Prisiones chilenas: huelga de hambre contra las medidas covid-19

El 30 de noviembre de 2020 varios presos de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago de Chile se pusieron en huelga de hambre contra las medidas impuestas con la excusa de la covid-19. Estas medidas incluyen la supresión de las visitas desde hace 9 meses y la desatención sanitaria para una población considerada como de riesgo. Sin embargo los carceleros no están sometidos a ninguna medida y los presos denuncian que ellos han sido los que han introducido la covid-19 en las prisiones.

En unas condiciones sanitarias e higiénicas pésimas, es muy fácil que la población penitenciaria, una de las más afectadas por esta plandemia (y con la que algunos países quieren probar sus medicamentos y vacunas), enferme y se deteriore aun más su ya precaria salud.

El 6 de diciembre, varias presas de la cárcel de mujeres de San Miguel, entre las que destaca la anarquista Mónica Caballero, se sumaron a esta huelga contra las medidas represivas de esta dictadura tecno-sanitaria internacional.

Desde que empezó la pandemia, se han sucedido los motines, conatos de motines y fugas (Italia, España, Chile…) en las prisiones por todo el mundo, siendo los presos una de las poblaciones más vulnerables al nuevo totalitarismo tecnocrático.

A continuación el comunicado emitido por los huelguistas

Desde la cárcel de alta seguridad de Santiago de Chile comunicamos el inicio de una huelga de hambre líquida e indefinida por la restitución de las visitas en un irrenunciable marco de dignidad.

Ya vamos para los 9 meses sin poder ver ni abrazar a nuestros afectos y amores resultado de las restricciones impuestas por la autoridad bajo el eufemismo de ser «población de riesgo» en el contexto de la pandemia, sin embargo, durante todo este tiempo hemos visto el ir y venir de gendarmes hacia sus casas manteniendo ininterrumpidamente un trato directo con nosotros sin ninguna medida de protección real salvo las mascarillas. Llegando al punto en que en el periodo mayo-junio toda la población penal del cas fue contagiada de covid por gendarmes que mantuvieron en absoluto silencio dicha situación.

El sistema de salud de este lugar sigue siendo altamente deficitario. Ningún control real o especial se nos ha entregado durante todo este periodo de pandemia. Durante todo este tiempo hemos sido destinatarios de las políticas de castigo y aislamiento por parte del Estado y sus leyes silenciosas de control social. No olvidamos la modificación del decreto ley 321 sobre libertades condicionales que se ha aplicado contraviniendo el derecho penal internacional dejando a muchas personas presas con la complicidad del podrido Parlamento chileno.

Sabemos que en todas las cárceles del país han habido masivos focos de covid y han sido más las muertes por peleas resultado del estrés carcelario que por la pandemia con la cual debemos aprender a convivir porque llegó para quedarse.

Nada justifica la prolongación del aislamiento salvo la decisión política de un Gobierno inepto y represivo que somete a las personas más humildes a un sistema de opresión y miseria.

Nos cansamos de ver como la podrida clase política olvida a las personas presas y a sus familias. No podemos seguir esperando sus propuestas inhumanas de visitas mientras las playas, los lugares de diversión, las ciudades todas funcionan en esta nueva normalidad.

Es por esto que asumimos esta movilización de huelga de hambre líquida e indefinida y con ello hacemos un llamado a todas las organizaciones y personas que solidarizan con quienes vivimos años de nuestras vidas tras las rejas a acompañarnos en esta lucha justa por volver a abrazarnos dignamente con nuestras familias, amores y afectos.

Por visitas dignas!!
Aislamiento es tortura!!

Presos en huelga de hambre
Cárcel de alta seguridad
Santiago Chile
Lunes 30 de noviembre 2020.