, que ‘estar presente’ equivale a ‘ser culpable’, entonces hemos dado con la solución a la pregunta “¿quién lo ha hecho?”, una solución que nadie puede rebatir. Y puesto que desde el mismo momento en que ellos se hicieron con el poder han estado ignorando la necesidad de establecer un vínculo causal, y puesto que se han estado apartado de las prácticas científicas aceptadas, ninguno de sus alumnos, médicos, y demás personal médico puede identificar los errores cometidos. Son incapaces de reconocer la ausencia de un requisito esencial ya que, según su experiencia, nunca constituyó un requisito.

Son incapaces de reconocer el conflicto entre que ‘el agente infeccioso ataque desde el exterior’, y que al mismo tiempo sea ‘una parte esencial de la estructura de toda vida’, ya que en su formación se les ha inculcado que ambas cosas no son lo mismo, que hay “¡ algo que ha mutado!”.

La observación y experimentación científica no aporta la evidencia de tales teorías, pero eso no es obstáculo para que las autoridades médicas se adhieran rígidamente a las mismas. La información inicial sobre las características de los virus incluía que estas entidades no están vivas.  La estructura de los virus es de una simplicidad tal que no se hallan presentes organelos1 , lo que significa que los virus carecen de metabolismo, y que son incapaces de hacer algo. Esto confirma que un virus no es un organismo vivo.  El virus solo está ‘activo’ en el interior de una célula viva, posee una actividad en el interior de una célula viva, solo puede ‘sobrevivir’ dentro de una célula viva.

¿Como puede ser que algo que no está vivo tenga una actividad? ¿Cómo puede sobrevivir en absoluto una entidad que no está viva?  Se dice que el código genético de una sola hebra, muy corta, dentro del virus, se infiltra en el ADN de la célula y la “obliga” a producir copias del virus. No se menciona cómo sería capaz de lograr esto, ¡solo que lo hace! El relato prosigue diciendo que una célula infectada está obligada a producir virus hasta que esté totalmente llena con virus (que son copias del original), estalle y arroje su contenido a su entorno, donde infecta a las células vecinas, produciendo enfermedades.

Dado que los virus son imposibles de demostrar en un entorno clínico, no ha habido ninguna prueba científica en absoluto sobre las actividades reales de un virus dentro de una célula, ni tampoco ha habido ninguna prueba científica sobre el comportamiento de un virus fuera de una célula. Para llenar estas lagunas, las autoridades médicas simplemente tomaron prestada la historia de la infección bacteriana que ellos mismos crearon sin prueba alguna, pero reforzada por el hecho de que, a estas alturas, la gente ya ha aceptado el argumento de que dado que no puede ser refutado, debe ser verdad. Esta actitud hace que casi todas las teorías de conspiración resulten admisibles. Por tanto, si la presencia de agentes infecciosos, aunque sea invisibles, significa que son los responsables de una enfermedad infecciosa, si los agentes infecciosos pueden mutar, pasando de ser favorables y útiles a ser terribles y destructivos, si los agentes infecciosos se pueden transmitir por el aire, el agua y las superficies (el suelo), si los agentes infecciosos pueden hallarse presentes en un estado latente dentro de un individuo sano, que entonces se convierte en un involuntario propagador de enfermedades, entonces hemos sentado las bases sobre las que poder maniobrar en cualquier dirección, a fin de ‘explicar’ sin tener que demostrar nada en absoluto.

Nos apegamos a la teoría. Divulgamos una teoría que no ha sido demostrada. Añadimos una excepción a la expansión de la teoría no probada. Y se descarta cualquier comentario o pregunta, con la pregunta retórica, ‘¿No cree que hay una posibilidad de que…?’ Una vez que se han librado del peso de tener que demostrar la teoría, y que han depositado en la oposición la responsabilidad de refutar la teoría, se sienten lo suficientemente confiados como para declarar todas sus teorías como verdades, hasta que sean refutadas según sus propios métodos.

Ahora pueden utilizar cualquiera de sus teorías para agregar más suposiciones, creyendo que la teoría constituye una base veraz sobre la que trabajar. Período de incubación Al principio de la historia, la ciencia médica propuso un período de incubación para cada infección. Este período podía variar de 5 días a 15 días. Es el período de tiempo que transcurre desde que una persona “pilla” la infección, es decir, desde que el atacante exterior se infiltra en el cuerpo, y el momento en que se produce la destrucción de las células. Durante este tiempo, el atacante encuentra un lugar adecuado, se multiplica, y utiliza los recursos de la célula para alimentarse a sí mismo y a sus compañeros. Esto lleva a la muerte de la célula, y la manifestación física de todo esto ha sido denominada “la infección”.

También al principio de la historia, se decía que se necesita que una infección manifestase síntomas para que se convirtiera en un nuevo foco de infección en sí misma. En otras palabras, que la fuerza invasora no se podía propagar a menos que los propios tejidos se hubieran roto como resultado de la infección. Se decía que para que otra persona se infectara, debía haber estado en contacto directo con material infectado, procedente de otra persona que estuviera infectada. El simple hecho de estar en su presencia no bastaba para contagiarse de su enfermedad. La observación de los focos de infección y de sus contactos mostró muy rápidamente que las nuevas infecciones no podían estar relacionadas con el contacto directo con material infectado. La observación de las posibles causas de infección mostró que no existía ningún vínculo entre la presencia del agente infeccioso y la posible enfermedad. La observación de la velocidad de propagación de una infección entre la población mostraba claramente que, a pesar de que en toda esta historia la idea de un período de incubación es muy lógica, el período de incubación no estaba siendo respetado por la naturaleza.

El enfoque lógico y científico de la historia de la teoría, habría sido concluir que no existen evidencias que apoyen la teoría. En lugar de eso, las autoridades médicas decidieron que el agente infeccioso era ‘obviamente’ transportado por el aire, por el suelo, en las gotas de agua, etc., y que a través de tales medios se transmitía a grandes distancias, lejos del origen de la infección.

Esas autoridades médicas no lo demostraron entonces, ni lo han hecho nunca. Dejaron a cargo de otros el desacreditarlo. Y afortunadamente para ellos, nadie se molestó en hacerlo. A esas alturas, la ciencia ya había sacado sus propias conclusiones sobre la validez de la teoría de la infección a través de un origen exterior. Y éstas eran que ‘no era válida, que estaba vacía, y que no se merecía que le prestasen más atención ya que todo lo que posteriormente se había basado en esos supuestos era, por definición, un disparate científico’. Por lo tanto, [las autoridades médicas] ya no tienen que encontrar el origen de la infección, lo cual, de todas maneras, resulta imposible si no se dispone de una forma viable de identificar el virus. Simplemente no tienen más que designar un origen, y desafiar a los demás a que demuestren que están equivocados. Después de todo, es una posibilidad, ¿no es cierto?

Así, cuando siguen encontrando desviaciones de su descripción de las características morfológicas del virus, o de su comportamiento, afirman que es una criatura tan inteligente que muta constantemente para evitar ser detectada, aunque de todas formas en su historia esa criatura nunca parece ser captada por ninguna de las defensas corporales. Son millones de virus, ―cada día alguien, en algún laboratorio, “descubre” uno de nuevo―, y todos son diferentes, y nosotros necesitamos protegernos de todos ellos.

Se dice que el mundo invisible es incluso más violento y peligroso que el mundo físico en el que vivimos. Así que, cuando se amplía la historia de la infección [bacteriana] a la que uno se está adhiriendo, la que uno ha estado activamente fomentando, educando a su personal para que la crea de todo corazón, se puede vender fácilmente esa misma historia al mundo que uno controla, en relación con los virus.

Atacan desde el medio ambiente, ― aunque dijiste que solo pueden “sobrevivir” dentro de una célula viva. Invaden el cuerpo y causan enfermedades, ― aunque dijiste que no tienen actividad, salvo dentro de la célula huésped.

Son trasportados por el aire, el agua y las superficies, ―aunque dijiste que solo pueden ‘sobrevivir’ dentro de una célula viva. Pueden permanecer ocultos dentro de un individuo sano durante muchos años, ―a pesar de que sabes que todas las células corporales tienen un período de vida corto, y que morirán mucho antes. ¿Cómo sobrevive el virus cuando la célula huésped muere, teniendo presente que no produce síntoma alguno durante todo ese tiempo?

Pueden ser propagados por personas que no muestran ningún síntoma de enfermedad, ―a pesar de que no tienen ninguna vía de salida, a menos que la célula se rompa al enfermar o morir. Pueden ocasionar síntomas instantáneos, ―a pesar de que el período de incubación que se había dicho puede que sea de siete o incluso de catorce días. Pueden mutar, sin ningún motivo aparente, pasando de ser un virus inocente a un virus mortal, ―a pesar de que por sí mismos carecen de actividad alguna. ¿Cuál es el problema científico de adaptar la historia original de la infección a los virus? Cuando hablamos de criaturas vivas, como las bacterias, los hongos o los parásitos, podemos demostrar su presencia visualizando el organismo.

Podemos verlas en movimiento con el microscopio, y podemos añadir una muestra de residuos de la enfermedad a un sustrato de cultivo, y verlas multiplicarse. Podemos entonces tomar una muestra de ese cultivo, e identificar el organismo que crece en ese sustrato, a plena luz del día, por su morfología. En otras palabras, podemos ver a la criatura. Los virus nunca pueden ser identificados en movimiento.

El microscopio electrónico es una instantánea ciega de algunas células. A veces la imagen fija muestra configuraciones que han sido denominadas “virus”, a las que se les han otorgado ciertas características, incluso de comportamiento, aunque nadie ha visto nunca que la construcción llamada virus ‘haga’ nada. Así que nunca hay una forma determinada de identificar el virus, en un lugar determinado, en lo que respecta a una cierta actividad, como se puede hacer con las bacterias.

Las autoridades médicas han cambiado su atención a una forma diferente de “identificar” un virus. Han detectado secuencias de ADN dentro de los gránulos a los que han llamado virus. Aunque no han identificado el origen de esas secuencias de ADN, han dicho a su personal que cuando tal secuencia se encuentra presente, ello es una prueba de que el virus está presente.

Por lo tanto, la identificación de un trozo muy pequeño de ADN (a veces, en lugar de material genético, es sólo una simple estructura de proteína) del que cada célula viva ―un virus no es una célula viva― tiene una enorme cantidad, equivale a la identificación del virus. Suponiendo que una infección bacteriana deba probarse mediante la identificación real de dicha bacteria dentro del tejido enfermo, una infección viral también debe confirmarse mostrando su presencia dentro del tejido enfermo.

La presencia de algunas estructuras químicas que pueden relacionarse con cualquier posible célula no puede aceptarse como prueba de la presencia de un agente infeccioso. Llamarlo simplemente una ‘infección viral’ no es ninguna prueba científica. Si los médicos sospechan que existe una infección urinaria bacteriana, enviarán una muestra al laboratorio, donde colocarán parte de la muestra en un sustrato de alimentación. Si en el mismo se desarrolla un cultivo, entonces serán capaces de identificar con el microscopio qué bacteria está presente, y viva, en la muestra enviada al laboratorio. Por el contrario, si tiene síntomas de una infección intestinal, el médico le dirá que se trata de una enteritis viral, y le enviará a casa con la medicación. No es necesario tomar muestras ni hacer pruebas, ya que el virus, al que considera responsable de sus síntomas, no puede ser identificado por un laboratorio. Usted tiene una infección viral porque su médico lo dice.

Lo que la ciencia médica ha aceptado como práctica común para la identificación de la presencia de un virus es:

1. La identificación de una pequeña secuencia de ADN/ARN, sin saber de donde procede ese pequeño fragmento. En el laboratorio se replican esos pequeños fragmentos, a fin de poderlos tener en grandes cantidades dentro de los residuos celulares (una mezcla de restos de células en desintegración). Ninguna cantidad cuantificable de la misma secuencia de ADN puede ser vinculada a ningún invasor, ni puede ser relacionada con ninguna actividad específica, como, por ejemplo, causar una enfermedad. Las secuencias de ADN/ARN no son específicas de ningún virus. ¡Se da nombre a los virus según secuencias concretas de ADN!

2. Medir un alto nivel de anticuerpos en sangre como “prueba” de una respuesta inmune del cuerpo, que, se supone, debe ser contra un invasor no identificado, que debe ser el virus que dicen que está causando la enfermedad específica. No se ha demostrado científicamente que exista ninguna conexión entre ningún anticuerpo concreto conocido, y ningún “invasor” concreto de ningún tipo. Ningún anticuerpo es específico para una enfermedad en particular, ni para un agente infeccioso en particular.

