Los campos electromagnéticos están destruyendo el ADN

Los campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés) causan disfunción mitocondrial, lo que aumenta el riesgo y empeora las enfermedades crónicas y degenerativas

Cuando el cuerpo no quema la grasa como combustible, crea una tormenta perfecta que destruye el ADN, las proteínas celulares y de membranas (lo que crea un exceso de superóxido) y se expone a los campos electromagnéticos. Al crear dudas y controversias, la industria inalámbrica evita que […] se conozca la verdad

El proyecto Starlink de Elon Musk, que está programado para desplegar hasta 42 000 satélites en órbita alrededor de la Tierra, cubrirá todo el planeta con frecuencias de Internet 5G. No es posible escapar

Según los estudios ya realizados en generaciones anteriores de dispositivos inalámbricos, sabemos que la tecnología 5G es perjudicial y solo empeorará las cosas, ya que aumentará drásticamente nuestras exposiciones

Los EMF impactan en la función mitocondrial, porque es muy claro que causan una disfunción mitocondrial masiva, siendo claro el peligro que representan.

Un estudio destacaba la importancia de los números mitocondriales para mejorar las células senescentes, las cuales son “seniles” y han dejado de reproducirse correctamente. En cambio, las células senescentes producen inflamación, lo que contribuye al envejecimiento y, en última instancia, a la muerte.

Mientras más pequeño sea el número de mitocondrias en el cuerpo, y cuanto más disfuncionales sean, más rápido será el proceso de envejecimiento y existe una mayor propensión a sufrir enfermedades degenerativas crónicas. Al inducir la disfunción mitocondrial, nuestro mundo inalámbrico puede estar llevándonos a todos a una tumba temprana.

La industria de los teléfonos celulares oculta la verdad

Al considerar los datos de la investigación ahora disponibles, es posible pensar que todos entenderían y aceptarían el hecho de que los EMF son un grave peligro para la salud, pero muchas personas no saben la verdad.

En el 2011, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud clasificó a los EMF como “posibles cancerígenos para los humanos”. mientras que, en el 2018, el Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos publicó dos estudios de exposición que muestran que la exposición a los teléfonos celulares causa cáncer.

Solo un par de meses después, el Instituto Ramazzini duplicó dichos hallazgos. A raíz de estos estudios, Fiorella Belpoggi, investigadora principal y directora del Instituto Ramazzini, instó a la IARC a actualizar el RF-EMF como un “posible cancerígeno” o más.

Ahora, la exposición a los EMF tarda décadas antes de que sus efectos se hagan evidentes (e incluso entonces, es posible que el problema de salud no lo relacionen directamente con la exposición) tal como sucede con fumar.

Esto es una parte importante del problema, ya que permite a la industria, al igual que a la industria tabacalera, encubrir las inquietudes, manipular la investigación y prevenir la realización de estudios de seguridad adecuados.

Sin duda, los fabricantes son conscientes de que los EMF de los celulares contribuyen a problemas de salud. La evidencia ha sido publicada durante décadas, y constantemente se añaden nuevas investigaciones.

Sin embargo, al minimizar los hallazgos y considerarlos como no concluyentes, al crear dudas y controversias, evitan que la gente conozca la verdad.

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Lo que realmente es el Gran Reinicio

Los miembros de las parasitarias élites occidentales son quienes están detrás del Gran Reinicio, en cuya agenda (ya analizada sobradamente en este blog) se incluyen la covid-19 y la vacunación como herramientas para instaurar una dictadura tecno-santaria que dirija la imposición de un nuevo modelo económico. Los representantes de los tres proyectos globales de la élite occidental —Nueva Babilonia (Nueva York), Nueva Jerusalén (Londres) y el Vaticano (controlado actualmente por los jesuitas) — refrendaron de manera pública su alianza para impulsar la agenda maltusiana del fascismo verde, más conocida como Gran Reinicio, disfrazándola de iniciativa para “redefinir el capitalismo” y “aprovechar el sector privado para crear un sistema económico más inclusivo, sostenible y confiable” a través del “Consejo para un Capitalismo Inclusivo”.

Esto es prácticamente lo mismo que dijeron Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, y el Príncipe de Gales, al presentar la iniciativa del Gran Reinicio como “una oportunidad para re-imaginar el capitalismo y construir una mejor economía basada en conceptos de sustentabilidad”.

Y para refrendarlo, la asociación con el Vaticano ahora ha puesto al grupo “bajo la guía moral” del Papa Francisco y el Cardenal Turkson.

Esta alianza ha decidido, para impulsar su agenda, la formación de un Consejo formado por un grupo principal de globalistas conocidos como los Guardianes del Capitalismo Inclusivo (sic), que se reunirán anualmente con el Papa y el cardenal Peter Turkson.

Los miembros de este Consejo incluyen directivos de la Fundación Ford, Johnson & Johnson, Mastercard, Bank Of America, la Fundación Rockefeller, Merck, y el gobernador del Banco de Inglaterra (y fiel servidor de la corona británica), Mark Carney, entre otros. La fundadora del Consejo y socia directiva de esta organización es Lynn Forester de Rothschild.

Según la Revista Proceso, la lista de empresarios que forman parte de esta iniciativa está compuesta por:

Marc Benioff, presidente, director ejecutivo y fundador de Salesforce; Edward Breen, presidente ejecutivo de Dupont; Sharan Burrow, secretaria general de International Trade Union Confederation; Mark Carney, gobernador del banco de Inglaterra, asesor financiero de COP26 para el Primer Ministro y representante especial de las Naciones Unidas para Acción Climática y Finanzas; Carmine Di Sibio, presidente y director ejecutivo global de EY; Brunello Cucinelli, presidente ejecutivo y director creativo de Brunello Cucinelli S.p.A; Roger Ferguson, presidente y director ejecutivo de TIAA; y Lady Lynn Forester de Rothschild, fundadora y socia directiva de Inclusive Capital Partners.

También figuran Kenneth Frazier, presidente de la junta y director ejecutivo de Merck & Co., Inc; Fabrizio Freda, presidente y director ejecutivo de The Estée Lauder Companies; Marcie Frost, directora ejecutiva de CalPERS; Alex Gorsky, presidente de la junta y director ejecutivo de Johnson & Johnson; Angel Gurria, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; Alfred Kelly, presidente y director ejecutivo de Visa Inc; William Lauder, presidente ejecutivo de The Estée Lauder Companies; Bernard Looney, director ejecutivo de BP; Fiona Ma, tesorera del Estado de California; Hiro Mizuno, miembro de la junta de Principles for Responsible Investment; y Brian Moynihan, presidente de la junta y director ejecutivo de Bank of America.

Por último, aparecen Deanna Mulligan, presidente y directora ejecutiva de Guardian Life Insurance Company de America; Ronald P. O’Hanley, presidente y director ejecutivo de State Street Corporation (uno de los “4 fantásticos”, los 4 fondos de inversiones más importantes del mundo); Rajiv Shah, presidente de la Fundación Rockefeller; Tidjane Thiam, miembro de la junta de Kering Group; Darren Walker, presidente de Ford Foundation; Mark Weinberger, expresidente y director ejecutivo de EY y miembro de la junta de J&J, MetLife y Saudi Aramco; Ajay Banga, presidente y director ejecutivo de Mastercard, u Oliver Bäte, presidente de la junta directiva de Allianz SE.”

Realmente es el Gran Reinicio está impulsado por el imperio angloamericano y sus aliados. Se trata de un intento de la City de Londres, Wall Street y varios bancos centrales importantes de consolidar un control total sobre todas las inversiones financieras en beneficio de los súper ricos a expensas de las clases medias y los pobres de todo el mundo. La ‘transición ecológica’ que venden significa una destructiva absorción financiera de las economías, siendo el color ‘verde’ sólo el estandarte de su propósito de saqueo.

Lo llaman el ‘Gran Reseteo, Gran Reajuste o Gran Reinicio’. Con el pretexto de reconstruir la economía mundial después de la pandemia de COVID-19, los principales banqueros privados y multimillonarios pretenden llevar a cabo un ‘cambio de régimen’, por el cual la política monetaria y fiscal será decidida totalmente por los bancos centrales privados y los principales actores financieros directamente. En esta fase final de la política neomaltusiana de décadas a favor de los especuladores, consolidarían el control final sobre todas las inversiones y las canalizarían por completo hacia las ‘tecnologías verdes’, y la industria bio- tecnológica y farmacéutica, dejando morir el tejido de la economía productiva, en particular la industria y la agricultura, sustituidas por una tecno-economía virtual/digital, lo que no sólo llevaría a la quiebra de las empresas capitalistas convencionales (las más poderosas controladas por estos grandes bancos centrales privados y fondos de inversión), debido a la globalización, tecnologización, interdependencia económica y desposesión de los trabajadores de sus antiguas habilidades de producción real, sino también y de manera más dramática, de todos estos millones de trabajadores del mundo, que ya ni siquiera tendrían medios de producción que tomar en un, tan hipotético como fantaseoso, proceso revolucionario.

