Cronología de una pandemia

LA CRONOLOGÍA DE TU ESCLAVITUD QUE COMENZÓ EN 2009 Y QUE AHORA SE VA CONCRETANDO POCO A POCO GRACIAS A LA TECNOLOGÍA ACTUAL

– 2009 – La OMS cambia la definición de pandemia, ya no se basa en la gravedad sino en la prevalencia, a partir de ahora toda gripe es una pandemia. (Muy conveniente).

– 2009 – 2 meses después se declara la pandemia de gripe A, que luego resultó ser falsa. Pura exageración de la OMS en beneficio del lobby farmacéutico.

– 2010 – Fundación Rockefeller, presenta un documento titulado “Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo sostenible”. Este documento explica cómo una pandemia podría llevar a la IMPLANTACIÓN de nuevas tecnologías, como los pasaportes digitales biométricos en la sociedad. Para ello, los gobiernos tuvieron que tomar medidas contundentes como cuarentenas estrictas, rastreo de contactos, distanciamiento social, vacunación masiva, etc. El país que mejor puede hacerlo es China y luego todos siguen a China. Esto destruiría las economías y dio paso a la introducción de la economía digital.

– 2010 – Bill Gates afirma que quiere hacer de esta nueva década, la década de las vacunas. Aquí está haciendo una conferencia TedEx y dice que si nosotros (quién sabe si quiere decir “ellos” o nosotros) hiciéramos un buen trabajo con las vacunas, podríamos reducir la población del planeta en un 10%.

– 2010 – Fundan la farmacéutica ModeRNA, una empresa especializada en la tecnología CRISPR, una tecnología que la propia empresa describe como “un software biológico” que es capaz de programar y manipular el código genético para obtener la respuesta deseada (hasta la fecha, el único producto que ha salido al mercado es esta vacuna covid-19).

– 2014 – Obama da un discurso en el que predice que en unos años habrá una pandemia de un virus transmitido por el aire y que debemos estar preparados.

– 2015 – Bill Gates da la famosa charla TedEx en la que predice que la próxima catástrofe será una pandemia, más peligrosa que una posible tercera guerra mundial con armas nucleares.

– 2016 – Bill Gates crea un programa llamado ID2020, aunque lo lógico sería ID2016, y es un programa con la intención de que todos los habitantes del planeta tengan un pasaporte biométrico digital.

– 2016 – Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, patrocinado por la Fundación Rockefeller, escribe un libro titulado “La 4ª Revolución Industrial”, que trata sobre el siguiente paso hacia una sociedad más tecnológica, una economía digitalizada, una sanidad digitalizada, ciudades inteligentes, etc. Básicamente lo mismo de lo que se habló en el documento de la Fundación Rockefeller de 2010.

– 2017 – El Dr. Fauci, presidente del CDC (Centro de Control de Enfermedades de EEUU), dice como sus dos predecesores, Bush hijo y Obama respectivamente, que se avecina una pandemia catastrófica, pero esta vez le pone una fecha más o menos exacta, sería antes de que termine el mandato del nuevo presidente Donald Trump.

– 2017.- La Universidad Johns Hopkins elabora un informe sobre un hipotético escenario de pandemia de coronavirus “SPARS” que es prácticamente idéntico al escenario actual.

– 2018 – en mayo, se establece oficialmente la Junta Mundial de Vigilancia de la Preparación (GPMB), un organismo creado a partir de la OMS y el Banco Mundial.

– 2019 – en septiembre, el CGPM publica un informe :EL MUNDO EN RIESGO,.

Un informe que dice principalmente que los países deberían destinar mucho más dinero a prepararse para posibles pandemias. En la página 39 del informe y bajo el título: “Indicador (o indicadores) de progreso para septiembre de 2020”.

Entre otras cosas, encontramos esto:

“Las Naciones Unidas llevarán a cabo al menos dos ejercicios de entrenamiento y simulación en todo el sistema, incluyendo uno que implique la liberación deliberada de un patógeno respiratorio mortal”.