3. Medir un alto nivel de células específicas en la sangre como “prueba” de una respuesta inmune del cuerpo, que, se supone, debe ser contra un invasor no identificado, que debe ser el virus que dicen que está causando la enfermedad específica. No se ha demostrado ninguna conexión específica entre el tipo de células sanguíneas y el nivel de esas células sanguíneas por un lado y cualquier “invasor” específico de cualquier tipo por el otro. Ningún nivel de glóbulos blancos es específico para ninguna enfermedad en particular o para ningún agente infeccioso en particular.

Para la profesión médica, cualquiera de estos elementos servirá como “prueba”, no solo para la identificación y confirmación de la enfermedad que la persona padece, sino también como “prueba” del agente causante de la enfermedad.

Para ellos, funciona en todas direcciones: el virus, y solo el virus, proporciona un resultado de prueba positivo, y un resultado positivo de la prueba te dice específicamente de qué virus se trata. ¿Hasta qué punto la ‘ciencia médica’ se ha alejado de la ciencia?

En la primera mitad del siglo veinte la ciencia dio un gigantesco paso adelante una vez se comprendió que toda materia está formada de energía, mediante la compresión y enfriamiento. Ello significa que cada cambio que observamos en la estructura o en la función de cualquier material ha sido ocasionado por un cambio dentro del campo energético que crea esa materia. De ahí que, cuando un cuerpo empieza a funcionar de una manera diferente, o está esforzándose por funcionar con normalidad, significa que necesitamos buscar la respuesta a la pregunta del por qué dentro del campo de energía de ese cuerpo, no dentro del propio cuerpo.

La ‘ciencia médica’ simplemente ha rechazado por completo esa nueva visión de la ciencia, y se ha asegurado de blindar la formación de su personal para que buscase las explicaciones sobre la salud y la enfermedad dentro de la parte material de la vida: el cuerpo y el propio entorno físico. La ciencia dice que un cambio en la energía de la persona puede conducir a un mal funcionamiento del cuerpo, a una inflamación dentro de los tejidos, o a una infección. ¡No hay ningún agente infeccioso que se transfiera de un organismo a otro!

La ‘ciencia médica’ está buscando un gato negro en un sótano negro, que saben que no está allí. ¡Supongo que deben tener una razón para seguir haciendo esto! Lo que debe quedar claro es que, lo que gustan llamar “ciencia médica” se apartó de la ciencia hace unos doscientos años, cuando algunos inversores comerciales optaron por la alopatía, centrándose en la lucha contra los síntomas sin preocuparse por las causas reales, y sin adherirse a las prácticas científicas bien establecidas. Desde entonces se han ido alejando paso a paso de la ciencia, y han tenido éxito en ello porque, al mismo tiempo, han logrado influir en todo el mundo para que se industrialice, empezando por lo que se conoce como el mundo occidental. Maniobraron para colocarse a sí mismos en la posición más poderosa dentro de los gobiernos, empujando a la economía como siendo el nuevo dios. Establecieron políticas gubernamentales, y fueron capaces de declarar su recién inventada medicina como “la única” medicina verdadera, convirtiendo milenios de conocimientos y habilidades en prácticas ilegales.

Controlar a los gobiernos, a los medios de comunicación y a las finanzas ha permitido a las autoridades médicas soñar con apoderarse del mundo, acabar con la ciencia, acabar con el libre pensamiento, y determinar y controlar la verdad. Esta es su última batalla. Están llegando a su última etapa, el final del trayecto.

La verdadera ciencia comienza con la observación

Al final, cuando todo está dicho y hecho, se vuelve a la simplicidad. La ciencia comienza con la observación. No importa cuánto lo intentes, no importa cuánta influencia de manipulación poseas, no puedes evitar que cada uno observe. La gente que hace sus propias observaciones comenzará a crear su propia teoría, ¡y esa es la base de la ciencia! No se puede detener a la ciencia. Se la puede secuestrar por algún tiempo, pero ese tiempo es limitado. Al final, una infección será, como siempre ha sido, la expresión de un sistema que lucha por seguir funcionando de la manera en que solía hacerlo. Una infección es un período de limpieza de los desechos que los tejidos enfermos han creado. Una infección es un signo de que el cuerpo se está curando a sí mismo de una crisis. Aceptando tu infección; favoreciéndola (en lugar de obstaculizarla); realizando los cambios necesarios para evitar que tu sistema tenga que recurrir de nuevo a ella, te habrás librado de la infección.

¿Quién gobierna en el mundo?

Mientras tomábamos un café, un amigo nos hizo la pregunta del billón: ¿Quién gobierna el mundo? Agregó que no quería una respuesta compleja y que le interesaba saber nombres y apellidos. Amplio y arduo programa, respondiendo a una pregunta que nos ha mantenido inclinados sobre libros durante años; más difícil aún señalar a las personas físicas en una época en la que el poder –más oligárquico y cerrado que nunca– tiene una dimensión reticular, en la que cada articulación, cada anillo está íntimamente ligado en una tela de araña que, sin embargo, tiene un centro que puede ser identificado

Le repetimos a nuestro amigo un concepto expresado por Giano Accame, gran periodista y finísimo intelectual: mandan aquellos de los que no se pueden decir cosas malas. Parece una broma –o una evasión de la respuesta– y en cambio es el primer paso para llegar a la verdad. En todo medio –todos tenemos experiencia– hay alguien (persona, grupo, camarilla, grupo de intereses) de quien no se puede hablar mal, so pena de represalias, discriminación, castigo. Así funciona el mundo, arriba y abajo, a pesar de las almas bellas. Podemos entonces formular un primer nivel de respuesta: mandan aquellos que pueden hacer que su voluntad se convierta en ley o en sentido común –aplicando sanciones a los que transgreden o discrepan– y son capaces primero de desacreditar, luego de prohibir,

No es, todavía, una respuesta. Otro nivel de reflexión es negativo: ¿quién no manda, es decir, quién, de hecho y de derecho, no puede ejercer poder?

Aquí el tamiz se hace más espeso y excluye una inmensa cantidad de sujetos: los pueblos, los pobres, los sin bienes y sin educación, la inmensa mayoría de los seres humanos, pero también gran parte de los estados teóricamente independientes que representan a las naciones, las civilizaciones y los pueblos del mundo. La respuesta se vuelve menos opaca. Mandar, es decir decidir, gobernar, dictar disposiciones que deben ser obligatoriamente cumplidas o impuestas, significa no reconocer –de hecho o de derecho– autoridades superiores: la antigua fórmula latina de auctoritas –o potestas– superiorem non recongnoscens .

Por lo tanto, parece evidente que las instituciones públicas, empezando por los estados nacionales, ya no mandan. Algunos ejemplos relacionados con Italia: las leyes de la Unión Europea –promulgadas en forma de reglamentos– y toda la legislación comunitaria no solo son definitivas y de aplicación inmediata, sino que también derogan cualquier disposición nacional contraria. Lo más sorprendente es que va pesar de la disposición constitucional que atribuye la soberanía al pueblo (italiano)– fue la misma jurisdicción, con sentencias específicas, la que se despojó de la potestas para establecer la superioridad del derecho comunitario, conocido no solo como acervo, norma, sino también como conquista adquirida de una vez por todas.

La República ya no tiene un poder legislativo autónomo: la constitución es una hoja de papel o un libro de sueños. Niccolò Machiavelli, fundador de la ciencia política, creía que los cimientos de la soberanía estatal eran el ejército y la moneda. Nadie puede negar que nuestras fuerzas armadas [italianas, aunque no solo] están dirigidas por los mandos de la OTAN, cuya cumbre está en los EE.UU. A través de la cobertura atlántica, Estados Unidos posee al menos cien bases militares en Italia, algunas de las cuales están equipadas con armas atómicas que están fuera del control italiano. Todas son jurídicamente extraterritoriales y los delitos militares no pueden ser perseguidos, como lo sabe cualquiera que intentó en vano detener a los aviadores estadounidenses que destruyeron el teleférico Cermis en Cavalese, con bajas y daños. Discutir no, digamos, la pertenencia a la OTAN, sino sus términos, está sustancialmente prohibido en Italia y coloca a quienes intentan salir al debate político al borde de la criminalización. Esto sería suficiente para desesperar a Maquiavelo.

Lo peor, sin embargo, es la inexistencia de soberanía monetaria, es decir, control privado y extranjero de la emisión y circulación del dinero legal. El bastón de mando está en manos de quienes crean dinero de la nada, atribuyéndose la propiedad a sí mismos: los banqueros. La primacía del dinero sobre la dimensión pública ha sido conquistada por los «mercados», seudónimo del poder financiero de unos pocos gigantes, con la creación de bancos centrales de los que se han hecho con el control, apropiándose de la principal fuente de mando: la emisión de dinero. Falsos organismos públicos para disfrazar su naturaleza de gigantescos poderes privados en manos de los señores del dinero, los bancos centrales están controlados por la cúpula de las finanzas internacionales y disfrutan de privilegios e inmunidades bien ocultos al público en general.

El truco no es solo la difícil comprensión del concepto de acuñación como creación ex nihilo, sino la difusión de una ideología económica y financiera presentada como una ciencia exacta, aunque arcana en sus fundamentos, en base a la cual solo las «autoridades monetarias», otro nombre del arte de los señores privados de dinero, tienen las habilidades, la capacidad y la experiencia para crear, distribuir y dirigir los flujos monetarios. De ahí la pretensión de independencia (es decir, omnipotencia y ausencia de control) del sistema de banco central, que, según sus estatutos aprobados por el Estado, «no puede solicitar ni recibir consejos o instrucciones», fórmula acrobática para poner el derecho al servicio de lo que desean.

¿Quién se atreve a decir cosas malas de los «mercados», tótems y tabúes de nuestro tiempo? Mucho menos de los bancos centrales, cuyos mitificados centros de estudio destilan un indiscutible saber casi esotérico, una dogmática no muy distinta a la de la Iglesia del pasado. Además, para quedarse en casa, la mayoría de los compatriotas no saben que el Banco de Italia (hoy un simple miembro del BCE) miente desde el mismo nombre: no solo no es público, como sugiere el nombre, sino que ni siquiera es italiano, ya que sus accionistas, modestamente conocidos como participantes, son en su mayoría instituciones privadas controladas por bancos extranjeros, empezando por Unicredit e Intesa-San Paolo.

Mayer Amschel Rothschild, el hombre que creó el inmenso poder de la dinastía que lleva su nombre, una de las monarquías hereditarias sin corona que dominan el mundo, dijo una vez: permítanme emitir y controlar la moneda de una nación y no me importará quién hace sus leyes. ¿Quién se atreve a criticar al sistema bancario y financiero, dueño de los mercados intocables, custodios de poderes arcanos y conocimientos iniciáticos? Los mercados, afirma una vulgata indiscutible, votan todos los días y quieren la santa «estabilidad», es decir, un sistema inmóvil que se perpetúe.

Obvio: mandan ellos y las críticas, los ataques, el rencor popular, son apropiadamente desviados hacia los gobiernos y los políticos, directores generales pro tempore del poder financiero. El voto popular «libre y universal» es una ficción, una farsa para los ingenuos. El poder del dinero vacía las democracias: ¿quién crees que gana –sin importar programas y consignas– entre un partido o candidato con fondos y otro sin ellos? ¿Y quién tiene más dinero para arrojar a la competencia drogada que aquellos que la crean con un golpe de pluma, un clic en el teclado de la megacomputadora?

Y, sin embargo, si bien es posible, a menudo instigado y dirigido por otros, atacar a políticos, ejecutores de órdenes superiores, camareros y pinches de los llamados «poderes fácticos», casi nadie ataca a las intangibles «autoridades monetarias», los bancos sistema, los mercados soberanos y las oligarquías financieras que pagan la orquesta y deciden la música.

Otra lección de Accame sobre identificar quién es el jefe se refiere a quién pagamos impuestos, de una forma u otra. Teóricamente, al estado. En realidad, gran parte del dinero que legalmente nos roban se destina a pagar la deuda pública, o mejor dicho, los intereses que la gravan. De hecho, a pesar de la expropiación aguas arriba, es decir, la soberanía monetaria conferida al sistema financiero privado y la gigantesca contabilidad falsa relacionada, Italia ha tenido un saldo primario (la diferencia entre ingresos y gastos) que ha sido positivo desde la década de 1990, mientras que la deuda pública sigue aumentando debido a los intereses, extorsionados con fraude de deuda, adeudados a quienes asumieron la propiedad inicial del dinero. El interés pagado al sistema usurero en los últimos treinta años es casi igual a la totalidad de la deuda acumulada.