Si este plan, promovido por el Foro Económico Mundial con una serie de conferencias sobre el “Gran Reseteo“, tiene éxito, significará el fin de los actuales estados-nación industrializados del llamado sector avanzado, y la muerte – por las causas ya explicadas – de literalmente millones, y luego miles de millones, de personas en los países en desarrollo. Existe una relación directa entre la productividad de una economía, incluida la densidad de flujo de energía de sus procesos productivos, y el número de seres humanos que puede sostener, independientemente de que esa economía suponga la explotación de miles de millones de seres humanos en beneficio del sistema económico capitalista, como viene sucediendo desde hace siglos. Si toda la economía mundial se “descarboniza”, en lo que Schellnhuber y sus asociados ya llamaron hace años la “Gran Transformación de la Economía Mundial”, incluyendo la salida de la energía nuclear, entonces el número de personas que puede sostenerse, si se conserva el actual modelo de producción capitalista o se sustituye por el Gran Reinicio, apenas superará los mil millones. ¿Y qué pasa con los otros seis  mil quinientos millones? Este enfoque, si no se invierte, sólo puede conducir al desastre para las poblaciones y a una nueva guerra mundial.

En resumidas cuentas, no es suficiente con detener la agenda del Gran Reinicio, sino que también es imprescindible terminar de desmantelar el actual sistema capitalista para llevar a cabo un modelo de vida al servicio de las personas y los ecosistemas y no de la economía o lo que eufemísticamente llaman la civilización.

Una parte integral del “Gran Reinicio” es el plan para introducir las criptodivisas y la digitalización de las monedas. Este cambio permitiría, a través de las modernas tecnologías – sobre todo de la IA – la vigilancia total de todos los datos personales en cualquier campo de la actividad económica, completando lo que ya está en marcha con la vigilancia de los servicios de inteligencia de las mayores potencias mundiales, principalmente la NSA y GCHQ.

Si la sociedad continúa operando en beneficio de una élite privilegiada, en este caso financiera, esta digitalización de las monedas se utilizará para devaluar la deuda impagable acumulada a través de las amortizaciones y la inflación, como ocurrió en Alemania en 1923. El pueblo y la propia economía productiva serán saqueados. La destrucción del capitalismo y la detención del Gran Reinicio sólo pueden encontrar aplicaciones útiles si la sociedad se orienta hacia el beneficio del bien común.

El actual esfuerzo por establecer un control total sobre la política monetaria y fiscal, dando el control a los bancos centrales en el marco del “Gran Reajuste” e imponiendo un “New Deal” verde, se basa en los mismos principios fascistas que la política del presidente del Reichsbank de Hitler, Hjalmar Schacht, y debe ser absolutamente rechazado.

Fuentes:

Proceso — El Vaticano promueve una alianza con líderes empresariales para impulsar un “capitalismo inclusivo”.

Vaticano — Discurso del Santo Padre Francisco al Consejo para un Capitalismo Inclusivo.

Catholic News Agency — Council for Inclusive Capitalism launches partnership with Vatican.

Fortune — Big companies join Vatican-affiliated council pledging inclusive capitalism.

LaRouche PAC — Larouche: Resolución para una resistencia mundial al fascismo global y detener la toma de control de la banca central.

Mente Alternativa.

La medicina convencional como culto religioso

Aunque una pequeña minoría de nosotros no piensa en ellos y en su vocación de esta manera, los médicos y la profesión de la medicina son percibidos por la gran mayoría de personas como sacerdotes que trabajan en una iglesia. Toda la estructura de la profesión médica ha sido diseñada intencionalmente para reflejar una experiencia religiosa.

Cuando entras en una casa de culto, entras en un espacio que los miembros de la congregación consideran sagrado. Dentro de una iglesia, templo, sinagoga o cualquier otro recinto religioso, existen reglas específicas que generalmente son comprendidas y seguidas por sus miembros.

Por respeto al sistema de creencias, cualquier tipo de crítica, escepticismo o preguntas sobre la veracidad de la premisa principal de la organización está fuera de los límites. En otras palabras, los miembros de las congregaciones religiosas nunca pueden cuestionar públicamente a la iglesia sobre nada.

En medicina, el médico (sacerdote, ministro, rabino) usualmente usa una túnica blanca que lo identifica absolutamente como el sumo sacerdote en la congregación (práctica). Dentro de esa práctica hay enfermeras (monjas) que asisten al médico en el cuidado de los pacientes (miembros de la congregación) cuando se enferman (poseídos por microbios malignos). Los pacientes no suelen cuestionar los consejos de un médico (ministro).

Hay una variedad de técnicas (rituales) que utiliza la profesión de la medicina para librar al cuerpo de enfermedades (espíritus malignos). Algunas de estas técnicas incluyen la introducción de drogas sintéticas (agua bendita) en los pacientes, producidas en masa por empresas petroquímicas. En otras situaciones, los médicos eliminan las enfermedades del cuerpo realizando cirugías (exorcismos) en un esfuerzo por eliminar los tejidos y órganos infectados (partes del cuerpo poseídas).

Cuestione las intenciones o la integridad del médico y su gran grupo de apoyo de personal médico, y los ciudadanos de la mayoría de las comunidades lo considerarán un loco (el diablo). Cuestione los protocolos médicos (pasajes bíblicos) que han sido escritos por las corporaciones petroquímicas y firmemente establecidos dentro de los planes de estudio básicos de todos los programas de las escuelas de medicina del mundo, y será etiquetado como charlatán, charlatán o pseudocientífico.

Las compañías petroquímicas que supervisan en secreto prestigiosas revistas médicas, los editores de supuestas investigaciones revisadas por pares, hacen que ciertos médicos que se oponen al paradigma alopático (los medicamentos son la única forma de lograr y mantener la salud) siempre sean vistos por la gran mayoría de las personas como poco científicas.

En la Iglesia Católica, enseñan a los feligreses que un alma joven, que entra al mundo, está comprometida por el pecado original (un sistema inmunológico debilitado). Predispone ese recipiente (cuerpo) a una vida de posesión demoníaca (enfermedad). Las aguas sagradas bautismales de la iglesia (programas de vacunación) son la única forma segura de lavar los pecados (enfermedades de la infancia) y corregir el alma (crear inmunidad contra los gérmenes) para que pueda disfrutar de una existencia en la Tierra libre de la enfermedad de Satanás. tentaciones (bacterias y microbios virales).

Entiendo que habrá mucha gente indignada por lo que he escrito en este artículo. Una persona que escribe contenido que cuestiona la filosofía o la integridad de una religión en particular no ganará ningún concurso de popularidad. Y no se equivoque; la profesión médica es una religión poderosa con muchos seguidores. Eso, en sí mismo, es un hecho triste, pero también es la razón principal por la que tanta gente camina enferma y no entiende por qué.

La fe y la confianza que hemos invertido colectivamente, como sociedad, en la medicina se basa en una fe ciega y no en la capacidad de la profesión para curar a las personas enfermas. Hay algunos conceptos bastante jodidos en los que se basa el dogma médico y cuando uno mira de cerca estas ideas, sus defectos se vuelven muy evidentes. Es por este hecho que la profesión ha sido inteligentemente estructurada y comercializada, por sus ingenieros, para aparecer como una religión.

Como religión, la medicina permanece fuera del alcance de los posibles críticos y evita preguntas importantes. Estas preguntas han necesitado respuesta durante años y, sin embargo, los líderes de la medicina las siguen ignorando. En cambio, continuamos escuchando y leyendo sobre caminatas, desfiles y eventos para recaudar fondos que supuestamente benefician la investigación para la erradicación futura de enfermedades que la profesión médica y las corporaciones petroquímicas no tienen la intención de eliminar jamás.

No es una coincidencia que tantos hospitales en los Estados Unidos y en todo el mundo hayan recibido el nombre de organizaciones religiosas y santos. Seamos realistas, no hay instalaciones médicas llamadas “Centro Charles Manson para Víctimas Quemadas”. Las instituciones médicas han sido diseñadas y marcadas de tal manera que actualmente son percibidas, por las masas, como lugares de culto. La clásica bata blanca de laboratorio del doctor ha sido diseñada para inculcar, en la psique de los consumidores de atención médica, un sentido de pureza cuando piensan en los médicos.

Hacer que la gente crea en el valor de la medicina ha sido el objetivo a largo plazo de las empresas farmacéuticas. Su incansable compromiso con esta campaña interesada ha convertido al sector público en una congregación masiva de porristas que alaban ritualísticamente a la industria médica. Las comunidades en todo Estados Unidos y en todo el mundo donan regularmente grandes cantidades de dinero para intentar construir y mantener centros hospitalarios. Estas organizaciones son ahora los puntos centrales de todas las comunidades modernas.

 

No me malinterpretes, hay muchos buenos médicos y cirujanos en el mundo y algunos objetivos de la práctica médica pueden ser útiles para salvar vidas. Pero la mayoría de los éxitos que se pueden atribuir a la medicina moderna generalmente provienen de la atención de emergencia y no del área de manejo de enfermedades y restauración de la salud del cuerpo humano.

Si alguna vez esperamos mejorar la salud de los seres humanos y elevar la calidad general de la atención médica que se practica en los Estados Unidos y otros lugares en todo el mundo, tendremos que romper el dominio que las corporaciones petroquímicas tienen sobre la profesión médica. Estas empresas gigantes se han apoderado de la medicina y la han enfermado. Necesitamos desviar nuestra atención de encontrar formas de pagar la atención médica y comenzar a concentrarnos en formas de arreglar la profesión para que deje de enfermar a las personas más de lo que ya están.

En el futuro, debemos evaluar la medicina como profesión y no elogiar ciegamente sus falsos logros que, en última instancia, han sido fabricados por las compañías farmacéuticas y luego promovidos en revistas revisadas por pares que pertenecen y son operadas por las mismas compañías. ¡Es hora de que los miembros de la congregación (el público en general) no se pongan más de rodillas y comiencen a responsabilizar a la medicina convencional (la iglesia) por sus acciones!

