La agencia gubernamental argentina (A.N.M.A.T) admite que las vacunas covid contienen grafeno

La doctora Patricia Aprea, directora de Evaluación y Control, debió admitirlo en una causa judicial que tuvo lugar a raíz de un fallecimiento posinoculación. Se trata de un “compuesto tóxico”.

¿Se volvieron «conspiranoicos» en la A.N.M.A.T.? Pues no. Ocurre que esta vez, presionados por el fiscal – que por cierto ha abandonado la causa a “sugerencia” de sus superiores -, tuvieron que admitir lo inadmisible. En rigor, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica debió contestar de este modo en una causa judicial a raíz de una denuncia por un fallecimiento posinoculación. En este caso, la ANMAT admite que la vacuna de AstraZeneca contiene grafeno, aunque no especifíca la cantidad del mismo.

El abogado Miguel Iannolfi y el médico genetista Marcelo Martínez, informaron del hecho en redes sociales; ambos de reconocida labor advirtiendo a la población sobre las graves consecuencias de las pretendidas vacunas en la salud de las personas, como así mismo del grafeno que contienen, que ya fuera descubierto meses atrás por el científico español Pablo Campra

En un breve video compartido en redes, Iannolfi explicó que «salió a la luz algo que veníamos estudiando, investigando y que sabíamos que iba a salir. Gracias al esfuerzo del fiscal Carlos Insaurralde, que lo único que hizo fue cumplir con su función al momento de recibir una denuncia sobre una persona que falleció luego de haberse inoculado. Él hizo la investigación y los pedidos de informes correspondientes, presionó y, al final, la A.N.M.A.T. terminó contestando en una causa judicial que el inóculo que le están aplicando a toda la población contiene grafeno». 

Martínez, por su parte, en otro video donde primeramente se solidarizó con el recientemente detenido y ya liberado doctor Eduardo Ángel Yahbes (reconocido pediatra que desaconseja la inoculación y que, por este hecho, fuera detenido la semana pasada, allanando y registrando la policía argentina su consulta), precisó que «A.N.M.A.T. (en el documento Nº IF 2021 120912800 – APN – DECBR # ANMAT referencia informe ampliatorio ex2021-45862892), en relación con la causa sobre averiguación causales de muerte (Nº ipp015787 de la UFI 3 San Martín), la doctora Patricia Inés Aprea, jefe 1, responde a pedidos e interrogantes llevados a cabo por el fiscal, que el grafeno es uno de los elementos constituyentes de estos compuestos».

Seguidamente, Martínez redundó con que «existe un mínimo de 67 publicaciones científicas donde se describe la toxicidad del grafeno para los organismos biológicos y para el ser humano en particular, por lo tanto, ¿cuál es la razón de la presencia de este elemento en los inóculos? El certificado que emite el doctor Yahbes, como muchos de nosotros, contiene información absolutamente real y sustentada en numerosísimos artículos de investigación […]. Acabo de dar referencia de una respuesta oficial, lo cual significa que conocen la presencia de elementos tóxicos en estos compuestos».

Veremos ahora a dónde va ahora esta confesión de la A.N.M.A.T. y qué medidas toman las autoridades argentinas, completamente abocadas nada menos que a inocular a todo el mundo con el tóxico en cuestión como a amenazar sin pausa a quienes deciden no hacerlo, siguiendo así la triste estela de países como Australia, Austria, Alemania, Canadá, Francia, Italia,… De momento, al fiscal que se creía el cuento de los derechos democráticos y la igualdad ante la ley, ya le han apartado del caso, o según sus propias palabras “me he ido yo a sugerencia del fiscal General”.

Leer y descargar el documento donde la ANMAT reconoce que las vacunas contienen grafeno con clic aquí

Lógicamente tal noticia no saldrá en los medios de comunicación y, aunque apareciera, sepultada entre tanta idiotez y programación mental, difícilmente haría que la masa aborregada despertara. No despertará ni aunque caigan como chinches, como ya está sucediendo. Hasta tal extremo llega el asunto que las vacunas contra el coronavirus causaron el 93 por cien de las muertes de las personas a las que les practicaron la autopsia.