Napoleón, que también exportó con armas la revolución francesa burguesa y mercantil, decía: “cuando un gobierno depende del dinero de los banqueros, son éstos, y no el gobierno, los que controlan la situación, ya que la mano que da está por encima de la mano que recibe”. Y el general corso tenía el ejército y el estado… Un gran político y legislador, Thomas Jefferson, padre de la constitución americana, luchó con todas sus fuerzas contra el poder financiero que extendía sus garras sobre la nueva nación. “Creo que, para nuestra libertad, las instituciones bancarias representan un peligro mayor que los ejércitos. Si los ciudadanos estadounidenses les permitieran controlar la emisión de moneda, los bancos les quitarían todas sus propiedades hasta que sus hijos se despertaran sin hogar.”

El sistema financiero es una oligarquía «extractiva», en el sentido de que extrae la riqueza de los pueblos y ciudadanos de a pie para llevársela a sí mismo, un drenaje ascendente que todo lo devora. Un ejemplo es la reciente ley de la UE, deseada por los grupos de presión financieros e industriales convertidos por interés en una equívoca ideología verde, que expropiará de facto la casa si no se implementan costosas innovaciones de «energía». Quien no lo haga –tras endeudarse con los usureros de siempre– tendrá que vender por un centavo su propiedad a los hiperpropietarios, que intentan convencer de que no tener nada es la felicidad suprema, que sin embargo eluden. Destacados filántropos.

En Italia hay un impuesto más, una extracción extra: el dinero de protección que pagan las actividades económicas a las mafias. Quien puede recaudar impuestos manda y, naturalmente, no le gusta que hablen mal de él. Es peligroso luchar contra las mafias, pero también revelar el poder del sistema financiero y el engaño histórico de la deuda con la que aprieta cada día la soga al cuello de Estados, pueblos e individuos. Por no hablar de la dificultad de hablar mal de otra extracción en nuestro perjuicio, el engaño del dinero electrónico. Más allá de cualquier consideración relacionada con la libertad y la vigilancia, pocos mencionan la inmensa ganancia de millones de comisiones, incluso pequeñas y mínimas, aplicadas a nuestras transacciones. Los beneficiarios son los habituales, y es a ellos a quienes pagamos un impuesto adicional.

Un sabio amigo de origen campesino repetía: si no pagas con lino, pagas con lana; las víctimas siempre somos los que no mandamos.

Sin embargo, para construir un antagonismo es necesario identificar los rostros de los responsables. La vaga e impersonal respuesta de que el mundo –y por supuesto Italia– está en manos de la oligarquía financiera no satisface y no significa mucho a los ojos de la gente, víctima de juegos de manos, mentiras y un refinado psíquico y mediático bombardeo al cerebro reptiliano y al área límbica, instintiva del cerebro. Además, es una verdad parcial. El poder es ramificado y muy refinado: no se puede liquidar con una acusación únicamente contra el sistema financiero. La dominación tiene muchos riachuelos y reglas que son capaces de determinar opiniones, visiones del mundo, las palabras para expresarlas, las agendas a seguir en la economía, en la política, en la sociedad y en la vida cotidiana, en los gustos y en la cultura en sentido amplio. Una vez más, son aquellos de quienes está prohibido, inconveniente y peligroso decir su mal. 

La globalización –económica, cultural, política, productiva, financiera– perseguida durante mucho tiempo, única ganadora tras el derrumbe del comunismo real, ha llevado al crecimiento de un nuevo actor planetario dotado de un inmenso poder. Hablamos del conglomerado de personas, empresas, visiones de la economía y del mundo que poseen  la información y la tecnología digital, motor y combustible de la cuarta revolución industrial.

Son los gigantes de Silicon Valley (y más allá), reunidos bajo las siglas GAFAM (Google, Amazon, Facebook/Meta, Apple, Microsoft), junto al conglomerado de empresas, conocimientos y tecnologías que han revolucionado el mundo a través del descubrimiento de aplicaciones tecnológicas relacionadas con la informática, la automatización y el mundo de Internet en general, una revolución comparable al descubrimiento de las tecnologías del hierro y la máquina de vapor.

Al universo GAFAM muchos le suman NATU, el acrónimo que reúne a Netflix (entretenimiento), Tesla (líder de la robótica y la cibernética, creación de Elon Musk) y dos plataformas online –Airbnb y Uber– que han revolucionado el mundo inmobiliario, el transporte y la movilidad. Este grupo de gigantes –en gran parte integrado y basado en los EE. UU., aunque orientado a la desterritorialización– hizo posible el Nuevo Orden Mundial basado en el «capitalismo de vigilancia», la feliz expresión acuñada por Shoshana Zuboff. Es decir, constituyó una nueva forma de poder: la recolección, acumulación, cruce, uso, venta y compra de datos y metadatos, es decir, información sobre todo y todos. En palabras claras: espionaje universal disfrazado de «transparencia».

Otro nombre colectivo de dicho sistema es Big Data. El poder se ha convertido en biopoder –es decir, mando, control y vigilancia de la existencia cotidiana de personas e instituciones– e incluso en biocracia, dispositivo organizado de control de la vida, a partir del cuerpo físico de los individuos. El programa de biopoder prevé la superación de la criatura humana a través de la hibridación con la máquina –implante de microchip, inteligencia artificial, robótica, cibernética– facilitada por las extraordinarias posibilidades de unos nuevos conocimientos, reunidos en las siglas NBIC, nanotecnología, biotecnología, tecnologías de la información y cognitivas, ciencia o neurociencia.

De la interacción de estas herramientas tecnológicas, poseídas en régimen de oligopolio, protegidas por la intangibilidad de la (gran) propiedad privada con el sistema de patentes y derechos de propiedad industrial, desciende la nueva y extremadamente insidiosa ideología de las élites, el transhumanismo. La punta de lanza de este proyecto es el Foro Económico Mundial dirigido por Klaus Schwab, cuyo teórico de referencia es Yuval Harari, escritor futurista, instrumento privilegiado en la agenda de los líderes tecnológicos y señores del dinero.

Comanda la alianza entre las grandes empresas tecnológicas posindustriales –que han revolucionado el comercio (Amazon), la comunicación (Facebook, Twitter), dominan Internet (Google) y poseen las habilidades, de investigación e industrial principales que han cambiado el mapa no sólo económico del mundo (Apple, Microsoft, IBM).

En pocos años, el oligopolio tecnocientífico se ha convertido en el centro neurálgico de la globalización, dotado de ideología y gobernanza global y ha entrado a toda máquina en el salón de las altas finanzas. Ese mundo absolutamente nuevo no hubiera podido enfrentarse al brazo secular y vanguardia del Dominio si no fuera en sinergia y alianza con los señores del dinero, los primeros mentores y generosos financistas. Si hoy hombres como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Elon Musk, Ray Kurzweil –gurú de Google y transhumanista convencido– Ray Dalio, Vinton Cerf y algunos otros están en la cima de la riqueza y el poder, es porque su genio indiscutible fue utilizado por las cúpulas del dinero, primero a su servicio, luego cooptado en una alianza estratégica.

Es la pinza que aprieta a los estados, la economía, los pueblos y los individuos en un proyecto totalitario artificialmente blando, el poder blando que no utiliza la fuerza bruta sino la inmensa superioridad de los recursos financieros, multiplicada por el control de las tecnologías utilizadas en la vida cotidiana, y el uso sabio de la neurociencia. Los medios se convierten en fines; de ahí una de las creencias populares más difíciles de desmantelar: su fin no es (ya) el dinero, sino el dominio sobre la humanidad, hasta la modificación de la condición humana en el transhumanismo. El dinero es una herramienta, no el fin: sería simplista para quienes se han apropiado de la emisión monetaria y crean dinero de la nada, prestándolo a los Estados.

Estamos en el centro: el mundo –o al menos el Occidente colectivo del que somos una rama– está en manos de una alianza estratégica entre el Dinero –representado por el sistema financiero (bancos centrales, fondos de inversión, corporaciones multi y transnacionales (transnacionales, otro acrónimo maldito que no explica cómo son las cosas) y empresas de tecnología avanzada.

Como es el arado el que traza el surco, pero es la espada la que lo defiende, este Mammon posmoderno dispone de una serie de herramientas operativas: los ejércitos occidentales, especialmente el estadounidense, con las numerosas agencias privadas y organizaciones de tapadera (muchas ONG lo son) que integran y hacen planetario su poder. En el pasado, no conspiradores paranoicos sino al menos tres presidentes estadounidenses advirtieron contra este coágulo todopoderoso: Woodrow Wilson (quien también favoreció su ascenso y fue protagonista del nacimiento del banco central, la Reserva Federal), FD Roosevelt y Dwight Eisenhower, quien en 1961, en su discurso de despedida de la Casa Blanca, dijo lo siguiente: “América debe estar atenta a la adquisición de influencia injustificada por parte del complejo militar-industrial y al peligro de convertirse en prisionero de una élite científico-tecnológica.

Pero si podemos identificar nombres y rostros del biopoder tecnológico, nos resulta más difícil identificar a los señores del dinero. En primer lugar porque durante mucho tiempo se han encubierto, evitando aparecer y aparecer, titiriteros tras bambalinas, como apuntaba Benjamin Disraeli, primer ministro de la Inglaterra imperial, ya en el siglo XIX. Se trata principalmente de dinastías sin corona que se han pasado el testigo durante generaciones; se le pertenece por derecho de sangre y por matrimonios entre descendientes de las grandes familias, como en las familias nobles del pasado. El nombre más conocido es el de los Rothschild, israelitas de origen alemán que se han asentado estratégicamente durante siglos en las capitales políticas y financieras del mundo. Su poder y riqueza no se pueden calcular; han pasado por guerras y revoluciones, a menudo financiando a ambos bandos en guerra; instalaron y derrocaron gobiernos y regímenes con el arma del dinero y la deuda, financiando facciones o líderes políticos; dominan el mercado del oro, cuyo precio se fija con ellos en Londres.

Meses atrás, un Rothschild rompió la reserva tradicional de la dinastía al proferir términos violentos a favor de la guerra contra Rusia. Los de Red Shield (rot schild) no son los únicos y con las demás dinastías y familias, Morgan, Sachs, Rockefeller, Warburg y unas cuantas más, forman un formidable cartel que sostiene el mundo financiero pero también la cadena industrial, energía y alimento del planeta. Un ejemplo de confidencialidad son los McKinley, dueños de Cargill, el gigante de los granos: no cotizan en Bolsa, son dueños de inmensas áreas cultivadas en el mundo, barcos, silos y puertos. De ellos depende que pueblos enteros puedan alimentarse y a qué precio. En muchos ganglios del sistema es relevante el componente de ascendencia judía.

El poder de los fondos de inversión es enorme, conglomerados financieros más poderosos que la mayoría de los estados nacionales, que dominan y dirigen los mercados; en gran medida «son» el mercado. La mayor, Black Rock, gestiona activos por valor de diez billones de dólares (dos veces y media el Producto Interior Bruto de Alemania, cinco veces el de Italia). Su máximo ejecutivo, Larry Fink, es uno de los hombres más poderosos del mundo, y Black Rock ahora se ha hecho cargo de la economía y los recursos de la desafortunada Ucrania.

No obstante, los grandes fondos, de los cuales solo Allianz Group –la galaxia Rothschild– tiene su sede en Europa –Vanguard Group, Fidelity Investments, State Street Global, Capital Group, Goldman Sachs Group– siguen siendo herramientas, aunque de importancia primordial. El poder está en manos de la cúpula de grandes familias del dinero y gigantes tecnológicos, a la sombra del Estado Profundo, el aparato militar y secreto de la anglosfera. Una red complicada y densa de participaciones cruzadas significa que Mammon, el núcleo dominante de las empresas financieras, tecnológicas y las corporaciones multinacionales (TNC), está compuesto por un número increíblemente pequeño de sujetos. La oligarquía es reticular, muy bien estructurada, pero el nivel superior está formado por muy pocas personas naturales con un poder casi ilimitado.

