Category Archives: Uncategorized

Movimientos en la cima: Los Megafondos dejan la alianza climática de la ONU y otros apuntes

Parece ser que algo empieza a moverse por las altas esferas. A finales del año pasado, Jacob Rothschild (fallecido recientemente y vinculado al fondo Black Rock), anunciaba que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU no se iban a aplicar, al menos no todos. Hablaba el jefe, dicho y hecho, JPMorgan Chase y Black Rock, los grandes fondos de inversión a nivel mundial, anunciaron el mes pasado su distanciamiento sobre la participación en la alianza climática de Naciones Unidas, creada para «combatir el calentamiento global» mediante acuerdos de sostenibilidad.

JP Morgan Chase explicó, a través de un comunicado oficial, que abandonaría el grupo inversor denominado «Climate Action 100+». Black Rock, por su parte, junto a State Street, han señalado que las «iniciativas climáticas de la alianza han ido demasiado lejos», motivo por el cual, se han mostrado preocupados y reticentes a la hora de seguir invirtiendo en la alianza.

Black Rock ya ha cerrado su negocio estadounidense de Climate Action 100+, trasladando su participación en la alianza internacional a un reducido grupo de acciones dirigidias a la descarbonización.

State Street ha señalado que la salida de la alianza se debe a que los compromisos que se acordarán en la fase 2 del Climate ACtion 100+ «entraban en conflicto con las políticas de inversión internas de la emrpesa».

Climate Action 100+ se fundó formalmente en diciembre de 2017 en el seno de Naciones Unidas, como una manera de poner de acuerdo a los principales fondos del sector privado a nivel mundial. La iniciativa ha entrado recientemente en la denominada «Fase2», que ofrece más formas de participar a los inversores.

Según apunta la Gaceta.es, el contexto político actual ha cambiado con respecto al de 2017, cuando se fundó la alianza. Nos encontramos ahora con el denominado movimiento anti EGS (Enviromental, Social y Governance, por sus siglas en inglés), que cada vez tiene más fuerza en Estados Unidos y que en Europa, puede ser visible ya en las revueltas de los agricultores.

Es, en definitiva, la protesta cada vez más extendida contra el globalismo impuesto por la conocida «Agenda 2030» que se plantea a través de medidas como el «Pacto Verde», tan denunciado por los agricultores, ganaderos y pescadores.

No ha sido el único y “sorprendente” anuncio, recientemente, cada vez más países se suman a la crítica a Israel por su genocidio en Gaza, de hecho, según Andrei Devyatov (coronel retirado de la inteligencia del Ejército Ruso), Putin, quien hace poco se reunió con Hamas, rompiendo su silencio, y ha ordenado a Rusia pedir el alto el fuego en la ONU, se habría rebelado a la organización Jabad Lubavitch, poderoso grupo de presión sionista (que tiene entre sus aliados y/o adherentes a personalidades como Donald Trump, al menos mientras fue presidente de USA, o Robert Kennedy Jr, además de al propio Putín hasta hace poco, y entre sus marionetas, a Volodimir Zelensky y al argentino Javier Miei) al que hasta hace poco se adhería. Al parecer, los signos de esta rebeldía serían, además de su última posición pública a favor de Palestina (rompiendo su tradicional silencio a este respecto) y de la solución de los dos estados para la región, haberse negado a asistir a la celebración del Hanukka en la sede de esta importante asociación; dicha asistencia simbólicamente significa un acto público de adhesión (o incluso sometimiento) a este lobby, desde el punto de vista de la criptopolítica, con lo que al rechazar la invitación, supondría una afrenta. También es indicador de rebelión haberse reunido con Emiratos Árabes, Irán y Arabia Saudí y estar impulsando los BRICS+ con países árabes. Según el propio Devyatov, el atentado en Moscú de marzo de 2024, habría estado orquestado por dicha sociedad en represalia a la rebeldía de Putín

Los países del BRICS+, según el geoestratega y responsable del proyecto IIRSA (un devastador y ecocida proyecto de infraestructuras en América Latina, a la altura de aberraciones como el tren maya o las carreteras andinas que tienen previsto perforar dicha cordillera para permitir el paso de las mercancías industriales capitalistas) Andres Nievas, serán los impulsores del nuevo imperio: una suerte de federación de consulados regionales imperiales, al mando cada uno de un sátrapa que rinda obediencia al Imperio Británico, imperio que está decidido a dejar caer la unipolaridad estadounidense y a su hasta ahora brazo armado para sustituirla por un imperio desglobalizado y descentralizado, con hegemonía China. Parece ser que Putin también se opondría a esto, no por filantropía, sino por no querer ser cónsul de ningún emperador y buscar la autonomía del, por él y sus patrocinadores, deseado Nuevo Imperio Ruso, en convivencia con el Británico.

Otro de los síntomas que demuestran que algo está cambiando es también cómo Ucrania empieza a ser abandonada a su suerte pese a la retórica belicista europea. Varias fuentes indican que el reyezuelo de Francia, Macron, fiel empleado de la banca Rothschild, estaría dispuesto a entra con su ejército en Ucrania pero no para reconquistarla y pelear con Rusia, sino para una repartición del reino de la marioneta Zelenski, entre Rusia y la UE.

Cómo afectará todo esto al Tratado de Pandemias que nos están preparando los próceres de la OMS, ¿saldrá adelante o ya no será necesario? Porque hay que recordar que pese a que haya enfrentamientos imperiales y entre élites, la Cuarta Revolución Industrial nos la vamos a comer, sí o sí, bajo un formato u otro, con una u otra gestión, salvo que las masas se amotinen y digan basta, lo cual de momento parece algo difícil, pese a haber algunos signos de esperanza. El gobierno mundial posiblemente también nos lo comamos con patatas, quizás no en forma de gobierno central único y unipolar, sino en forma de federación articulada por la ONU, con el beneplácito de las nuevas potencias y las mega corporaciones, o tal vez en alguna otra variante pero parece que el asunto tira para adelante. ¿Qué sucederá? Pase lo que pase, no tengan miedo y crean en sí mismos, dentro del individuo consciente está la verdad.

TerraIndomita

Fuentes

Bea Talegón (https://diario16plus.com/los-grandes-fondos-de-inversion-abandonan-la-alianza-climatica-de-naciones-unidas/)

Andrei Devyatov (http://www.verdadypaciencia.com/2024/03/andrei-devyatov-la-sincronizacion-de-la-politica-con-la-voluntad-del-cielo-y-los-operadores-del-plan-de-salomon.html)

Andres Nievas (https://terraindomita.blackblogs.org/2024/01/22/el-tablero-multipolar-y-los-brics-un-instrumento-clave-para-establecer-el-nuevo-orden-mundial/)

Somos más idiotas que nunca

Las pantallas y el uso de dispositivos digitales nos están haciendo idiotas, cada vez más y más idiotas. Estar pegado a una pantalla acarrea graves problemas cognitivos. Entre los dos y los 18 años un chaval occidental pasa delante de una pantalla el tiempo equivalente a 30 cursos escolares.

El uso de los dispositivos digitales está teniendo un efecto devastador en la inteligencia, en el poder de memorización, en el uso del lenguaje, en la capacidad de pensar, de razonar… Las capacidades cognitivas están experimentando el descenso más pronunciado que se haya producido nunca en la historia de la humanidad. Mark Bauerlein, profesor de la Universidad Emory en Atlanta (Georgia), sostiene que esta es la generación más estúpida que haya habido nunca.

Pero es posible acabar con los cretinos digitales. Por ejemplo leyendo. La lectura tiene numerosos beneficios para el desarrollo intelectual, emocional y social de los niños.

Leer nos hace más humanos y más inteligentes. Leer nos hace más inteligentes en términos de intelecto, pero también de inteligencia social y emocional. Leer es fundamental para tener buenos resultados académicos, pero no somos conscientes de lo importante que es leer para toda nuestra existencia. Subestimamos enormemente lo valioso que es leer. Leer mejora muestra inteligencia emocional, social y cognitiva.

Habrá quien diga que hoy se lee mucho pero en pantallas… Eso no es verdad. El tiempo que pasamos leyendo en internet es realmente muy poco, apenas unos minutos al día. De todo el tiempo que pasamos frente a pantallas, leer representa únicamente entre un 2 y un 3%, lo que supone únicamente unos pocos minutos al día. Un amigo terapeuta suele decir que su hijo es bilingüe, en el sentido de que domina la lengua oral y la lengua escrita. Y, efectivamente, son cosas distintas. El lenguaje escrito es más rico y transmite más conocimiento que el lenguaje hablado. Si se comparan libros de ficción -incluso libros de ficción para jóvenes- con las conversaciones de adultos -adultos incluso con títulos universitarios- se observa más riqueza en los libros, riqueza en términos de lenguaje pero también de conocimiento. Y lo mismo ocurre si se compara el lenguaje de libros con el de series o películas.

En los libros hay mucha más riqueza de léxico que en el lenguaje hablado y un léxico más complejo, porque si un amigo me pregunta cómo estoy va a recibir mucha información a través de mi aspecto, de mi lenguaje facial, del tono de mi respuesta… Pero si tengo que decirle por escrito cómo me siento, tengo que usar muchísimas más palabras porque tengo que describir todo eso que no se ve. Por eso los libros son ricos en léxico, porque en ellos hay que describir sentimientos y emociones que en el lenguaje oral con frecuencia no es necesario explicitar. Hay por ejemplo un estudio que estima que en los libros infantiles una de cada cuatro palabras está relacionada con las emociones. Y, por supuesto, en los libros no solo hay más léxico que en el lenguaje oral, sino también más gramática: la sintaxis es mucho más compleja, las frases son más largas, hay más subordinadas y más oraciones pasivas… Además, hay muchas palabras que solo se emplean en el lenguaje escrito y que, por tanto, solo pueden aprenderse si se leen.

“Cada vez que un niño se expone a un millón de palabras, aprende unas mil. Para alcanzar un millón hay que leer entre 10 y 15 libros”

Leer novelas gráficas y cómics no tiene el mismo efecto que leer libros tradicionales. Es una cuestión de volumen: los estudios estiman que cada vez que un niño se expone a un millón de palabras, aprende unas mil. Para alcanzar un millón de palabras hay que leer entre 10 y 15 libros normales. Pero en los cómics y en el manga hay mucho menos vocabulario, así que para llegar a ese millón de palabras hay que leer cientos de ellos. Eso no significa que los cómics y el manga no estén bien, enseñan cosas, por supuesto, enseñan por ejemplo a desarrollar la imaginación. Pero en términos de lenguaje, de capacidad lectora y de resultados académicos, los beneficios que proporcionan son muy pobres en comparación con los libros. Y hay algunas entradas escritas en redes sociales y en blogs cuyo lenguaje es tan pobre que no solo no aportan beneficios, sino que son perjudiciales y tienen un efecto negativo.

La lectura nació hace unos 5.000 años, cuando surgió la escritura. El lenguaje es mucho más antiguo y gracias a la evolución está inscrito en nuestro patrimonio genético y se apoya en una organización neuronal previamente establecida. Pero la lectura, al ser mucho más reciente, tiene que ir cavando su surco en los meandros de una árida arborescencia cerebral. Leer nos parece sencillo, pero es fruto de un proceso lento y complicado, hay que descodificar los signos, transformarlos en sonidos, unir los sonidos y formar sílabas, palabras, frases y párrafos y entender su significado. En ese sentido, la velocidad de lectura es importante, el número de palabras que lee una persona en un minuto, por supuesto entendiendo lo que lee. Un lector eficiente lee unas 280-300 palabras por minuto. Se han hecho estudios, se ha hecho seguimiento de niños desde el colegio hasta la universidad para ver cuánto se tarda en adquirir las competencias de un lector eficiente, y el resultado es que se tarda unos 20 años. En los últimos 50 años la velocidad de lectura se ha reducido considerablemente, algo que se observa sobre todo en la educación secundaria.

En España, como en Francia, alrededor del 50% de los niños son lectores muy, muy débiles, con problemas de comprensión lectora. Los resultados del último informe PISA son catastróficos, y España no es ninguna excepción. Si se comparan los resultados de 2022 con los de 2015, la caída es tan grande que equivale a que los chavales hubieran perdido un año escolar completo, los que estaban por ejemplo en cuarto de la ESO en 2022 se encontraban al nivel que en 2015 tenían los de tercero de la ESO. En España, como en Francia, alrededor del 50% de los niños son lectores muy, muy débiles, con problemas de comprensión lectora. En el anterior informe PISA se planteó una pregunta sobre unos árboles que los alumnos habían estado estudiando durante nueve meses y cuya respuesta conocían, pero más del 50% de los niños de 13 años no fueron capaces de responder correctamente a la pregunta porque no la entendían. Cada vez hay menos comprensión lectora en España, en Francia, en Alemania, en prácticamente todos los países occidentales. Y eso es dramático no solo para los niños, sino también para los países, porque los estudios muestran que los países con más educación son los que tienen más crecimiento. Los resultados de PISA muestran una caída enorme en la preparación en Europa, sobre todo en comparación con los países asiáticos. Y si no hacemos algo, las consecuencias económicas serán graves.

En la novela 1984 de George Orwell, por ejemplo, se impulsa una neo-lengua muy pobre con fines represivos, basada en la idea de que aquello que no se nombra no puede ser pensado. Pero hay varias distopías, la de Orwell, la de Huxley en Un mundo feliz, la de Bradbury en Fahrenheit 451… Bradbury decía que no era necesario quemar libros, que bastaba con conseguir que la gente no los leyera. Y en esas estamos. Los libros nos enseñan a pensar el mundo, y si no leemos careceremos del conocimiento mínimo para entenderlo. Y claramente leer menos nos hace también más permeables, más manipulables.

Michel Desmurget

Investigador y escritor francés especializado en neurociencia cognitiva

¿Cómo se impone la censura total a la humanidad?

Valery Illyin

A principios de este año, los autores del Informe de Riesgos Globales de Davos 2024 identificaron la “información errónea y la falta de información correcta” como los riesgos globales más grandes y graves en el futuro cercano. Y los expertos de Davos colocaron por primera vez la desinformación en el primer lugar entre los riesgos globales. Así se afirma en el Informe de Riesgos Globales publicado el 10 de enero , elaborado por el WEF – Foro Económico Mundial.

Al mismo tiempo, Ursula von der Leyen y la vicepresidenta de la Comisión Europea, V. Zhurova, anunciaron la creación de una nueva “ley digital” que regularía todas las redes, plataformas y servicios de la Unión Europea y garantizaría un control y restricción exhaustivos de el acceso de los ciudadanos a cualquier información que sea incorrecta y no leal a los aliados globales. También se expresó la idea de equiparar a todos los complotistas – “partidarios de teorías de conspiración que siembran pensamientos desagradables sobre la Unión Europea, sus intenciones y sus aliados” – con terroristas. Esta ley, que efectivamente impone a los europeos la censura total de todos los medios de comunicación, entró en vigor para la UE el 17 de febrero de 2024.

Al mismo tiempo, se supo que se están preparando para introducir censura contra los medios extranjeros en Israel. El Times of Israel informó que la Knesset aprobó en primera lectura un proyecto de ley que permite al gobierno restringir el trabajo de los medios de comunicación extranjeros. Se supone que si el Ministro de Defensa considera que el trabajo de cualquier medio de comunicación extranjero representa una amenaza para la seguridad de Israel, su trabajo en el país será terminado, sus oficinas serán cerradas y su equipo será confiscado.

El WEF anunció a finales de otoño que uniría fuerzas con la ONU para monitorear/restringir la libertad de expresión en Internet. Incluso entonces, los miembros no electos de estas dos organizaciones globalistas se posicionaron abiertamente como censores globales de los reguladores de la libertad de expresión. Para entonces, defensores del Foro Económico Mundial y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dijeron que habían desarrollado un “conjunto de herramientas de seguridad digital” que querían imponer a los gobiernos soberanos.

Al mismo tiempo, la UE enfatizó que el conjunto de herramientas fue desarrollado para combatir el “discurso de odio” y el “ciberbullying”, y en Israel se introdujo una pena de prisión por leer contenido prohibido, ya que la Knesset aprobó entonces un proyecto de ley que preveía un año de prisión. prisión por leer propaganda de organizaciones terroristas (no se pueden ver videos, leer, dar me gusta o volver a publicar mensajes, etc.).

Cybercerbers Schwab & Co. de la ONU, la UNESCO y el FEM insisten en que las “reglas” que están impulsando garantizarán que su versión de Internet sea la única forma “confiable” de informar y proteger contra la desinformación. El jefe de la OMS, el terrorista patentado por Washington, T. Ghebreyesus, también pide un aumento global de la censura con el pretexto de otra “catástrofe pandémica”.