– 2019 – En septiembre, Bill Gates, a través de su otra fundación GAVI, se reúne con varios líderes mundiales para pedir dinero para su proyecto global de vacunas, donde VISITA A PEDRO SÁNCHEZ Y LE ENTREGA MÁS DE CIEN MILLONES DE EUROS.

– 2019.- En octubre se realiza el “simulacro de pandemia” Event 201, dirigido por Bill Gates

– 2019.- En diciembre aparecen casos de etiología desconocida en hospitales de wuhan

– 2020.- Se declara el 31 de enero la emergencia sanitaria mundial, y el 11 de marzo la pandemia de Sars-cov-2 que dicen que provoca la enfermedad covid-19

Event 201

Las grabaciones en línea del Evento 201 en el que Bill Gates y otros participaron en una simulación de una pandemia mortal de coronavirus… en octubre de 2019, señalan que en ese momento se planteó sobre la necesidad de vigilar las redes sociales y bloquear a los críticos de las vacunas que podrían detener la pandemia.

Todo ello ofrece inquietantes similitudes con lo que ocurre hoy en día.

En el transcurso de las últimas semanas, Facebook y otras webs de redes sociales han vetado  a muchos opositores a la corrupción oficial y a las políticas autoritarias de salud pública. Así que aquí hay algo para reflexionar para aquellos que tienen la extraña sensación de que la respuesta del gobierno y la industria a la pandemia parece haber sido planificada, incluso antes de que hubiera una pandemia.

El documento adjunto [transcripción en inglés de los debates Durante el Evento 201] muestra que una cábala de individuos poderosos ha comenzado efectivamente a planificar la expulsión masiva de los escépticos de las vacunas de las redes sociales ya en octubre de 2019, una o dos semanas antes de que COVID comenzara a circular. Fue en octubre cuando el fundador de Microsoft, Bill Gates, organizó un ejercicio de cuatro simulaciones teóricas de una pandemia mundial de coronavirus con otros peces gordos del “Estado profundo”. El ejercicio fue bautizado Event 201.

Entre los co-conspiradores de Gates se encontraban representantes del Banco Mundial, el Foro Económico Mundial (Great Reset), del Bloomberg/Johns Hopkins University Populations Center, los Centers for Disease Control and Prevention, de varios medios de comunicación y del gobierno chino, un ex director de la Agencia Central de Inteligencia/Agencia Nacional de Seguridad (los “antiguos” agentes de la CIA no existen), el fabricante de vacunas Johnson & Johnson, sectores financieros y de bioseguridad, así como Edelman, la mayor empresa de relaciones públicas del mundo.

Bajo la dirección de Gates, estas eminencias actuaron como miembros de una junta de control de la pandemia, desarrollando estrategias gubernamentales para controlar la pandemia, la narrativa y la población. No hace falta decir que casi no se mencionó la puesta en marcha de sistemas inmunitarios, remedios preparados para ser empleados, o medicamentos y vitaminas terapéuticas no patentadas, pero hubo mucha para la adopción de nuevos medicamentos antivirales y vacunas patentables.

Pero los participantes se centraron en la planificación de estrategias de estado policial enfocadas sobre la industria y orientadas hacia el miedo para gestionar un contagio mundial imaginario por coronavirus que culminaría en una censura masiva de las redes sociales.

Curiosamente, Gates afirma ahora que la simulación nunca tuvo lugar. El 12 de abril de 2020, Gates declaraba a la BBC: “Ahora aquí estamos. No hemos simulado esto, no hemos hecho ejercicios prácticos, así que tanto para la política sanitaria como para la política económica, estamos en un territorio inexplorado”.

Desgraciadamente para esa mentira, los vídeos del evento siguen estando disponibles en Internet. Muestran que Gates y su equipo sí simularon políticas sanitarias y económicas. Es difícil creer que Gates haya podido olvidar eso.