Un capítulo esencial se refiere, en el mundo contemporáneo, al poder de quienes gestionan y controlan las redes de comunicación y la estructura de Internet, la autopista digital por la que transitan todos los datos, transacciones, ideas, actos, decisiones: el sistema nervioso central de un mundo dominado por la información y la velocidad, en tiempo real. En este contexto, la cúpula occidental –en la sinergia habitual entre grandes sujetos privados y estructuras de los Estados líderes, EE.UU., Israel, Gran Bretaña– mantiene una primacía relevante, socavada por el Estado nacional más grande, China, a la vanguardia de la tecnología de las comunicaciones sobre fibra 5G, semimonopolio en la posesión y procesamiento de las Tierras Raras, los diecisiete elementos de la tabla periódica de Mendeleev sobre los que se sustenta el desarrollo y la funcionalidad de los procesos tecnológicos, científicos.

Quien controla todo esto y las fuentes de energía que sustentan los modelos de desarrollo, producción y reproducción del dominio domina el mundo y está destinado a imprimirlo en ideas, modos de vida, en la elección de gustos, valores y principios. Las dinastías del dinero se llevan la parte del león, pero la hegemonía está hoy en discusión por el surgimiento de nuevos sujetos arraigados en el hemisferio oriental. La observación empírica, incluso antes de la férrea lógica geopolítica, muestra que las crisis actuales –incluso el conflicto entre Rusia y la OTAN a través de Ucrania– son jugadas de ajedrez en el «gran juego» por el control de los recursos mundiales, de los flujos financieros que los mueven, de las principales rutas comerciales.

Nuestra cartografía no puede olvidar que el poder del dinero es inerte en sí mismo y debe nutrirse constantemente de un sistema de relaciones, creencias y valores capaz de mantenerse y extenderse, con la colaboración de sectores especializados de la población –científicos, economistas, intelectuales, militares, operadores de comunicación– un consenso que permite la perpetuación de las elecciones, la obediencia de las masas, la influencia en los gobiernos, la orientación, el control. Para ello, actúa una compleja serie de instrumentos operativos, organizaciones, asociaciones, grupos de influencia y poderes derivados que responden a la cúpula, una suerte de pool de ministerios y departamentos de servicios divididos por sectores y territorios.

El sistema opera desde hace algunos siglos, se fortaleció luego de las dos guerras mundiales y con un movimiento acelerado luego de la derrota del modelo comunista soviético. El Dominio ha refinado y diversificado progresivamente sus brazos operativos en todas las áreas, hasta construir una sólida red global en la que lo público y lo privado se fusionan y se entrecruzan bajo la dirección de los «maestros universales»

El horizonte es el de la privatización de todo, la exclusión de la dimensión pública y comunitaria y los gobiernos reducidos a gendarmes de servicio. El capitalismo financiero se ha convertido en una biocracia sin alternativa (las siglas TINA, no hay alternativa) en sinergia con la tecnocracia informática y electrónica.

El instrumento más antiguo de perpetuación del poder ­–mediante la cooptación de los elementos considerados más fiables– es la masonería. Fundada en 1717, rodeada de un aura de secretismo, ha tenido a lo largo del tiempo entre sus miembros y directivos a gran parte de las élites europeas y occidentales. Más allá del juicio sobre las ideas que propugna y de la banalización conspirativa que considera al Gran Oriente como la cloaca de todo mal, las logias masónicas –con su estructura supranacional cuyo centro es la anglosfera– ejercen un fuerte poder de influencia, pero sobre todo son un lugar privilegiado para reunirse y tomar decisiones. Siguen siendo uno de los foros privilegiados para debatir, diseñar escenarios, tomar decisiones, la cuenca en la que seleccionar personalidades destinadas a cubrir roles directivos en los ámbitos político, cultural, económico, financiero.

Sin embargo, la masonería también es un poder derivado, que no podría ejercer el papel que le corresponde sino dentro del marco del sistema que hemos descrito. En términos marxistas, es un elemento de la «superestructura» (Ueberbau), el conjunto de fenómenos ideológicos, culturales y espirituales que corresponden a la base material y económica de la vida social. De esta base o estructura, la superestructura es un reflejo, pero no un mero producto. La estructura (struktur) es la economía, es decir, las fuerzas productivas (hombres, medios, modos) y, en conjunto, las relaciones jurídicas de propiedad. Sin embargo, Marx no pudo analizar completamente el papel superordinado de las finanzas, que luego jugaron un papel central en la revolución bolchevique y controlaron el banco central soviético durante mucho tiempo.

Hemos recordado que poco podrían hacer los señores del mundo si no tuvieran a su servicio el aparato militar, de vigilancia e información de los estados en los que ejercen dominio. Esto es aún más cierto dado que la privatización general ha golpeado a las grandes organizaciones internacionales. De hecho, el pulpo financiero no sólo es dominus  de sujetos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (productos del sistema de poder surgido de la Segunda Guerra Mundial), sino que de hecho se ha apoderado de organizaciones transnacionales.

Hay que reiterarlo: la mano que da es superior a la que recibe. Incluso la ONU, es decir, el lugar de reunión de los estados teóricamente soberanos, está infiltrada, a través de la financiación y la burocracia gobernante, por potentados privados. Una entidad como la Unesco, la rama de las Naciones Unidas que se ocupa de la educación, la ciencia y la cultura, está controlada por hombres de la oligarquía. El primer presidente e ideólogo de la Unesco fue Julian Huxley, eugenista, sobrino de Thomas, conocido como el sabueso de Darwin, y hermano de Aldous, autor de novelas distópicas como Un mundo feliz, todos miembros de una familia aristocrática británica muy influyente.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) cuenta con una importante financiación privada, entre la que destacan la Fundación Bill Gates y GAVI. Esta última es una organización que incluye países y el sector privado, como la Fundación Bill & Melinda Gates, fabricantes de vacunas tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo, institutos de investigación especializados, sociedad civil y organizaciones internacionales como la OMS, UNICEF y el Banco Mundial. (fuente: Representación Permanente de Italia ante la ONU). Un círculo vicioso: las ramas del Dominio se pertenecen y se cruzan, como sus líderes. El trienio que (quizás) se cierra, el de la pandemia, ha demostrado el inmenso poder de la OMS y de los “institutos de investigación especializados”, la definición mojigata de las Big Pharma, las multinacionales que tienen en sus manos, a través de medicamentos y vacunas, la salud y la vida de miles de millones de personas. La gestión de la pandemia también ha puesto de manifiesto la existencia de laboratorios científicos confidenciales en los que se tratan virus y bacterias, reforzándolos (“ganancia de función”) para –dicen– combatirlos.

Power cuenta con un floreciente sector químico que ha transformado toda la cadena agrícola en un protectorado dependiente de productos industriales: pesticidas, herbicidas y semillas transgénicas (OGM) sin los cuales la producción colapsaría. Es el reino de Bayer-Monsanto, Dreyfus, Basf, Corteva, Syngenta, protegido por estrictas patentes. La propiedad de estos gigantes está en manos del grupo habitual de gigantes multinacionales.

Otra pieza de poder son las grandes ONG (no gubernamentales, es decir, privadas), una especie de intervención puntual con una máscara filantrópica al servicio del Dominio. Entre ellos, Médicos Sin Fronteras, Oxfam, Amnistía Internacional y varios otros, un verdadero parterre des rois del Nuevo Orden Mundial. El rasgo común de estas asociaciones –cuyos méritos humanitarios hay que reconocer en cualquier caso– es que comparten la ideología liberal-progresista de las élites occidentales y que están financiadas por otro pilar del sistema transnacional, las fundaciones privadas.

Favorecidos por un sistema fiscal que los hace casi inmunes a los impuestos, son la alcancía de las familias numerosas y multimillonarios, especialmente estadounidenses. Las más conocidas son la OSF (Open Society Foundation) de George Soros, el financiero húngaro-estadounidense de origen judío (¡que en su temprana juventud trabajó para quienes confiscaban bienes a sus correligionarios!) y la Fundación Bill y Melinda Gates. No menos ricas son las fundaciones vinculadas a las familias Ford, Rockefeller, Carnegie y otras más recónditas. Mueven miles de millones de dólares cada año para diversas causas, y son considerados por la narrativa oficial como bastiones de la filantropía.

Solo la OSF, a la que Soros ha donado al menos treinta mil millones de dólares a lo largo del tiempo, distribuye más de mil millones de dólares cada año a ONG, asociaciones, partidos, grupos, individuos, universidades que comparten la ideología oligárquica dominante, la masa del liberalismo económico, libertarismo social, materialismo y consumismo. En Italia, el viejo partido radical, Più Europa y asociaciones afines se destacan entre los beneficiarios, con Emma Bonino, directora de la OSF, en el centro.

El Dominio, para reproducir el consenso, necesita controlar, es decir, poseer y financiar, un inmenso aparato de información, propaganda, comunicación, entretenimiento y cultura. Guy Debord explicó que la nuestra es una «sociedad del espectáculo», entendida como una «relación social entre individuos mediada por imágenes, una visión del mundo que se ha objetivado». El espectáculo es tanto el medio como el fin del modo de producción actual. La gran mayoría de nosotros no somos más que un sujeto pasivo frente a las pantallas de televisión, cine, teléfono inteligente y computadora, que se han convertido en una parte integral de nuestra personalidad e incluso de nuestra fisicalidad.

Hay cuatro o cinco de las grandes agencias de noticias que difunden –u ocultan– las noticias que nos llegan en tiempo real, propiedad de maestros universales. El oligopolio del todopoderoso. ¿Seguimos creyendo en el mito del ciudadano libre que se forma opiniones? El sistema de farándula y entretenimiento está al alcance de unos pocos sujetos –también en gran medida asentados en América o en la anglosfera– que fabrican e imponen la visión del mundo, los valores de referencia, los mitos, las opiniones.

Proponemos un juego: observemos durante unos minutos una película de hace treinta o cuarenta años y una de producción reciente. La diferencia de contenidos, principios, lenguajes, iconografía, ideas y comportamientos mostrados en negativo o positivo, es abismal. El mismo es el resultado de una encuesta diacrónica de la publicidad. Sin embargo, los maestros son los mismos: todos conocemos a Walt Disney, Warner, los «grandes» de la industria musical. Habiendo ganado la guerra con las otras ideologías de la modernidad, ahora pueden desplegar en beneficio del neocapitalismo globalista todo el potencial de construir el ciudadano unisex de talla única, nómada, esclavo del consumo y los deseos, el individuo vacío, a quien se le quita toda raíz moral, espiritual, comunitaria, familiar.

Durante un siglo, las ciencias cognitivas –psicología, neurología, psicoanálisis– se han utilizado para orientar gustos, determinar elecciones, transmitir ideas o, más bien, para «persuadir». Uno de los precursores fue Edward Bernays, sobrino de Freud, teórico de la propaganda, inventor de técnicas para manipular la opinión pública. A Bernays le debemos la afirmación según la cual “la manipulación consciente e inteligente de las costumbres y opiniones de las masas es un aspecto importante de la sociedad democrática. Tal manipulación representa una herramienta eficaz a través de la cual los hombres inteligentes pueden luchar por fines productivos y ayudar a poner orden en medio del caos». Eso es poner a prueba las conciencias bajo el manto de la ficción democrática.

Vance Packard habló de «persuasores ocultos»: otros tiempos. Hoy el poder ya no necesita esconderse y se muestra, se luce, como en las reuniones del Foro Económico Mundial. Naturalmente, el escaparate no es la tienda: el tomador de decisiones permanece tras bambalinas, la dirección en la cúspide de la pirámide –el aparato financiero-tecnológico– y, un piso más abajo, los cuerpos reservados, los «think tanks» de las élites, asociaciones como Bilderberg, la Mesa Redonda, los líderes de la masonería y asociaciones elitistas cuyo modelo es la British Royal Society, Chatham House, Fabian Society.

La importancia que asumen las redes sociales con miles de millones de usuarios es el acierto perfecto de un sistema que ha convencido a la mayoría de ser libre y abierto, pero que por el contrario –además de comprar y vender los datos de todos y cada uno– ha organizó una censura privatizada sin precedentes. En el pasado, la censura era prerrogativa de soberanos y estados, hoy está externalizada a las redes sociales. Y se convierte en autocensura, por miedo y conformismo.

El éxito de esta acción de reconfiguración cognitiva, lingüística y conductual es fundamental. Para ello se ha organizado una de las operaciones de lavado de cerebro más gigantescas de la historia, una auténtica guerra cuyo objetivo es nuestra mente. El mapa cognitivo de cientos de millones de personas está siendo modificado mediante la creación, difusión e imposición de una neolengua «políticamente correcta», es decir, que obedece a cánones inducidos desde arriba, «correctos» en la medida en que se modifican para corresponder al criterio del bien y del mal querido por el poder.