Dr. John L. Reizer (Médico quiropráctico)

Los efectos dañinos de las vacunas se multiplican mientras se estrecha la censura contra sus críticas

3150 personas que recibieron la vacuna contra la covid-19 han tenido que recibir atención médica.

 

Según los Centros de Control de Enfermedades de EE.UU., CDC, 3150 personas de 112.807, que recibieron la vacuna [1] contra COVID -19 están tan enfermas que no pueden trabajar, realizar actividades diarias, y han tenido que recibir atención del hospital/médico. Esto no incluye los efectos secundarios a medio y largo plazo. Recuerde que las personas están teniendo pruebas positivas para detectar el VIH después de recibir las vacunas en algunos estudios. Hay un componente germinal de malaria codificado en algunas de las vacunas también. Se puede esperar infertilidad causada por algunas de las vacunas.

De acuerdo a la Doctorada en Inmunología Roxana Bruno PhD [2]: “Las autoridades están cerrando contratos de riesgo con las empresas de biotecnología, a través del compromiso de adquisición prematura de dosis y están implementando medidas para la autorización de inoculaciones masivas en la población, sin que se hayan completado los tiempos mínimos de experimentación requeridos internacionalmente. Esto significa que están habilitando una terapia que se encuentra en la etapa experimental, antes de haber completado las fases pre-clínicas y clínicas mínimas requeridas para garantizar la seguridad y la eficacia de las mismas.”

El caso más espectacular y mediático (y aun así censurado) de reacción adversa fue el de la enfermera Tiffany Dover quien se desmayó en la televisión 17 minutos después de recibir la vacuna de Pfizer [3]

La Dra Bruno continúa afirmando:

“El desarrollo de vacunas tiene un camino científico largo. La vacuna más rápida que se ha autorizado en respuesta a un nuevo patógeno humano de preocupación sanitaria, es la vacuna contra el virus del Ébola, cuya investigación llevó casi 6 años. Por este motivo, sería ingenuo pensar que en tiempo récord alguna de las empresas podría ofrecer una vacuna contra COVID-19 que sea científicamente comprobada segura y eficaz [4].

Hay vacunas cuya reacción inmunitaria puede dañar, e incluso matar, si se ponen en personas con inmunidad previa. Este es el caso de las vacunas contra la fiebre Q [5], el virus sincitial respiratorio [6] y el dengue [7]. Antes de vacunar, [nos dice la propia ciencia oficial, la misma que ahora se pasa todos sus preceptos por el forro en defensa de sus amos y su vacuna] es importante determinar quién ha tenido contacto natural con el virus, para evitar las graves complicaciones que puede provocar una vacuna cuando ya hay inmunidad natural previa.

[Según los protocolos médicos, teóricamente aun en vigor] antes de realizar la inoculación masiva experimental de la población con cualquiera de las diversas variantes de vacunas contra el SARS-CoV-2, es condición necesaria haber descartado la ocurrencia de una reacción inmunitaria paradójica, tal como la observada en los modelos animales en hurones, felinos, ratones y conejos en experimentos pre-clínicos, en los cuales la inmunización previa con coronavirus no los protegieron de la infección, sino que, de manera paradójica, quedaron expuestos a padecer una enfermedad peor. Este efecto no debería ser minimizado debido a que dicho fenómeno ya se observó en otros virus de RNA -además de los coronavirus- como se mencionó, también se observó en virus sincitial respiratorio y virus del Dengue.

La posibilidad de ocasionar daños irreversibles en los seres humanos con terapias preventivas en etapa de experimentación, es violatoria de los tratados internacionales de bioética, y conlleva el riesgo potencial de generar enfermedades autoinmunes y neurodegenerativas entre otros efectos adversos graves ya comprobados en voluntarios, así como de ocasionar efectos adversos a mediano y largo plazo -que aún deben ser evaluados- tales como alergias y anafilaxis, toxicidad, mutagénesis, teratogénesis, carcinogénesis y afectación de la fertilidad en los ciudadanos inoculados. Procedimientos éticamente inaceptables”

Los riesgos de la vacuna superan los beneficios de acuerdo a la Administración de Drogas y Alimentos, FDA: Posibles resultados de eventos adversos de las vacunas COVID-19

Según la FDA la vacuna ha demostrado provocar numerosos efectos adversos y ser potencialmente causante de otros terribles efectos secundarios (Vaccines and Related Biological Products Advisory Committee October 22, 2020 Meeting Presentation:  https://www.fda.gov/media/143557/download) tales como:

 Síndrome de Guillain-Barré
 Encefalomielitis diseminada aguda
 Mielitis transversa
 Encefalitis / mielitis / encefalomielitis / meningoencefalitis / meningitis /
encefalopatía
 Convulsiones / convulsiones
 Accidente cerebrovascular
 Narcolepsia y cataplejía
 Anafilaxia
 Infarto agudo de miocardio
 Miocarditis / pericarditis
 Enfermedad autoinmune
 Muertes
 Resultados del embarazo y el nacimiento
 Otras enfermedades desmielinizantes agudas
 Reacciones alérgicas no anafilácticas
 Trombocitopenia
 Coagulación intravascular diseminada
 Tromboembolismo venoso
 Artritis y artralgia / dolor articular
 Enfermedad de Kawasaki
 Síndrome inflamatorio multisistémico en niños
 Enfermedad potenciada por la vacuna

 

En medio de esta debacle para la salud que es la vacuna, nos encontramos la histeria destada por los medios de comuniación, los gobiernos y sus amos – la gran banca y las grandes organizaciones de poder -, para adoctrinar a la población y presionarla para que se vacune, aunque le pueda ir la vida en ello.

Una de las secuelas de la ola de histeria ha sido la imposición de un nuevo tipo de censura que se suma a las que ya existían. Esta censura significa la liquidación de un principio médico secular: la posibilidad de obtener una “segunda opinión”.

En lo sucesivo ya no habrá “segundas opiniones”; el mundo deberá conformarse con la primera, convertida en única. La medicina, que históricamente fue un terreno abonado para la proliferación de escuelas y prácticas terapéuticas diferentes, se ha fosilizado en un “corpus” de doctrinas avaladas por el poder político, por quienes fungen como “autoridad científica” y, finalmente, por los grandes monopolios digitales.

Lo ha advertido expresamente Twitter, que esta semana estrecha el dogal de la censura en materia de salud pública en su más amplio sentido, que va desde los virus, hasta las enfermedades, pasando por las vacunas y los reglamentos jurídicos que aprueben los gobiernos.

Las redes sociales se convertirán en el sustituto de la telebasura. Sólo se admiten contenidos anodinos y repeticiones de las circulares ministeriales.

A partir de hoy la censura se convertirá en una tarea prioritaria, dice Twitter, y consistirá en eliminar “información engañosa sobre la vacunación”. Pronto empezarán a etiquetar los mensajes, quedando los verídicos a un lado y los falsos al otro.

Después de lograr separar la verdad de la mentira, la humanidad se puede dar por satisfecha. Uno de nuestros grandes sueños se ha cumplido por fin y para ello no sólo surgirá una legión de amanuenses que, como en los tiempos de franquismo, se encargarán de leer los contenidos y tachar unos con el lápiz rojo y los otros con el verde, sino que las empresas tecnológicas contarán con la ayuda de eso que llaman “inteligencia artificial”.

“El mayor peligro potencial para la salud y el bienestar humanos”, dice Twitter, no son las vacunas ni la industria farmacéutica, sino las mentiras, que la red social se encargará de separar de las informaciones verídicas, que son aquellas que tienen una sanción oficial, un membrete de autenticidad.

El elenco de mentiras se amplía con los “rumores”, que tampoco tendrán cabida, las “opiniones controvertidas” y las informaciones “fuera de contexto”. Los censores de Twitter se encargarán de suministrar un “contexto adicional” a la información que introduzcan los usuarios para “completarla”.

Twitter llevará a cabo la censura “en estrecha consulta con las autoridades de salud pública”, lo que convierte a las redes sociales en una prolongación del poder político, casi a la misma altura que el Boletín Oficial del Estado.

No habrá “segundas opiniones” en la medicina y pronto en ningún otro asunto. En el mundo del futuro solo podrán opinar los “expertos” de la tele.

 

Referencias

1 Anaphylaxis Following m-RNA COVID-19 Vaccine Receipt https://www.cdc.gov/vaccines/acip/meetings/downloads/slides-2020-12/slides-12-19/05-COVID-CLARK.pdf

2 Roxana Bruno PhD, Informe Pericial, Diciembre 12 del 2020

3 Reacciones alérgicas graves de la vacunas COVID-19 de Pfizer BioNTech https://cienciaysaludnatural.com/reacciones-alergicas-graves-de-la-vacunas-covid-19-de-pfizer-biontech/

4 Tortoises, hares, and vaccines: A cautionary note for SARS-CoV-2 vaccine development. Gregory A.Poland. Vaccine. 2020 Jun 2;38(27):4219-4220. doi: 10.1016/j.vaccine.2020.04.073. PMID: 32387011; PMCID: PMC7252125. https://doi.org/10.1016/j.vaccine.2020.04.073

5 https://www.health.nsw.gov.au/Infectious/factsheets/Pages/q-fever-vaccine.aspx

6 Brief History and Characterization of Enhanced Respiratory Syncytial Virus Disease. Acosta PL, Caballero MT, Polack FP. Clin Vaccine Immunol. 2015 Dec 16;23(3):189-95. doi: 10.1128/CVI.00609-15. PMID: 26677198; PMCID: PMC4783420. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26677198/

7 https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0895435617309721

VIDEO: Tiffany Dover, Enfermera se desmaya mientras habla para presionar sobre recibir la vacuna COVID-19 https://nypost.com/2020/12/18/nurse-faints-while-talking-to-press-about-getting-covid-19-vaccine/

 

Fuentes:

Sobre los efectos de la vacuna – cienciaysaludnatural

Sobre la censura en RRSS – mpr21

Coronavirus: Una nueva inquisición

Instalado durante nueve meses, el “estado de emergencia sanitaria” ha llegado a los individuos más íntimos. Con el fin de cumplir con las disposiciones mortíferas, exhibe el espectáculo de un sacrificio permanente de las poblaciones. Esto forma  parte de un teatro gestual, como el de Antonin Artaud [1], que recurre a una forma de purgación que impacte en la Realidad del ser humano. 