Para ello, recuerda periódicamente que la OMS está interesada en la pronta entrada en vigor del llamado Tratado global contra la pandemia y quisiera que los Estados miembros de la ONU aceleraran el proceso, ya que esto otorgará a la OMS no sólo nuevos poderes en el campo de la política sanitaria, sino que también permitirá combatir la llamada “desinformación” mediante una supervisión estricta.

Al mismo tiempo, Ghebreyesus llama a los países a darse prisa y completar el trabajo sobre el documento, ya que “otra pandemia o emergencia sanitaria global podría surgir en cualquier momento, como ocurrió en 2019”. El director general de la OMS se queja de que la “difusión de información errónea” está erosionando “la fe en nuestras instituciones”. Esta es una vieja canción que los grupos globalistas detrás del principal terrorista médico del planeta están constantemente tratando de imponer al mundo. Su mensaje es este: no fueron sus “instituciones” y planes los que fracasaron en primer lugar, sino la “desinformación” la que los hizo fracasar. Y ahora la tarea es cómo convencer a la gente de que todo está en orden, así como de la necesidad de combatir la “desinformación” con la ayuda de una censura aún mayor y total.

Ésta es precisamente la posición que mantiene Ghebreyesus, como afirmó, entre otras cosas, durante un discurso especial en vídeo dirigido a los participantes en la cumbre de la OMS celebrada en Alemania. Declaraciones consonantes también las hacen algunos de sus cómplices que dirigen los sistemas nacionales de salud. Por ejemplo, al ministro de Sanidad alemán, Lauterbach, le preocupa mucho que los arquitectos de la “nueva normalidad” se enfrenten ahora a una “pandemia de información”, cuando todo está en entredicho, lo que les dificulta mucho imponer su agenda a la humanidad.

Para apoyar a sus cómplices de la OMS y el FEM, a principios del verano pasado personas de ideas afines de la ONU declararon peligrosos todos los temas que no les gustaban, llamándolos “teorías de conspiración”. Desde entonces, cualquier ciudadano respetable, desde el punto de vista de Schwab, Gates y otros cabilderos de la “nueva normalidad”, debe partir del hecho de que no hay una élite mundial, ni globalistas que manipulen en secreto los acontecimientos que tienen lugar en el mundo, los poderes fácticos son exclusivamente personas honestas, solidarias y abiertas, y Soros, Gates, los Rothschild, el Estado de Israel, etc. no pueden de ninguna manera conectarse con ninguna “supuesta conspiración”.

Bueno, si te encuentras con una persona que afirma algo como esto, entonces debes “tomar medidas” inmediatamente e informar “cuando corresponda” a las estructuras de la “policía del pensamiento” local o al nuevo sistema de verificación de hechos del iVerify de la ONU. Esta herramienta automatizada de “verificación de hechos” fue desarrollada en colaboración con la ONU y Facebook, con la participación financiera de las entidades de Soros. El sistema está diseñado “para combatir la desinformación en todo el mundo” y cuenta con el apoyo activo de Google, que, a partir del segundo semestre de 2023, introducirá la censura según las directrices de la OMS, el FEM y la ONU en áreas como: pandemias y covid-19, grandes compañías farmacéuticas y las grandes farmacéuticas, los globalistas y un gobierno mundial, el Banco Mundial, la migración masiva, etc. Ahora todo esto estará sujeto a una censura aún más poderosa. Lo que la gente pasó antes (bloqueo, eliminación de cuentas, baneos en la sombra) fue solo un ensayo o, si se quiere, una prueba del sistema, porque si las conspiraciones no existen, entonces ¿por qué “luchar” contra ellas con tanto celo, por qué tener miedo?

La nueva política de censura global de Google, “Herramientas de verificación de datos”, para eliminar la disidencia sobre cualquier tema que elija la corporación, se dio a conocer el 7 de agosto de 2023. Al mismo tiempo, Google anunció planes para excluir por completo a todos los medios independientes de los resultados de búsqueda. Según LaToya Drake, directora del Google News Lab, Google está colaborando en el desarrollo de una nueva herramienta de censura con la ONU, la OMS y otras organizaciones. Casi inmediatamente después, el 15 de agosto, YouTube actualizó sus políticas de información de salud y decidió eliminar cualquier contenido que entre en conflicto con las recomendaciones de las autoridades sanitarias para la prevención y transmisión de determinadas afecciones, incluidas las vacunas.

Las figuras del régimen de Kiev inmediatamente quisieron aprovechar la censura total y la desinformación impuesta a la humanidad en el ciberespacio. Para ello, el pasado otoño la esposa del presidente de Ucrania, Elena Zelenskaya, incluso celebró una reunión especial con representantes de Google, a quienes expresó los siguientes deseos y anhelos de las actuales autoridades ucranianas: desrusificar los resultados de búsqueda en Google. y recomendaciones en YouTube; cambiar la entrega automática de contenido recomendado y popular para ucranianos de ruso a ucraniano y europeo; desconectar a Ucrania de su afiliación geográfica con la CEI: Mostrar Crimea para todos los usuarios de Google Maps como territorio de Ucrania.

Cuál es el resultado del deseo de censura total en los países de los llamados mil millones de oro, lo demuestran no sólo Google y las corporaciones farmacéuticas, que presionan agresivamente para “vacunar” a todos, sino también los bancos de Australia (que sirven como una especie de campo de experimentación y desarrollo de herramientas para los arquitectos de la “nueva normalidad” debido, entre otras cosas, a su especificidad geográfica), que ahora pueden cerrar una cuenta si un cliente “hace comentarios ofensivos o discriminatorios en las redes sociales”.

Ejemplo: National Australia Bank (NAB) ha establecido nuevos criterios para excluir clientes y, a partir del 1 de noviembre de 2023, podrá prohibir a los clientes utilizar sus servicios “si afectan negativamente el bienestar emocional de otra persona”. ¡Esto incluye a los clientes que realizan “publicaciones o comentarios ofensivos o discriminatorios” en línea o que causan “daño mental” en las redes sociales!

En Alemania, los disidentes y aquellos que hacen preguntas incómodas con franqueza alemana ya están clasificados como “teóricos de la conspiración” y se les anima a entregarlos a una ” policía del pensamiento” especialmente creada en forma de “un servicio de asesoramiento destinado a la gente del Gran área de Berlín que perciben declaraciones de conspiración ideológica en sus familiares, amigos o conocidos y quieren o necesitan encontrar una manera de hacerles frente”.

Los seguidores locales de Orwell y Schwab hasta ahora han enmarcado y presentado sus actividades de la siguiente manera: “Ofrecemos asistencia para comunicarnos con familiares que sólo hablan de crudas “teorías” y mitos de conspiración, que ya están apegados a historias de conspiración y que pueden estar activos en campañas ideológicas”. Círculos de conspiración: ya sea digitalmente, en grupos de Telegram o en manifestaciones del llamado movimiento de “pensamiento lateral”.

En Austria, las funciones de la “policía del pensamiento” fueron asumidas por la Oficina de Protección e Inteligencia del Estado (DSN). A sus expertos en forense digital, que rastrean “la propagación de los mitos de la conspiración en todo el país”, les preocupa que los proveedores de dicha información se estén volviendo cada vez más profesionales: “Según DSN, el eterno favorito entre los mitos de la conspiración es el llamado “Gran Reinicio”. Entre otras cosas, incluye afirmaciones de que las élites buscan crear un gobierno mundial y quieren llevar a cabo el reemplazo de la población. También siguen estando muy extendidos los mensajes falsos sobre los peligros de la vacunación”.

En el “alma mater” de Orwell en Gran Bretaña, se creó su propia “policía del pensamiento” durante la llamado pandemia -en forma de una “unidad antidesinformación” secreta del gobierno- para perseguir a quienes critican la cuarentena y cuestionan la conveniencia de vacunar masivamente a los niños. El Telegraph llama a la fuerza, creada por ministros británicos, “una fuerza secreta escalofriante para frenar la disidencia del bloqueo”.

El desarrollo de tecnologías relevantes se lleva a cabo desde hace varios años en el territorio de las naciones de la Commonwealth británica: Australia y Nueva Zelanda. La primer ministro de este último, J. Ardern, el año pasado, celebró un acuerdo de asociación con B. Gates para la implementación secreta en todo el país del llamado. Tarjetas de identificación digitales. Esto ha visto al programa de Aislamiento y Cuarentena Gestionados (MIQ) del Gobierno, que se había gestionado mediante el mantenimiento de registros manuales durante la pandemia, la transición a herramientas de software desarrolladas por JNCTN para verificar las identificaciones digitales del personal de MIQ.

Al mismo tiempo, la Primer Ministro de Nueva Zelanda propuso desde la tribuna de la ONU prohibir la difusión de información no acordada con las autoridades, afirmando que “la libertad de expresión es el arma del enemigo y es el pluralismo de opiniones lo que genera a las guerras, al calentamiento global y al racismo”, y los funcionarios gubernamentales son la única fuente de verdad y por lo tanto es necesario introducir la censura en Internet.

En el momento de estos anuncios, la propia Nueva Zelanda tenía agencias de inteligencia locales que emitían activamente folletos en los que decían al público que cualquiera que sospechara que sus amigos o familiares estaban hablando en contra de la censura y las políticas anti-Covid debería denunciarlos urgentemente, ya que esto era una señal de que tus amigos y familiares son terroristas…

El gobierno del Reino Unido registró casi un millón de muertes de vacunados en 23 meses

En un artículo reciente, The Expose se dio a la tarea de analizar datos publicados por el gobierno del Reino Unido entre 2021 y 2023 que revelan una disparidad alarmante en las tasas de mortalidad entre la población vacunada y no vacunada en Inglaterra en los últimos dos años, a pesar de que aproximadamente el 30 por ciento de la población no ha recibido ninguna dosis de la vacuna COVID-19.

Según informes (1) de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA), en julio de 2022, millones de personas habían rechazado varias dosis de la vacuna COVID-19, y la mayoría de las muertes se produjeron entre quienes habían recibido cuatro dosis. En particular, este grupo representó el 80 por ciento de todas las muertes por COVID-19 y el 83 por ciento de todas las muertes por COVID-19 entre los vacunados.

La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) detalla (2) que, desde julio de 2021, la población vacunada ha sufrido tasas de mortalidad significativamente más altas, con un marcado aumento entre las personas de 80 a 89 años.

Con 965,609 muertes entre los vacunados en comparación con sólo 60,903 entre los no vacunados desde julio de 2021 hasta mayo de 2023, representando el 94% y el 6% del total de muertes respectivamente, estos datos plantean serias dudas sobre la seguridad y eficacia de las vacunas COVID-19.

Por su parte, un grupo de diputados y pares de distintos partidos acusa a la Secretaría de Sanidad del Reino Unido de ocultar datos que podrían establecer un vínculo entre las vacunas Covid y el exceso de muertes desde 2020, según informó The Telegraph.

Los parlamentarios mostraron su preocupación por las crecientes tasas de exceso de muertes desde 2020 y exigen transparencia, cuestionando la afirmación del gobierno de que no hay pruebas que vinculen las vacunas con las muertes.

Los parlamentarios solicitan acceso a datos cruciales que relacionan las dosis de vacunas con las muertes, argumentando que dicha información debería hacerse pública. La carta, organizada por el grupo parlamentario multipartidista sobre respuesta y recuperación tras una pandemia, pone de relieve un “muro de silencio” percibido por parte de las organizaciones sanitarias.

El grupo incluye a diputados de varios partidos y pretende abordar las crecientes preocupaciones y dudas en torno a los mensajes de salud pública. Mientras tanto, el líder de Reform UK pide una investigación pública sobre el exceso de muertes y los supuestos daños de las vacunas, citando un problema significativo de muertes inesperadas.

En este contexto de aumento de muertes de vacunados, se le permitió al Dr. Aseem Malhotra declarar en una transmisión de la emisora estatal británica que sirve a las élites ultraglobalistas —también conocida como BBC—, que la vacuna COVID-19 de ARNm es un factor que probablemente contribuye al exceso de muertes cardiovasculares y que su distribución debería suspenderse inmediatamente a la espera de una investigación.

Durante la entrevista, Malhotra dijo a la presentadora de la BBC Lukwesa Burak que su investigación había demostrado que las vacunas contra el coronavirus “conllevan un riesgo cardiovascular”. Afirmó que habían contribuido a un exceso de 30.000 muertes por cardiopatías en el Reino Unido desde que comenzó la pandemia.

“Eso se ha demostrado médicamente, ¿verdad?”. preguntó Burak.

Malhotra respondió que hay “muchos datos” que respaldan su afirmación. “La vacuna ha ayudado sin duda a las personas de alto riesgo, pero ahora deberíamos estar tranquilos porque [la] Omicron que circula no es realmente peor que la gripe. Realmente es el momento de hacer una pausa en el despliegue de la vacuna”, añadió.

Burak no hizo más preguntas.

La entrevista suscitó los elogios de destacados antivacunas, entre los que destaca Andrew Bridgen, legislador británico suspendido por el gobernante Partido Conservador por comparar los pinchazos de Covid con el Holocausto nazi a principios de esta semana.

Posteriormente, la BBC declaró:

“El doctor Aseem Malhotra fue invitado al canal de noticias de la BBC para hablar de las últimas recomendaciones del NICE sobre las estatinas. Durante el debate, hizo afirmaciones no solicitadas sobre la vacuna de ARNm Covid. Entonces pedimos al profesor Peter Openshaw, que representa el abrumador consenso científico sobre la vacuna, que fuera entrevistado en antena sobre este tema y él cuestionó y rebatió las afirmaciones que se habían hecho.”

Notas

1. UK Health Security Agency: National flu and COVID-19 surveillance reports: 2021 to 2022 season. Publicado el 15 de julio de 2021. Última actualización el 28 julio 2022.

2. Office for National Statistics: Deaths by vaccination status, England. 25 de agosto de 2023.

Fuentes

The Telegraph

The Expose

Mente Alternativa

ZTS: La estrategia de ciberseguridad de control total de la información

Mente Alternativa

Bajo la estrategia Zero Trust Security, la dicotomía entre medios tradicionales y alternativos podría dar paso a otra entre el pensamiento original humano y los algoritmos de censura gestionados a través de la inteligencia artificial.

Zero Trust Security (ZTS), o Seguridad de Confianza Cero, es un enfoque estratégico de ciberseguridad que elimina fundamentalmente el concepto de confianza de la arquitectura de red de una organización.

En un artículo titulado “Las mejores prácticas para implantar con éxito la seguridad de confianza cero“, la consultora de tecnología Isms.online escribe que la implantación de ZTS no sólo exige retos técnicos y estructurales, sino cambios culturales, monitoreo constante, acceso limitado, análisis del comportamiento de los usuarios, verificación continua y visibilidad en tiempo real, así como sobreponer la resistencia al cambio.

Isms.online está vinculada a la corona británica a través de Crown Commercial Service (CCS), que se dedica entre otras cosas a informar acerca de todo lo relacionado con las normas internacionales para gestionar la seguridad de la información.

De ahí que las implicaciones de la Estrategia de Confianza Cero deben interpretarse en relación a los objetivos geoestratégicos del orden unipolar anglo-estadounidense, como la adaptación de los medios de información a una Gran Narrativa única, y otras amenazas como el papel de la inteligencia artificial en dicha transformación.

Las élites que desean instaurar un gobierno mundial se caracterizan por manufacturar conflictos geoestratégicos y aprovechar catástrofes para impulsar su agenda. Por lo que el giro hacia una mayor vigilancia puede justificarse con el pretexto de una catástrofe, una guerra, una epidemia o una crisis en cascada.

La Estrategia de Confianza Cero (ZTS) reemplaza la internet abierta, exigiendo autenticación constante, cuya implementación se deriva de las leyes impuestas tras los auto-atentados del 11 de septiembre de 2001, que consideraban a todos los ciudadanos culpables a menos que pudieran demostrar lo contrario a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) o al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Esta tentativa se consolidó a partir de la crisis sanitaria de 2019. En 2020, al anunciar su Gran Reseteo en el Foro Económico Mundial de Davos, el entonces Príncipe Carlos de galés (hoy rey del Reino Unido), dijo que la crisis sanitaria del Covid era “una oportunidad de oro para…hacer que la gente sea más receptiva a las grandes visiones de cambio” y para “repensar y reajustar nuestras formas de vida”.