La epidemia de COVID simulada por Gates en el Evento 201 causó 65 millones de muertes al cabo de 18 meses y un colapso económico mundial que duró hasta una década. Así pues, en comparación con la simulación de Gates, la crisis real de COVID-19 ha fracasado un poco, ya que sólo ha provocado 2,5 millones de muertes “atribuidas al COVID” en los últimos 13 meses.

Las muertes “atribuidas al COVID”  en la vida real son muy cuestionables, y deben considerarse en el contexto de una población mundial de 7.800 millones, con unos 59 millones de muertes previstas cada año. Las predicciones de un colapso económico de una década probablemente resulten más acertadas, pero solamente debidas al confinamiento draconiano promovido por Gates.

El escenario del evento 201 de Gates preveía importantes disturbios antivacunas desencadenados por publicaciones en Internet. La suposición universal y obstinada de sus participantes era que dicha crisis sería una oportunidad para promover nuevas vacunas y reforzar los controles del Estado, convertido en un Estado de vigilancia y censura.

El cuarto segmento del escenario -sobre la manipulación y el control de la opinión pública- es el más revelador. Es una predicción inquietante de la crisis actual de la democracia:

Los participantes debatieron sobre los mecanismos que permiten controlar la “desinformación” y las “informaciones incompletas y erróneas” mediante la “inundación” de los medios de comunicación de propaganda (“buena información”), imponiendo sanciones por la difusión de mentiras y desacreditando al movimiento antivacunas.

Jane Halton, del banco australiano ANZ, una de las autoras de la política represiva australiana “no jab, no pay“, (sin vacuna, non hay salario) aseguró a los participantes que la Fundación Gates creó algoritmos “para cribar las informaciones de estas plataformas de redes sociales” con el fin de proteger al público de pensamientos e informaciones peligrosas.

George Gao, el director previsor del Centro Chino para el Control de Enfermedades, se preocupa de saber cómo suprimir los “rumores” según los cuales el virus habría sido fabricado en un laboratorio: “La gente cree que es un virus fabricado por el hombre… [y que una] empresa farmacéutica fabricó el virus“.

Chen Huang, investigador de Apple, investigador de Google y principal experto mundial en tecnología de seguimiento y rastreo y reconocimiento facial, desempeña el papel de presentador de noticias que presenta las contramedidas del gobierno. Culpa de los disturbios a los activistas antivacunas y predice que Twitter y Facebook cooperarán para “identificar y eliminar un número preocupante de cuentas destinadas a difundir informaciones erróneas sobre la epidemia” y aplicar “cierres de Internet… para aliviar el pánico”.

A la Dra. Tara Kirk Sell, investigadora principal Johns Hopkins Center for Health Security de la Bloomberg School of Health, le preocupa que se acuse a las empresas farmacéuticas de introducir el virus para poder ganar dinero con los medicamentos y las vacunas: “[Hemos] visto caer en picado la confianza del público en sus productos”. Señala con preocupación que “el malestar, debido a los falsos rumores y los mensajes divisivos, aumenta y agrava la propagación de la enfermedad, ya que los niveles de confianza disminuyen y la gente deja de cooperar con los esfuerzos de respuesta”. Se trata de un problema masivo, que amenaza a los gobiernos y a las instituciones de confianza”.

Sell recuerda a sus colegas de ejercicio: “Sabemos que las redes sociales son ahora la principal vía de información de muchas personas, de manera que las interrupciones en estas plataformas podrían frenar la difusión de la desinformación.”

Según la Sra. Sell, los gobiernos y los aliados de la industria disponen de muchos medios para lograr este objetivo: “Algunos gobiernos han tomado el control del acceso nacional a Internet. Otros censuran los sitios web y los contenidos de las redes sociales, y unos pocos de ellos han cerrado totalmente el acceso a Internet para evitar la difusión de desinformación. Se han establecido sanciones por difundir informaciones perjudiciales, incluidas las detenciones”.