La “guerra contra el coronavirus” no es una lucha contra la enfermedad, ni se basa en su prevención. Si bien la “pandemia” se limita a los efectos de una gripe estacional, se constata, a raíz de las medidas adoptadas, un deterioro global de la salud de los individuos, confirmando así que esta hostilidad es, en efecto, una guerra contra las poblaciones.

En su último discurso, el presidente Macron especifica las últimas modalidades, al plantear la posibilidad de organizar “el aislamiento de las personas infectadas de manera más restrictiva, [2]” lo que podría significar, según el senador Alain Houpert, la creación campos de internamiento. 
Aunque su marco de aplicación no queda especificado, el principio de precaución tiene prioridad sobre cualquier otra política destinada a “gestionar los riesgos inciertos”[3]. En el caso del coronavirus, se convierte en una “herramienta virtual de gestión de riesgos”[4]. La “práctica científica” pasa entonces a ser el principio moral de la responsabilidad. Esto último se reduce a una exhibición de la participación de las poblaciones a medidas que las esclavizan. Las medidas de precaución forman parte entonces de una teología de la obscenidad, un espectáculo que combina la responsabilidad y la culpabilidad. Son parte de una nueva religión basada en el sacrificio.

La facilidad con la que las poblaciones han renunciado a sus propios cuerpos y a su relación con los demás produce un efecto impensable. El inquisidor de la novela de Dostoievski Los hermanos Karamazov, da su respuesta a esta pregunta, afirmando que sería propio  del hombre hacer a Dios el “responsable de la carga de su vida”. 

El poder político ejerce actualmente la función reservada al Gran Inquisidor en la novela de Dostoievski. Es hoy en día la institución a la que las poblaciones abandonan la “carga del deseo del otro”, ofreciendo su libre albedrío en sacrificio. El principio de precaución es una cuestión de culpabilidad. Da sentido al sacrificio de las poblaciones y a la violencia de las medidas tomadas.. 

El principio de precaución 

En los dos últimos decenios, la “lucha contra el terrorismo” ha permitido socavar los fundamentos de la organización de la sociedad al destruir, desde el interior, la forma del estado de derecho[5]. Hoy en día, en la “guerra contra el coronavirus”, las libertades fundamentales simplemente ya no son relevantes y dan paso a las nociones morales de responsabilidad y culpabilidad.

Levinas arroja luz sobre este tema, porque toda su filosofía se basa en la idea de la responsabilidad. Retoma, por su propia cuenta, las palabras de Dostoievski en Los hermanos Karamazov, sobre la culpabilidad de cada uno de nosotros “ante todo, por todo”. Levinas especifica que esta culpabilidad no es el resultado “de faltas que hubiese cometido, sino porque soy responsable de una responsabilidad total, que responde por todas las demás y por todo lo que hay en los demás[6]”

Al hacerse responsable del otro, cada individuo se vuelve, en particular, responsable de su muerte. Entra en la ” inquietud por la muerte de la otra persona”[7], La responsabilidad no es de orden jurídico, sino que se funda en una “comunión espiritual de todos los humanos”, aquí, una comunión en la universalidad del coronavirus.

Así, el principio de precaución suspende la observación de los hechos y niega el orden jurídico, dejando espacio para el “amor al prójimo”. ¿No es la comunicación del poder: “muestre solidaridad, salve vidas, quédese en casa”? Los mandatos del poder se reducen a mandamientos de amor, pertenecientes  a la perversión. El amor que se sacrifica es mucho peor que lo que exige la Ley: hace que la deuda sea imposible de pagar y la culpa infinita.

El principio de precaución libera entonces el poder de las limitaciones de la ley escrita y la ley simbólica, con el fin de integrar un discurso sin sentido, basado en imperativos categóricos, que nos lleva a una nueva forma de inquisición. “Es necesario” es la respuesta estandarizada de los que llevan la máscara o respetan escrupulosamente las medidas de distanciamiento.

Al situarse fuera del sentido, el “covidé” (el contaminado por el covid) funda una religión, la de un Dios perverso, denunciado por el teólogo Maurice Bellet[8]. El régimen  de precaución exige un sacrificio. La orden judicial se basa en “una voluntad caprichosa y arbitraria, sin fe ni ley, que tendría que ser satisfecha[9] Lo que nos lleva al círculo infinito, impuesto por un nuevo inquisidor, revelando que “esta divinidad es como una boca devoradora e insaciable: cuanto más buscamos satisfacerla, más nos exige, ya que se alimenta precisamente de nuestras renuncias”.[10]”

Las últimas declaraciones del Ministro de Sanidad belga, Franck Vandenbroeck, ilustran bien este discurso de amor y educación basado en una política alimentada por las renuncias sucesivas de los ciudadanos. Al micrófono de la radio RTBF, declaró que la decisión de cerrar las tiendas “fue para crear un choque dentro de la población”, ya que, dijo, “ir de compras solo, durante un corto período de tiempo, no representa un peligro para la circulación del virus [11]”.
 

Un principio moral consagrado en la ley 

El principio de precaución es un principio moral. No está dirigido a un sujeto jurídico. Es un mandato judicial que va más allá de la ley.

La mutación del comportamiento de los individuos es su principal preocupación.

En Francia, pasó al derecho positivo en 1995 con la ley Barnier sobre la protección del medio ambiente. Su campo de aplicación se desarrolló entonces en los ámbitos de la salud pública y la seguridad alimentaria[12]. También ha sido adoptado por la Comisión Europea y muchos Estados Miembros.
En 2005, el legislativo francés introdujo el principio de precaución en la Constitución. Un principio moral se ha convertido así en un principio constitucional. El principio de precaución se define allí como “una norma-guía para la acción en un universo incierto, una herramienta para la gestión de riesgos virtuales…[13]”. Así pues, su marco jurídico sólo puede ser formal.

El principio de precaución aparece, pues, de la materialidad del hecho. Recuerda la noción de “proactividad” relativa a la investigación policial, introducida en el derecho penal con el fin de desarrollar la investigación en ausencia de delito[14]. La inclusión jurídica del principio de precaución también permite justificar la intervención de la administración en un contexto en el que “legitima el poder de la policía“[15].
En la investigación policial proactiva, si resulta que la infracción finalmente no existe, la investigación efectivamente se ha llevado a cabo, pero no podrá producir efectos legales. Es muy diferente para el principio de precaución, que permite actuar sin relación alguna con la realidad de los hechos, confinar a la población o aislar, en campamentos, a las personas que dan positivo, aunque el test  utilizado produce en su mayoría falsos positivos. 

Por lo tanto, la intervención de las autoridades sanitarias no está determinada por la observación, sino por la predicción de los resultados y la modelización de los mismos, como las 500.000 muertes de Covid previstas por el Dr. Neil Fergunson. Aunque el oráculo es constantemente negado por los hechos, todavía sigue sirviendo como referencia y respaldo de diversas acciones gubernamentales.
 

Precaución versus prevención 

El principio de precaución forma parte de la racionalidad instrumental, la de la técnica y el cálculo económico. Su objetivo no es anticiparse al acontecimiento, para evitar que se produzca o para reducir al mínimo sus efectos, sino que se ciñe a una gestión probabilística del riesgo[16].

Ya no se trata de prevenir el desarrollo de una enfermedad, sino de revelar un peligro potencial, no sobre la base de un análisis concreto, sino gracias a una simulación matemática, desvinculada de la materialidad de los hechos. Una sucesión de números se supone que indica una tendencia, la de la intensidad y la progresión exponencial del virus. Por lo tanto, partir de los algoritmos que el riesgo es revelado y no a partir de la observación. Las cifras presentadas son siempre proyecciones, modelos, como las 9.000 muertes recientemente anunciadas por el Presidente Macron, que de hecho se reducirán a la mitad de la cifra esperada.

Para la genetista Alexandra Henrion-Caude, las predicciones dan la impresión de “que hemos vuelto a la época de los adivinos y los oráculos”. “Estábamos en medio de un pico epidémico, con un nuevo virus, una nueva enfermedad, cuando ya se nos hablaba  de una segunda ola. Aquí se percibe  una tercera, una cuarta. [17]”

Por consiguiente, se puede establecer lo que diferencia el principio de precaución de la noción de prevención. La prevención tiene por objeto los riesgos comprobados, cuya magnitud y frecuencia pueden estimarse. Las medidas preventivas están concebidas para eludir ciertos riesgos, fundados sobre determinadas relaciones de causa y efecto. Lo que no es el caso del principio de precaución, que se ocupa de los riesgos inciertos, para los que no es necesario establecer la realidad científica[18].  Se trata de un derecho puramente procedural, porque “en materia de precaución, la prueba del riesgo y el procedimiento están vinculados”. [19] Al igual que en la normativa de la inquisición, la prueba basa su validez en el respeto estricto del procedimiento. En la guerra contra el coronavirus, la pregunta ni siquiera tiene que hacerse, porque el “conocimiento” es inmediato, directamente revelado por el cifrado del algoritmo.
El control judicial está restringido. Como ha declarado el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas: la autoridad que “asume un riesgo incierto no debe probar el riesgo, sino el de su política” [20]. De hecho, la autoridad en cuestión simplemente tiene que declarar sus buenas intenciones. 