Desde entonces, la transformación profunda en el panorama mediático ha llevado a la censura creciente y al cierre de medios de comunicación alternativos y convencionales, así como la pérdida de 20,000 empleos en 2023.

El periodismo se está automatizando con modelos de aprendizaje automático, amenazando empleos de la clase media en sectores como la enseñanza, las finanzas, el comercio, la salud, el diseño y el periodismo.

La represión gubernamental, medidas de seguridad en línea y esfuerzos por “voces de confianza” podrían conducir a la homogeneización informativa y a la consolidación de narrativas impuestas por el establishment.

Por ejemplo, la Unión Europea financia actualmente un proyecto de gran envergadura denominado: “Estrategia de la UE para combatir el antisemitismo y fomentar la vida judía (2021-2030)”, que coincide con la creciente disidencia en torno el genocidio contra el pueblo palestino que se desarrolla en la Franja de Gaza y que respaldan los Estados Unidos y el Reino Unido.

Todo esto plantea preguntas sobre el futuro mediático, el papel de la inteligencia artificial y el impacto en la democracia y la disidencia. Pues la dicotomía entre medios tradicionales y alternativos podría dar paso a otra entre el pensamiento original humano y los algoritmos de censura gestionados a través de la inteligencia artificial.

La TERRIBLE HISTORIA de CHATGPT: Elon Musk, Bill Gates y un PLAN SINIESTRO

Nicolás Morás

Los alcances de la Inteligencia artificial se han convertido en el centro del debate público ya no solo en los Estados Unidos sino en el resto del planeta. Inquietantes advertencias y declaraciones de todo tipo de expertos y personalidades del mundo empresario y político entre las cuales destacan una experta a la que Google despidió y que asegura que nos están vendiendo un futuro donde ya no hay Humanos. Harari el filósofo favorito del foro de davos de Schwab, ha declarado que no sabe si los humanos podrán sobrevivir a la Inteligencia artificial. Qué se esconde detrás de esta nueva transformación tecnológica.

Si dijera que chat gpt es el alter ego de su fundador Sam altman estaría faltando a la verdad pero sin duda eso es lo que a Sam atman le gustaría creer. Este programador de silicon Valley, que en 2015 se unió a Elon Musk para fundar Open AI – una empresa de Inteligencia artificial abocada a la “mesiánica” tarea de salvar a la humanidad -, ha dicho que la fusión del hombre con las máquinas es el único futuro posible para nuestra especie, al mejor estilo de Yuval Noah Harari.

Sam celebra la idea de que el homo Cyborg enterrará para siempre la humilde existencia del homo sapiens. Como su mejor amigo, Peter Thiel, Sam persigue la sangre de la juventud, buscando el “elixir de la inmortalidad”. Pero ojalá todo se tratase de delirios místicos megalómanos y esoterismo tecnológico.

Cierto es que en la vida de Altman también hay espacio para las intensas intrigas políticas y una constante interacción con las zonas más oscuras del Deep State norteamericano. Para conocer los grandes secretos que se esconden detrás de Chad gpt hay que conocer primero a su padre al padre de la criatura.

Atlman nació el 22 de abril de 1985 en Chicago, Illinois. Su madre era la dermatóloga y de su padre no hay ninguna información pero se sabe que junto a sus dos hermanos fueron criados en la fe judía. La familia se trasladó a San Luis Missouri donde se han demostró ser un niño precoz y sobresaliente: en la guardería comprendió el sistema telefónico de códigos de área con tan solo cuatro años y un día la maestra lo descubrió haciendo llamadas a larga distancia con Hong Kong. A los ocho años de aprendió a programar y a desmontar la mac, su primera computadora Max se convirtió en su vía de acceso al mundo y pronto encontró un sitio donde se halló muy pero muy a gusto. A mediados de los 90s estaban de moda las salas de chat de american online, una suerte de Messenger pero con áreas temáticas. A Sam le interesó una en particular las de contenido adulto. Así fue que este niño genio descubrió su orientación sexual a la temprana edad de 11 años.

Mientras tanto creó su primer sitio web un portal de reseñas de películas que terminaría volviéndose muy popular y empezó a vender anuncios en él para ganar dinero, luego redobló la Apuesta y fundó Laxa una plataforma creadora de sitios webs personalizados para que pequeñas y medianas empresas pudieran resolver ese problema sin tener que acudir a un profesional especializado. Sin embargo un día Altman recibió una llamada telefónica que lo dejó atónito: era del departamento de defensa de los Estados Unidos. Un oficial de seguridad nacional le informó que habían detectado un gran volumen de tráfico web sospechoso proveniente del servidor que alojaba los sitios web del Laxa. El oficial de seguridad le preguntó a Altman si podía proporcionarle información específica sobre sus clientes privados. Altman nervioso entregó todo el material solicitado y también le permitió al oficial que hackeara su computadora personal para monitorear en forma directa a los clientes. Sí,un buchón en toda regla. Después de investigar más a fondo, el oficial de seguridad descubrió que la actividad sospechosa venía en realidad de otra página web pero alojada en el mismo servidor. Sin embargo guarden en su mente esta anécdota porque resultará profética. Altman asistía a la escuela secundaria John Barrow donde se lucía como miembro del equipo de ajedrez. A los 15 años de edad llegó a su escuela el gran trofeo del Campeonato Estatal. Su maestro observó incrédulo las mágicas combinaciones de piezas que se han deslizado en el tablero después de obtener la corona. Dijo: “este niño es un prodigio, el mayor talento americano desde Bobby Fischer” y respecto a lo de ser el mayor talento americano para el ajedrez probablemente se equivocó pero en cuanto a convertirse en uno de sus mejores estafadores, ni lo dudo. Por entonces estaba de moda Deep Blue, un software de ajedrez que derrotó a la emblemática leyenda rusa Gary Kasparov. Jugadores de otros equipos denunciaron en la federación de ajedrez de Ohio que Altman había jugado milimétricamente igual a lo que sugería la máquina. Cómo pudo obtener esa información en la sala de juego… Bueno eso es memorable puesto que nadie lo sabe, nadie pudo desentrañar el misterio. Sin duda sus dotes informáticas habrán tenido mucho que ver. A los 16 años de edad Sam “salió del armario”, en la mesa familiar su madre quedó atónita. El niño, que siempre le había parecido asexual, demasiado tímido, un tecnológico al que básicamente asociaban con un robot (así le llaman sus hermanitos, Míster robot) confesó amar a los hombres y además lo quiso hacer militantemente. Desde aquel día después de que un grupo cristiano boicoteara una asamblea sobre sexualidad en su colegio Altman se dirigió toda la comunidad educativa anunciando que era homosexual y que estaba orgulloso de serlo,preguntándoles retóricamente si en aquel colegio querían ser un nido de monjas supersticiosas o una institución de vanguardia y no está mal El caso es que la directora del John Barraux lo premió haciéndolo abanderado y esto estimularía a comienzos del siglo XXI una larga trayectoria donde se centró en sus elecciones íntimas y personales para obtener privilegios de cara al público al público, progre por supuesto.

Después de graduarse Sam asistió a la universidad de Stanford para estudiar informática en 2005 Él y su novio Nick abandonaron la carrera para fundar su primer emprendimiento, Loop una aplicación móvil que compartía con tus amigos tu ubicación geográfica en tiempo real. Se ve que Sami tenía un ligero fetiche con espiar y ser espiado.

Es aquí donde la historia se pone interesante aquel verano Sam y Nick consiguieron financiación para crear un prototipo del servicio de E Combinator, una compañía de inversión que ayuda a jóvenes emprendedores Silicon Valley a lanzar sus startups. Fue fundada en 2005 en Cambridge, Massachusetts, por el informático inglés Paul Graham quien, en su libro hackers, calculó en forma premonitoria que los hackers más inteligentes de cualquiera de estas empresitas pioneras podría hacer 36 veces más trabajo que una asalariado promedio de cualquier oficina, lo que acabaría destruyendo por completo al empleo tal y como lo conocemos. De hecho Graham lo hizo sonar como algo patriótico y divertido: “Q uépodría salir mal si convertimos a Estados Unidos en una tecnocracia oligárquica. Esa es la esencia del hacking y también es la esencia de la americanidad”.

Repasando al personaje no estoy seguro si estas palabras fueron dichas con Sarcasmo. A medida que E Combinator crecía se trasladó a un cubículo de oficinas en Mountain View, una hora al sur de San Francisco donde compartía espacio con una empresa de robótica llamada Anybots. Graham y sus compañeros tenían que mantenerse alerta para evitar ser aplastados por autómatas torpes.

El objetivo original de E Combinator era proporcionar un capital semilla para que esa oligarquía futurista pudiera desarrollarse en su máxima expresión, seleccionando uno a uno a los hombres que valieran la pena, los elegidos. Graham sabía calibrar las aptitudes técnicas de sus candidatos y su mujer Jessica Livingston tenía una notable intuición de su carácter. Apreciaban a las personas de 20 y pocos años y en especial a los perfiles mordaces soñadores y dispuestos a erradicar a cualquiera con tal de concretar sus ambiciones. En su primera reunión Altman dejó cautivado a Graham, era un operador formidable, rápido para sonreír pero también extremadamente bueno haciéndose poderoso: “si se enoja contigo bromea con echarte hay veneno en la comida”, detalló Graham en la novela La Cuna del gato de Carter, un veneno disfrazado de agua que aniquila todo lo que toca.

Entre las primeras 8 empresas elegidas de E Combinator, recibió 6000 dólares de su fundador, además de la promesa de que al final del verano podrían hablar con sus amigos ricos durante 15 minutos .Entre esos amigos había uno muy particular, Peter Thiel. En 2005 Thiel ya era un excéntrico y había fundado PayPal junto a Elon Musk. Aunque luego lo hicieran una cama para echarlo de la junta directiva mientras se iba de luna de miel y PayPal ya trabajaba estrechamente con el servicio secreto de los Estados Unidos en tiempos de Bush para investigar y perseguir a clientes sospechosos. Un modus operandi que acabaría congelando los activos de Julia Assange pocos años más tarde. En aquella reunión Thiel encontró encantador al joven Sam. Ambos compartían una misma obsesión desde que eran jóvenes, la inmortalidad, ganarle la batalla a la muerte. Altman, inocente, le dijo a Thiel que soñaba con algún día copiar su cerebro en un sistema de software y así poder vivir Eternamente en un ordenador. “Mi querido Sam, todos soñamos de jóvenes con ser Yo robot pero la vida no es un cuento de ciencia ficción”, le dijo Thiel, advertido de que “el camino a la inmortalidad no era a través del Software sino de la biología y especialmente de la sangre de los varones jóvenes. Tengo algunos experimentos en mente pero no quiero adelantarme, todavía faltan años”. Entonces Peter Thiel se comprometió a ayudar a sus discípulo. Le consiguió 5 millones de dólares de financiación de Sequoia Capital, la firma que había propulsado a Google y Amazon. Más recientemente colaborarían en el proyecto de Thiel precisamente para extirparle sangre a jóvenes donantes desesperados de todos los Estados Unidos para poder “bañarse” en ella y realizarse transfusiones, convencidos de que así encontrarán una manera de detener el envejecimiento. Pero bueno, volviendo aquella época, Altman trabajó tan incesantemente aquel verano que contrajo escorbuto. Con el amparo de Thiel cerró acuerdos con operadores móviles como Boost Mobile para que publicitasen su aplicación.

Uno de los momentos cumbres ocurrió en el año 2008. Sam se unió al ceo de Apple Steve Jobs en el escenario de la conferencia mundial de desarrolladores de aquel año, presentando Loop como una de las primeras aplicaciones en la App Store de iPhone, lo que lo reconoció como uno de los primeros innovadores en materia de servicios de localización móvil.

Básicamente a Altman le debemos que hoy estos aparatitos nos vigilen masivamente reportando de forma automática nuestra localización a distintos servidores del gobierno. La realidad es que la idea de Altman era pésima y la gente, por lo menos en aquella época, demostró que no tenía un espíritu vigilante como el suyo. En 2012 él y los demás fundadores vendieron la firma por 43 millones de dólares, una rentabilidad negativa para sus inversores de riesgo. En otras palabras, la vendieron a pérdida y terciarizaron la pérdida en sus ángeles de la guarda y con la quiebra también se terminó el amor y Altman y su novio Nick rompieron para siempre. No obstante Sam tuvo talento para recomponerse rápido y fácil como el ave Fénix . Puso en marcha un pequeño fondo de riesgo en capital, así pudo recaudar 21 millones que salieron mayormente del bolsillo de Peter Thiel. Con ese fondo Altman apostó por las empresas más prometedoras de E Combinator, que como ya podemos ver, se convirtió casi que en una secta Demócrata.

Sam tenía un don para encontrar oportunidades en el caos y su viejo amigo Paul Graham le planteó una propuesta que no podía rechazar. Agotado de su trabajo le ofreció a Sam que se hiciera cargo personalmente de E Combinator, entonces la aceleradora había impulsado empresas como airbnb, dropbox, Pinterest y strike, pero, ocupándose de la dirección, Altman logró darle un giro copernicano; quería crear un conglomerado de billones de dólares y así hacer avanzar al mundo entero hacia una transformación socioeconómica. En la cabeza de este muchachito “avanzar el mundo” es avanzar en materia de máquinas y retroceder en materia de libertades individuales.

Sus nuevos empleados lo apodaron “El búho cornudo” por la ferocidad de sus ojos cada vez que les clavaba una mirada. Según su secretaria Altman repasaba los correos electrónicos y las reuniones como si estuviera atado una bomba de tiempo y el reloj presionase cada uno de sus movimientos, neurótico, constantemente nervioso, agresivo, logró adaptarse muy pero muy bien a la vida del nuevo rico: cinco autos de carreras entre ellos dos Mclaren y un viejo Tesla y daba paseos en aviones por toda California. Como buen empresario de Silicon Valley empezó a prepararse para el Apocalipsis.

En la revista de New Yorker, Altman declaró: “El problema es que cuando mis amigos de Silicon Valley se emborrachan hablan de las formas en que se acabará el mundo, uno de los mayores temores es que un laboratorio holandés modifique el virus h5n1 de la gripe aviar haciéndolo súper contagioso y la posibilidad de que se libere un virus sintético en los próximos 20 años es muy elevada. Otros colegas creen que la Inteligencia artificial se volverá contra nosotros y nos atacará y que las naciones lucharán entre sí, con armas nucleares digitadas computacionalmente, por los recursos naturales escasos que queden sobre la faz de la Tierra.”

Altman, que intenta no pensar demasiado en ello porque se angustia, pero que tiene armas oro, yoduro de potasio, antibióticos, agua, máscaras anti gas de las fuerzas de defensa israelíes, en la misma nota advierte que si llega un escenario catastrófico de estas características su plan de reserva es volar junto a su amigo Peter Thiel a una mansión en Nueva Zelanda. Esta idea obedece a que Sam es culturalmente muy judío y que lo diga un alemán bueno, tiene lo suyo. Se define como un ser extraordinariamente optimista y a la vez como todo un superviviente, por otro lado su madre le echa la culpa a su hipocondría crónica: “cada vez que le duele la cabeza tengo que asegurarle que no tiene meningitis ni un linfoma, es sencillamente estrés. Estas ideas fueron obsesionando a Sam Altman al punto de traerle trastornos psíquicos sí perdió la razón definitivamente tiene tanto pero tanto miedo a la muerte que en 2015 creó un grupo para trabajar en un eventual sucesor del ser humano, una Inteligencia artificial una versión mejorada del homo sapiens. Su idea era reunir a pensadores expertos en robótica, cibernética, informática cuántica, Inteligencia artificial, biología sintética y viajes espaciales, junto a filósofos progresistas y los ayuden a debatir sobre la sustitución humana. Estos hombres se empezaron a reunir con regularidad en casa de Altman y se autodenominaron como “el pacto”. Todas estas inquietudes y proyectos de Sam no suponen un gran secreto. Los invito a leer por ustedes mismos la nota de New Yorker, probablemente al concluir la revisión quedarán un poco alterados de que un tipo como Sam Altman se arroje la misión de salvar a la humanidad puesto que durante aquel reportaje Sam le dijo el entrevistador lo siguiente: “si crees que todas las vidas humanas tienen el mismo valor y también crees que el 99.5% de las vidas tendrán lugar en el futuro, deberíamos dedicar nuestro tiempo a pensar en el porvenir – acto seguido bajo la voz y agregó – pero a mí solamente importan mi familia y mis amigos”. Entonces le preguntaron cuántos desconocidos dejarían morir o llegado el caso mataría con sus propias manos para salvar a sus seres queridos. Mientras el entrevistador lo miraba sorprendido, Sam le aseguró que sacrificaría al menos a 100.000 personas. Muy tranquilizador.