Matthew Harrington, director general de Edelman Public Relations, está de acuerdo en que las redes sociales deben entrar en filas para promover la política gubernamental: “También creo que estamos en un punto donde las plataformas de las redes sociales deben dar un paso adelante y reconocer que el momento de decir que son una plataforma tecnológica y no una emisora ha terminado. Deben participar realmente en la difusión de informaciones exactas y asociarse con las comunidades científicas y sanitarias para contrarrestar e incluso invadir la zona con informaciones exactas. Porque tratar de  volver a poner al genio en la botella de la desinformación y la información errónea no es posible”.

Stephen Redd, el “almirante” del servicio de salud pública, tiene la siniestra idea de que el gobierno debería explotar los datos de las redes sociales para identificar a las personas que tienen creencias negativas: “Creo que con las plataformas de las redes sociales hay una oportunidad para entender quién es sensible… a la desinformación, así que creo que hay una oportunidad para recolectar datos a partir de ese mecanismo de comunicación”.

Adrian Thomas, de Johnson & Johnson, anuncia “importantes noticias para compartir de algunas de “nuestras empresas [farmacéuticas] miembros”: estamos realizando ensayos clínicos sobre nuevos antirretrovirales y, de hecho, sobre las vacunas ¡vacunas!” Recomienda una estrategia para resolver los problemas de estas empresas cuando “se han extendido los rumores” según los cuales sus productos probados de manera deficiente “causan muertes y los pacientes ya no los quieren”. Sugiere que “quizá estemos cometiendo el error de informar y contar todas las muertes e infecciones”.

La ex subdirectora de la CIA, Avril Haines, dio a conocer una estrategia para “inundar la zona” con propaganda proveniente de “fuentes fiables“, particularmente de “líderes comunitarios influyentes, así como los trabajadores de la salud.” Advierte que “las falsas informaciones están empezando a obstaculizar nuestra capacidad para hacer frente a la pandemia, por lo que tenemos que ser capaces de responder rápidamente”.

Matthew Harrington (director general de Edelman) observa que Internet, que en su día prometió la descentralización y la democratización de la información, debe ahora centralizarse: “Creo que, retomando un poco lo que acaba de decir Avril, del mismo modo que en conversaciones anteriores hemos hablado de la centralización en torno a la gestión de la información o a las necesidades de salud pública, es necesario que haya una respuesta centralizada en torno al enfoque de la comunicación que será después transmitida en cascada a los portavoces informados representados en las comunidades de ONG, los profesionales de la salud, etc.

Tom Inglesby (experto en bioseguridad de la Johns Hopkins, asesor antele  National Institutes of Health, del Pentágono y de la Homeland Securityl) está de acuerdo en que es necesario un control centralizado: “¿Quieres decir centralizado a nivel internacional?”

Matthew Harrington (Edelman) responde que el acceso a las informaciones debería estar “centralizado a nivel internacional, porque creo que tiene que haber un banco  central de datos factuales y mensajes clave”.

Hasti Taghi (asesor de medios de comunicación) resume: “El movimiento antivacunas fue muy fuerte y esto es algo que se ha difundido específicamente a través de las redes sociales. Mientras investigamos para desarrollar las vacunas adecuadas para evitar que esto continúe, ¿cómo podemos difundir las informaciones correctas? ¿Cómo comunicar las buenas informaciones para que el público tenga confianza en estas vacunas que creamos?”

Kevin McAleese, responsable de comunicaciones  para los proyectos agrícolas financiados por Gates, observa: “Para mí está claro que los países tienen que trabajar duro para hacer frente tanto a la desinformación como a a las informaciones erróneas. Sabemos que las empresas de redes sociales trabajan día y noche para combatir estas campañas de desinformación. La tarea de identificar a todos los malos actores es enorme. Es un problema enorme que nos impedirá detener la pandemia y podría incluso provocar la caída de gobiernos, como vimos en la Primavera Árabe. Si la solución es controlar y reducir el acceso a la información, creo que es la opción correcta”.