El principio de precaución: una teología de la “Ob-scena“.

La prevención aspira a gestionar las consecuencias de una crisis, anticiparse a ella y reducir sus efectos. En cuanto al principio de precaución, su propósito no es enfrentar la enfermedad, sino, en este caso, preparar a la población para su inevitable aparición. Se trata de poner a los individuos en posición de acoger el discurso sobre la pandemia. Este principio se deriva de una exigencia moral, que no conduce a una lucha contra el virus, sino a un cambio en el comportamiento de los individuos.

Así pues, el principio de precaución, al contrario que la prevención, es un instrumento para gestionar las poblaciones, sus actitudes y creencias. Como escribe Pierre Moscovici, “El Estado ya no se conforma con gestionar un riesgo, sino que debe gestionar una relación social… El principio de precaución se convierte entonces en una herramienta para gestionar la opinión pública [21]”. 
Estamos ante la incertidumbre de un riesgo cuya realización es en sí misma incierta. El principio de precaución nos prohíbe pensar. Se opone a toda posibilidad de observación, suprimiendo la noción misma de causalidad, como una sucesión temporal de causas y efectos. En forma de delirio, el discurso sobre el coronavirus coloniza nuestra vida individual y nuestra realidad social. Funda una nueva Realidad, es sobre algo de lo que no podemos decir nada y sobre lo que no tenemos control.
El principio de precaución no impone medidas destinadas a afrontar la realidad, sino que permite la fabricación de una Realidad obscena, en la que la máscara quirúrgica se convierte en el símbolo. A través de un recuento continuo de víctimas de coronavirus, reactualiza la ideología de la víctima. Por lo tanto, pone en escena la ob-scena cuantificando la muerte, mientras que la expulsa de lo simbólico, del vínculo social.

La obscenidad de las medidas reside también en su carácter deliberadamente exorbitante, en el hecho de que no sólo hacen visible sino sobre todo desconcertante, su aberración cegadora, por ejemplo, la de un toque de queda impuesto entre la medianoche y las cinco de la tarde, así como su violencia ilimitada, como la masacre de ancianos en las residencias de anicianos.
La obscenidad reside en su carácter religioso, en la donación de sentido que las poblaciones aportan a su participación compulsiva en las medidas impuestas. Éstas dan vida a disposiciones administrativas que conducen a su destrucción. La obscenidad no sólo reside en la expresión de la omnipotencia del poder, sino sobre todo en mostrar al pueblo su extrema debilidad. Esta última encuentra su fuente en la capacidad de los medios de comunicación para generar imágenes y ruido permanente, impidiendo la instalación de una depresión[22].

El Gran Inquisidor

Si la “guerra contra el terrorismo” tenía como objetivo suprimir toda resistencia, aquí en la “guerra contra el coronavirus”, se trata de abandonar cualquier posibilidad de resistencia en sí. A través de la “gestión de esta pandemia”, esta perspectiva se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana, aunque no es la primera vez que aparece en la historia de la humanidad.

La humanidad reducida a una manada es una realidad que ha surgido cada vez que la población se ha encontrado totalmente desamparada, colocada en una posición de desamparo en relación con el poder. La desesperación de los individuos es el resultado de la pérdida de puntos de referencia y sobre todo de la incapacidad de hacer frente, de decir no a los mandamientos judiciales que se le han dirigido. Ante el hecho de “no poder esperar la ayuda de nadie”, las poblaciones se ven entonces sumidas en una impotencia radical.

La novela de Dostoievski, Los hermanos Karamazov, al situar la acción en el período histórico de la Inquisición, saca a relucir un problema que extrañamente nos recuerda lo que estamos experimentando actualmente.
La organización de la Inquisición está basada en el personaje del gran Inquisidor que considera a la humanidad como una manada. Concibe que el hombre sólo puede encontrar su salvación mediante la renuncia a su subjetividad y su despersonalización.

Si la humanidad debe ser reducida al estado de un dócil rebaño, el individuo, al delegar su libertad al Gran Inquisidor, se convierte de nuevo en un “infanticida”, culpable de renunciar a su libertad. Entonces se vuelve completamente dependiente de un poder que dicta su conducta. Tanto es así que el Gran Inquisidor puede afirmar: “Oh, conseguiremos convencerlos de que sólo serán libres cuando renuncien a su libertad  y se sometan.[23]”

En esta “pandemia”, se dice a los individuos que sólo volverán a ser “libres” cuando acepten la vacuna y renuncien a cualquier deseo de control sobre sus vidas.

El Gran Inquisidor también preconiza igualmente una lógica de privación de responsabilidad del individuo, de renuncia a su libre albedrío, lo cual conduce a su deshumanización. El reinado del gran Inquisidor también significa la desaparición total de la esfera privada, hasta la última intimidad que representa por la conciencia.

Si el hombre ya no es libre y, por lo tanto, ya no es responsable, tiene el “derecho a pescar”. “Más precisamente, se le permite dejar de ser un hombre, transgrediendo las leyes simbólicas, como en las diversas reformas éticas, como el ‘matrimonio para todos’, la legislación sobre la eutanasia y las leyes de bioética. Estos “nuevos derechos” son, de hecho, sólo otro medio del poder de esclavizar a los hombres. “Todo está permitido” es la consigna del nihilismo[24].
En el pasado, la inquisición era una institución especializada, destinada a impedir la fractura del cuerpo social criminalizando todo cuestionamiento de carácter religioso. Hoy en día, ya no se focaliza en una parte de la sociedad, sino en la sociedad en su conjunto. Es la sociedad en su conjunto la que se está movilizando hacia su propia destrucción. Lo que actualmente ocupa el lugar del Gran Inquisidor ya no tiene por objeto bloquear una mutación social y política, sino, por el contrario, ser el catalizador de un cambio radical en la sociedad. Aquí el sacrificio ya no es limitado y codificado, sino permanente y generalizado.

“El Estado de emergencia sanitaria” 
El principio de precaución está estrechamente  vinculado  con el “estado de emergencia sanitario”. La noción debe tomarse al pie de la letra, en el sentido de que significa efectivamente una suspensión del derecho a ser atendido. Este abandono se traduce en medidas de confinamiento de ancianos y enfermos con los que no tienen ningún síntoma y por el  rechazo del acceso al hospital para las personas que no tienen síntomas de corona, pero que tienen, por ejemplo, un problema cardíaco. En nombre de este principio, los ancianos, que están enfermos con Covid-19, no son atendidos y son enviados a casa antes de que su sufrimiento sea aliviado por Retrovil. La cuestión de la precaución también  exige la  prohibición de medicamentos que permitan hacer frente a la epidemia, como la hidroxicloroquina.
El estado de emergencia jurídico implica la suspensión de las libertades individuales y los derechos políticos, como la disposición que permiten hacer frente a la “amenaza terrorista”. El estado de emergencia jurídico, a través de la lucha contra el terrorismo, también se define, como lo expresó W. Bush, como una “lucha del bien contra el mal”. El nuevo ordenamiento jurídico permitía, a falta de pruebas, encarcelar a las personas que habían sido nombradas como terroristas por el poder ejecutivo. El estado de emergencia legal permite atacar el Habeas Corpus de los ciudadanos y, en Gran Bretaña y los Estados Unidos, apoderarse de los cuerpos de las personas que crean “un clima propicio para el terrorismo [25]” o que simplemente se designan como “enemigos del gobierno.
El estado de emergencia sanitaria permite eliminar el cuerpo mediante medidas de confinamiento, mientras que el uso obligatorio y generalizado de la máscara es una “reactivación” de este cuerpo, pero como “cuerpo sin cabeza”, como cuerpo de máquina. La supresión del cuerpo, inducida por la “guerra contra el coronavirus”, gracias al  uso permanente de una máscara o guantes, ya encuentra un antecedente en las imágenes de los prisioneros detenidos en la prisión de Guantánamo. [26]. 

El tipo de encierro, inducido por la “lucha contra la pandemia”, es una ruptura total con el tipo de encarcelamiento que pretendía separar el cuerpo del preso del cuerpo social. Aquí, son todos los ciudadanos los que se ven afectados por las medidas de confinamiento. La prisión ya no es un lugar cerrado y separado de la sociedad, sino que es esta última la que, al confinar al “ciudadano responsable” que participa en el “cuidado del otro” en su hogar, se convierte en prisión. 

Sin embargo, la prisión, como parte diferenciada de la sociedad, sigue estando presente como una amenaza para encerrar en los campos a las personas que dan positivo en los tests de PCR, procedimiento que permite que una gran proporción de las personas sometidas a tests se consideren positivas. [27] Todas estas medidas y proyectos son parte de un deseo de las autoridades de instalar a los ciudadanos en la psicosis.

Al igual que las imágenes de las torturas en Guantánamo, estas medidas tienen por objeto mostrarnos nuestra impotencia, mostrarnos hasta qué punto dependemos de un poder que, sin embargo, desea nuestro bien y que, para Navidad, como nos comunica el presidente del partido liberal francófono belga, Louis Bouchez: “si las cifras lo permiten, intentaremos dar más humanidad”[28].