Una tarde de 2015 Altman organizó una excursión a los montes de San Francisco junto a sus amigos de El pacto y predicaba ante ellos como si fuera una suerte de Mesías. El grupo discutía los avances de la Inteligencia artificial observando el puente de Golden State ;a la lejanía, soberbio y reinante sobre el mar embravecido, Altman tuvo una revelación: la inteligencia puede simularse, no falta mucho para que los sentimientos y la creatividad también. Entonces brindó una suerte de Sermón de la montaña pero acerca de robots como una suerte de Jesucristo por la pluma de Rey Bradbury:

“He abandonado la idea de la singularidad del ser humano en una máquina. Tiene ciertas ventajas los humanos estamos limitados por nuestra tasa de entrada y salida, para una máquina debemos parecer cantos de ballena ralentizados. Estos teléfonos ya no nos controlan, la fusión ha comenzado, una auténtica fusión con la Inteligencia artificial es nuestro mejor escenario para el futuro, cualquier versión sin fusión tecnológica entre hombre y máquina supone un grave conflicto, o nosotros esclavizamos a la Inteligencia artificial o ella nos esclaviza a nosotros mismos. La versión más loca de la fusión que queremos es que subamos nuestro cerebro a la nube, realmente me encantaría”.

Con los ojos idos y desquiciados remató ante su audiencia: “nuestros descendientes conquistarán la galaxia o extinguirán la conciencia en el universo para siempre. Es el gran momento para estar vivo.”

Al bajar de la montaña Peter Thiel, que había escuchado los delirios de El pacto con cierto escepticismo, por no decir con cierta vergüenza ajena, le dijo a Sam Altman que su amigo Elon Musk tenía ideas bastante parecidas y que mejor apuntar hacia él para emprender algo de esta naturaleza. En efecto, por entonces Elon Musk llevaba una década presagiando un viaje a Marte que nunca llega, chocando coches eléctricos autoconducidos y haciendo explotar uno tras otro sus cohetes por el aire, básicamente lo mismo que ahora. El magnate había manifestado su temor de que los robots superen en inteligencia a los seres humanos y de que la Inteligencia artificial pudiera acabar con nosotros.

Por un sencillo accidente, luego de una cena con Sam Altman e Ilia Subkever, un experto en redes neuronales criado en Jerusalén y que por entonces era un investigador senior de Google en un psicótico proyecto que busca configurar al cerebro humano a través de las computadoras empezaron a buscar apoyos para crear un laboratorio para desarrollar Inteligencia artificial con fines benéficos. Obtuvieron donaciones de Gregman Stripe, Peter Thiel, Ray Hoffman, cofundador de linkedin, grandes compañías como Amazon e infosis… reunieron mil millones de dólares para luego convocar a los mejores talentos en el ámbito de la Inteligencia artificial global. Finalmente el 11 de diciembre de 2015 Altman y el resto de los donantes anunciaron la formación de Open AI. Los principios de la empresa fueron colgados en su sitio web un documento sagrado cuasi bíblico que citan en cada entrevista y que confían en que elegía al actuar en el mejor interés de la humanidad: construir una Inteligencia artificial amigable y luego liberar su código fuente al mundo entero, es decir el famoso software le da nombre a la empresa hoy; conmovedor. En otras palabras, su plataforma nació mientras ellos alegaban, en una organización sin fines de lucro, que el código de sus programas sería una suerte de patrimonio de la humanidad para que todo mortal pueda acceder a sus logros y, créanme, no tardarían en abandonar ambas promesas. También divisaron un enemigo común, el departamento de tecnologias de Google sobre todo, y declararon que su temor era que la Inteligencia artificial de Google acabara como un dictador inmortal y superpoderoso que reine en el planeta, e incluso la galaxia, a perpetuidad. Incluso Sam le dijo al investigador, y esto es así, que asesinar a los científicos de Inteligencia artificial de la competencia era una primera medida aceptable. Sin embargo optaron por una opción un tanto más civilizada: contratar a una variedad expertos que antes trabajaban en Google Brain.

En mayo del 16, Darío Amodei, uno de esos hombres importados del gigante tecnológico, visitó la oficina de Altman y Gregman. El director general les espetó que nadie entendía su misión; habían recaudado un billón de dólares, habían contratado un impresionante y envidiado equipo de 30 programadores de primerísimo nivel pero para qué. Brockman respondió: “Nuestro objetivo ahora mismo es hacer lo mejor que podamos”. En resumen, no tenían ni idea. Era una mezcla de burbuja delirante, estafa piramidal y lavado de dinero pero para el mes de junio anunciaron un proyecto muy poco atractivo, un robot doméstico capaz de poner y quitar una mesa. Luego lanzaron gym, una plataforma que permitía a los investigadores desarrollar sistemas de aprendizaje por refuerzo y perdón que me ponga un poco técnico, pero es necesario entender cómo funciona la Inteligencia artificial para comprender la magnitud de sus peligros.

Básicamente el Deep learning o aprendizaje automático consiste en una serie de algoritmos o redes neuronales que se entrenan para aprender por sí mismos a seguir desarrollándose. Es decir, a diferencia de un software clásico como puede ser una app de Play Store de cualquiera de las que ustedes tienen instaladas en sus teléfonos o un videojuego, los programadores humanos no desarrollan completamente el código de la ia con el análisis de billones y millones de datos, es el sistema quien se va programando a sí mismo y logrando una comprensión de la realidad mucho más poderosa y muchísimo más rápida la Inteligencia artificial se ha autoactualiza y mientras los desarrolladores de Open AI se entretenían con sus robots, un personaje muy conocido empezó a fisgonear los salones ejecutivos de la empresa: Bill Gates. Esto lo reconoce en una reciente carta que publicó con motivo de chat GPT. El Magnate asegura que desde el año 2016 empezó a reunirse regularmente con Sam Altman y sus colaboradores.

Qué es lo que buscaba exactamente el misántropo, digo el filántropo de gafas, ¿marcar el territorio como un perro faldero o quería prepararlo para quedarse con una buena porción de la torta? Lo veremos pero a priori Gates tenía un motivo muy sugerente. Y es que si bien Sam Altman es un sujeto desconocido para nosotros en 2016 ya era una de las figuras más poderosas de Silicon Valley, E combinator se estaba expandiendo por todo el planeta, impulsaba startups en países como Reino Unido, India, Alemania, Francia, Singapur, Australia y lo más importante Israel y China.

En Israel financió parte del capital de semilla irons, una plataforma de monetización de aplicaciones móviles de una aseguradora digital y Placer Punto AI, una empresa de análisis de datos de ubicación con sede en Telaviv, que ha nutrido al ejército israelí de tecnologías de espionaje a palestinos al más alto nivel, incluyendo chips insertados en adolescentes detenidos arbitrariamente en los puestos de control de la franja de Gaza. De hecho, Elan Costeño, uno de los ingenieros insignia de Placer Punto AI, había trabajado directamente como oficial especializado Tecnológico del Mossad antes de pasar a desempeñarse en sociedad con Altman. Y en cuanto al dragón rojo, al gigante asiático, en 2015 Altman lanzó una sucursal llamada IcChina Para apoyar y financiar a las de startups comunistas. Desde allí financió a gigantes tecnológicos como Pin Dúo Dúo, un portal de ventas electrónicas que hoy es el equivalente a Amazon en dicho país y también estuvo detrás del surgimiento de otra compañía que ha dado mucho que hablar Senstein. En 2014 Senstein desarrolló una tecnología avanzada de reconocimiento facial que utiliza la dictadura de Xi JingPin para skynet, el gigantesco programa con el que vigilan a sus casi 1500 millones de ciudadanos. De hecho sus avances fueron tan impresionantes que en la ronda de financiación que convocó E Combinator,

Senstein recibió más de 410 millones de dólares por parte de Alibaba, la tecnológica más grande de China para propulsar su laboratorio. ¿Saben que otra firma participó de una de estas investigaciones? Microsoft, el centro de investigaciones pionero. Y Bill Gates se estableció en el año 97 en Sanghai. Como cierre del círculo Biden, Bill Gates, Alibaba y Elon Musk, Sam Altman y el programa de crédito social del PCCh, con perspectivas cada vez mayores de exportarse occidente.

No deja de ser curioso que hace apenas unos días SEnstein haya declarado al mundo que está por lanzar su propia versión de chat gpt, Learningbot y mientras suenan tambores de guerra en el estrecho de Taiwán, Chat gpt y Learningbot se toman juntos unos tragos, se ríen de nosotros los tontos que los estamos encumbrando como si fueran dioses.

Pero bueno, el caso es que Sam Altman había acumulado tanta influencia global que su mentor Paul Graham describió E Combinator como una especie de Naciones Unidas en la sombra, una proto ONU de la élite tecnológica global que lo había terminado colocando a él en una posición equivalente a la del secretario general.

En la primavera del 16 se reunió con Ashton Carter, Secretario de Defensa de Barack Obama y lo hizo en una sala Privada de una feria de San Francisco. Altman llevaba puesto el que por entonces era su único traje, uno gris y abultado varios números mayor, que su ayudante le había entregado para que se luciese. Carter fue directo al grano: “mire mucha gente aquí piensa que somos grandes y toscos y también está el tema de Snowden pero queremos trabajar con vosotros en el valle” (el valle de silicón, obviamente). “Amigo, eso sería genial” – le contestó condescendientemente Altman – “probablemente ustedes son el mayor cliente del mundo, el gasto en investigación propuesto por el Departamento de defensa para el próximo año es más del doble que el de Apple Google e Intel sumadas pero muchas starters se sienten frustradas porque tardan más de un año en obtener una respuesta suya. Si pudieras tomar decisiones sobre el inicio de programas piloto con empresas de E Combinator en un plazo de dos semanas creo que eso nos ayudaría a todos”. “Estupendo”, dijo Carter, que decía “qué más qué más se puede hacer”, entonces Altman se lo pensó un rato y le contestó: “ si usted o uno de los suyos pudiera venir a hablar con E Combinator creo que sería de gran ayuda para impulsar este programa público/privado”. “No se preocupe, lo haré yo mismo”. prometió obediente el señor Carter.

En otras palabras, para que quede bien claro, Altman acordó entregarle todas las startups nacientes de Silicon Valley al Pentágono para que puedan supervisarlas en forma directa, obscena, explícita, la consagración de lo que venían haciendo hace más de 20 años con las grandes bigtech. Pero esta vez llevado hacia las raíces y poniendo a la política, puntualmente a la política uniformada, por encima del empresariado en la toma de decisiones. Mientras todos salían de la oficina, un antiguo ejecutivo de Microsoft que dirigía la división digital del equipo de Carter le dijo a Altman que tenía que haberle hablado de Open AI. Altman asintió con la cabeza pero todavía no estaba suficientemente convencido de la idea y si bien no lo hizo con los funcionarios de Obama, ya lo haría con los funcionarios de Trump.

El caso de que Altman haya terminado logrando su mayor éxito con Open AI en la era Trump es bastante curioso, ya que al, igual que el resto de Silicon Valley, en el año 16 cerró filas detrás de la campaña de Hillary Clinton. Y el aporte no se quedó en sus jugosas donaciones, máximo lega de 750 mil dólares desembolsados a título individual, sino que además lanzó Vote Please, una aplicación destinada a suplicarle el voto a los jóvenes progres de todo el país para vencer en la contienda electoral. El objetivo era persuadirlos, fundamentalmente en nueve estados indecisos, para que se registren al padrón y la aplicación les proporcionaba formularios de inscripción y sellos a título gratuito para el día de los comicios. La aplicación incluso estuvo configurada para llamar a un Uber para que lleve a estas personas a las urnas. Sí, al mejor estilo demagogo peronista, se lo pagaba Altman. El fundador se embarcó en una suerte de viaje de carretera y dejó California para dirigirse directamente al medio oeste para averiguar en persona como sus habitantes se atrevían a elegir a Trump. En privado incluso empezó a instar algunos ejecutivos tecnológicos a que se presentaran como candidatos, aunque se negó a decir a quiénes se dirigía mientras la prensa le preguntaba por qué él mismo estaba coqueteando con presentarse a gobernador de California.

Pero bueno ya sabemos lo que pasó en aquellas elecciones. Naturalmente, inconforme con la victoria republicana, Altman animó a los ingenieros tecnológicos a alzar la voz y presionar a sus jefes, los directivos de Apple Facebook y Google para que desafiaran la agenda de la Casa Blanca. En 2017 invirtió grandes sumas en un nuevo Movimiento Político que buscaba impulsar a nuevos candidatos que sostengan sus puntos de vista. El plan consistía en 10 ítems encabezados por la renta básica universal, limosna esclavista para todos, el drástico aumento del gasto Federal en investigación científica, una política de vivienda socialista copiada de los países escandinavos y por supuesto la lucha contra el cambio climático. La nueva plataforma se denominó the United Slate y, siguiendo el modelo de E combinator, era una suerte de de candidaturas políticas.

Pero bueno, a pesar de tantos ladridos Altman finalmente colaboraría, y muy estrechamente, con los funcionarios de Donald Trump, y lo que no pudo con Carter si lo hizo con James Mattis, su sucesor como Secretario de Defensa en 2017. Open AI firmó un contrato con el pentágono para trabajar en un proyecto de Inteligencia artificial relacionado con la clasificación de imágenes satelitales, el proyecto conocido como Algoritmic Warfare Cross Function Team, que tenía como objeto desarrollar un software que pudiese distinguir entre vehículos, personas y coches militares, así como rastrear objetos de interés a fin de desplegar misiles y drones en zonas de combate. Básicamente los analistas de Open AI colaboraron con el pentágono en funciones de aumentar la capacidad de espionaje aéreo y mejorar el desempeño de los misiles autoinducidos de la artillería norteamericana. El proyecto también contó con la ayuda de Google y fue tan controversial que casi 4.000 de sus empleados firmaron una carta dirigida al CEO Sundar Pishay instando a la compañía a retirarse del proyecto, incluso una docena de valientes renunció en forma de protesta. Parte de este material bélico está siendo utilizado en Ucrania, como revelaron la filtraciones del pentágono.

En 2018 Open AI sería noticia por una inesperada fractura el 20 de febrero. Elon Musk anunció que renunciaba a su puesto en el consejo de administración, ya que dos de sus empresas, Tesla y Neuralink, utilizaban Inteligencia artificial en sus productos y esto constituía un posible conflicto de interés con las leyes antimonopólicas, además competían por los mismos empleados. Es un poco difícil de creer porque básicamente este tipo de personajes nunca se enfrenta a problemas de esta naturaleza; es sumamente habitual que compartan empleados para varias de sus propias compañías y no estaba hablando de competencia entre sí. Pronto se sabría que la salida de Musk tuvo mucho más que ver con una lucha de poder. A Musk que le preocupaba que Open AI estuviera siendo derrotada por Google. le dijo alman que quería hacerse cargo de la empresa para acelerar el desarrollo pero Sam y la junta de Open AI no solo lo rechazaron sino que le anunciaron a Musk una decisión que equivalía a pedirle su renuncia, entregarle la firma a Bill Gates. Por entonces era evidente que la corporación no iba a ningún sitio mientras continuaban con el cuento de que no eran una compañía privada sino que eran una especie de fundación que cotizaba pero en beneficio de la humanidad.

Google ya estaba celebrando hazañas con Deep Mind. Su laboratorio de Inteligencia artificial, por ejemplo, había creado Alfa Zero, la primera ia de ajedrez y alpha go, lo mismo pero del milenario juego oriental Go. Nada de esto había sido gratis, en 2017 Big Bang le costó a Google 442 millones de dólares. Necesitaba de esos mismos recursos pero lo que Musk no pudo tolerar es que no haya sido él El Salvador mesiánico de esta empresa mesiánica y que estuvieran planeando acudir a Microsoft de Gates que como sabemos tiene una relación muy muy conflictiva con el CEO de Tesla, Musk, que se fue de open ai y con él se llevó su dinero y a partir de entonces Gates se encargaría de sostenerla y profundizarla todo maquillado de filantropía y, con generosas extensiones de impuestos a través de la fundación Bill Melinda Gates, otorgó una millonaria subvención para trabajar en la iniciativa Air for Earth. Sí Inteligencia artificial para la salud, y utiliza el producto para mejorar la sanidad pública y abordar enfermedades tan cruciales como el VIH y la tuberculosis. Pero en 2019 se hizo oficial y open AI anunció su asociación formal con Microsoft Corporation. La nueva empresa se llamó Open AI LP. El gigante tecnológico invirtió miles de millones de dólares, divididos entre dinero en efectivo y créditos a la plataforma de computación en la nube de Microsoft. El acuerdo incluyó la adaptación de los servicios de Open AI que se ejecuten en la nube, que los creadores de Windows se conviertan en socios preferentes para la comercialización de las nuevas tecnologías de Inteligencia artificial .