Quien determina no sólo lo que es correcto pensar, sino incluso con qué palabras expresarlo, prohibiendo términos y conceptos e imponiendo otros, es el dueño de nuestro foro interior. Bertrand Russell, un intelectual y aristócrata británico, predijo que el uso adecuado (desde el punto de vista de la élite) de las disciplinas psicológicas convencería a la gente de que «la nieve es negra». La Universidad Americana de Stanford ha elaborado un glosario de lenguaje «dañino» y los términos correctos a utilizar, contraviniendo lo que se convierte en «discurso de odio», el desconcertante crimen mental posmoderno.

La guerra de las palabras, es decir, de los significados, también se ha ganado con la ayuda de sistemas jurídicos que legalizan o ilegalizan las palabras, los conceptos y los pensamientos y niegan la existencia de una ley natural. Nosotros mismos, mientras escribimos, nos estamos sometiendo a la Neolengua. Las etapas sucesivas del proyecto son la inversión de los hábitos alimentarios humanos (una inversión antropológica y biológica) y la abolición de la propiedad privada generalizada. El ataque neofeudal a la casa y al coche representa la anulación insidiosa de más de dos milenios de civilización jurídica romana.

Todo debe ser de su propiedad, incluidos los seres humanos. Cancelación: de la civilización, de los derechos, de las palabras, de la libertad, de la humanidad El desenlace es una nueva esclavitud en la que los derechos de la persona –orgullo de nuestra civilización­– son aniquilados en favor de una oligarquía que aterroriza por métodos, fines, maldad, odio a la criatura humana. No se puede decir nada malo de ellos: Señora, este es el catálogo, dijo el criado Leporello a la pobre doña Elvira, enumerando las «conquistas» de Don Giovanni.

Roberto Pecchioli

Globalistas: “shock financiero” y controles climáticos para lanzar su Gran Reinicio

A finales de junio, líderes gubernamentales y grupos de reflexión de todo el mundo se reunieron en París en la Cumbre para un Nuevo Pacto Mundial de Financiación. Entre los participantes se encontraban el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el Presidente del Banco Mundial, Ajay Banga.

El supuesto propósito de la cumbre era encontrar soluciones financieras a los objetivos de abordar la pobreza y, al mismo tiempo, frenar las “emisiones que calientan el planeta”. Como en todos los acontecimientos relacionados con el cambio climático, el debate de París giró inevitablemente en torno a la centralización internacional del poder y la formación de un consorcio mundial para solucionar los problemas que, según afirman, las naciones soberanas no pueden o no quieren solucionar.

Sin embargo, lo que estoy viendo cada vez más en los últimos dos años es una convergencia de narrativas: los bancos centrales y los bancos internacionales están ahora repentinamente más preocupados por los impuestos sobre el carbono y el calentamiento global de lo que parecen estar preocupados por la estanflación y el colapso económico. Probablemente porque este era el objetivo desde el principio y el colapso económico es parte del plan.

Los globalistas combinan ahora la cuestión del cambio climático con las finanzas internacionales y la autoridad monetaria. En otras palabras, ya no están ocultando el hecho de que la agenda del cambio climático es parte de la agenda del “Gran Reinicio”. Incluso están sugiriendo que la amenaza del cambio climático se utilice como trampolín para dar a los bancos globales más poder para dictar la circulación de la riqueza y para desconsturir el sistema existente para que pueda ser sustituido por otra cosa.

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo a los delegados en la cumbre de París que “el mundo necesita un shock de finanzas públicas” para luchar contra el calentamiento global y, al mismo tiempo, crear “equidad” para las naciones menos ricas. También afirmó que el sistema actual no es adecuado para afrontar los retos mundiales.

Los ponentes señalaron que el marco económico internacional se ha visto afectado por varias crisis, como la pandemia y la guerra de Ucrania, pero se centraron en “la espiral de costes de las catástrofes meteorológicas intensificadas por el calentamiento global” como una razón para la desestabilización en curso de los sistemas financieros.

Esto es obviamente una tontería, pero encaja con la programación narrativa que los globalistas están tratando de diseñar al vincular el declive económico con el cambio climático. En realidad, hay CERO pruebas de que los fenómenos meteorológicos mundiales sean peores hoy que hace cien años […]. La afirmación es un fraude.

Pero, ¿cuánta gente se dejará engañar pensando que hay una crisis climática y para qué se puede explotar ese miedo histérico?

La Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley (como muchos globalistas), abogó por replantear el papel del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en una era de peligros climáticos. Ella argumenta: “Lo que se nos exige ahora es una transformación absoluta y no una reforma de nuestras instituciones…”.

El líder de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el sistema financiero mundial, concebido al final de la Segunda Guerra Mundial bajo el Acuerdo de Bretton Woods, no está a la altura de los desafíos modernos y ahora “perpetúa e incluso agrava las desigualdades”. En otras palabras, aboga por un nuevo Bretton Woods “woke”.

“Podemos tomar medidas ahora mismo y dar un paso de gigante hacia la justicia global”, afirmó, añadiendo que ha propuesto un estímulo de 500.000 millones de dólares anuales para inversiones en desarrollo sostenible y acción por el clima. También se presentó un plan para utilizar la canasta de Derechos Especiales de Giro del FMI como mecanismo para impulsar la liquidez mundial.

Hay que tener en cuenta que las medidas de estímulo fiduciario de los bancos centrales y las políticas de tipos de interés de los banqueros mundiales son las que provocaron, para empezar, la actual crisis económica. No fue el covid, no fue la guerra en Ucrania y ciertamente no fue el cambio climático. Fueron los bancos y su uso de la manipulación monetaria lo que desencadenó una inflación alta de 40 años, y esto ha llevado a los bancos centrales a subir los tipos de interés ante la debilidad económica. Esta estrategia ha causado sistemáticamente implosiones de deuda y desastres bursátiles en el pasado. Los banqueros y los globalistas son la fuente del problema, no deberían encargarse de arreglarlo.

Sin embargo, aquí están, intentando tomar el control e instituir un radical plan de reinicio para la calamidad que ellos mismos crearon. Pero, ¿a dónde nos lleva todo esto?

El año pasado, la ONU sugirió que las economías desarrolladas y emergentes como Estados Unidos y China tendrían que pagar una especie de impuesto sobre la riqueza/emisiones de al menos 2,4 billones de dólares al año a un fondo para el desarrollo del cambio climático, y esta riqueza se redistribuiría a las naciones más pobres.  ¿Redistribuida por quién?  Por los globalistas, claro.

Otras ideas sobre la mesa incluyen gravar los beneficios de los combustibles fósiles y las transacciones financieras para recaudar fondos para el clima. Es decir, planean gravar el petróleo y el gas hasta que los precios sean tan altos que el público en general no pueda pagarlos.

Macron, en particular, respaldó la idea de un impuesto internacional sobre las emisiones de carbono del transporte marítimo, aparentemente para encarecer los fletes al extranjero con el fin de reducir la demanda de fabricación.  Esto se suma a las estrictas normas sobre el carbono que ya se están aplicando en la agricultura europea.

Todo esto parecen planes inconexos para simplemente inflar los precios a través de diferentes formas de impuestos y obligar al público a consumir menos bienes, pero hay un esquema mucho más grande en juego aquí. Es importante comprender que el cambio climático no es más que un vehículo para implantar un sistema económico mundial totalmente centralizado, probablemente bajo el control del FMI, el BPI, el Banco Mundial y la ONU.

Los pagos anuales de las naciones más ricas a las arcas institucionales mundiales son un acto de tributo, una muestra de lealtad. También es una forma de que grupos como el FMI creen un sistema de mayor interdependencia. Si enormes sumas de dinero fluyen a través de las instituciones globalistas y éstas se convierten en los árbitros de cómo se redistribuye esa riqueza, también pueden construir un sistema de recompensas y castigos. Pueden castigar a los países que no sigan sus dictados y pueden dar ventajas a los países que se plieguen a ellos.

En términos de un nuevo Bretton Woods, sospecho que todo esto está culminando en una crisis monetaria que los globalistas utilizarán como una oportunidad para introducir finalmente su modelo CBDC (Moneda Digital del Banco Central). Y una vez que las CBDCs sean implementados su habilidad para dominar a la población será completa. ¿Un sistema sin dinero en efectivo, sin privacidad en las transacciones y con la capacidad de acabar con el poder adquisitivo de individuos y grupos a voluntad? Es el escenario soñado de un totalitario.

No es ningún error que el público esté siendo constantemente bombardeado con propaganda sobre el calentamiento global en estos días – Los poderes fácticos necesitan una crisis existencial como generador de miedo. Cuando la gente tiene miedo no piensa racionalmente y a menudo se dirige a los peores líderes posibles en busca de alivio. Y una amenaza global requiere una respuesta global, ¿no?

Las narrativas de desastre del cambio climático (si el público acepta la propaganda) permitirán una amplia gama de cambios sistémicos que no tienen nada que ver con el medio ambiente y todo que ver con el dominio financiero.

Tributación y redistribución de la riqueza nacional. La imposición del FMI y el Banco Mundial como mediadores para los fondos mundiales. El uso de la canasta de DEG del FMI como paraguas de moneda global de facto. La inyección de CBDC y una sociedad sin dinero en efectivo. Ninguna de estas cosas tendría nada que ver con el cambio climático, aunque fuera una amenaza legítima.

Pero, ¿qué pasa con el modelo de tierra quemada?  Si la intención última es destruir la economía hasta el punto de que la mayor parte de la industria muera, el comercio se retraiga y la población caiga en picado porque la supervivencia se hace insostenible, entonces se podría argumentar que los globalistas están “salvando el planeta” deshaciéndose de la gente.  Supongo que si crees que mantener a la población en un perpetuo estado tercermundista nos salvará del calentamiento global, entonces tal vez podrías apoyar esa agenda.

Tanto si el objetivo es simplemente la microgestión económica como la liquidación forzosa de la producción, el resultado sería más poder para los internacionalistas y menos libertad y prosperidad para todos los demás.

Pueden darle la vuelta que quieran, pero cuando las élites piden un “shock financiero” en realidad están pidiendo un estrangulamiento dramático del sistema para que ya no pueda mantener a la población existente. Cuando exigen impuestos y tributos globales en nombre de la “igualdad”, no pretenden que todo el mundo sea igual de rico, sino que todo el mundo sea igual de pobre. Y cuando piden la supervisión centralizada de las naciones en aras de salvar el planeta, lo que realmente quieren es una gobernanza global.

Brandon Smith

La medicina es la industria más rentable para el capital

Las empresas farmacéuticas no tienen nada que ver con lo que eran hace veinte años. Cada vez más grandes y cada vez más financiarizados, se han convertido en máquinas de desviar miles de millones de dólares para redistribuirlos entre los accionistas, en particular entre los fondos buitre de Wall Street.

En menos de medio siglo la industria farmacéutica ha cambiado profundamente. Los fabricantes de medicamentos se encuentran ahora entre las multinacionales más grandes del mundo, junto con las empresas petroleras y automotrices. También son las más lucrativos para las bolsas de valores.

Los medicamentos se ponen en el mercado a precios cada vez más caros. En 2015 Sovaldi, un tratamiento contra la hepatitis C del laboratorio Gilead, se vendió por 41.000 dólares por tres meses de tratamiento. Es el primer fármaco reservado por la burocracia sanitaria solo a una parte de los pacientes potenciales por su precio. Ahora los precios de ciertos medicamentos presentados como innovadores alcanzan el medio millón de dólares. Al mismo tiempo, los recortes de plantilla se suceden. Desde 2009 Sanofi ha tenido cuatro.

Es difícil seguir la evolución de las grandes empresas industriales a largo plazo. Alineadas con el ritmo de los mercados financieros, las multinacionales solo miran hacia atrás uno o dos años. Las sucesiones de fusiones, reventas de filiales o cambios de nombre hacen que las huellas se borren rápidamente cuando se pretende retroceder más en el tiempo. Los propios capitostes borran la memoria de empresas destinadas a reestructurarse permanentemente para cumplir con las reglas de la competitividad.

Muchos beneficios, pocos impuestos

Entre 1999 y 2017 la facturación de las once mayores empresas farmacéuticas (Sanofi, Novartis, AstraZeneca, GlaxoSmithKline, Merck, Eli Lilly, Roche, Abbott, Pfizer, Bristol Myers Squibb y Johnson & Johnson) se duplicó, alcanzando una suma récord de 395.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, el valor de sus activos se multiplicó por 3,3 hasta alcanzar los 873.000 millones de dólares. Sin embargo, el récord lo alcanzaron en 2016: 988.000 millones. Los dividendos y las recompras de acciones, la parte de los beneficios que se devuelven directamente a los accionistas, se multiplicaron por 3,6 hasta los 71.500 millones de dólares en 2017, mientras que los beneficios netos aumentaron un 44 por cien durante el mismo período.

