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Todas las miradas están puestas ahora mismo en Ucrania, que según el gobierno ruso está plagada de laboratorios de armas biológicas dirigidos por el Pentágono y otras operaciones del Estado profundo con sede en Estados Unidos. Pero ¿sabías que los laboratorios biológicos dirigidos por Estados Unidos también son un problema en otros lugares del mundo? Nuevos informes explican que varios países de la región Asia-Pacífico del mundo están frustrados porque Estados Unidos está llevando a cabo experimentos con armas biológicas en su territorio, y al parecer lo mismo está ocurriendo también en África. El pasado mes de diciembre, varios miembros de la Cámara de Representantes de Filipinas pidieron al Congreso de su país que investigara la actividad con armas biológicas del Departamento de Defensa (DoD) estadounidense en el Laboratorio Regional de Diagnóstico de Enfermedades Animales (RADDL) de la ciudad de Tarlac. “Según la petición, la Agencia de Reducción de Amenazas para la Defensa (DTRA) del DoD estadounidense tenía objetivos aparentes y encubiertos en Filipinas, que podrían no haber respondido a los intereses nacionales de Manila”, informó Financial Express.
Los miembros del Parlamento de Filipinas exigieron que el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Sanidad y el Departamento de Defensa Nacional (DND) investiguen a fondo las actividades de los militares estadounidenses en el país”. En Filipinas también se pide que estos organismos gubernamentales emitan un informe completo sobre lo que descubran, ya que muchos ciudadanos locales se preguntan por qué es el DTRA, y no el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el que gestiona el acuerdo de cooperación civil y agrícola con el país de Asia-Pacífico. (Relacionado: El plan del Pentágono era utilizar sus biolaboratorios en Ucrania para atacar a Rusia).
El gobierno de EE.UU. es como un maníaco genocida con una cuenta bancaria sin fondo (gracias a la impresión de dinero de la Fed y la estafa de la usura)
Una situación similar se produjo en Indonesia no hace mucho, cuando el gobierno de ese país declaró que la Unidad Naval de Investigación Médica Dos (NAMRU-2), dirigida por militares estadounidenses, era “inoportuna” e “inútil”. En pocas palabras, el gobierno indonesio exigió el cese inmediato de las operaciones estadounidenses, con lo que el DoD tuvo que trasladar todos sus asuntos pendientes en Indonesia a la cercana Camboya. Luego están los atroces experimentos estadounidenses con armas biológicas que se llevan a cabo en toda África y que, según el Ministerio de Sanidad de cierto estado centroafricano, son probablemente responsables del brote de un virus basado en el ébola que se produjo el pasado mes de septiembre.
Se dice que el germen generado artificialmente, al parecer creado en Sudán, es totalmente idéntico a un virus que circulaba por África durante la crisis epidémica de 2012. Esa epidemia, como se recordará, fue recibida con “alivio” por la empresa Metabiota, con sede en Estados Unidos, que ha sido objeto de una importante prensa independiente en los medios de comunicación en los últimos años por su participación en la “pandemia” del coronavirus de Wuhan (COVID-19). “Según un informe publicado por la organización sin ánimo de lucro Viral Hemorrhagic Fever Consortium (VHFC), los empleados de la empresa Metabiota no mantuvieron los requisitos de seguridad biológica durante las actividades para contrarrestar el virus del Ébola en Sierra Leona en 2015; tampoco informaron de la participación de varios expertos del Departamento de Defensa estadounidense en los procedimientos antivirus”, informó Financial Express, precisando además de que los procedimientos de seguridad biológica de Metabiota habían recibido duras críticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Se informó de que los especialistas del Pentágono habían estado enviando las muestras biológicas del virus del Ébola a Estados Unidos”. Muchos Estados postsoviéticos, entre ellos no sólo Ucrania sino también Georgia, son también terreno de actividades de armas biológicas basadas en Estados Unidos. Una instalación en particular, situada en el llamado Lugar Center de Tiflis, se ocupa de patógenos mortales como el ántrax, la tularemia y una variedad de fiebres hemorrágicas altamente contagiosas como la enfermedad de Crimea-Congo.
Fuentes