En otras palabras Bill se la arrebató a Elon de las manos. Altman, por su parte, dejó la presidencia de E combinator y se convirtió en el ceo de open AI para dedicarse a ello a tiempo completo ese mismo año saltó a la fama al presentar gpt 2, un modelo de lenguaje muy avanzado que podía generar párrafos enteros partiendo solo de una frase. Lejos de su promesa de liberar el código fuente la compañía lanzó una demo limitada y arancelada asegurando que su chatbot era tan bueno escribiendo noticia falsas que por eso decidieron no publicarlo, no vaya a ser que Bill se enoje.

La evolución del modelo llegó en con gpt3, que poseía 175 mil millones de parámetros de aprendizaje automatizado ya generaba discursos mucho más precisos y textos de una calidad distinguible a los producidos por humanos. Pero bueno en todo caso a los de los humanos promedio, y denle al chat gpt que escriba un poema al estilo de Quevedo a ver qué tal le va. Mientras tanto Altman atendió otros kiosquitos. Inspirado por el sistema de vigilancia chino lanzó World Coin, una empresa que combinaría el reconocimiento facial y las criptomonedas y una ambición Audaz motorizaba este proyecto: poner su moneda en manos de todos los seres humanos de la tierra e identificarlos a partir de ella; una campaña de la que ya hemos hablado que se realizó en Plazas, centros de tránsito y vías públicas para inscribir a los incautos y que depositen su dinero en un monedero digital que a cambio les regalaría está completa estafa. Requisito: fotografiarse los ojos. Worldcoin llegó a recopilar imágenes de cientos de miles de personas en una veintena de países. Sin embargo el poco entusiasmo de los usuarios y el hecho de que la mayoría de sus operaciones ilegales se marcharan desplumándolos, hicieron que en 2022 suspenda sus operaciones envuelta en un mega escándalo judicial. Pero bueno Altman nos ha demostrado que no es su éxito empresarial lo que lo hizo grande sino desarrollar tecnologías Aunque fracasen en el mercado, triunfan para el gobierno. Su sistema ha inspirado la idea, cada vez más compartida por los bancos centrales, de incluir identificaciones biométricas conectadas a las infames cbdc, las monedas digitales gubernamentales que vienen para acabar completamente con el dinero en efectivo y con la libertad económica. El FMI ya está vinculado a una.

Pero la fantasiosa cabeza de Altman no tiene descanso y el año pasado desembolsó 375 millones de dólares para una startup que busca conseguir una fusión nuclear para generar energía ilimitada, una hazaña hasta ahora imposible para la física y muy peligrosa Por cierto, se propone como meta el 2024 mismo. Ya había dicho Perón en 1948, cuando el físico austríaco nazi Ronald Richter lo estafó descaradamente prometiendo desarrollar una fusión nuclear controlada en la isla Huemul de Bariloche. En fin Altman también destinó 180 millones de dólares para lanzar retro bios Science, otra empresa que busca desarrollar un elixir rejuvenecedor con sangre juvenil, bien clarito, cito: “básicamente he invertido todo mi patrimonio Neto en estas dos compañías pero si funciona podría llegar a los 120 años estando bastante sano, deberías agradecerme”, le aseguró este peculiar muchacho al MIT Technology Review. En la misma entrevista Altman contó que lleva años monitoreando los métodos antienvejecimiento, consejo de Peter Thiel, claro, quien le indujo el interés por la sangre joven, ya lo contamos. Él ya ha elevado estos emprendimientos conjuntos a un grado superior, estableciendo la Fundación Matusalén, que con premisas abiertamente eugenesistas, persigue que la gente o más talentosa o más inteligente o más rica pueda sentirse a los 90 años de edad como si tuviera apenas 50.

La primera investigación de varios Science científicos de la Universidad de Harvard cosieron las pieles de ratones viejos y ratones jóvenes para que sus sistemas sanguíneo se combinasen. Según la empresa, claro, los músculos y los cerebros de los ratones viejos se rejuvenecieron parcialmente. Altman mantuvo un brote de Éxtasis. Sus ratones Frankenstein siguieron dándole energía para jugar con la vida ajena.

En open AI la inversión de Microsoft empezó a rendir su frutos: para 2022 lanzaron un sistema de Inteligencia artificial que puede crear imágenes realistas incluso arte explícito de acuerdo a las descripciones de texto. Luego se publicó la Inteligencia artificial más popular de todos los tiempos, nuestra querida amiga Chad gpt 3.5 y la que seguramente tus amigos, hijos, nietos o conocidos han estado utilizando en los últimos meses. En realidad es solo la versión rudimentaria de chat gpt 4, que será capaz de trabajar con más de 25.000 palabras incluyendo imágenes en las entradas y generando subtítulos y clasificaciones, una versión sumamente actualizada.

A diferencia de todos sus anteriores proyectos, chat gpt si ha tenido un impacto mundial desde su potencial para matar a Google como el nuevo buscador favorito hasta para escribir trabajos académicos, oficiar como abogado, legislador médico e incluso ligar en Tinder. El chat voz de open AI hoy está en la boca de todos. De hecho se volvió tan popular que sonaron las alarmas en la manzana de enfrente, por supuesto en Google, según The New York Times Sundar Pizhay, el ceo de la corporación alphabet emitió una advertencia de código rojo y desde diciembre viene realizando reuniones periódicas por la amenaza que representa esta aplicación para el histórico motor de búsqueda de la empresa la compañía. También llamó a los cofundadores suplicándoles ayuda para abordar el problema.

A estas horas Microsoft ha comenzado a utilizar chat gpt para impulsar su propio motor de búsqueda Bing, con el que tiene muchas ganas de cobrarse una revancha contra sus rivales californianos. De hecho Chad gpt es la gran diva del conglomerado de Gates

En enero la empresa anunció que invertirá 10.000 millones de dólares en open AI Durante los próximos años, el anuncio se dio un día después de despedir a casi 11.000 trabajadores, cuyo trabajo será reemplazado precisamente por las máquinas, en los últimos seis meses. Amazon hizo lo suyo con 18.000, Meta, que icluye Facebook Instagram y WhatsApp, con 11.000, Sports con 8.000 y Twitter con más de 4.000.

La llegada de chat gpt nos anuncia que la distopía tecnológica ya ha comenzado. El pasado 8 de febrero el Pentágono blanqueó su utilización de esta innovadora tecnología para escribir un artículo sobre un nuevo grupo de defensa contra drones Taskforce 39; en la parte superior del texto un descargo de responsabilidad señala que el artículo fue escrito íntegramente por la herramienta También el gobernador del Banco Central de Israel Amir Sharon se subió la fiebre robótica y dejó que la plataforma de Open AI escribiera algunos párrafos de su discurso, todo esto en plena crisis política y con las protestas más grandes de la historia sionista. Bueno a fin de cuentas todo lo que el Pentágono e Israel le dieron a Altman tenía que serles devuelto algún día, pero no deja de ser inquietante que el propio Altman haya declarado que entender cómo funciona la Inteligencia artificial es imposible hasta para él, El padre de la criatura, que a veces ni siquiera sus ingenieros más experimentados y veteranos saben por qué gpt hace lo que hace, lo que nos remite a esas terribles palabras de Eric Smith, CEO de Google, que tiene escrito un libro de Inteligencia artificial junto al omnipresente Henry Kissinger, quien ya falleció, a los100 años, cuando le dijo al historiador británico Niall Ferguson, que lo estaba entrevistando, que, por ejemplo, la Inteligencia artificial podría decidir exterminar a miles de personas por razones que nosotros no podríamos comprender.

Pero no por esto aflojan la mano y en Open AI dicen que chatgpt 5 será capaz de alcanzar la Inteligencia artificial general, es decir la máxima fortaleza para este tipo de desarrollo con un vocabulario indistinguible al del ser humano muy culto. Sería el mayor avance tecnológico de la historia conocida.

Algo así es lo que dijo Bill Gates que recientemente publicó en su bitácora Gates Notes un artículo titulado “La era de la Inteligencia artificial ya ha comenzado” y el contenido es bastante acorde a la profecía que anticipa:

“A lo largo de mi vida he visto dos demostraciones tecnológicas que me han parecido realmente revolucionarias, la primera fue en 1980 cuando me presentaron un interfaz gráfica de usuario precursora de todos los sistemas operativos modernos incluido Windows. La segunda gran sorpresa llegó el año pasado en los laboratorios de open AI, estando tan entusiasmado con su trabajo que les plantee un reto: entrenar a una Inteligencia artificial para que aprobara un examen de biología de nivel avanzado. Pensé que tardarían dos o tres años pero en septiembre, cuando volvía a reunirme con ellos, vi con asombro como Chat gpt escribió respuestas sobresalientes a seis preguntas abiertas del examen. Pedimos a un experto que corrigiera su prueba y el gpt obtuvo un cinco, la máxima puntuación posible. Luego le hicimos una pregunta no científica, ‘qué le dirías a un padre con un hijo enfermo’ y escribió una respuesta mejor que la que habríamos dado la mayoría de los presentes ;sabía que acababa de ver El Avance más importante en materia tecnológica desde la interfaz gráfica de usuario”.

Bueno, saben quién es Bill Gates no se lo tengo que aclarar y, tomen nota, quien no está muy contento tampoco con el éxito de open AI es, paradójicamente, su cofundador Elon Musk. Después de la publicación en Gates Notes salió a decir que Bill no entendía nada de Inteligencia artificial y qué sigue sin hacerlo. El summum de su rabia llegó hace tres semanas cuando junto al cofundador de Apple, Steve Warniak, salieron a pedir que se prohíba la investigación en esta materia durante los próximos seis meses para evaluar el alcance de daño de estas herramientas, dice un sujeto que ya ha matado a decenas de personas con sus automóviles subsidiados de porquería, que colabora y es un proveedor activo del ejército de los Estados Unidos y tiene pactos con China con Rusia y ha abandonado su suerte a los ucranianos con Starlink, que los envió al matadero. Pero bueno ahora le preocupa que los robots dejen a la gente sin empleo.

Pero no es el único, más de mil personas influyentes firmaron esta petición del Instituto para el futuro de la Vida, una institución sin ánimo de lucro que trata desde hace años de crear un marco regulatorio en torno a la Inteligencia artificial. Marco regulatorio que por supuesto tampoco va a ser en beneficio del ser humano, ni de la libertad porque los mayores peligros de la IA pasa por su utilización política y la regulación va a venir de la política. Así que amigos no tengo absolutamente ninguna esperanza más que la ineficiencia o la ineptitud de estos muchachos.

En España, a su vez, la agencia española de protección de datos inició una investigación a open AI por posible incumplimiento normativo en su herramienta en lo que refiere a los derechos de privacidad. La denuncia fue acogida por el comité europeo de protección de datos, que puso un grupo de burócratas a seguir los pasos de la empresa. Pero han confesado a la prensa que están despistados y que no logran entender su ritmo.

Musk, profundamente frustrado por el mediocre desempeño de los proyectos que emprendió por sí solo, como por ejemplo el robot Optimus (que en realidad era una persona disfrazada de robot en su lanzamiento) o ilustrativo de quien es Musk, ahora ha anunciado el lanzamiento de xae su propia compañía destinada a competir contra open AI y que se propone buscar la verdad absoluta universal, porque si vamos a competir entre mesiánicos, Musk siempre quiere ganar. La marca, con sede en Nevada, lo tendrá como director y a Jared Buttersal como mano derecha. hasta puso a la venta 100 millones de acciones para buscar financiación, aunque muchos analistas suspicaces ven como se desmorona el Imperio de Musk, que ha llegado a ocupar el récord Forbes de pérdida de dinero de la historia de la humanidad en este último año y creen que este es un ingenioso mecanismo para comenzar a desprenderse de sus propios fraudes.

Pero bueno el escozor de la competencia se ha generalizado y todas las grandes tecnologías están apurando sus propios modelos de lenguaje al estilo gpt.

Meta, de Zuckerberg, que está trabajando en Llama, Google en Bart, Microsoft en Bing, Alibaba en tonkie Y por supuesto ya les hemos hablado de Ernie de Senstain del partido comunista chino pero Altman ya puede sentirse satisfecho, ha realizado un trabajo extraordinario en materia de ingeniería social.

La CONFIANZA en las INSTITUCIONES y el DIVIDENDO de la GUERRA

Fabio Vighi

Aunque casi nadie quiera admitirlo, nuestro “sistema” es obsoleto, y por esta razón ahora se está transformando en un “sistema cerrado”, de naturaleza totalitaria. Es igualmente claro que los pocos que siguen beneficiándose materialmente del sistema capitalista (el 0,1%) están dispuestos a hacer lo que sea necesario para prolongar su obsoleta existencia.

En su raíz, el capitalismo contemporáneo funciona de una manera simple: la deuda se emite por una puerta y se compra por otra a través de la emisión de nueva deuda en un bucle depresivo del que se originan la mayoría de los fenómenos destructivos de nuestro tiempo.

Los facilitadores del mecanismo de “persecución de deudas” son una clase de tecnócratas especuladores cuyo principal rasgo psicológico es la psicopatía. Están tan dedicados al mecanismo que se han convertido en sus extensiones: como autómatas, trabajan incansablemente para el mecanismo, sin ningún remordimiento por la devastación de la vida humana que dispensa. La dimensión psicopática (desinhibida, manipuladora y criminalmente antisocial) no es, sin embargo, una prerrogativa exclusiva de la camarilla financiera transnacional, sino que se extiende tanto a la casta político-institucional (desde los jefes de gobierno hasta los administradores locales) como a la llamada intelectualidad (expertos, periodistas, académicos, filósofos, artistas, etc.).

En otras palabras, la mediación institucional de la realidad está ahora enteramente mediada por el propio mecanismo. Quien entra en el sistema debe aceptar sus reglas y también, ipso facto, asumir sus rasgos psicopatológicos. De este modo, la objetividad ciega del capitalismo (el afán de lucro) se vuelve indistinguible de los sujetos que la representan.

Debido a su trastorno de personalidad, los tecnócratas en la sala de control tienden a sobreestimar su capacidad para imponer un sistema cerrado que podría ocultar el declive de la socialización capitalista. Primero, la trágica farsa pandémica, y ahora el viento frío de la guerra permanente, están poniendo a prueba la confianza incondicional del ciudadano medio en sus instituciones representativas. Si era relativamente fácil silenciar la duda y la disidencia con los “confinamientos humanitarios” y el estado de emergencia –que permitieron a una clase política de lo más oportunista recuperar brevemente algo de influencia–, la complicidad en el genocidio de Gaza junto con la construcción neomcarthysta del “frente democrático contra el monstruo ruso”, con la carrera armamentista correspondiente, están empezando a socavar las viejas certezas de la mayoría silenciosa.

En la nueva normalidad totalitaria, la realidad no llega a los noticieros ni a las pantallas de televisión. Lo que obtenemos, en cambio, es lo hiperreal tal como lo teorizó Jean Baudrillard, que no es ni real ni ficción, sino el contenedor narrativo que ha reemplazado a ambos. Por lo tanto, la brutal limpieza étnica de Gaza continúa a toda velocidad, junto con las preocupaciones humanitarias desgarradoras para los civiles, los llamamientos telegénicos contra todas las formas de extremismo y las cínicas advertencias de antisemitismo desenfrenado. Al mismo tiempo, se nos recuerda las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que los rusos (¿quién más?) se están preparando para un ciberataque nuclear desde el espacio y la invasión de Europa. Sin siquiera darse cuenta, los cazafantasmas de la teoría de la conspiración se convierten en lo que les encanta odiar. La vorágine resultante del infoentretenimiento induce un estado de hipnosis colectiva que resulta más eficaz que la censura tradicional, ya que elimina ex ante la petición de un referente real, en toda su ambigüedad radical.