Tom Inglesby, director del Johns Hopkins Center for Health Security de Bloomberg, comparte esta opinión y se pregunta: si “en  este caso, ¿crees que los gobiernos han llegado al punto de tener que exigir a las empresas de redes sociales que operen de una determinada manera?”

Lavan Thiru, ministro de Finanzas de Singapur, sugiere que el gobierno podría dar ejemplo entre los disidentes tomando “medidas gubernamentales o coercitivas contra las noticias falsas”. “Para algunos de nosotros, esta nueva reglamentación se ha puesto en marcha sobre la forma de cómo tratamos las noticias falsas. Este puede ser el momento para nosotros de presentar algunos casos en los que somos capaces de resaltar a algunos malos actores y dejar que los tribunales decidan si efectivamente han difundido noticias falsas.”

La transcripción muestra cómo Gates y su aparato gubernamental, farmacéutico y de inteligencia telegrafiaron sus planes para censurar y controlar los medios de comunicación durante la pandemia. En otra inquietante coincidencia, el COVID-19 comenzó a circular entre la población mundial pocos días después de la reunión de Gates.

El Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins diseña el escenario SPARS Pandemic

La descripción del ejercicio SPARS Pandemia del Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins comprende un escenario futurista que ilustra los dilemas de comunicación relativos a las contramedidas médicas (MCM) que podrían surgir en un futuro no muy lejano. Su objetivo es incitar a los usuarios, tanto individualmente como en discusión con otros, a imaginar las circunstancias dinámicas y a menudo conflictivas en las que tiene lugar la comunicación en torno al desarrollo, la distribución y la asimilación de las MCM de emergencia. Al enfrentarse a una rigurosa simulación de emergencia sanitaria, los lectores del escenario tienen la oportunidad de “ensayar” mentalmente las respuestas mientras sopesan las implicaciones de sus acciones. Al mismo tiempo, los lectores tienen la oportunidad de considerar qué medidas potenciales aplicadas en el entorno actual podrían evitar dilemas de comunicación comparables o clases de dilemas en el futuro.

El escenario de ejercicios autoguiados para comunicadores de salud pública e investigadores de comunicación de riesgos abarca una serie de temas y dilemas asociados en materia de comunicación de riesgos, control de rumores, coordinación y coherencia de mensajes entre organismos, gestión de problemas, relaciones proactivas y reactivas con los medios de comunicación, competencia cultural y cuestiones éticas. Para garantizar que el escenario tenga en cuenta la rápida innovación tecnológica y supere las expectativas de los participantes, el equipo del proyecto del Centro recopiló información de expertos en la materia, relatos históricos de anteriores crisis de contramedidas médicas, informes de los medios de comunicación contemporáneos y literatura académica sobre sociología, preparación para emergencias, educación sanitaria y comunicación de riesgos y crisis.

El escenario es hipotético; el patógeno infeccioso, las contramedidas médicas, los personajes, los extractos de los medios de comunicación, las publicaciones en las redes sociales y las respuestas de los organismos gubernamentales son totalmente ficticios.

Dirección del equipo del proyecto: Monica Schoch-Spana, PhD.

Equipo del proyecto: Matthew Shearer, MPH; Emily Brunson, PhD, profesora asociada de antropología en la Universidad Estatal de Texas; Sanjana Ravi, MPH; Tara Kirk Sell, PhD, MA; Gigi Kwik Gronvall, PhD; Hannah Chandler, antigua asistente de investigación en el Centro.

Fecha de finalización: Octubre de 2017.

Recursos:

 

Fuentes:

Dr. Angel Ruiz-Valdepeñas

Jeanne Smits

Johns Hopkins University: SPARS Pandemic Scenario; October 2017.