Jean-Claude Paye, Tülay Umay

Mondialisation.ca

 

Notas
1 – Leer : Jean-Claude Paye, Tülay Umay, « Pandémie ou le retour du grand Pan», Réseau International, le 3 novembre 2020 
2 – Sud radio, Macron 20H : analyse avec Alain Houpert, Sénateur de la Côte-d’Or et médecin radiologue 
3 – Dominique Bourg et Alain Papaux, « Des limites du principe de précaution : OGM, transhumanisme et détermination collective des fins », Économie publique, 2007/2 
4 – Matthieu Paillet, « Le principe de précaution. Concept, application, enjeux », p. 8 
5 – Jean-Claude Paye, La fin de l’État de droit, de l’état d’exception à la dictature, La Dispute, Paris 2004 
6 – Emmanuel Lévinas, Éthique et infini, Paris, Le livre de poche, 1982, p. 95 
7 – Emmanuel Lévinas, De Dieu qui vient à l’idée, Paris, Vrin, 1992, p. 248 
8 – Maurice Bellet, Le dieu pervers, éditions du Cerf, Paris 1987 
9 – Jean-Daniel Causse, Lacan et le christianisme, in Valérie Chevassus-Marchionni, Raymond Lemieux, et François Nault, « Psychanalyse et christianisme : note critique à propos du dernier livre de Jean-Daniel Causse (1962-2018) ». Laval théologique et philosophique 75, no 1 (2019), p. 134 – https://doi.org/10.7202/1067506ar 
10 – Ibidem 
11 – https://plus.lesoir.be/340753/article/2020-11-30/la-fermeture-des-commerces-non-essentiels-avait-ete-decidee-pour-creer-un 
12 – Catherine Larrère, « Le principe de précaution et ses critiques » , Innovations 2003/2 (n°18), pages 9 à 26 
13 – Moscovici Pierre, « Le principe de précaution : implications politiques et juridiques », cours donné à l’Ecole Nationale d’Administration (ENA), avril 2010, p. 26 
14 – Sur l’enquête proactive, lire Jean-Claude Paye, Vers un État policier en Belgique ?, EPO, Bruxelles 1999 
15 – M. Gros, D.Deharbe, La controverse du principe de précaution, Chron. Adm., R.D.P., 2002-3., p. 834 
16 – Matthieu Paillet, https://www.pourlasolidarite.eu/sites/default/files/publications/files/wp_-le_principe_de_precaution.pdf 
17 – Alexandra Henrion-Caude : « J’ai l’impression qu’on est revenu au temps des devins », La Rédaction, le 16 novembre 2020 – Sud-Radio 
18 – « Le Conseil d’État et le principe de précaution », Journal des Tribunaux, Bruxelles, Larcier, le 28 février 2004, p. 21 
19 – C.Noiville et N.de Sadelleer, o.c., Revue du droit de l’Union européenne, 2/2001, p. 444 
20 – T.P.I., 11 septembre 2002, Pfizer Animal Health et a.c.Conseil, Aff.T-13/99, motifs 164 et 165 
21 – Pierre Moscivici, Ibid., p. 23 
22 – Entretien avec Serge Tisseron, « L’obscène est une machine de guerre contre la métaophore », La voix du regard n° 15, septembre 2002 
23 – Fédor Mikhaïlovitch Dostoïevski, Les frères Karamazov, vol. 1 – § « Le Grand Inquisiteur », Éditions Actes Sud © 2002, collection Babel, traduit du russe par André Markowicz, pp. 444, 445, 449 à 470 et 474 
24 – Matthieu Giroux, « Dostoïevski : La légende du grand inquisiteur dans Les Frères Karamazov », Philitt, le 25 septembre 2012 
25 – Lire : Jean-claude Paye, « Royaume-Uni, menaces sur l’Habeas Corpus, » Le Monde, le 13 avril 2005 
26 – Lire : Jean-Claude Paye, « Guantanamo comme réel de la lutte antiterroriste », in L’emprise de l’image, de Guantanamo à Tarnac, Editions Yves Michel 2011, pp.140 à 149 
27 – Dr Pascal Sacré, « COVID-19: RT-PCR ou comment enfumer toute l’humanité », Mondialisation.ca, le 14 octobre 2020 
28 – Aurelie Demesse, « Noël pourrait-il être sauvé, in-extremis ? », La Libre Belgique, le 29 novembre 2020.

 

 

El Gran Hermano disfrazado: el surgimiento de un nuevo orden mundial tecnológico

 

El Gran Hermano disfrazado: el surgimiento de un nuevo orden mundial tecnológico

“Tenías que vivir, vivir, del hábito convertido instinto- en la hipótesis donde cada sonido que hacías era escuchado, y, excepto en la oscuridad, cada movimiento escudriñado.”

– George Orwell, 1984.

Tenía el potencial de un desastre.

Temprano en la mañana del lunes 15 de diciembre de 2020, Google sufrió un gran bloqueo mundial durante el cual todos sus servicios conectados a Internet se bloquearon, particularmente Nest, Google Calendar, Gmail, Docs, Hangouts, Maps, Meet y YouTube.

El bloqueo duró sólo una hora, pero fue un recordatorio aterrador hasta qué punto el mundo se ha vuelto dependiente de la tecnología conectada a Internet para hacer todo, desde desbloquear puertas hasta subir la temperatura, pasando por acceder a los archivos de trabajo, enviar correos electrónicos y hacer llamadas telefónicas.

Un año antes, un bloqueo de Google provocó que los usuarios de Nest no pudieran acceder a sus termostatos,  a sus cerraduras inteligentes y cámaras de Nest. Como informa la Fast Company, “Esto significa básicamente que debido a un bloqueo en el almacenamiento en la nube, la gente no pudo entrar en sus casas, usar el aire acondicionado y vigilar a sus bebés”.

Bienvenido a Matrix.

Veinte años después de que la emblemática película de Wachowski, The Matrix nos ha hecho descubrir un mundo futurista en el que los humanos existen en una irrealidad simulada por ordenador y alimentada por máquinas autoritarias – un mundo en el que la elección entre existir en un estado de sueño virtual en negación o enfrentarse a las duras y difíciles realidades de la vida  se resume en una píldora azul o roja – nos encontramos al borde del precipicio de una matriz tecnológicamente que nosotros mismos hemos creado. Vivimos cada día en la precuela de La Matriz, cayendo cada vez más bajo el embrujo de comunidades virtuales impulsadas por la tecnología, realidades virtuales y comodidades virtuales dirigidas por máquinas artificialmente inteligentes, que están a punto de reemplazar a los humanos y eventualmente dominar cada aspecto de nuestras vidas.

La ciencia ficción se ha convertido en una realidad.

En The Matrix, el programador Thomas Anderson, alias Neo, es despertado del sueño virtual por Morpheus, un luchador por la libertad que busca liberar a la humanidad de un estado de hibernación permanente impuesto por las máquinas de inteligencia artificial hiper-avanzadas, que dependen de los humanos como fuente de energía orgánica. Con sus mentes conectadas a una realidad virtual perfectamente diseñada, pocos humanos se dan cuenta de que viven en un mundo de sueños artificial.

Neo tiene la opción de tomar la píldora roja, despertar y unirse a la resistencia, o tomar la píldora azul, quedarse dormido y servir de combustible para el poder gobernante.

La mayoría de la gente opta por la píldora azul.

En nuestro caso, la píldora azul -un billete de ida a  cadena perpetua en un campo de concentración electrónico- que ha sido cubierto con miel para enmascarar el sabor amargo, se nos ha vendido en nombre de la facilidad, y se ha entregado a través de Internet a la velocidad del rayo, señales de teléfono móvil que nunca dejan caer una llamada, termostatos que nos mantienen a la temperatura ideal sin que tengamos que mover un dedo, y entretenimiento que puede ser transmitido simultáneamente en nuestros televisores, píldoras y teléfonos móviles.

Sin embargo, no sólo nos cautivan estas tecnologías que estaban destinadas a hacer nuestras vidas más fáciles. Nos hemos convertido en esclavos de ellas.

Mira a tu alrededor. Dondequiera que mires, la gente depende tanto de sus dispositivos de pantalla conectados a Internet – teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras, televisores – que pueden pasar horas inmersos en un mundo virtual donde la interacción humana se filtra a través de la tecnología.

Esto no es libertad.

Esto no es ni siquiera un progreso.

Es una tiranía tecnológica y un control de mano de hierro ejercida por el estado de vigilancia, por los gigantes de la industria como Google y Facebook, y por agencias gubernamentales de espionaje como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Estamos tan absorbidos por las últimas tecnologías, que hemos pensado poco en las consecuencias de nuestro irresponsable tropiezo, hacia un mundo en el que nuestra abyecta dependencia hacia los aparatos, y artilugios conectados a Internet nos han preparado para un futuro en el que la libertad es una ilusión.

Sin embargo, la libertad no es lo único que está en juego. Es la propia humanidad la que está en juego.

Si los estadounidenses se encuentran alguna vez esclavizados por los tiranos tecnológicos, sólo nosotros mismos tendremos la culpa por haber forjado las cadenas por nuestra propia lasitud, pereza y dependencia abyecta a los aparatos, y artilugios conectados a Internet que nos hacen totalmente inútiles.