La hipermediación del mundo aspira a convertirse en el único mundo disponible. Los acontecimientos narrados por los medios corporativos ya no son pensados como otra cosa que su narración, ya que, en la inversión hiperreal, es la narración misma la que piensa al sujeto. Nuestro saturado espacio informativo se presenta en forma de un espectáculo autorreferencial infinitamente maleable que a priori esteriliza todo pensamiento crítico. El debate oficial sobre Gaza o Ucrania, por ejemplo, se reformula continuamente en un debate sobre el debate mismo, estrictamente delimitado por códigos binarios moralmente preformateados (democracia/terrorismo, etc.). Esta tendencia a liquidar el referente debe entenderse en su sentido etimológico como una tendencia a “hacerlo líquido”. Se estableció, históricamente, como consecuencia de un proceso de virtualización económica basado en la sustitución de la rentabilidad del trabajo asalariado (valorización real) por la rentabilidad simulada del capital especulativo.

Vivimos en un mundo en el que los mercados bursátiles de Japón y el Reino Unido alcanzan máximos históricos a medida que sus economías caen en recesión, mientras que Estados Unidos se las arregla para mantenerse a flote gracias a un monstruoso déficit garantizado por la hegemonía monetaria y militar. Independientemente del desplome o de la drástica corrección que se esté gestando, la fiesta en curso del mercado financiero (con muy pocos invitados) está inextricablemente conectada con la euforia de la guerra. ¿Por qué? En primer lugar, la producción militar para “compromisos de seguridad a largo plazo” es ahora un apoyo esencial para un crecimiento real cada vez más débil medido en PIB. Por ejemplo, el 64% de los 60.700 millones de dólares asignados a Ucrania en el último paquete de ayuda serán absorbidos por la industria militar estadounidense. La fuente aquí no es la TASS de Putin sino el Wall Street Journal, que también admite que desde el comienzo del conflicto ucraniano, la producción industrial estadounidense en el sector de defensa ha aumentado un 17,5%.

Pero, sobre todo, el entusiasmo tecno-militar-industrial sigue funcionando como viento de cola para un sector financiero híper inflado que ahora es esclavo de la manía de la IA. La actual burbuja del S&P 500 es el resultado de la sobrevaloración histérica de un puñado de corporaciones tecnológicas, las llamadas Siete Magníficas (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla, que hoy en día se reducen a las Dos Magníficas: Nvidia y Meta). El fuerte desequilibrio se asemeja mucho a la burbuja tecnológica de las punto.com de finales de la década de 1990, cuando el entusiasmo por Internet llevó a la sobrevaloración de Microsoft, Cisco, Amazon, eBay, Qualcomm, etc. Si bien estas empresas lograron salvar su propio pellejo, muchas empresas emergentes fueron aniquiladas por el estallido de la burbuja. Ergo, un mercado sensacional movido por la palanca de la Inteligencia Artificial haría mejor en prepararse para una caída igualmente sensacional.

Tengamos en cuenta que el riesgo financiero hoy es inmensamente más alto que hace veinticinco años. A lo largo de las últimas dos décadas, el sistema se ha convertido en rehén de la artimaña bastante elemental llamada “creación de liquidez de la nada” (y chivos expiatorios relacionados y afines), cuyo propósito es refinanciar la masa de deuda pendiente que soporta los déficits estatales, así como burbujas especulativas pobladas por montones de empresas zombis. Un colapso bursátil de alrededor del 80%, como el de las punto.com a finales de 2000, equivaldría ahora a un aluvión de explosiones atómicas, metafórica y literalmente. Esto se debe a que la psicopatía belicista es, en última instancia, una extensión de la psicopatía financiera: el resultado real del riesgo especulativo fuera de control. Esto explica por qué una superestrella tecnócrata como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, pide la producción de “armas como las vacunas Covid“, revelando inadvertidamente el verdadero propósito de ambas.

La industria armamentística es el guardián del capitalismo financiarizado, que en su versión tradicional –el fantástico mundo del pleno empleo, el consumo masivo hedonista, el crecimiento sin fin y el progreso democrático– ha estado muerto y enterrado durante bastante tiempo. De ahí el objetivo no declarado de Estados Unidos y los Estados vasallos: mantener la hegemonía militar tanto como columna vertebral de la hegemonía monetaria (el dólar como reserva global) y como para proteger una masa ya virtualmente insostenible de deuda tóxica.

Es por eso que la primera ministra estonia, Kaja Kallas, recomienda la misma estrategia monetaria implementada durante el Covid para la UE: la emisión de 100.000 millones en eurobonos (750.000 millones se movilizaron como Coronabonos en 2020) con el fin de relanzar la industria militar de la UE a la espera de las nuevas invasiones bárbaras. Endeudarse para hacer frente a Putin y otras “emergencias apocalípticas” debidamente empaquetadas por los medios de comunicación es el último modelo económico desesperado del capitalismo de crisis. El límite interno (colapso del modo de producción) es negado a través de su proyección externa, encarnada por enemigos providenciales sedientos de sangre democrática. El “bono de guerra” como baluarte fiscal: así es como el Occidente liberal, progresista y moralmente superior se enfrenta a su propia implosión.

La carrera armamentista ha comenzado en casi todas partes. En Gran Bretaña, el general Patrick Sanders, jefe del ejército británico, propone un reclutamiento masivo de ciudadanos para enviarlos al frente (obviamente, ruso), mientras que el nuevo ministro de Defensa, Grant Schapps, ni siquiera se molesta en ocultar el oportunismo económico de la llamada a las armas:

‘[…] La era de los dividendos de la paz ha terminado. Dentro de cinco años podríamos estar viendo múltiples escenarios que involucren a Rusia, China, Irán y Corea del Norte. […] En primer lugar, debemos hacer que nuestra industria sea más resiliente para poder rearmarnos, reabastecernos e innovar mucho más rápido que nuestros oponentes. Aquí hay una gran oportunidad para la industria británica. El Reino Unido ha sido durante mucho tiempo sinónimo de tecnologías pioneras. Le dimos al mundo el radar, el motor a reacción y la World Wide Web (Web mundial). No hemos perdido esa chispa de creatividad. Por el contrario, hoy en día el Reino Unido es una de las tres únicas economías tecnológicas de 1 billón de dólares. Pero imagínense lo que podríamos hacer si lográramos aprovechar mejor esa inspiración, ingenio e invención latentes para la defensa de nuestra nación”.

Al igual que hicieron durante el Covid, los tecnócratas de la UE leyeron el mismo guión. Al igual que los niños en el jardín de infantes, cantan al unísono la misma canción infantil belicista. Si Alemania, Francia, Polonia y los países bálticos se preparan ahora para décadas de guerra contra Rusia, incluso Austria (un país no perteneciente a la OTAN cuya economía sigue dependiendo en gran medida del gas ruso asequible) y Suecia (tradicionalmente neutral) se han subido al carro.

En resumen, el acto de blandir el espantapájaros ruso está ganando impulso y los tambores de guerra están sonando. Sobre todo, esto significa que estamos entrando en una era de creciente endeudamiento militar por el (supuesto) monopolio de la violencia en múltiples teatros de guerra que, precisamente por su motivación financiera, nunca debe desaparecer de la vista. Como dijo Julian Assange en 2011, refiriéndose a Afganistán, “el objetivo es una guerra sin fin, no una guerra exitosa”. Este escenario viene acompañado de decadencia socioeconómica y cultural, represión de la disidencia y manipulación coercitiva de la plebe empobrecida. Pero sería ilusorio creer que la narrativa del “noble compromiso militar” de Occidente no es más que el último episodio de una serie de Netflix que podemos permitirnos ver desde la distancia segura de nuestros sofás, tal vez lavando nuestras conciencias con algunos eslóganes pacifistas genéricos. Porque cuanto más flaquea el modelo del capitalismo financiero, más no dudarán en sacrificar bajo las “bombas democráticas” a los “condenados de la tierra” de los que escribió Franz Fanon (poblaciones, como los palestinos, abandonadas desde hace mucho tiempo a condiciones de miseria y abusos infrahumanos), sino también a los plácidos habitantes del “mundo opulento y acomodado” que son tan apreciados por las élites como un rebaño de ganado pastando con un teléfono inteligente pegado a la nariz.

El ahora permanente llamado a las armas (contra el virus, Putin, Hamas, los hutíes, Irán, China y todos los malos que vendrán) funciona como una cobertura desesperada y criminal para una lógica económica fallida a merced de su degeneración financiera y las incesantes administraciones de crédito desde las pantallas de las computadoras de los bancos centrales. El drama de emergencia debe ser avivado sin interrupciones, o el globo que transporta la “civilización de la ganancia y el beneficio ” estallará. Dicho de otro modo, la rentabilidad del casino financiero, que se ha disociado de la rentabilidad del trabajo de masas y la ha sustituido, depende cada vez más de la barbarie.

A medida que la metadona monetaria garantizada por la psicopandemia se está agotando, los problemas de liquidez vuelven a llegar a un punto crítico. La política monetaria de subida de los tipos de interés de los bancos centrales corre el riesgo de fracasar si, como parece, el saldo de la facilidad de recompra inversa de la Reserva Federal (que al drenar liquidez actúa como indicador principal de las reservas bancarias) sigue cayendo en picada, mientras que el BTFP (Bank Term Funding Program, el programa de préstamos de emergencia creado por el banco central estadounidense en marzo de 2023 para hacer frente a la crisis desencadenada por la quiebra de Silicon Valley Bank) llega a su fin a mediados de marzo. En una repetición de septiembre de 2019, la ominosamente llamada “locura de marzo” podría aumentar el riesgo de un baño de sangre en los mercados de deuda. Aquí es importante señalar que los préstamos de los bancos tradicionales al sistema bancario en la sombra (la esfera financiera mal regulada poblada por fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos de cobertura, administradores de activos, etc.) han superado recientemente el billón de dólares. Los beneficiarios de estos préstamos, empresas financieras no bancarias altamente apalancadas, los empaquetan y los invierten como deuda a sujetos cada vez más riesgosos.

Este aumento del apalancamiento, que ya estaba en el centro de la crisis de 2008, es un indicador evidente de la creciente volatilidad sistémica. Según datos del Consejo de Estabilidad Financiera (Autoridad de Supervisión de EE.UU.), a la fecha los activos bancarios en la sombra ascienden a 218 billones de dólares, aproximadamente el 50% de los activos financieros globales. Se trata en su mayoría de titulizaciones y pactos de recompra (repos) muy apalancados, que constituyen la esencia del sistema financiero actual: deuda estructurada en más deuda; una fuga hacia adelante de la especulación basada en la deuda sin un valor subyacente real. La fragilidad de este mecanismo es intrínseca, ya que la insolvencia de un solo actor provocaría el colapso de toda la pirámide, desencadenando posteriormente un contagio económico a gran escala. Por esta razón, el sector financiero (“un castillo de naipes construido sobre un charco de gasolina”) está perpetuamente sediento de liquidez. Por lo tanto, es bastante fácil predecir lo que vendrá después: en un entorno ya dominado por una política de QT (reducción del balance del banco central) que es esencialmente falsa –ya que se compensa con programas de emergencia a plazo fijo como BTFT–, la Fed (y sus asociados) pronto necesitarán la palanca de nuevas emergencias importantes para justificar el recorte de los tipos de interés para inyectar liquidez recién acuñada en el sistema.

Es interesante observar cómo las instituciones políticas y económicas occidentales, incluso cuando son duramente criticadas, son representadas por los medios de comunicación como si se tratara de una pintura de la Alta Edad Media: sin contexto. Existen eo ipso, en un aura metafísica autorreferencial que los inmuniza a la relación con su entorno real. Individualmente, por supuesto, los políticos y tecnócratas son regularmente reprendidos y ridiculizados. Sin embargo, sus instituciones de gobierno, que en principio son responsables de llevar a cabo tareas de interés público, siguen siendo intocables, ya que supuestamente encarnan el punto más alto en la escala de los “mejores mundos posibles”. Sin embargo, especialmente a la luz de los acontecimientos actuales, debería ser fácil ver cómo el carácter cuasi sagrado de la gobernanza liberal-democrática oculta su total dependencia de los movimientos del capital financiero. Los pilares morales sobre los que se construye el poder liberal son, más obviamente que nunca, una extensión del impulso amoral de la rentabilidad capitalista.

Las clases medias occidentales son prisioneras de su pasado, convencidas de que el capitalismo liberal-democrático de posguerra, como modelo de organización social, no sólo es fundamentalmente justo, sino también eterno e incuestionable. Esta ilusión óptica, que hasta ahora ha conducido a una confianza casi incondicional en nuestras instituciones (incluso cuando se las critica duramente), es comprensible: las clases medias occidentales han sido durante años objeto de las atenciones más amorosas del gran capital, en el contexto de un contrato social rentable organizado en torno al trabajo asalariado masivo y los crecientes hábitos de consumo. El capital, en otras palabras, ha moldeado y al mismo tiempo explotado una sociedad del trabajo modelada según el “estándar ideal” del trabajador-consumidor gratificado por el sueño de la movilidad social ascendente. Pero estos eran los días de los baby boomers, –nacidos entre 1946 y 1964, padres de los últimos miembros de la Generación X y de los Millenials – y los que todavía se engañan a sí mismos pensando que son ontológicamente relevantes, mientras que en realidad siempre fueron diseñados de manera oportunista en un auge económico de posguerra que, por cierto, resultó de la “destrucción creativa” de dos guerras mundiales. Y el punto es que tal “mundo” duró, en el centro capitalista, unos treinta años, que son como el aleteo de las alas de un colibrí en comparación con la historia centenaria de un modo de producción que, en palabras de Marx, viene al mundo “goteando de la cabeza a los pies, por todos los poros, con sangre y suciedad”.

La niebla de la guerra, en la que ahora estamos perdidos una vez más, oculta a la vista el verdadero objeto de la contienda: no el enemigo a combatir, sino nuestra dependencia tóxica de la madre de todas las ilusiones modernas: la ilusión, es decir, de que el capital genera espontáneamente un vínculo social civilizador. La civilización a la que me refiero es la misma que hoy justifica el exterminio descarado de los palestinos. Tal exterminio es tanto más atroz cuanto más se ajusta a la matriz racista de un “modelo de desarrollo” de la sociedad que, por regla general, impone sus valores aplastando a quienes no se ajustan a ellos, incluidos millones de indigentes y oprimidos que testimonian, con su dolorosa diversidad, el fracaso mismo de la socialización capitalista. Nuestras nobles instituciones actúan ahora cada vez más como sicarios psicóticos a sueldo del gran capital. ¿Todavía es posible que confiemos en ellos?

La crisis sistémica del capitalismo recrudeció la lucha de la oligarquía contra el pueblo

Andrei Fursov

Crisis se ha convertido en la palabra clave de nuestro tiempo. Pero la pregunta es: ¿crisis de qué? Se nos dice que es una crisis de las finanzas, una crisis del Estado, una crisis de la educación, es decir, una crisis de todo. Pero, ¿qué significa ser una crisis de todo? Una crisis de todo significa una crisis sistémica. Es una crisis del sistema social, y este sistema social es el capitalismo.

Así que, en primer lugar, una crisis del capitalismo, y sólo en segundo lugar, una crisis de la civilización, de la humanidad. Pero, ¿qué es el capitalismo? Descartes solía decir “define el sentido de las palabras”. Mi definición es que el capitalismo es un complicado sistema institucional que limita el capital en su propio interés a largo plazo y holístico, y asegura la expansión en el espacio, externalizando la crisis, y la explotación.

El último elemento es vital, porque el capitalismo, como la antigüedad, como el sistema esclavista, es un sistema de orientación expansiva. Cuando en el curso de la evolución del capitalismo, la tasa de ganancia global disminuía, el capital solía tallar partes de las zonas de capital conocidas, y transformarlas en la periferia capitalista, la zona de extracción de materias primas, y la de mano de obra barata. Pero en 1991, con la caída del campo socialista, incluida la U.R.S.S., y con el comienzo de un capitalismo de tipo semigángster en Rusia, las zonas no capitalistas se evaporaron. Ahora el capitalismo está en todas partes. Abarca todo el globo. Una victoria completa.

Pero cada adquisición es una pérdida. Ahora no hay lugar para expandirse. La intensificación del capitalismo es todo el orden del día. El problema es que, en principio, el capitalismo es un sistema ampliamente construido. Varias instituciones -el Estado-nación, la sociedad civil, la política y la educación de masas- limitan la posibilidad de que el capital explote el núcleo del sistema, de la manera o en la escala en que lo hace en la periferia. Las instituciones que he mencionado externalizan la explotación, en cierto modo en comparación con la forma en que lo hicieron las reformas de Solón en la antigua Atenas.