Desde 1990 la facturación acumulada de las farmcéuticas se ha multiplicado por más de seis, sus beneficios por cinco, sus dividendos por más de doce. Para los siete laboratorios que se pueden rastrear desde 1990, los aumentos son aún más espectaculares. Su volumen de negocios acumulado se ha multiplicado por más de seis, sus beneficios por cinco, sus activos por más de doce, así como sus dividendos y recompras de acciones.

Entre 1999 y 2017 las 11 grandes empresas farmacéuticas obtuvieron más de un billón de dólares de beneficios, de los cuales distribuyeron directamente 925.000 millones a sus accionistas en dividendos y recompra de acciones. Detrás de esta cifra principal hay un crecimiento de los dividendos a lo largo de los años. En 1999 los 11 laboratorios redistribuyeron el 57,4 por cien de sus beneficios entre los accionistas. En 2017 la tasa de redistribución fue del 142 por cien. Un récord histórico.

En cambio, el impuesto de sociedades pagado por esos laboratorios se ha mantenido estable, en general, desde 1999, salvo un pico repentino en 2017 debido a Johnson & Johnson, que trasladó parte de sus fondos de paraísos fiscales a Estados Unidos, después de que Trump reformara los impuestos. En 2016 estaba casi exactamente al mismo nivel que en 1999, con algo más de 13.000 millones de dólares. La tasa impositiva promedio de los once laboratorios estaba entre el 26 y el 28 por cien a principios de la década de 2000, cayendo al 19 por cien en 2015 y 2016 (y al 18 por cien en 2017, si excluimos a Johnson & Johnson).

Los sueldos estratosféricos de los directivos

Junto a los accionistas, los otros grandes ganadores del negocios son los directivos de las empresas, precisamente porque su remuneración está en gran medida alineada con las sumas devueltas a los mercados financieros. En 2014 la sucesión entre Christopher Viehbacher y Olivier Brandicourt al frente de Sanofi estuvo marcada por una polémica sobre el importe de las indemnizaciones concedidas al primero, un paracaídas dorado de 4,4 millones de dólares, y el bono de bienvenida de 4 millones concedido al segundo. Brandicourt sigue siendo hoy el directivo mejor pagado de la bolsa de París, con casi 10 millones de dólares de remuneración entre 2016 y 2017. El sueldo es significativamente inferior a sus contrapartes estadounidenses en Pfizer (26,2 millones de dólares), Johnson & Johnson (22,8 millones) o Bristol Myers Squibb (18,7 millones).

En el sector farmacéutico los directivos reciben los salarios más altos en Estados Unidos, por delante de todas las demás industrias. Las sumas pagadas a los cabecillas de los grandes laboratorios a menudo palidecen en comparación con las que pueden recibir los jefes de empresas biotecnológicas más pequeñas como Vertex, Incyte, BioMarin o United Therapeutics. Estas empresas se centran en una pequeña cantidad de moléculas de alto valor agregado destinadas a venderse a precio completo. Leonard S. Schleifer, director de Regeneron, socio histórico de Sanofi con apenas unos miles de empleados, recibió 26,5 millones de dólares en 2017 y más de 28 millones en 2016.

La industria farmacéutica es un monstruo financiero

Si hay una industria que ilustra la creciente influencia de los mercados financieros es, por tanto, la de la medicina. Su accionariado también está dominado en gran medida por los grandes gestores de fondos de Wall Street, con algunas excepciones como la participación de L’Oréal, y por tanto de la familia Bettencourt, en el capital de Sanofi. Estos inversores institucionales sin rostro imponen a las empresas la ley de hierro de los precios bursátiles. BlackRock posee así el 5,7 por cien del capital de Sanofi, el 8 por cien del de AstraZeneca, el 7 por cien del de GlaxoSmithKline, el 7,6 por cien de Pfizer, el 6,2 por cien de Johnson & Johnson, el 6,8 por cien de Merck/MSD, el 6,3 por cien de Abbott, el 6,4 por cien de Bristol Meyers Squibb y 5,8 por cien de Eli Lilly. Esto corresponde a 3.660 millones de dólares en dividendos en 2017. Otros fondos de inversión como Vanguard tienen una fuerte presencia en el capital de los gigantes farmacéuticos y también obtienen miles de millones de dólares de ellos cada año.

A pesar de su inagotable sed de dividendos, estos grandes inversores parecen sin embargo moderados si los comparamos con otros especuladores de Wall Street, también muy activos en el sector farmacéutico, los “hedge funds” (fondos de capital riesgo), que invierten en biotecnología para asegurar el control de patentes estratégicas e, inevitablemente, suben los precios. Son ellos los que están detrás de los escándalos más sonados de los últimos años, como el precio estratosférico de los tratamientos contra la hepatitis C comercializados por Gilead.

En 2015 Martin Shkreli, un joven especulador, provocó un escándalo al multiplicar de la noche a la mañana por 55 el precio de venta de Daraprim, de 13,50 a 750 dólares. Acababa de comprar los derechos exclusivos de este medicamento clasificado como esencial por la Organización Mundial de la Salud, utilizado para tratar la malaria o el sida. Acabó en prisión unos meses después, pero no por un delito contra la salud pública, sino por haber engañado a los especuladores.

De los 25 medicamentos cuyo precio más subió en Estados Unidos entre 2013 y 2015, 20 fueron comercializados por empresas con fondos de capital de riesgo entre sus accionistas. Con el énfasis actual en tratamientos “innovadores” y “dirigidos” para el cáncer, ahora son estos actores los que dan la pauta a toda la industria farmacéutica.

Ya no nay laboratorios sino multinacionales

Los laboratorios farmacéuticos se han convertido en multinacionales y ya no juegan con las mismas reglas. Sus decisiones comerciales están dictadas por los mercados financieros mucho más que por cualquier consideración de salud pública. Las patentes se han convertido en un apoyo para la especulación y un instrumento de chantaje frente a los gobiernos.

Hace diez años la crisis financiera mundial mostró que los bancos se aprovechan de una garantía pública implícita de los gobiernos. Seguros de que los Estados nunca permitirán que se hundan por completo y que si es necesario serán rescatados, como en 2008, por miles de millones de dinero público, no han dudado en dedicarse a actividades cada vez más especulativas, muy rentables, sabiendo que al final el riesgo real seguirá siendo limitado.

El sector farmacéutico también tiene su propia forma de garantía pública: sistemas de seguro de salud y apoyo gubernamental a la investigación. Gracias a esta garantía pública se han convertido en lo que son hoy: monstruos financiarizados que se ponen al servicio de los especuladores en lugar de los enfermos.

Mpr21

Larry Fink, Black Rock y la agenda ESG

Roberto Pecchioli

El culto a Mammón tiene como dios el dinero, o mejor dicho el Beneficio para la dominación. Tiene muchos demiurgos, la hiperclase globalista que es dueña de todo, incluidas nuestras vidas. Una cúpula enemiga que tenemos el deber de identificar con rostros, nombres y apellidos: es una necesidad humana esencial conocer y reconocer para decidir quién es amigo y quién no. El poder es reticular en su estructura -por eso es tan difícil atacarlo- pero piramidal en la cadena de mando.

Es bueno volver a lo básico, a la “ley de hierro” de Roberto Michels: todas las estructuras humanas evolucionan hacia la oligarquía. El poder pertenece a quienes mejor saben organizarse, como explicó Gaetano Mosca. “En todas las sociedades regularmente constituidas, en las que existe lo que se llama un gobierno, […], nos parece muy constante que los gobernantes, es decir, los que tienen y ejercen los poderes públicos en sus manos, sean siempre una minoría, y que, por debajo de ellos, haya una clase numerosa de personas, que nunca participan realmente de ninguna manera en el gobierno, sólo lo sufren; se les puede llamar los gobernados. “

Con el debido respeto a los principios y procedimientos “democráticos”, así es en realidad. La diferencia con el pasado es que el poder de las clases políticas, que siempre se ha ejercido sobre la base de un mandato fiduciario de las élites económicas y financieras, ahora lo ejercen directamente estas últimas. Por lo tanto, es crucial analizar las personalidades que componen, por utilizar el léxico marxiano, la “estructura”, es decir, el nivel más alto de poder.

Uno de los hiperpoderosos es Larry Fink, un judío californiano de setenta años, fundador y dominus de Black Rock, el mayor fondo de inversión del planeta, cuya cartera asciende a unos diez billones de dólares, lo que equivale al PIB anual de Alemania, Francia e Italia juntas. Fink es miembro de la junta del Foro Económico Mundial de Davos, la cara visible del poder globalista; es miembro desde hace un siglo del CFR (Consejo de Relaciones Exteriores), el círculo secreto más influyente de Estados Unidos; y es partidario del Partido Demócrata, al igual que la mayoría de los altos ejecutivos de las industrias financiera y tecnológica. Un currículum formidable para uno de los hombres más poderosos del mundo, que determina las inversiones multimillonarias de la Black Rock y, en cascada, de los demás fondos maestros del mercado, es decir, de la economía, de las finanzas, de los Estados, de las organizaciones transnacionales.

Las acciones, opiniones, preferencias e idiosincrasias de Larry Fink se convierten en un instante en la agenda obligatoria del mundo occidental, por la obvia razón de la prevalencia de Mammon sobre todos los valores y principios. Sus órdenes se dan en forma de cartas periódicas a los inversores. Black Rock es ahora el amo de la desgraciada Ucrania, cuyas tierras y activos ha comprado a precios de ganga, asegurándose el monopolio de la reconstrucción de posguerra.

En su última comunicación a las empresas, dictó la siguiente frase: “todas las empresas e industrias se verán transformadas por la transición a un mundo neto cero. La cuestión es: ¿será usted un líder o le dirigirán? ‘ En resumen, o se apunta o le destruiremos. Ahora sabemos quién dirige la ideología climática.

En el reciente Festival de las Ideas de Aspen (¿Asen le dice algo a la presidente del gobierno italiano?) Fink abrió otro frente muy delicado. “No utilizaré la palabra ESG porque ha sido mal empleada por la extrema derecha” (la bestia negra, el enemigo absoluto de la cúpula). Fink es uno de los grandes patrocinadores del monstruo conocido como “Environmental Social and Governance (ESG)”, el ecologismo extremo y el dogma woke aplicado a la gestión de las grandes empresas Los criterios ESG determinan las inversiones, las leyes, las políticas públicas, los cambios de producto, incluso la elección de la cadena de mando de las empresas. Se han convertido en la biblia obligatoria de la empresa inclusiva y resistente, de la que Larry es el sumo sacerdote.

En el pasado, la ESG ha tenido nombres como “inversión de impacto social” o “inversión sostenible”. El concepto pretende forzar la nueva moral, obligando a aceptar menores beneficios a corto y medio plazo con el chantaje de prioridades ideológicas, climáticas, “inclusivas”, de género fluido y “antirracistas”. Black Rock ha abrazado explícitamente las ideas del radicalismo woke, realizando un “cambio transformacional hacia la sostenibilidad” en sus estrategias, incluyendo “consideraciones de sostenibilidad y climáticas en sus procesos de inversión”. Chantajeadas por la perspectiva de la desinversión de Black Rock, con graves consecuencias en los mercados y en las todopoderosas agencias de calificación (propiedad de los conocidos de siempre) las empresas se ven obligadas a aceptar la agenda ESG.

Fink gestiona participaciones en las mayores empresas del mundo, como Amazon, Apple, MasterCard, Johnson & Johnson, Walmart y Walt Disney. Desde 2021, Black Rock ha tomado medidas de desinversión contra cincuenta y tres empresas para imponer su ideología y ha puesto bajo lupa a otras ciento noventa y una empresas, culpables de no seguir las órdenes de Fink. El voto por delegación es la forma en que Black Rock toma decisiones en nombre de otros, las entidades financieras, las empresas y los inversores privados cuyos activos gestiona. Esto le confiere una enorme influencia sobre la gestión. En 2021, impuso a activistas climáticos en el consejo de administración de Exxon Mobil para presionar a la petrolera para que invirtiera en energía eólica y solar en lugar de en combustibles fósiles. El gigante farmacéutico Abbott Labs se vio obligado a adoptar un plan para promover la llamada “justicia racial”; Black Rock “instó” a UPS -transporte internacional- a reducir más rápidamente las emisiones de carbono e impulsó a Home Depot, multinacional de productos para el hogar, a abrir una investigación interna sobre la habitual equidad racial.

