Sobre los CDC, el EIS y la CIA médica

Epidemic Intelligence Service (EIS)

En 1949, los Centros para el Control de las Enfermedades contrataron a un catedrático de salud pública de la Uni versidad John Hopkins, llamado Alexander Langmuir.

Querían expandir su autoridad y su poder, y creyeron que la mejor manera de hacerlo era establecer una rama dedicada a
detectar epidemias cuando aún son muy reducidas. A partir de ahí, se podrían convertir en crisis a través de los medios de comunicación y provocando el pánico en el público.


En 1951, Langmuir puso en marcha el EIS, que en la actualidad toma bajo su ala entre unos 80 y 100 licenciados al año provenientes de facultades médicas o escuelas de posgraduado, y los forma durante varias semanas hasta que sepan hacer epidemiología al estilo de los CDC. Después, los envían a una misión que dura dos años, pagada por los CDC, en la que prestan sus servicios a departamentos de salud locales o estatales, y al mismo tiempo registran las enfermedades e informan de ellas a los CDC. De esta manera, los CDC se procuran un sistema de aviso precoz que les permite exagerar, hasta convertir en epidemias, enfermedades que, de otra forma, nunca serían acontecimientos importantes.


En realidad, el EIS, a lo largo de los años, ha actuado como el ojo y el oído invisibles de los CDC. Todos sus miembros, incluso después de la misión de dos años, están en permanente reserva y no sólo actúan como representantes permanentes de los CDC a un nivel informal, en cualquiera que sea la capacidad o la tarea que se les encomiende,
sino que también se les considera oficiales que, en cualquier momento de sus vidas, pueden ser llamados al deber en caso de declararse una emergencia nacional.


Estos oficiales del EIS se pueden encontrar en muchos lugares; uno de los Cirujanos Generales del ejército de Estados Unidos era un licenciado de EIS. Se pueden encontrar en la Organización Mundial de la Salud, en compañías farmacéuticas, en puestos en los gobiernos estatal y federal, en los principales hospitales, en consultas privadas, e incluso en la persona de Lawrence Altman, el escritor médico jefe del New York Times, cuyos escritos médicos
marcan la pauta para el contenido y el tono de la cobertura médica a nivel de la nación entera.
Así pues, la red de EIS se ha vuelto muy influyente y a principios de los 90 estaba formada por casi dos mil licenciados.
Casi todos ellos mantienen su lealtad a los CDC. Estas personas ayudan, en la práctica, a detectar y exagerar epidemias, y a que se culpe de ellas a enfermedades infecciosas.


El EIS tuvo mucho que ver con que el sida fuese visto como una plaga infecciosa en 1981.

Si el sida fuese infeccioso se propagaría más allá de los grupos de riesgo.
El sida sólo se observaba en hombres homosexuales. Por eso los CDC querían que pareciese que el sida se estaba propagando a los usuarios de drogas por vía intravenosa, a las personas que recibían transfusiones sanguíneas, y a la población general.
Así que enviaron agentes del EIS para que encontrasen heroinómanos con neumonía que pudiesen ser “reclasificados” de enfermos de sida. Entonces empezó a parecer que el sida se estaba propagando a los heroinómanos.
A continuación, peinaron los hospitales para encontrar hemofílicos con enfermedades similares al sida. Encontraron un hemofílico en Colorado que se estaba muriendo de hemorragias internas y hemofilia, pero que también tenía neumonía como efecto colateral de la hemofilia. Se rebautizó su neumonía como sida, y a partir de ahí, los CDC declararon que el sida se había transmitido a las provisiones de sangre. La prueba del VIH todavía ni siquiera existía. No se había descubierto aún el VIH; hasta ese momento, todo lo que estas personas tenían era una neumonía, que se rebautizaba como sida.
Se enviaron otros agentes de EIS a Florida y Haití para que entrevistasen a los haitianos, que se estaban muriendo de hambre y malnutrición, y sufrían de tuberculosis.
Su tuberculosis fue rebautizada como sida, así que ahora el sida se había “propagado” a los haitianos. Más adelante, se dio la vuelta a la historia y se dijo que el sida se propagó de los haitianos a los norteamericanos.
La cuestión es que ahora estaban haciendo creer que el sida se estaba propagando fuera de los grupos de riesgo al reclasificar enfermedades antiguas bajo un mismo
nombre: sida.
El EIS fue el brazo que los CDC utilizaron para hacer creer que el sida es infeccioso y, de ahí, iniciar la búsqueda del virus.
Los agentes del EIS estaban en dos grupos opuestos y hacían parecer que existía una controversia. Ha existido un debate en torno al sida desde mitad de la década de 1980.
En general, la posición de la izquierda progresista ha sido la de que debemos tratar el sida como una discapacidad, y otorgar a las víctimas del sida todos los derechos civiles
habidos y por haber. La postura de la derecha conservadora religiosa ha sido la de que se necesitan medidas de emergencia como cuarentenas o medidas de salud pública muy estrictas para prevenir que los VIH-negativos contraigan sida de las víctimas del sida.
Hasta cierto punto, los CDC fabricaron ese debate en su totalidad, y sin duda ayudaron a dirigirlo.
Los CDC financiaron e incluso establecieron las organizaciones de activistas del sida dentro de la comunidad homosexual para asegurarse de que todas seguían el camino del VIH. Y financiaron el principal grupo asesor de William Dannemeyer y otros líderes de la derecha religiosa, entre ellos, Pat Robertson –llamado Americans for a Sound AIDS Policy (ASAP; Americanos para una Política del Sida Inteligente. ASAP también es una forma abreviada de decir “as soon as possible”: “lo antes posible”).
A pesar de algunas pequeñas diferencias, tanto la izquierda como la derecha respaldaron el aumento de la financiación y del poder para los CDC y el gobierno federal en la batalla contra el sida. Ambos lados se creyeron que el VIH provoca el sida. Con semejante lucha dialéctica, los CDC han procurado desde 1984 que, en el fragor de la batalla, nadie se pare a pensar por un momento que quizás ambos bandos tomaron el camino equivocado.
Los propios CDC lo han documentado todo. Declaran con orgullo cómo, a pesar de las diferencias entre estos diversos grupos, han sido capaces de, tal y como ellos dicen, “educar a todo el mundo y asegurarse de que todo el mundo reconoce el peligro que supone el VIH”, todo para el provecho de los CDC.
En otras palabras, los CDC han declarado ellos mismos que crearon deliberadamente estas organizaciones con el propósito de conseguir que todo el mundo creyese en el VIH.
Donald Francis, un licenciado de EIS, pedía que se pusiesen en práctica cinco pasos con el fin de expandir la autoridad de los CDC. En su plan “Operación Control del Sida”, Donald Francis ideó en 1984, tal y como había pedido la administración Reagan que se hiciese, un plan que desde entonces se ha convertido en la Guerra contra el Sida, y que todavía se sigue poniendo en práctica.
Don Francis pidió que se tomasen medidas para aumentar el poder y la autoridad independiente de los CDC para que el Congreso no pudiese desautorizar a los CDC o imponer otras ideas.