De hecho, nos estamos acercando rápidamente a la visión del futuro de Philip K. Dick como se describe en la película Minority Report. Allí, las agencias policiales detienen a los delincuentes antes de que puedan cometer un delito, los coches sin conductor pueblan las carreteras, y los datos biométricos de una persona se escanean constantemente y se utilizan para rastrear sus movimientos, dirigirla para la publicidad y mantenerla bajo vigilancia constante.

Es el advenimiento de la era de la Internet de las cosas (IoT), en la cual los “objetos” conectados a Internet vigilan su hogar, su salud y sus hábitos para mantener su despensa abastecida, sus servicios públicos regulados y su vida bajo control y relativamente libre de preocupaciones.

La palabra clave aquí, sin embargo, es control.

En un futuro no muy lejano, “casi todos los dispositivos que tienes – incluso productos como las sillas, en los que normalmente no esperas ver la tecnología – estarán conectados y hablarán entre sí“.

A finales de 2018, “había alrededor de 22.000 millones de dispositivos conectados a Internet en el mundo… Las predicciones sugieren que para 2030, alrededor de 50.000 millones de estos dispositivos de Internet de objetos estarán en uso en todo el mundo, creando una vasta red de dispositivos interconectados que van desde teléfonos inteligentes hasta electrodomésticos”.

A medida que las tecnologías que alimentan estos dispositivos se vuelven cada vez más sofisticadas, también se han extendido, abarcando todo, desde los cepillos de dientes y las bombillas, hasta los coches, los contadores inteligentes y los  equiposmédicos.

Se estima que 127 nuevos dispositivos de Internet de las Cosas se conectan a la web cada segundo.

Esta industria “conectada” se ha convertido en la próxima gran transformación de la sociedad, junto con la revolución industrial, un momento decisivo para la tecnología y la cultura.

Desde los coches sin conductor, sin volante, sin acelerador y sin frenos, hasta las píldoras inteligentes incorporadas en los chips de los ordenadores, los sensores, las cámaras y los robots, estamos a punto de superar la imaginación de autores de ciencia ficción como Philip K. Dick e Isaac Asimov. (Por cierto, no existe  coche sin conductor. Alguien o algo conducirá, pero no serás tú).

Estos artilugios tecnológicos conectados a Internet incluyen luces inteligentes que disuaden a los ladrones dando la impresión de que su casa está ocupada, termostatos inteligentes que regulan la temperatura de su casa en función de tus actividades y timbres inteligentes que te permiten ver quién está en la puerta de entrada sin dejar la comodidad de su sofá.

Nest, la gama de productos de Google para hogares inteligentes, ha estado a la vanguardia de la industria “conectada”, con comodidades tecnológicas como una cerradura inteligente que indica a su termostato quién está en casa, qué temperaturas le gusta y cuándo su casa está desocupada; un sistema de telefonía doméstica que interactúa con los dispositivos conectados para “aprender cuando vas y vienes”, y advertirte si tus hijos no van a volver a casa; y un sistema de sueño que vigila cuando te duermes, cuando te despiertas, y mantiene los sonidos y la temperatura de la casa en un estado de propicio para el sueño.

El propósito de estos dispositivos conectados a Internet, como proclama Nest, es hacer de “su hogar un hogar más reflexivo y consciente“. Por ejemplo, su coche puede indicar por adelantado que se dirige a casa, mientras que los semáforos pueden parpadear para atraer su atención si Nest Protect percibe que algo va mal. Su cafetera, basada en los datos de los sensores de aptitud física y sueño, hará un café más fuerte si has tenido una noche inquieta.

Sin embargo, dada la velocidad y la trayectoria de desarrollo de estas tecnologías, no pasará mucho tiempo antes de que estos dispositivos funcionen de forma completamente independiente de sus creadores humanos, lo que plantea toda una serie de problemas nuevos. Como señala el experto en tecnología Nicholas Carr, “tan pronto como permitas que los robots, o el software, operen libremente en el mundo, se enfrentarán a situaciones éticamente sensibles y a decisiones difíciles que no pueden ser resueltas por modelos estadísticos”. Esto será cierto para los coches autopropulsados, los aviones teledirigidos y los robots de combate, al igual que ya es cierto, a menor escala, para las aspiradoras y las cortadoras de césped automatizadas”

Por ejemplo, así como la aspiradora robótica Roomba “no hace distinción entre una pelusa y un insecto“, los aviones teledirigidos armados -que se espera que surquen los cielos en masa este año- no podrán distinguir entre un criminal que huye y alguien que sólo corre por una calle. Además, ¿cómo puede defenderse de un policía robótico –como el Atlas androide desarrollado por el Pentágono– que ha sido programado para responder a cualquier amenaza de violencia percibida?

Además, no son sólo nuestros hogares y dispositivos personales los que están siendo reorganizados y reinventados en esta era de conexión: son nuestros lugares de trabajo, nuestros sistemas de salud, nuestro gobierno, nuestros cuerpos y pensamientos más íntimos los que están conectados a una matriz sobre la que no tenemos un control real.

De hecho, para el 2030, se espera que todos experimentemos el Internet de los Sentidos (IoS), hecho posible por la Inteligencia Artificial (IA), la Realidad Virtual (RV), la Realidad Aumentada (RA), la 5G y la automatización. El Internet de los Sentidos se basa en una tecnología conectada que interactúa con nuestros sentidos de la vista, el sonido, el gusto, el olfato y el tacto a través del cerebro como una interfaz de usuario. Como explica la periodista Susan Fourtane:

“Muchos predicen que para el 2030, la línea entre el pensamiento y la acción se difuminará. El 59% de los consumidores cree que seremos capaces de ver mapas de carreteras en gafas de realidad virtual simplemente pensando en un destino… Para 2030, la tecnología debería responder a nuestros pensamientos, e incluso compartirlos con otros… Utilizar el cerebro como interfaz podría significar el fin de los teclados, ratones, joysticks y, en última instancia, de las interfaces de usuario para cualquier dispositivo digital. Todo lo que el usuario tiene que hacer es pensar en los comandos, y simplemente ocurrirán. Los teléfonos inteligentes podrían funcionar incluso sin pantallas táctiles.”

En otras palabras, el Internet de los sentidos se basará en la tecnología que puede acceder a tus pensamientos y actuar sobre ellos.El Sr. Fourtane describe varias tendencias relacionadas con el Internet de los sentidos que se espera que se materialicen entre ahora y 2030:.En otras palabras, Internet de los sentidos dependerá de que la tecnología pueda acceder y actuar sobre sus pensamientos.

Fourtane describe varias tendencias relacionadas con IoS que se espera que se conviertan en realidad para 2030:

“1: Los pensamientos se convertirán en acciones: usando el cerebro como interfaz, por ejemplo, los usuarios podrán ver mapas de carreteras en gafas de realidad virtual simplemente pensando en un destino.

2: Los sonidos se convertirán en una extensión de la realidad virtual imaginada: los usuarios podrán imitar la voz de cualquier persona con suficiente realismo para engañar incluso a los miembros de la familia.

3: La comida real se convertirá en secundaria en relación con los gustos imaginarios. Un dispositivo sensorial para la boca podría mejorar digitalmente todo lo que comas, de modo que cualquier comida podría tener el sabor de tu comida favorita.

4: Los olores se convertirán en una proyección de esta realidad virtual, de modo que los recorridos virtuales, en el bosque o en el campo por ejemplo, incluirán la experiencia de todos los olores naturales de estos lugares.

5: Toque total: Los teléfonos inteligentes con pantalla transmitirán la forma y la textura de los iconos y los botones numéricos que pulsen.

6: Realidad fusionada: Los mundos de los juegos de realidad virtual se volverán indistinguibles de la realidad física para el 2030.”

Desafortunadamente, en nuestra carrera hacia el futuro, no hemos tenido en cuenta lo que esta dependencia de la tecnología podría significar para nuestra humanidad, y mucho menos para nuestras libertades.

Los chips ingeribles o implantables son un buen ejemplo de nuestra falta de preparación, moral y de otro tipo, para navegar por este terreno desconocido. Aclamadas como revolucionarios por su capacidad de acceder, analizar y manipular su cuerpo desde el interior, estas píldoras inteligentes pueden recordarle que debe tomar su medicación, detectar el cáncer e incluso enviar una alerta a su médico para advertirle de un inminente ataque al corazón.

Por supuesto, esta tecnología podría salvar vidas, ¿pero es eso todo lo que necesitamos saber?

¿Hemos obrado con diligencia al plantear todas las preguntas que deberíamos hacer antes de lanzar una tecnología tan impresionante a una población desprevenida?

Por ejemplo, la reportera del Washington Post, Ariana Eunjung Cha, pregunta:

“¿Qué tipo de advertencia debería darse a los usuarios sobre los riesgos relacionados con la implantación de la tecnología de los chips en un cuerpo, por ejemplo? ¿Cómo se les asegurará a los pacientes que la tecnología no se utilizará para obligarlos a tomar medicamentos que realmente no quieren tomar? ¿Podrían las fuerzas del orden obtener datos que revelen qué personas hacen uso indebido de los medicamentos o las venden en el mercado negro? ¿Podría lo que comenzó como un experimento voluntario convertirse en un programa de identificación gubernamental obligatorio que podría erosionar las libertades civiles?”

Permítanme decirlo de otra manera.

Si te sorprendieron las revelaciones de Edward Snowden sobre cómo los agentes de la NSA usaban la vigilancia para espiar las llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de los estadounidenses, ¿puedes imaginar lo que agentes gubernamentales sin escrúpulos podrían hacer con el acceso a tu coche, tu casa y tu medicación conectada a Internet? Imagine lo que un equipo SWAT podría hacer con la capacidad de acceder, supervisarr y controlar tu casa conectada a Internet, bloqueándolo, apagando las luces, activando las alarmas, etc.