Los ‘Señores de los Anillos de la Crisis’

No quiero minimizar el nivel de explotación en los llamados países altamente desarrollados, pero existe un cierto límite, o, para ser más precisos, lo hubo en el periodo de 1945-1975. No es casualidad que los franceses llamaran a este periodo “los 30 años gloriosos”. Digo “fue” porque, desde los años 80, los grupos dominantes de la clase capitalista han ido desmantelando estas instituciones protegidas, cuya suma, o más bien cuyo sistema, constituye el capitalismo normal y sano, o sus pilares.

Durante los últimos 30 años, hemos sido testigos del desvanecimiento de los Estados-nación, el estrangulamiento de la sociedad civil, la despolitización de la esfera política y la primitivización y debilitamiento deliberados de la educación de masas, incluida la educación superior. En Estados Unidos, este proceso tuvo lugar en los años setenta y ochenta; en Rusia, lo estamos presenciando ahora. Pero gracias a las fundaciones socialistas, los que intentan demoler nuestra educación lo están consiguiendo, pero sólo en parte. Esta liquidación es la esencia de la llamada revolución neoliberal, o mejor dicho, contrarrevolución: contraria no sólo a las principales tendencias de los 30 años de posguerra, sino también a todo el periodo de la historia europea desde el Renacimiento.

No es sólo una regresión; es un contraprogreso. Es un contraprogreso deliberado.

Durante los últimos 30 años, hemos vivido en crisis. Y esta crisis, la contrarrevolución neoliberal, está hecha por el hombre; es artificial, o ha sido artificial, porque parece que a principios del siglo XXI, la crisis empezó a salirse del control de sus amos, de los “Señores de los Anillos de la Crisis”. Podemos identificar esto, indirectamente, en los conflictos de diferentes segmentos de la élite global, en las actividades de sus organizaciones cerradas, y en las declaraciones de altos funcionarios.

Baste recordar lo que decía [la entonces directora gerente del FMI] Christine Lagarde en octubre de 2013 en Tokio, en la reunión del FMI y el Banco Mundial, y lo que era la esencia del informe de la dirección de Morgan Stanley en junio del año anterior.

El documento guía de la contrarrevolución neoliberal fue el informe “Crisis de la democracia”, escrito a petición de la Comisión Trilateral por Samuel P. Huntington, Brian J. Crozier y Joji Watanuki, en 1975. El documento es muy interesante. Los autores escribían que la única cura para los males de la democracia no era más democracia, sino la moderación de la democracia. El informe argumentaba que, para que un sistema político democrático funcionara eficazmente, normalmente requería cierto grado de apatía y no implicación por parte de algunos individuos y grupos. Se referían a la clase media y a los grupos superiores de la clase trabajadora.

La oleada democrática, decía el informe, era un desafío general a los sistemas de autoridad existentes, públicos y privados; y la principal conclusión era que era necesaria una disminución de la influencia pública. Así que, de hecho, este documento era una reacción al ascenso de la clase media y la clase trabajadora, debido a la industrialización de los 30 años de posguerra. La solución era muy simple: la desindustrialización. La desindustrialización del núcleo del Atlántico Norte, y una ofensiva contra la clase media y la clase obrera. Y lo vimos en el Thatcherismo y el Reaganomics.

La desindustrialización de Occidente, que comenzó en los años 1980, ideológicamente se viene preparando desde hace mucho tiempo, desde los años 1860-1880 en Gran Bretaña. En los años 50 y 60, se le añadió el movimiento ecologista. El movimiento ecologista de los años 60 estaba organizado por la Fundación Rockefeller, y preparaba el camino para la futura desindustrialización.

El mismo papel desempeñaron la cultura juvenil y diferentes movimientos minoritarios y, por supuesto, la desracionalización del pensamiento y el comportamiento. Los años 80 vieron el auge de cultos irracionales, el deterioro de la educación de masas y, por supuesto, la suplantación de la ciencia ficción por la fantasía. La serie de Harry Potter es un ejemplo muy indicativo, donde vemos el futuro, o una imagen de la realidad, donde no hay democracia, donde hay una jerarquía, y donde el poder se basa en la magia, no en la elección racional.

El proyecto de detener la Historia

De hecho, la contrarrevolución neoliberal, que organizó la redistribución de los ingresos a favor de los grupos dominantes y a expensas de la clase media y la clase trabajadora, formaba parte de un proyecto geohistórico mucho mayor, o de un complot, como se quiera: el proyecto de detener la historia. Porque la redistribución de la renta y la desdemocratización de la sociedad exigían un giro civilizatorio, que yo llamo las tres D: desindustrialización, desracionalización y despoblación.

Esta última desempeña un papel importante, no sólo desde el punto de vista económico o de los recursos. Es mucho más fácil controlar a 2.000 millones de personas que a 7.000 u 8.000 millones. El proyecto de despoblación está financiado por las mismas estructuras que financiaron el movimiento ecologista, etc.

La contrarrevolución neoliberal fue una crisis en sí misma, pero pretendía ser una crisis gestionada. Sin embargo, a principios del siglo XXI, el proceso parece estar fuera de control, como ya he dicho; Hegel solía llamar a estas situaciones la perfidia de la historia.

Así pues, tenemos una doble crisis: una provocada y planificada por el hombre, y luego, una nueva crisis, caótica.

Para hacer frente a la crisis, hay que tener voluntad y razón, o mejor dicho, en primer lugar, razón, para comprender, y en segundo lugar, la voluntad de poner la razón en acción. En nuestro caso, la razón es la ciencia social, pero el problema es que la ciencia social, en su estado actual, no está a la altura de los retos de nuestra época. El principal agente de la ciencia social es el experto, que sabe cada vez más sobre cada vez menos. Y hay una desteorización del conocimiento. El conocimiento es cada vez más empírico, estudios de casos estadísticos sin teoría, sin imaginación científica, etcétera.

En primer lugar, la red disciplinaria de finales del siglo XIX, que es nuestra herencia del siglo XIX -economía, sociología y ciencias políticas-, de hecho, no capta la realidad social en su conjunto, sino sólo partes de ella. La unidad básica de análisis de la sociología es la sociedad civil, pero si ésta se está reduciendo, significa que la sociología puede decirnos cada vez menos sobre el mundo que estamos dejando y el mundo en el que estamos entrando.

[El historiador francés] Fernand Braudel decía: “El capitalismo es enemigo del mercado”. Más bien, el capitalismo está equilibrado entre el monopolio y el mercado, pero ahora podemos ver que la monopolización corporativa transnacional está alejando al mercado.

Me gustaría recordarles la investigación de Andy Coghlan y Debora MacKenzie, publicada en octubre de 2011 en el sitio del New Scientist. Este grupo de estudiosos demostró que 147 empresas, el 1% de todas las empresas, controlaban el 40% de la economía mundial. Esto es muy indicativo. Esto significa que la economía moderna, cuya unidad básica de análisis es el mercado, oculta más de lo que muestra. La política y el Estado-nación se están desvaneciendo, y esto significa que la ciencia política, con sus unidades básicas de análisis -la política y el Estado- no sólo no puede conceptualizar adecuadamente, sino que ni siquiera puede limitarse a describir las relaciones reales de poder, especialmente a escala mundial.

En segundo lugar, existe otro grave problema con la ciencia política. El poder real suele ser secreto o semisecreto, poder en la sombra. La ciencia política convencional no tiene ni conceptos ni métodos para analizar este tipo de poder. Cuanto más democrática se volvía la fachada de la sociedad occidental en los siglos XIX y XX, menos poder real tenía. Este poder se canalizaba en clubes cerrados, estructuras supernacionales, etc.

Lo que digo es banal y trivial, pero la ciencia política en su estado actual no puede analizar las relaciones reales de poder. La integración de estas estructuras como unidades de análisis en la ciencia política convencional la hará saltar por los aires.

Organizaciones de Inteligencia Cognitiva

Por lo tanto, se necesita una nueva ciencia social que estudie el mundo real, y no lo que la erudición profesa definir como real. Una nueva ciencia social con nuevas disciplinas, nuevos conceptos, una fuerza social que sea capaz de crear ese nuevo tipo de erudición, tiene la mejor oportunidad de ganar en el siglo XXI, o al menos de socavar los intentos de aislarnos de nuestro legado europeo.

Es evidente que una nueva erudición sólo puede ser creada por estructuras de nuevo tipo. ¿Qué organizaciones analizan hoy la realidad? Sobre todo, las organizaciones científicas y las ramas analíticas de los servicios secretos, pero ambas se encuentran en una profunda crisis. Hoy asistimos a una crisis tanto de las organizaciones científicas como de los servicios secretos, sus ramas analíticas. La ciencia parece no ser capaz de trabajar con enormes volúmenes de información y se siente torpe a la hora de analizar los flujos informativos. La brecha entre los flujos informativos, incluidos los profesionales, y el nivel estándar de un erudito estándar es cada vez mayor. En lugar de eruditos, como he dicho, tenemos expertos que saben cada vez más sobre cada vez menos.

Todo el panorama nos recuerda la situación de la escolástica a finales del siglo XV: miniaturización de la investigación, estudios de casos y ausencia de un léxico universal entre las distintas esferas del saber. En cuanto a las ramas analíticas de los servicios secretos, parecen incapaces de trabajar en un mundo en el que casi toda la información significativa puede encontrarse en fuentes abiertas. Y esto transforma todo el negocio.

Así pues, es necesario crear estructuras fundamentalmente nuevas. Yo prefiero llamarlas organizaciones de inteligencia cognitiva. Deben combinar las mejores características de las estructuras eruditas y las de las sociedades secretas. Al igual que estas últimas, deben analizar el mundo real, no el imaginario, prestando atención a ciertas pruebas indirectas. Las ciencias sociales suelen descuidar las pruebas indirectas, que, sin embargo, son muy importantes.

Al mismo tiempo, al igual que la erudición, deben concentrarse en las leyes y regularidades de los procesos de masas. Tales estructuras deben ser no sólo unidades analíticas, sino también armas organizativas en la lucha por el futuro. Comprendo muy bien que es mucho más fácil pronunciar estas cosas, que crear realmente estas organizaciones, pero hay que intentarlo.

El poder detrás del trono y Las guerras eternas

La semana pasada, la ex primera ministra del Reino Unido,  Liz Truss, hizo  una revelación increíble  que, creo, merece que conste en acta. Truss apareció en   War Room de Steve Bannon y dijo esto:

“ Lo que descubrí cuando llegué al número 10 es que pensé que si llegaba a la cima del árbol, podría implementar esas políticas conservadoras… Y lo que descubrí fue que no estaba sosteniendo las palancas. Las palancas estaban en manos del Banco de Inglaterra, de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, no estaban en manos del Primer Ministro ni del Canciller…”

Truss continúa señalando el problema obvio: se puede despedir al Primer Ministro, pero no a los funcionarios del BOE que controlan el poder. Casi al mismo tiempo que esta revelación, Glenn Beck  dejó caer una pista similar. En su  entrevista con Tucker Carlson publicada el 21 de febrero de 2024, compartió una historia de su encuentro con  George W. Bush :

Pensé en algo que me dijo George Bush en la Oficina Oval. Le estaba preguntando sobre las políticas y cómo iban a cambiar, y me dijo: ” Glenn, no te preocupes, quienquiera que se siente detrás de este escritorio, en esa silla, recibirá los mismos consejos dados por los mismos asesores y se darán cuenta de que el presidente tiene las manos atadas”. Salí de esa habitación horrorizado… ¿Por qué tenemos elecciones?” Lo que GW Bush le había revelado a Beck y lo que Liz Truss descubrió cuando llegó a la cima del árbol ha sido la característica definitoria detrás de nuestras “democracias” durante mucho tiempo. El ex primer ministro británico Benjamin Disraeli dijo en 1844 que “el mundo está gobernado por personajes muy diferentes de lo que imaginan quienes no están detrás de escena”. Sir William Pitt, Primer Ministro en 1770, dijo que “hay algo detrás del trono más grande que el propio Rey”.

El poder ‘detrás del trono’ son los banqueros

Al desenmarañar los factores causales detrás de las muchas crisis a las que nos enfrentamos hoy, el rastro de las migas siempre conduce al cártel bancario internacional que parece tener la influencia determinante en la configuración del sistema de gobernanza bajo el cual operan nuestras sociedades. Esta red probablemente constituya la misma “conspiración monolítica y despiadada” sobre la que nos había advertido el presidente John F. Kennedy  .

Como proclamó un miembro famoso de ese cartel: “¡Permítanme emitir y controlar el dinero de una nación, y no me importa quién haga sus leyes! En el extremo receptor del poder monetario,  Napoleón Bonaparte  entendió muy bien esa relación: “ Cuando un gobierno depende de los banqueros para obtener dinero, ellos y no los líderes del gobierno controlan la situación ”. Así es, al parecer, en la actualidad.

En su libro de 1965 “Tragedia y esperanza ”, Carroll Quigley  nos advirtió que “los poderes del capitalismo financiero tenían [un] objetivo de largo alcance, nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo en su conjunto. … El crecimiento del capitalismo financiero hizo posible una centralización del control económico mundial y el uso de este poder para el beneficio directo de los financieros y el perjuicio directo de todos los demás grupos económicos”. Ese sistema mundial de control financiero es lo que hoy se promueve como el “orden global basado en reglas”. 

Banqueros y guerras eternas.

En particular, los intereses bancarios parecen ser los principales impulsores de la guerra perpetua que presenciamos hoy. Cuanto mejor entendemos la forma en que funcionan los sistemas, más cierto suena el dicho: “todas las guerras son guerras de banqueros”. El congresista estadounidense Ron Paul dijo que no era coincidencia que el siglo de la banca central coincidiera con un siglo de guerra total.

Hoy sabemos, por ejemplo, que Adolf Hitler y sus nacionalsocialistas fueron cultivados y generosamente financiados por destacados banqueros de Wall Street (incluido el abuelo de George W. Bush, Prescott Bush) y que las corporaciones multinacionales que controlaban proporcionaron la tecnología y la asistencia para el rearme de Alemania. El operador en la sombra que dirigió el curso de los acontecimientos fue Montagu Norman, del Banco de Inglaterra, quien era el mejor amigo y confidente de su homólogo alemán, Hjalmar Schacht. Pocos de esos detalles se han lincluído en nuestro plan de estudios de historia, pero el objetivo de militarizar y nazificar a Alemania era invadir y subyugar a Rusia. En 1935, Lord Lothian aseguró a una delegación de ministros visitantes de Alemania que “cortarían a Rusia como si fuera mantequilla”.

En el pasado más reciente, fue Ucrania la que fue militarizada y nazificada para atacar a Rusia con los mismos poderes detrás del trono tirando de las palancas. Como habló con aprecio el primer ministro de Ucrania instalado por Estados Unidos, Arseniy Yatsenyuk, en 2014: “… los banqueros internacionales están dispuestos a ayudarnos. … No hubiéramos sobrevivido sin la asistencia internacional”.

Después de destrozar a Ucrania, el próximo paso será utilizar las naciones europeas.

Estos descubrimientos deberían ser profundamente inquietantes. Después de destrozar Ucraniacontra Rusia, hay muchas razones para esperar que se dediquen a transformar otras naciones europeas para que sirvan al mismo propósito. Ese proceso ya está en marcha, como lo podemos oír en el creciente coro de líderes europeos que hablan de militarización, reclutamiento y la perspectiva de una guerra contra Rusia. No debemos mostrarnos complacientes ante estas descabelladas cavilaciones. La gran mayoría del pueblo ucraniano estaba a favor de la paz y la normalización de las relaciones con Rusia. Sin embargo, los poderes detrás del trono decidieron lo contrario y pudieron sacrificar a medio millón de jóvenes ucranianos y destruir las vidas de millones.

A menos que aceptemos que en un futuro cercano nuestros hijos también serán sacrificados por los banqueros que buscan garantías rusas, debemos centrar la atención en aquellos detrás del trono  que están tirando de las palancas y empujándonos a la guerra. Es nuestro deber hoy luchar contra ellos con todas nuestras fuerzas, creatividad y determinación. Todo lo que no sea eso corre el riesgo de convertir a más naciones europeas en lo que es hoy Ucrania. Y no, nunca se ha tratado de democracia ni de libertad. Se trata estrictamente de la banca y de la garantía.

Se trata de garantías, no de “democracia”

Todo el dinero en circulación representa deuda. La deuda representa activos en los balances de los banqueros. Para conseguir más deuda, necesitan controlar la garantía: aumenta directamente su riqueza y poder sobre nosotros. Para el resto de nosotros es lo mismo: ya sea que paguemos dinero a Gazprom por nuestro gas o a Royal Dutch Shell, seguimos teniendo que pagar.