Actualmente el EIS centra su actividad en otra sospechosa epidemia, la de covid-19, cuya trayectoria y desarrollo tiene una sospechosa similitud con la del sida o con la de la gripe aviar.

Funcionamiento del EIS

Las personas que participan en el programa, conocidas coloquialmente como “detectives de enfermedades”, son formalmente llamadas “oficiales de EIS” (o becarios de EIS) por los CDC y han sido enviadas para investigar cientos de “epidemias” creadas por causas naturales y artificiales. Desde 1951, más de 3.000 agentes del EIS han estado involucrados en epidemias y propagación de patógenos tales como el ántrax, el hantavirus, el virus del Nilo Occidental en los Estados Unidos y la epidemia de ébola de 2014-16 en África Occidental.

Los oficiales de EIS comienzan su beca con un programa de capacitación de un mes en la sede de los CDC en Atlanta, Georgia; sin embargo, el 95% de su término de dos años consiste en capacitación experiencial más que en el aula. Durante el resto de su servicio, los oficiales de EIS se asignan a sucursales operativas dentro de los CDC o en los departamentos de salud estatales y locales de todo el país, es decir, hablando claro, se introducen en todos los organismo estatales y desde allí informan a los CDC y transmiten sus directrices, lo que convierte al EIS en un servicio de inteligencia (como su propio nombre indica), o sea, un centro de espionaje. La ubicación se determina mediante un proceso de emparejamiento altamente competitivo. El CDC empareja a los oficiales de EIS con un Asesor de Salud Pública o “PHA”, formando un equipo científico (oficial de EIS) y de operaciones (PHA). EIS es una vía de reclutamiento común en el Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública.

Desde el inicio de la EIS, los oficiales han estado involucrados en elcontrol de enfermedades para una variedad de “crisis” relacionadas con la medicina. De todas ellas, se han destacado principalmente en dos, el VIH/SIDA y el SARS. Ahora prosiguen su actividad con el covid-19

Década de 1950: El EIS trabajó sobre la poliomielitis, el envenenamiento por plomo y la influenza asiática.
Década de 1960: cáncer y viruela
Década de 1970: enfermedad del legionario, ébola y síndrome de Reye
Década de 1980: síndrome de choque tóxico, defectos de nacimiento y VIH / SIDA
Década de 1990: Tabaco, virus del Nilo Occidental y agua contaminada
Década de 2000: E. coli O157: H7, SARS, H1N1 y las secuelas del huracán Katrina
Década de 2010: las secuelas del terremoto de Haití, la obesidad, la meningitis fúngica y el ébola
Década de 2020: virus del Zika, pandemia COVID-19.

Los agentes del EIS, la CIA médica de los CDC, están en todas, qué haríamos sin ellos. ¿Nadie ata cabos?

 

Fuentes

Brian Ellison 

EIS