El crecimiento de los criterios ESG se debe al impulso de la ONU de la Agenda 2030, confirmando que las organizaciones transnacionales son herramientas en manos de la cúpula de los amos universales, a través de las grandes donaciones libres de impuestos de las fundaciones de multimillonarios (¡financiamos a quienes trabajan contra nuestros intereses y principios!) destinadas a imponer cambios sociales, políticos y estructurales útiles a sus intereses de dominación mediante el chantaje y el dinero. Larry Fink es sólo el más brutal y sincero. La agenda ESG, manipulada por Black Rock, es capaz de determinar el control político y social; en un vídeo de 2017 Larry Fink lo admitió en un foro organizado por el New York Times. “El comportamiento tendrá que cambiar. Eso es lo que pedimos a las empresas Hay que forzar el comportamiento. Black Rock está forzando comportamientos”.

Sin embargo, no todo es color de rosa: muchas empresas han visto disminuir sus beneficios debido a campañas publicitarias desagradables para los consumidores, otras están gobernadas de forma inexperta por directivos y consejos de administración formados con cuotas étnicas y de “género”. En Estados Unidos, especialmente en los estados republicanos, hay una desinversión cautelosa y gradual de Black Rock. Si las actividades de Fink entran en el debate político, es lógica una reacción política. El estado de Florida ha desinvertido al menos 5.000 millones en activos controlados por Black Rock.

“Los criterios ESG son una forma de comunismo que pretende convertirnos a todos en esclavos”, afirmó el antiguo ejecutivo de Anehuser-Busch (refrescos y cerveza) Anson Frericks, que criticó a Fink por comprometer “el dinero de los ciudadanos de a pie” en inversiones ESG obligándoles a abandonar los buenos negocios con combustibles fósiles. La arrogancia y omnipotencia de Fink han enfurecido a muchos; la furia a la hora de aplicar la ideología woke en el mundo empresarial se ha vuelto insostenible, produciendo lugares de trabajo pendencieros, un clima irrespirable y malos resultados.

Sin embargo, Larry sigue impertérrito chantajeando a las empresas, doblegándolas a su perspectiva ideológica. La política de Black Rock, repite, no cambiará, y para 2030 (el año mágico de Davos y la ONU) al menos tres cuartas partes de las inversiones estarán destinadas a reducir drásticamente las emisiones de CO2 y a cumplir su agenda político-ideológica. Con la arrogancia de quien se siente omnipotente, señaló que las pérdidas de miles de millones de dólares debidas a la imposición de criterios ESG no significaban nada en comparación con la inmensidad de los activos gestionados. Esta afirmación demuestra que el beneficio financiero ya no es el objetivo primordial de los señores, algo que al público le cuesta entender. Los que ya lo tienen todo consideran el dinero sólo un medio: aspiran a la dominación totalitaria sobre el mundo y los hombres.

Se están sintiendo algunos crujidos, especialmente entre quienes han invertido en fondos de pensiones, cuyos rendimientos han caído significativamente también a causa de la locura de las ESG. Algunos están empezando a abandonar el barco. Vanguard, el segundo mayor fondo del mundo por activos gestionados -siete billones de dólares- se ha retirado de la iniciativa Net Zero Asset Managers patrocinada por la ONU, abandonada por la mitad de sus miembros. “La iniciativa Gestores de Activos Neto Cero es un grupo internacional de gestores de activos comprometidos a apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 o antes, en línea con los esfuerzos mundiales para limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados; y a apoyar inversiones en línea con cero emisiones netas para 2050 o antes.” (https://www.netzeroassetmanagers.org/ µ).

Las normas ESG en EE.UU. están en el centro de una guerra política con un nivel de intensidad sin precedentes. Ya se vislumbra la posibilidad de una burbuja financiera en torno al mercado de las energías alternativas, un mercado en el que los apóstoles de las ESG dirigen las inversiones. Larry Fink lamenta la politización contra los criterios ESG, como si ellos mismos no fueran criterios políticos: tira la piedra, esconde la mano, se hace la víctima. Toda una ideología muy despierta y demente.

Mientras tanto, Fink está muy centrado en el papel de Black Rock en Ucrania y en su influencia con el gobierno estadounidense. Un alto ejecutivo de su estrecha confianza, delegado para las inversiones sostenibles y las estrategias multiactivos, se ha incorporado al Departamento del Tesoro, convirtiéndose en jefe de supervisión de las finanzas federales y la banca, principal asesor en cuestiones económicas relacionadas con Rusia y Ucrania.

Fink es también uno de los maestros del mercado inmobiliario estadounidense y mundial. El Wall Street Journal afirma que Black Rock distorsiona el sector, gastando enormes sumas para comprar casas, complejos enteros, trozos de ciudades. ¿Su objetivo? Subir los precios, dificultar enormemente la propiedad de la vivienda, crear una generación de inquilinos. El paladín de la justicia social expulsa a las clases trabajadoras de muchos barrios.

La fuente del dinero con el que el gobierno ucraniano paga servicios de consultoría a Black Rock -que no tiene ninguna obra de caridad en su cartera- es el dinero de los impuestos de los estados occidentales y, sobre todo, de los contribuyentes estadounidenses, obligados a pagar trece mil millones de dólares en 2022 por el esfuerzo bélico, que -palabra de Biden- continuará “mientras sea necesario”. En otras palabras, todos estamos financiando Black Rock a través del gobierno de Zelenski, al mismo tiempo que, ignorando el destino final de nuestros ahorros, proporcionamos a los amos de los fondos la liquidez necesaria para las inversiones cuya finalidad es expropiarnos de todo, empezando por nuestras casas. El suicidio por ignorancia, posible gracias a la malicia de los gobiernos y los medios de comunicación, cómplices de la agenda globalista que beneficia a unos pocos a costa de todos, como ha admitido el propio Black Rock en sus previsiones para 2023.

Es la agenda de Davos y de la ONU: Gran Reajuste igual a gran desposesión. Usted no tendrá nada y será desgraciado. Consuélese con la inclusión, la resiliencia y la fluidez sexual.

Human Ecology Fund, la misión de lavado de cerebro de la CIA

La pandemia de Covid y la guerra de Ucrania han allanado definitivamente el camino a las guerras cognitivas, un arte de guerra destinado a perdurar debido a la concomitancia de ciertos factores globales, sociales y tecnológicos.

En la guerra cognitiva, todo es o puede ser un arma: desde un canal de Telegram hasta un grupo de Facebook. Y el objetivo es único: la mente. O mejor dicho, el dominio de la mente. La ciencia ficción se vueve realidad: neuroarmas, tecnología menticida (N.delT:  Debilitamiento sistemático e intencional de la mente consciente de una persona), “candidatos manchurianos” (N.delT: “programados para ataques asesinos”). Desestabilización de sociedades enteras a través de “influencers”, plataformas sociales, blogs, ejércitos de troles y mensajería instantánea.

Los orígenes de las guerras cognitivas se remontan a una época concreta, la Guerra Fría, de la que es necesario hablar y en la que hay que remontarse para comprenderlas. Porque las técnicas, tácticas y conocimientos de los neuroestrategas actuales no son más que el fruto de acontecimientos de ayer, como elproyecto MKULTRA, los experimentos de Montreal, los estudios de Kurt Plötner, Sidney Gottlieb, William Sargant y Donald Cameron, y las investigaciones del Human Ecology Fund..

El contexto histórico

No se puede entender completamente la lógica del Human Ecology Fund, una investigación sobre el funcionamiento de la mente humana financiada por la Agencia Central de Inteligencia, sin reconstruir el contexto histórico.

Era la década de 1960, el enfrentamiento con la Unión Soviética había alcanzado su punto álgido y Estados Unidos, presa al miedo de los rojos, temía la propaganda invisible del enemigo y está convencido de que hay quintas columnas por todas partes: desde el Pentágono hasta Hollywood. La sociedad estaba en ebullición, la próxima explosión de movimientos contraculturales estaba en el aire y en las salas de control se discutía la manera de convertir el reto del cambio social en curso en una oportunidad.

Fue en el contexto de las tensiones interraciales, las máximas manifestaciones pacifistas y la violencia política de los turbulentos años sesenta cuando la Casa Blanca delegó en Langley la tarea de encontrar una solución a la infiltración de propaganda soviética en Estados Unidos. Una solución que los psicoguerreros de la CIA trataron de encontrar en el emergente campo de los estudios cognitivos.

Ecología humana o ingeniería social

Poco se sabe de este  “Fondo de Ecología Humana”, uno de los programas más secretos de la CIA hasta la fecha. Fechas, nombres, cifras… todo sigue siendo un misterio. Y eso, por supuesto, ha alimentado las teorías conspirativas.

El HEF se fundó en 1955, con el nombre de Society for the Investigation of Human Ecology, en el seno del Departamento de psiquiatría de la Universidad de Cornell. El neurólogo Harold Wolff dirigía esta entidad, que oficialmente se centraba en el estudio de las técnicas de interrogatorio persuasivas.

En 1957, tras sólo dos años, Wolff fue destituido de su cargo y sustituido por James Monroe, un militar con experiencia en guerra psicológica, y Carl Rogers, uno de los psicólogos más eminentes de la época. Langley, en particular, estaba interesado en una aplicación militar de las teorías de Rogers sobre la terapia no directiva.

Habría sido posible hacer que la gente actuara contra su voluntad, por ejemplo revelando secretos sin darse cuenta y sin necesidad de duros interrogatorios. Los psicoguerreros del HEF estaban convencidos de ello. Y la CIA leía sus informes periódicos con optimismo, de ahí la decisión de ampliar los colaboradores del HEF -desde la Oficina de Investigación Naval hasta el Fondo Geeschickter para la investigación médica- y de extender el alcance de las investigaciones -desde la simple psicología hasta el uso de narcóticos y psicodélicos, incluida la dietilamida del ácido lisérgico (LSD).

Los resultados

En un momento dado, en el apogeo de la investigación, el destino del HEF se enmarañó con el infame Allen Memorial Institute de la Universidad McGill, escenario de experimentos concomitantes de lavado de cerebro llevados a cabo en Montreal como parte de otro proyecto mental de la CIA: MKULTRA. Con resultados respetables.

En los laboratorios del HEF, que a menudo coinciden con las celdas de instituciones psiquiátricas, se pusieron a prueba, se llevaron al extremo y se superaron las teorías sobre ingeniería social y manipulación mental. Pacientes catatónicos vueltos a la normalidad. Pacientes sanos reducidos a la catatonia. Experimentos sobre bombardeo psicológico, resistencia al estrés, orientación psíquica y modificación del comportamiento. Todo en nombre de la lucha contra el comunismo.

A pesar de los éxitos pregonados por los neurólogos y psicólogos del HEF, la CIA habría ordenado la interrupción de las obras en 1965. Tal vez para fundirlos en el caldero de MKULTRA. O tal vez para continuar sus investigaciones en el mayor secreto, bajo la cobertura del fin de las operaciones.

Emanuel Pietrobon 

Gates, OMS, CDC y los parches de vacuna Peel & Stick

Los parches de microagujas pueden producirse en masa, enviarse por correo a hogares de todo el mundo y los destinatarios pueden autoadministrarlos. Los parches despegar y pegar se pueden adaptar a cualquier tipo de vacuna, incluida la tecnología de terapia génica de ARNm. Todos estos afectan y cambian las funciones del cuerpo y especialmente el sistema inmunológico. Si el objetivo es crear Humanidad 2.0, entonces este sistema de entrega es “innovador”.

¿Por qué las grandes farmacéuticas y la industria de la biodefensa estarían interesadas en los parches de pelar y pegar? Porque elimina por completo al intermediario, es decir, al sistema de salud. Es “directo al consumidor” y todavía tiene el mismo efecto. Además, amplía enormemente el mercado potencial.

Gavi, Vaccine Alliance, la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Bill & Melinda Gates se encuentran entre esas organizaciones que impulsan una nueva tecnología de vacunas que utiliza parches en lugar de agujas para maximizar el alcance de las vacunas en “los lugares más remotos”.

Una nueva tecnología de vacuna que utiliza parches en lugar de agujas se describe como “innovador,” un “cambiador de juego” y tener el potencial de “transformar la cobertura de vacunación en países de bajos ingresos”.

