Cuando los agricultores convencionales quieren bombardear un campo de cultivo con insecticidas para matar a los insectos, rocían el campo con productos químicos tóxicos. Los productos químicos son absorbidos por los insectos y comienzan a destruir su sistema nervioso o circulatorio. En poco tiempo, millones de insectos experimentan un evento de “muerte súbita”.
Cuando los globalistas quieran matar a las masas humanas que viven en ciudades densamente pobladas, pueden bombardear la ciudad con “vacunas” en aerosol diseñadas para ser inhaladas. Estas vacunas pueden ser rociadas desde aviones a baja altura exactamente de la misma manera que el malatión fue rociado sobre las poblaciones, presumiblemente para controlar los mosquitos y el tan publicitado virus Zika.
Un artículo reciente en Eugyppius: A Plague Chronicle revela que los investigadores asociados a Bill Gates están presionando para que se apliquen vacunas nasales covid que, en teoría, podrían rociarse sobre las poblaciones e inhalarse sin el conocimiento ni el consentimiento de los individuos.
“El imbécil de virus (Moronic) Eric Topol y la vendedora de aceite de serpiente Akiko Iwasaki están conectando el hocus pocus del aerosol nasal de ARNm, exigiendo una segunda Operación Warp Speed para continuar jugando con miles de millones de sistemas inmunológicos humanos”, escribe el sitio web:.
El apoyo oligárquico a las vacunas en aerosol nasal procede principalmente de la mente trastornada de Bill Gates, que está silenciosamente decepcionado con el desempeño de los elixires de ARNm y ahora tiene puestas la mayoría de sus esperanzas en la difusión aerosol…
Topol es sólo un brigadista Corona mentalmente vacante, pero Iwasaki es cofundadora de la startup farmacéutica RIGImmune, que ha recibido 2 millones de dólares de la Fundación Gates “para desarrollar nuevos activadores de la inmunidad innata para proteger contra las enfermedades infecciosas que afectan desproporcionadamente al mundo en desarrollo”.
También es cofundadora de Xanadu Bio, que intenta desarrollar nanopartículas que no matan cuando se inhalan…
Si estos esfuerzos tienen éxito, permitirán a los globalistas lanzar desde el aire instrucciones de ARNm sobre poblaciones enteras exactamente de la misma manera que los agricultores rocían insecticidas en sus campos. Las instrucciones del ARNm secuestran las células del cuerpo, programándolas para construir estructuras proteicas no humanas que también pueden funcionar como armas biológicas causando infertilidad o coágulos.
Como Natural News ha documentado en exclusiva con pruebas de laboratorio, estos coágulos son bioestructuras autoensambladas que crecen hasta bloquear la circulación sanguínea y a menudo matan a la víctima. La gente cae muerta como gorgojos, y la “manada humana” es masacrada como nunca antes.
Las poblaciones humanas son consideradas como “plagas” por los globalistas
Las poblaciones humanas son consideradas por los globalistas como plagas del planeta, que merecen ser exterminadas de la misma manera que se podría manejar una infestación de cucarachas Según los globalistas, el ser humano no sólo utiliza demasiados recursos preciosos -como el agua, la energía y la tierra, sino que también contamina los océanos con plásticos, destruye los sistemas ecológicos y no aporta nada al futuro de la civilización humana. Por lo tanto, hay que exterminarlos, según se dice.
El problema es encontrar la manera de convencer a las masas de que no están siendo exterminadas mientras hacen cola para recibir las inyecciones de exterminio. Para conseguirlo, los médicos, los periodistas, las autoridades gubernamentales, las grandes empresas tecnológicas, los empresarios y las escuelas han estado impulsando las “vacunas”, en contradicción con toda la conocimiento real.
Estas inyecciones mortales han sido calificadas “seguras y eficaces”, cuando eran realmente peligrosas y mortales. Resulta que los que cedieron a la influencia de estas “autoridades” aparentes probablemente pagarán con sus vidas esta mala decisión. Porque desde el principio, la pandemia del covid-19 fue una estratagema para que la gente hiciera cola y aceptara recibir inyecciones de eutanasia de acción lenta.
En la actualidad, los coágulos postvacunales siguen creciendo en tamaño, obstruyendo arterias y vasos sanguíneos, causando un número creciente de personas que caen muertas sin ninguna explicación preparada que el establecimiento médico acepte. La causa común entre todos estos eventos de “muerte repentina” es, por supuesto, los coágulos post-vacuna que están obstruyendo las arterias y los vasos sanguíneos.
Es importante señalar que estos coágulos siguen creciendo cada día, dentro del cuerpo de las personas que han recibido las vacunas. Millones más morirán en los meses y años venideros.
Para los que no mueren con las vacunas actuales, los globalistas pueden simplemente rociar las ciudades con nuevas “bombas de muerte” de ARNm que la gente inhala contra su voluntad o conocimiento.
Esto convertiría de hecho a cada ciudad seleccionada en una cámara de gas […] donde la gente respiraría armas biológicas que la asesinarían con el tiempo.
De hecho, es posible que ya hayamos superado el punto de inflexión en el que miles de millones de personas están programadas para morir en los próximos años. A menos que se encuentre un método para revertir los coágulos y desprogramar literalmente el cuerpo humano de las instrucciones maliciosas del ARNm, los más de 5 mil millones de personas que ya han recibido estas vacunas corren el riesgo de ser exterminados por la “ciencia”.
Recuerda: Fauci mintió. Ya han muerto millones de personas, y es probable que mueran miles de millones más en los próximos meses y años. Las grandes empresas tecnológicas y los medios de comunicación censuran, ponen en una lista negra y atacan a cualquiera que intente dar la alarma sobre esto, demostrando que participan en el genocidio y son cómplices de estos crímenes contra la humanidad.
Apple, Google, Facebook, Twitter, YouTube, Linked In y muchos otros son culpables de conspirar para asesinar en masa a miles de millones de seres humanos, aunque algunas de esas víctimas sean sus propios empleados, ingenieros y directivos.