Incluso a la Royal Dutch Shell no le importaría: simplemente podrían comprar recursos rusos a Rusia y revenderlos en casa para obtener ganancias. En verdad, el único  grupo de la sociedad para quien el control de las garantías supone alguna diferencia son los banqueros, lo que los convierte en el principal grupo con incentivos para fomentar guerras eternas por el control de los recursos. No dudarán en recurrir a la energía nuclear y sacrificar una nación tras otra para lograrlo.

Lord Acton profetizó hace mucho tiempo que “la cuestión que se ha extendido a lo largo de los siglos y que habrá que combatir tarde o temprano es la del pueblo contra los banqueros”. Esta lucha ya ha llegado. La “conspiración monolítica y despiadada” claramente está librando una guerra no declarada contra la humanidad, que puede ser la lucha definitiva entre nuestra emancipación o nuestra esclavitud.

Alex Kraine

La UE nos encamina al abismo

Ángeles Maestro

Los vientos de guerra sacuden Europa con fuerza creciente.

Tras la más que previsible derrota de la OTAN en Ucrania a manos de Rusia se reproducen las declaraciones, tanto del secretario general de la Alianza, Jens Stoltemberg, como de todos y cada uno de sus vasallos gobiernos de la UE. Como loros, reiteran que la derrota de Rusia es indispensable para la seguridad y estabilidad de Europa, que la guerra con Rusia es inevitable y que es necesario prepararse para ella a corto plazo. La propaganda de guerra más ramplona repite machaconamente desde los grandes medios de comunicación, propiedad de las grandes corporaciones, que Rusia, encabezada por el malvado Putin, va a invadir Europa.

La realidad es que el imperialismo sionista anglosajón (estructura de poder poder político, económico, militar, mediático y cultural que representa los intereses de la oligarquía integrada por los grandes fondos de inversión, bancos y multinacionales) con la complicidad de los gobiernos de la UE, se dispone a acometer, en suelo europeo, su objetivo estratégico desde hace más de un siglo: desmembrar y dominar Rusia, para después adueñarse de China. El momento ha llegado y el tiempo les apremia cuando la crisis capitalista se ceba sobre todo en unos EEUU y en una UE que ven cómo sus intereses, basados en la política de las cañoneras, se ven confrontados por otro tipo de alianzas dirigidas precisamente por un país con enormes recursos y avanzada tecnología armamentística, como Rusia, y por otro que aúna recursos y un poderoso desarrollo industrial y bvccomercial, China.

La preparación del ataque que la OTAN proyecta contra Rusia, verdadero leitmotiv de la creación de la Alianza hace ahora 75 años, se ha venido gestando por EEUU desde la desaparición de la URSS, en torno a tres procesos:

— la incorporación a la Alianza de los países de la órbita de la URSS, iniciada por decisión del presidente Clinton, vulnerando acuerdos oficiales con Rusia (1)

— el golpe de Estado del Maidán, la violación de los Acuerdos de Minsk, la provocación a Moscú para que entrara en la guerra de Ucrania y el bloqueo a las conversaciones de paz en Turquía en abril de 2022.

— y, sobre todo, la cancelación de las históricas y profundas relaciones económicas y comerciales de los países de la UE, sobre todo de Alemania, con Rusia.

Este último asunto es la gran victoria que puede apuntarse el imperialismo anglosajón, representante de la oligarquía occidental. La destrucción de empresas provocada deliberadamente por la pandemia Covid, mediante un injustificable – desde el punto de vista epidemiológico – cierre de la economía, se ha continuado mediante decisiones políticas, obviamente intencionadas, tales como:

— la elevación de los tipos de interés para combatir una inflación en buena medida creada artificialmente

— el brutal aumento de los precios de la energía, consecuencia directa del sabotaje de los gaseoductos que proporcionaban gas ruso, barato y de calidad, perpetrado por el mismo imperialismo anglosajón y que la UE se ha negado a investigar

— las políticas “verdes” de la UE que subvencionan con los Fondos Next Generation a grandes multinacionales para la transición energética y multan a quienes no pueden incorporar la tecnología controlada por esas mismas corporaciones

El resultado ha sido la desindustrialización de la UE, sobre todo de Alemania, acelerada también por el traslado de grandes empresas europeas a EE.UU buscando menores costes financieros y energéticos e incentivada por la subvenciones previstas por Washington a empresas que allí se radiquen mediante la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) (2). A ello se ha unido la destrucción masiva de pequeñas y medianas empresas con la correspondiente centralización y concentración de capital, dirigida y planificada desde la UE y ejecutada servilmente por los gobiernos, al tiempo que transferían a manos llenas fondos públicos, los Next Generation, a las grandes multinacionales.

Esas son exactamente las políticas contra las que legítimamente protestan los agricultores, ganaderos y pescadores y que son las mismas que, con la complicidad activa de gobiernos y grandes sindicatos, destruyeron la mayor parte de la industria pesada, la minería, los astilleros, la agricultura y la ganadería, durante la “reconversión” de los años 80 y 90. El gran sarcasmo esgrimido entonces como justificación fue que todo ello, junto a la incorporación de España a la OTAN, era el peaje necesario para entrar en “Europa”, el paraíso de los derechos sociales y laborales. Una vez comprobado en qué consiste realmente ese edén, el mantra usado ahora para justificar políticas cuyo objetivo es engordar los beneficios de las grandes corporaciones mientras destruyen las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los seres humanos, es “la protección de la naturaleza” que esas mismas multinacionales destruyen.

La economía de guerra: recortes sociales, grandes negocios y corrupción

Sobre esta Europa en fase acelerada de autodestrucción y otra vez vendida por sus gobiernos a los intereses de potencias extranjeras (antes rindió vasallaje a Hitler y ahora al imperialismo anglosajón), se cierne otra vez la amenaza de guerra mundial. Sin poder esgrimir justificación creíble alguna – nadie en su sano juicio puede creer que Rusia vaya a tacar a un país de la OTAN – los líderes europeos, compitiendo entre sí en servilismo y estupidez, llaman a los pueblos a “prepararse para la guerra”.

Mientras la pobreza se extiende en los barrios obreros, los desahucios prosiguen ejecutados por los mismos bancos que fueron rescatados con decenas de miles de millones de dinero público y los suicidios muestran el rostro más terrible del sufrimiento humano, los gobiernos de la UE, incluido de forma destacada el del PSOE- Sumar, declaran la economía de guerra.

Pero, ¿qué es la economía de guerra? La economía de guerra significa que la prioridad absoluta de toda la sociedad es destinar recursos a la industria militar, todo ello cuando ya en 2023 el gasto militar se incrementó en un inédito 25%, alcanzando los 28.000 millones de euros que es más de un tercio del gasto sanitario público. Quiere decir que van a recortar, aún más, el gasto social en pensiones, desempleo, sanidad, educación, servicios sociales, etc., para destinarlo a la compra de armamento y suministros militares. Supone preparar grandes ejércitos y volver al servicio militar obligatorio, cuyo establecimiento se debate abiertamente en los diferentes países de la UE (3). Significa que el complejo militar industrial, los fabricantes de armas y de todo tipo de tecnología militar, incluida la industria farmacéutica, empresas privadas en su totalidad que de forma mayoritaria son propiedad de las grandes multinacionales anglosajonas del sector, van a multiplicar sus ya fabulosas ganancias. Al mismo tiempo los poderosos grupos de presión de la industria armamentística, que controlan los puntos clave del poder, van a influir decisivamente para que la guerra, su gallina de los huevos de oro, siga bien alimentada, mientras nos encaminan al precipicio.

Una confrontación abierta y directa de la OTAN con Rusia, que probablemente ésta sola no pudiera soportar, supondría que ante una amenaza directa para su existencia – como ya ha anunciado el Kremlin – utilizaría sus armas nucleares. Esas armas nucleares tácticas llegarían a países europeos, los cuales a su vez responderían, dando lugar al uso de armas nucleares estratégicas con capacidad de ocasionar la muerte a centenares de millones de personas. Este es el siniestro juego al que tienen la intención de abocarnos estos gobiernos lacayos, aprendices de brujo con casco de guerra.

Todo este engranaje anida sobre un enorme conglomerado de corrupción política que sirve al mismo tiempo para engrosar los negocios y para establecer mecanismos de control social que cada vez se parecen más al fascismo.

Por ejemplo:

— La coerción a la vacunación con fármacos experimentales, estuvo precedida en la UE por la compra de miles de millones de dosis de Pfizer y otras multinacionales, decidida mediante contratos hasta hoy secretos, por la presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen. Esta mujer, acusada formalmente de corrupción por la compra de vacunas, está casada con un alto cargo de Pfizer y su hijo era a su vez directivo de la empresa McKinsey que diseñó la propaganda mundial para imponer la vacunación.

— La misma Von der Leyen, antes de ser presidenta de la Comisión Europea, fue ministra de Defensa en Alemania y sigue investigada por corrupción. Tras las elecciones europeas pretende seguir en el cargo cinco años más para, entre otras cosas, reforzar la industria militar, nombrar un Comisario Europeo de Defensa y que la UE realice, con los fondos rusos depositados en bancos europeos y bloqueados por las sanciones, compras militares conjuntas, ya que “hay que gastar más y gastar mejor”. Las acusaciones repetidas de corrupción contra ella, no parecen representar obstáculo alguno.

— A escala local, el gobierno PSOE – Podemos, ahora con Sumar en el Ministerio de Sanidad y los gobiernos de las CC.AA. apoyados por las izquierdas institucionales y extraparlamentarias, impusieron las mascarillas obligatorias, sin informe técnico que sustentase su utilidad, mientras una red mafiosa que incluye varios ministerios y gobiernos autonómicos, hacía su agosto con su venta, con la correspondiente cadena de sobornos.

La subcontratación de la censura y el refuerzo del control social

Como la historia nos enseña, el recurso del capitalismo a la destrucción y a la guerra para gobernar sus crisis, genera situaciones de desestabilización social que podrían poner en riesgo los poderes establecidos.

En estas situaciones que suponen objetivamente una agudización de la lucha de clases, la preparación para la guerra implica un reforzamiento excepcional de los mecanismos de control social. A ese objetivo deben servir, si consiguen aprobarlo en mayo de este mismo año, el Tratado de Pandemias y las Enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional de la OMS que en esencia pretende erigir a su director en autoridad sanitaria mundial con potestad para imponer las medidas implementadas durante la pandemia como normas de obligado cumplimiento a escala mundial.

Además de la Ley de Servicios Digitales, una nueva vuelta de tuerca se prepara para reforzar la censura y la manipulación informativa de cara a las elecciones europeas del 9 de junio. En el “paraíso de las libertades” hace tiempo que además de la dictadura del dinero -sólo la burguesía tiene grandes medios de comunicación- se ha pasado a la restricción de derechos fundamentales como el derecho a la información y a la libertad de expresión utilizando mecanismos de censura coordinada entre los grandes medios –ya implementados durante la pandemia– y reforzados con la guerra en Ucrania. Para dar idea del sometimiento de las fuerzas políticas baste mencionar que la decisión de censurar en la UE a Rusia Today y Sputnik, o la creación en 2022 por el gobierno PSOE – Podemos de un Foro contra la Desinformación dirigido por el general Ballesteros, no han suscitado ninguna reacción política.

Este año 2024 tendrán lugar tres elecciones ante las que, a pesar de que pudiera parecer que la oligarquía tiene todo controlado, empieza a hablarse de adoptar medidas excepcionales.

En Gran Bretaña, en fecha aún por fijar, habrá elecciones generales y en EEUU, presidenciales en el mes de noviembre. La probabilidad creciente de que D. Trump pudiera ganarlas, el trastocamiento de alianzas y objetivos que ello pudiera ocasionar, especialmente en relación con Rusia, alimenta los rumores de que pudieran suspenderse las elecciones, hecho inédito en la historia de EEUU, con el pretexto de la “injerencia rusa”.

Ante las elecciones europeas, entre las élites gobernantes, empieza a crecer el miedo a que, tal y como está sucediendo con los agricultores (en Bruselas embistieron con sus tractores las vallas de protección durante una reunión del Consejo de Ministros de la UE y Macron fue duramente increpado en una feria agrícola), del malestar social cobren fuerza organizaciones políticas que rechazan la OTAN y el incremento de los gastos militares. Ante este riesgo, la supuesta Europa democrática se arranca otra careta. Una empresa estadounidense, de Silicon Valley, Meta, propietaria de Facebook, Instagram y Threads, se dispone a ejercitar el control y la censura en las elecciones al Parlamento Europeo, al parecer de motu proprio, pero obviamente con la aquiescencia de la Comisión Europea. Sin el menor pudor, a cara descubierta, Meta cuenta cómo se prepara para ello (4).

Esto es lo que dice sobre sus preparativos:

“A medida que se acerquen las elecciones, activaremos un Centro de Operaciones Electorales para identificar amenazas potenciales y contrarrestarlas en tiempo real […] Hemos firmado un acuerdo tecnológico para combatir la difusión de contenido engañoso de IA en las elecciones. Después de haber intervenido en 200 elecciones en todo el mundo, según dicen. Desde 2016, hemos invertido más de 20 mil millones de dólares en seguridad y protección y cuadriplicamos el tamaño de nuestro equipo global que trabaja en este área hasta alrededor de 40 000 personas. Esto incluye 15.000 revisores de contenido que revisan contenido en Facebook, Instagram y Threads en más de 70 idiomas, incluidos los 24 idiomas oficiales de la UE”. Por si cabía alguna duda, cuentan cómo trabajan: “No permitimos anuncios que incluyan contenido desacreditado. Tampoco permitimos anuncios dirigidos a la UE que disuadan a la gente de votar en las elecciones; poner en duda la legitimidad de la elección; contener afirmaciones prematuras de victoria electoral; y poner en duda la legitimidad de los métodos y procesos de elección, así como su resultado. Nuestro proceso de revisión de anuncios tiene varias capas de análisis y detección, tanto antes como después de que un anuncio se publique”.

Por si alguien se olvidó, las redes sociales son empresas privadas, no son independientes, no son nuestras. Lo relativamente nuevo, lo que pone de manifiesto cómo se pisotean los supuestos derechos fundamentales, es que, al igual que ocurrió con el Covid, después con la guerra de Ucrania y ahora con las elecciones europeas, los gobiernos incorporan a un emporio estadounidense como Meta, a las tareas de censura y manipulación informativa en redes sociales que ya venían haciendo de forma especializada empresas como, en el Estado español, maldita.es y newtral- Ana Pardo – La Sexta.

Estos mecanismos que, habitualmente, llevan a cabo los servicios secretos, ahora se subcontratan con empresas privadas extranjeras. Verdaderamente, los fenómenos, en su desarrollo, muestran su propia esencia. La UE expresa cada vez más su naturaleza de burocracia oligárquica contra los intereses populares y que, al servicio de una potencia extranjera, está decidida a provocar una guerra mundial. Los pueblos, casi a tientas, empiezan a vislumbrar el abismo al que la oligarquía burguesa los conduce, a la espera de que surja con la fuerza necesaria una alternativa […] al capitalismo imperialista, que en todo caso debe partir de la salida de la UE y la OTAN. Esa tarea sólo puede llevarla a cabo una clase obrera -hoy obnubilada y maniatada por el reformismo otanista, político y sindical– que sea consciente de su misión histórica de acabar con el sistema capitalista que, en su agonía, es más criminal que nunca. En su éxito nos va la vida.

— ¿Y usted no cree que la verdad, si es tal, se impone también sin nosotros?
— G. Galilei: No, no y no. Se impone tanta verdad en la medida en que nosotros la imponemos. La victoria de la razón sólo puede ser la victoria de los que razonan.
(Galileo Galilei. Bertolt Brecht)

Notas

(1) https://nsarchive.gwu.edu/document/16116-document-05-memorandum-conversation-between
(2) La Ley de Reducción de la Inflación (IRA), en vigor desde marzo de 2023, destina hasta 369.000 millones de dólares (más de 341.000 millones de euros) en créditos fiscales, reembolsos directos y subvenciones para ayudar a las empresas a invertir y producir tecnología verde, como turbinas eólicas, paneles solares, bombas de calor y vehículos eléctricos.
Esas cuantiosas ayudas, que se repartirán a lo largo de los próximos diez años, sólo se concederán si estos productos se procesan y ensamblan mayoritariamente en Norteamérica.
(3) https://www.dw.com/es/europa-debate-el-regreso-del-servicio-militar-obligatorio/a-65858730
(4) https://about.fb.com/news/2024/02/how-meta-is-preparing-for-the-eus-2024-parliament-elections/