Respaldado por jugadores globales, incluido el Organización Mundial de la Salud (QUIEN) Gavi, la Alianza de Vacunas y  Fundación Bill y Melinda Gates, entre otros, los parches de micromatrices que contienen vacunas (VMAP), también conocidos como “parches de micromatrices” o “parches de microagujas”, han sido los tema de docenas of artículos científicos en los últimos años.

Los supuestos beneficios de tales “parches de vacunas”, para todo, desde sarampión y rubéola (MR) a varias vacunas de ARNm — se están promoviendo ampliamente a pesar de que se han completado pocos ensayos clínicos y los reguladores aún no han aprobado ninguna vacuna de este tipo.

Expertos científicos y médicos que hablaron con The Defender planteó preguntas sobre la tecnología y advirtió sobre los peligros potenciales.

Barbara Loe Fisher, cofundadora y presidenta de la Vacuna contra el Centro Nacional de Información y coautor del libro de 1985 “DPT: Un disparo en la oscuridad”, dijo a El Defensor:

“Ya sea que se administre con una aguja o un parche, un VMAP es un producto biológico que manipula atípicamente el sistema inmunitario para provocar fuertes respuestas inflamatorias que pueden provocar lesiones o la muerte de quienes lo reciben.

“Si observa la literatura médica que describe los parches de vacunas con microagujas, lo que ve es mucha exageración acerca de lo fácil que será para los vacunadores colocar un parche en la piel de un niño en lugar de usar una aguja, y cómo el ‘indoloro El parche puede reducir la vacilación de la vacuna”.

Fisher dijo que las dudas sobre las vacunas “nunca se han tratado de cómo se entrega el producto”. En cambio, “siempre se ha tratado de la falta de pruebas que demuestren la seguridad”.

Brian Hooker, Ph.D., PE, director sénior de ciencia e investigación de Defensa de la salud infantil, dijo que el término “parche de vacuna” también puede ser engañoso, ya que podría confundirse con los parches de nicotina para fumadores.

Hooker le dijo a The Defender:

“El término ‘parche de vacuna’ es engañoso porque esta tecnología de microarrays no se parece en nada a otros sistemas de administración de nicotina u hormonas basados ​​en parches. Este ‘parche’ todavía rompe la piel para administrar la vacuna líquida que está contenida en la matriz de la micromatriz.

“Como tal, no entiendo muy bien cómo se entregará este sistema de inyección a los pacientes y padres para que administren la vacuna directamente. Eso parece bastante arriesgado.

“Desafortunadamente, volver a empaquetar las mismas vacunas en esta plataforma diferente no mejora su seguridad, ya que parece más una estratagema para convencer a los consumidores de lo contrario”.

Los patrocinadores de VMAP buscan ‘convertir las vacunas en vacunas’

Los VMAP pueden “superar muchos obstáculos y cuellos de botella que enfrenta la administración de vacunas intradérmicas, maximizando así el alcance de las vacunas al lugares más remotos para convertir las vacunas en vacunación”, según un artículo publicado la semana pasada por Gavi.

Según UNICEF, “Los VMAP pueden aumentar la cobertura de vacunación al aumentar la aceptabilidad por parte de los cuidadores y los receptores, y administrar las vacunas de manera más rápida y sencilla con trabajadores de la salud mínimamente capacitados” y pueden “mejorar sustancialmente la productividad y la resiliencia de los gobiernos para ampliar la cobertura de inmunización”.

La posición de UNICEF refleja la de la OMS, la Fundación Gates y la Iniciativa Clinton para el Acceso a la Salud: “La gran puesta al día”, descrito como “el mayor esfuerzo de inmunización infantil jamás realizado”, con la intención de revertir “las disminuciones en la vacunación infantil registradas en más de 100 países desde la pandemia”.

UNICEF dijo que se está “enfocando en impulsar la investigación, el desarrollo y la escala de los VMAP”, incluida la “identificación de barreras para escalar e investigar la necesidad de incentivos de atracción del mercado para despertar el interés y el respaldo de los fabricantes de vacunas”.

Sin embargo, los reguladores aún no han aprobado ningún VMAP, según Gavi, que afirma que, en la actualidad, “un parche de vacuna contra el sarampión y la rubéola ha completado los ensayos clínicos de fase 1/2. Se planean dos ensayos clínicos adicionales de fase 1/2”.

“Algunas vacunas contra el COVID-19 y la gripe también están entrando en ensayos de Fase 1/2, y otras vacunas como la del VPH están en proceso. preclínico evaluación, “

Según Gavi, los datos de las Fases 1 y 2 del primer ensayo clínico de VMAP en niños fue compartida en mayo durante la Conferencia Microagujas 2023 en Seattle y entregó “resultados prometedores”.

El ensayo, realizado en Gambia con 45 adultos, 120 niños pequeños de 15 a 18 meses de edad y 120 bebés de 9 a 10 meses de edad, “evaluó la seguridad, la inmunogenicidad y la aceptabilidad” de una vacuna MR administrada por tecnología de micromatrices desarrollada por Atlanta micrones biomédicos.

La vacuna en sí fue desarrollada por el Instituto del suero de la India, el mayor fabricante de vacunas del mundo por número de dosis producidas y vendidas. El Serum Institute produce la vacuna COVISHIELD COVID-19, así como más de la mitad del mundo vacunas administradas a los bebés.

El Serum Institute, junto con Bill Gates, están nombrados como acusados en un par de pleitos presentados por familiares de víctimas fallecidas de lesiones por vacunas en India.

Visualizar un futuro en el que ‘parches de vacunas podrían enviarse por correo directamente a los hogares de las personas’

La falta de ensayos clínicos completados con éxito no ha impedido que los defensores de los VMAP afirmen que esta tecnología brindará una amplia gama de beneficios.

Según Gavi, los VMAP son “sin agujas y predosificado”, simplificando la administración de vacunas, que luego pueden “ser realizadas por voluntarios mínimamente capacitados”.

Gavi también afirma que los VMAP “son más seguros ya que superan los riesgos relacionados con los errores operativos” durante la administración, como los errores de dosificación y las lesiones por pinchazos con agujas.

Los VMAP son “más fáciles de distribuir”, según Gavi, debido a su peso ligero y “termoestabilidad mejorada” que aborda “el problema de los requisitos de almacenamiento de vacunas” y elimina “la necesidad de cadenas de frío”.

Además, Gavi afirma que “el menor nivel de dolor experimentado durante la administración de MAP ayudaría a reducir la vacilación de la vacuna y aumentaría la aceptabilidad de la vacuna”.

“Existen dificultades para llegar a la última milla con las vacunas inyectables actuales, ya que dependen de una cadena de frío funcional y de la administración por parte de personal bien capacitado… Además, la mayoría de las vacunas se administran mediante inyecciones que pueden causar dolor y la incomodidad que conduce a la vacilación”, afirma Unicef.

La empresa consultora de salud Avalere dijo que los VMAP brindan “el potencial para menores costos de atención médica”, “mayor cumplimiento debido a la aplicación conveniente y sin dolor”, son “ideales para pacientes con fobias a los pinchazos de agujas o dificultad para tragar” y son “más fáciles para niños, personas mayores y pacientes que requieren atención compleja”.

Según CEPI, los VMAP “podrían permitir un futuro en el que los parches de vacunas podrían enviarse por correo directamente a los hogares de las personas, lugares de trabajo y escuelas, evitando el retraso y las molestias de la programación y administración tradicional de vacunas con aguja y jeringa”.

CEPI se describe a sí mismo como “una asociación global innovadora entre organizaciones públicas, privadas, filantrópicas y de la sociedad civil lanzada en Davos en 2017 para desarrollar vacunas para detener futuras epidemias”.

VMAP propuestos para una amplia gama de vacunas, incluidas las inyecciones de ARNm

Los defensores de VMAP dicen que los supuestos beneficios de esta tecnología pueden traducirse en última instancia en actuar como un “ruta de entrega ventajosa para las vacunas existentes”, incluyendo influenza, toxoide tetánico, MR, hepatitis B y “biológicos y moléculas pequeñas”.

Según la OMS, un VMAP para la vacuna MR puede ser “potencialmente favorable”, con “ventajas operativas percibidas que, en última instancia, podrían aumentar la cobertura equitativa y facilitar la administración de la vacuna en áreas inaccesibles”.

Para la misma vacuna, un artículo del 16 de enero en el Frontiers in Public Health  afirma que, dado que la cobertura de vacunación para el sarampión y la rubéola “se ha estancado”, se anticipa que los VMAP “ofrecerán ventajas programáticas significativas a las opciones de agujas y jeringas” y conducirán a una mayor cobertura de vacunación, con una “demanda significativa esperada para MR-MAP entre 2030 y 2040 .”

Y el 17 de enero, CEPI lanzó pruebas preclínicas para un “parche de microarrays de alta densidad… para evaluar su estabilidad, seguridad e inmunogenicidad y para evaluar su potencial como una tecnología de respuesta rápida para vacunas de ARNm de formulación seca termoestables”.

Según CEPI, esta iniciativa surgió de su convocatoria de propuestas de enero de 2022, como parte de su “objetivo estratégico más amplio de aprovechar tecnologías innovadoras para mejorar la velocidad, la escala y el acceso al desarrollo y la fabricación de vacunas en respuesta a amenazas de epidemias y pandemias. ”

Gates, Banco Mundial, Foro Económico Mundial conectados con los defensores de VMAP

Si bien Gavi afirma que “se necesitan inversiones para financiar instalaciones de fabricación a escala piloto” para VMAP, Gavi y otras entidades que están promoviendo activamente esta tecnología están respaldadas o conectadas con algunos de los inversores más destacados del mundo, así como principales organizaciones mundiales.

Gavi lo dice”ayuda a vacunar a casi la mitad de los niños del mundo contra enfermedades infecciosas mortales y debilitantes”. Se estableció en 1999, con la Fundación Gates como uno de sus cofundadores y uno de sus cuatro miembros permanentes de la junta.

Gavi mantiene una alianza central con UNICEF, el Banco Mundial y la OMS, que incluye a Gavi en su lista de “partes interesadas relevantes,” mientras que la Fundación Rockefeller también es un socio y miembro de la junta – Y ADN donante — a Gavi.

Las conexiones relacionadas con Gates se extienden al presidente y director ejecutivo de PATH nikolaj gilbert, quien es miembro de Desafío Seattle, descrito como “una alianza de directores ejecutivos de los empleadores más grandes del área de Seattle, incluidos Microsoft, la Fundación Bill y Melinda Gates, Starbucks y Boeing”. Anteriormente se desempeñó como director de Big Pharma empresa Novo Nordisk.

Según  Informe anual de PATH 2021, la organización está financiada por organizaciones como la Fundación Gates, el Fondo Benéfico Schwab y el Vanguardia Charitable Endowment, además de las Naciones Unidas, Gavi, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el Banco Mundial y la OMS.

PATH también ha recibido financiación de la Fundación Gates, la Fundación Rockefeller, Google y el Banco Mundial para proyectos de vacunas en países como India.

La Fundación Gates es también una co-fundador de CEPI, junto con la Wellcome Trust y  Foro Económico Mundial (FEM). De hecho, CEPI se fundó en Davos, Suiza, sede de la reunión anual del FEM. Su director ejecutivo, el Dr. Richard J. Hatchett, fue anteriormente director interino de EE. UU. Autoridad Biomédica de Investigación y Desarrollo Avanzado.

Varios miembros de la junta de CEPI también están conectados con entidades como la Fundación Gates.

Por ejemplo, la Dra. Anita Zaidi es presidenta de igualdad de género, directora de desarrollo y vigilancia de vacunas y directora de programas de enfermedades entéricas y diarreicas en la Fundación Gates, mientras que el miembro sin derecho a voto Gagandeep “Cherry” Kang, MD, Ph.D. ., es presidente del Grupo de Trabajo Conjunto de la fundación.

Miembro sin derecho a voto El Dr. Juan Pablo Uribe es el director global de Salud, Nutrición y Población y director de la Facilidad de Financiamiento Global para Mujeres, Niños y Adolescentes del Banco Mundial.

doctor mike ryan, también miembro sin derecho a voto, es el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, que ganó prominencia mundial durante la pandemia de COVID-19 a través de su participación en las sesiones informativas de la OMS.

Y el miembro sin derecho a voto Dr. L. Rizka Andalucía es el director general de Dispositivos Médicos y Farmacéuticos en el Ministerio de Salud de Indonesia. En noviembre de 2022, el Ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin, en la Reunión del G20 en Bali, pidió un “certificado sanitario digital reconocido por la OMS” que permitiría al público “moverse”.

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