Inicialmente, en una investigación hecha en EE.UU por el Dr Bhakdi, se examinaron quince cuerpos con edades comprendidas entre los 28 y los 95 años. Habían muerto entre 7 días y 6 meses después de recibir la vacuna.

El examen reveló que la inyección indujo la formación de coágulos que causaron la muerte de 14 de los 15 pacientes. El órgano más afectado fue el corazón, pero también se vieron afectados otros órganos como los pulmones y el hígado.

Los fallecidos eran personas que habían muerto en casa, en eventos deportivos, en el coche o en el trabajo. Los familiares pidieron que se examinaran los cuerpos de las víctimas, lo que llevaron a cabo la doctora Arne Burkhardt y el doctor Sucharit Bhakdi.

El doctor Bhakdi ha dedicado toda su vida a la práctica, la enseñanza y la investigación de la microbiología y las enfermedades infecciosas. La doctora Burkhardt es patóloga y viróloga, un campo en el que ha publicado más de 300 artículos científicos. Es decir, que son científicos y no magufos, lo que demuestra que hasta los propios científicos, causantes de toda esta porquería, de reducir al absurdo el conocimiento del universo y de colaborar con que el mundo sea una bazofia, lo están reconociendo. Sólo que ahora los científicos están divididos en dos: los cientificistas colaboradores a sueldo de gobiernos y farmacéuticas, y los científicos no corrompidos, de mente más abierta, muchos de los cuales incluso están despertando de su arrogante sueño y viendo que más allá de la ciencia puede haber vida inteligente.

A los primeros 15 cadáveres, Burkhardt añadió posteriormente 55 pacientes más, con lo que el número total de autopsias ascendió a 70. En más del 90 por cien de los fallecidos, Burkhardt encontró un ataque autoinmune en los tejidos de estos órganos por parte de las células T, en el rango de edad de 28 a 90 años.

En todas las muertes encontraron los mismos hallazgos patológicos. El único denominador común en todos ellos fue la vacuna. Cuatro de las víctimas de las vacunas sólo recibieron una dosis, pero con cada inyección el sistema inmunitario empeora progresivamente.

Bhakdi asegura que las vacunas – independientemente de todo el material tóxico que puedan llevar – producen proteínas de superficie que preparan a los órganos para el ataque de los linfocitos T. Hay “una explosión de tumores y cánceres entre los vacunados que nadie puede explicar”, dice Bhakdi.

A principios de este año el doctor Hoffe descubrió que el 60 por cien de los pacientes que recibieron las vacunas tenían niveles elevados del dímero D, que es un indicador de la coagulación en las paredes de los vasos sanguíneos pequeños.

El doctor Ryan Cole, otro patólogo, señala que el cáncer de útero se ha multiplicado por veinte, así como otros tumores. Cole señala que las vacunas no estimulan a los pacientes a producir suficiente IgA secretora, que es la primera línea de defensa que mantiene una respuesta inmune equilibrada.

Cole sostiene que los infiltrados de células T en la población vacunada son destructivos para el tejido y trabaja en un estudio para comprobar cómo se deposita la proteína de superficie en los órganos en el lugar de las inyeccciones.

En los tejidos que rodean los vasos sanguíneos hay una importante acumulación de células T. Los eventos inflamatorios en los vasos sanguíneos pequeños se caracterizan por la abundancia de células T y de células endoteliales muertas, lo que a su vez da lugar a coágulos sanguíneos.

Además, se produce una infiltración masiva de órganos y tejidos con estas células del sistema inmune. El corazón es el principal órgano implicado, pero la coagulación puede producirse en cualquier parte, desde el cerebro hasta los vasos sanguíneos.

En resumidas cuentas, las vacunas tienen componentes tóxicos y además, por su propia fabricación, producen proteínas sintéticas que dañan el organismo y provocan inmunodeficiencia y coagulaciones sanguíneas. Pero ni por esas la borregada despierta. No digan que no lo advertimos.

Fuentes

La Quinta Columna TV

Verdadypaciencia

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