Aunque Donald Trump firmó la Ley sobre la mejora de la seguridad cibernética de Internet de las cosas el 4 de diciembre de 2020, con el fin de establecer una línea de referencia para proteger la seguridad de los miles de millones de dispositivos de Internet de las cosas que inundan los hogares y las empresas, la ley hace poco por proteger al pueblo estadounidense de la vigilancia de las empresas y el gobierno.

De hecho, la respuesta del público a las preocupaciones sobre la vigilancia del gobierno se ha traducido en un encogimiento de hombros colectivo.

Después de todo, ¿a quién le importa si el gobierno puede rastrear tus desplazamientos gracias a tu dispositivo  GPS, siempre y cuando te ayude a encontrar la ruta más rápida desde el punto A hasta el punto B? ¿A quién le importa que la NSA escuche tus llamadas telefónicas y descargue tus correos electrónicos, siempre y cuando puedas recibir tus llamadas telefónicas y correos electrónicos en movimiento y tengas acceso a Internet de alta velocidad sobre la marcha? ¿A quién le importa si el gobierno puede controlar sus actividades en casa conectándose a tus dispositivos conectados a Internet – termostato, agua, luces – siempre que pueda controlar estas cosas con el movimiento de  un dedo, tanto si estás al otro lado de la casa como al otro lado del país?

El control es la clave aquí.

El control total sobre todos los aspectos de nuestras vidas, hasta nuestros pensamientos internos, es el objetivo de cualquier régimen totalitario.

George Orwell lo entendió.

La obra maestra de Orwell, 1984, describe una sociedad global de control total en la que no se permite a la gente tener pensamientos que estén en desacuerdo con el estado corporativo. No hay libertad individual, y la tecnología avanzada se ha convertido en la fuerza motriz de una sociedad de vigilancia. Hay micrófonos y cámaras por todas partes. Y la gente está sujeta a la policía del pensamiento, que se encarga de todo culpable de crímenes del pensamiento. El gobierno, o “Partido”, está dirigido por el Gran Hermano, que aparece en todos los carteles con las palabras, “El Gran Hermano os vigila”.

No se equivoque: el Internet de las cosas y su gemelo, el Internet de los sentidos, es solo el Gran Hermano disfrazado.

 

John W. Whitehead

Traducido por verdadypaciencia

 

El largo camino del capitalismo para llegar al Gran Reinicio

La Comisión Trilateral fue fundada en 1973 por David Rockefeller. Eran los principales banqueros y financieros y sus centros de pensamiento en Europa, Estados Unidos y Japón. Ellos presentaron una perspectiva de cómo controlar el mundo y su perspectiva se basó en el punto de vista tradicional de la geopolítica británica, que es que siempre debes tener una imagen enemiga porque necesitas tener guerras y confrontaciones; pequeñas guerras, guerras de poder, banderas falsas para iniciar guerras, etc.

También debes alimentar el complejo militar-industrial porque el presupuesto de defensa es una porción muy grande del gasto de al menos algunas de las naciones del mundo, las naciones más grandes.

Entonces, ¿a quién usaron para realizar ese despliegue en la Administración Carter? A Zbigniew Brzezinski, quien trabajaba directamente bajo órdenes de David Rockefeller.

Su objetivo desde 1976 ha sido la despoblación, el control de los recursos del mundo, el uso del sistema bancario internacional, el Fondo Monetario Internacional, el Banco de Pagos Internacionales, etc., a fin de mantener pobres a las naciones más pobres para que haya fuentes de materias primas baratas y mano de obra barata.

Y fue entonces cuando comenzaron toda la serie de acuerdos de libre comercio globalista, que en ese momento era el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT), que más tarde se convirtió en la Organización Mundial del Comercio, y abogó por eliminar las economías nacionales. El objetivo era controlar el sistema de crédito, sistema bancario o sistema de comercio de las naciones. Y a partir de ese momento clave, nos hemos estado moviendo sucesivamente en esa dirección.

Brzezinski tenía una estrategia que venía de alguien llamado Bernard Lewis, uno de los principales agentes de inteligencia británicos. La estrategia se llamó “el arco de crisis”. Y consistió en tomar la banda de países bajo la Unión Soviética porque en ese momento nos encontrábamos a mitad de la Guerra Fría.

Así que el truco fue tomar esas naciones y desplegar fundamentalistas islámicos que luego irían a Rusia y a China para desestabilizar y derrotar también a esas naciones.

¿Y qué obtuvimos de eso? Tuvimos la situación de Irán cuando Carter era presidente. Tuvimos el comienzo de la guerra afgana con la invasión rusa de Afganistán, donde fueron absorbidos por las operaciones dirigidas por los Estados Unidos (por Brzezinski), y desde entonces hemos estado prácticamente en guerra en el Medio Oriente y esto ha definido las principales relaciones geopolíticas entre Estados Unidos, Europa, Rusia, China, Japón e India, las principales potencias del mundo.

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La vacuna contra covid-19 puede generar terribles efectos

Hasta los propios científicos lo reconocen – los que no forman parte de este Gran Reinicio, claro está -, la vacuna contra la covid-19 puede generar no sólo infertilidad masculina, sino también femenina e incluso en los casos en los que esta infertilidad no se produjese (o en las embarazadas vacunadas) graves efectos sobre la placenta.

En unos momentos en los que sale cada vez más a la luz cómo se están haciendo las nuevas vacunas transgénicas y qué podrían llegar a hacer a la población, además de saberse el fiasco de sus pruebas (calificadas de éxito por las propias farmacéuticas solamente), se está empezando a reforzar y extender aun más una corriente crítica hacia las vacunas en general (por parte no solo de naturalistas sino incluso también de científicos “herejes” que están cuestionando cada vez más hasta la propia ciencia cartesiana) cuando no totalmente anti-vacunas y anti-medicina alopática capitalista (medicina occidental convencional). Incluso científicos convencionales advierten de las atrocidades que se están cometiendo en la lucha contra esta pandemia, quedando cada vez más claro que no es más que una excusa para imponer un nuevo totalitarismo post-capitalista guiado por tiranos técnicos y científicos y auspiciado por la gran banca internacional.

En un reciente artículo, publicado en cienciaysaludnatural, la Doctorada en Inmunología Roxana Bruno conjuntamente con el genetista argentino, Dr. Luis Marcelo Martinez, el Dr. Wolfgang Wodarg,(médico y que incluso fue presidente de la Asamblea Parlamentaria del Comité de Salud del Consejo de Europa) y el Dr. Michael Yeadon, ex vicepresidente y científico de laboratorios Pfizer experto en alergias y vías respiratorias (1)  están advirtiendo que la proteína de la espícula del Sars-Cov-2, contra la cual los fabricantes de vacunas compiten para desarrollar en una vacuna, es altamente homóloga con una proteína HERV humana, la sincitina-1 (2) [Los HERV están clasificados como retrovirus endógenos humanos (3)]

No son los únicos, otras destacadas personalidades del mundo de la salud (convencional o alternativa) como la Dra y homeópata María José Jimenez Albarracín, la Dra. Carrie Madej, el herboristero Josep Pamies, el acupuntor Daniel Igual, el biólogo Máximo Sandín o el investigador y experto en salud Jesús García Blanca, además de un largo etcétera,  están advirtiendo contra las vacunas. En concreto, muchos de ellos desde la nueva biología y desde la medicina natural y la MTC, cuestionando el papel hasta ahora atribuido a los virus y su capacidad de infección, desmontando la teoría microbiana o la propia noción de “contagio”, sólo existente en la medicina alopática capitalista.

Wodarg, Bruno, Yeadon y Martínez, por su parte, desde una óptica más convencional pero igualmente crítica, denuncian lo que puede llegar a producir la vacuna de la covid-19 por la compatibilidad de la espícula del sars-cov-2 y los HERV.

Según su artículo, se espera que las vacunaciones generen anticuerpos contra las proteínas de la espícula del SARS-CoV-2. Sin embargo, estos investigadores sostienen que las proteínas de la espícula también contienen proteínas homólogas a la sincitina, que representan un requisito previo esencial para la formación de la placenta.

La vacuna contra el SARS-CoV-2 puede desencadenar una reacción inmune contra la sincitina-1, podría resultar en infertilidad de duración indefinida en mujeres vacunadas.

Dr Wolfgang Wodarg, médico, presidente de la Asamblea Parlamentaria del Comité de Salud del Consejo de Europa

 

Los HERV, continúa el artículo, son retrovirus endógenos  humanos (y recordemos que, según la Nueva Biología, un virus es un paquete de información genética envuelto en una cápsula protéica, de ahí su posible homologación con otras proteínas o paquetes de ADN o ARN similares, o incluso compartidos, en “virus externos”), es decir, retrovirus cuyo ADN, durante millones de años, se ha convertido en parte de nuestro ADN. Todos los retrovirus, como – supuestamente – el HIV, contienen ARN viral que se transcribe en ADN y se inserta en el genoma del huésped. El ADN viral normalmente conduce a la producción de más ARN viral, proteínas virales y – afirman – patógenos o “partículas infecciosas”, como las denomina la medicina occidental. Por el contrario, el ADN de HERV, debido a ciertas fallas, ya no se traduce en ARN y proteínas. Sorprendentemente, el 8% del ADN humano consiste en estas secuencias de ADN de retrovirus conservadas pero inactivas que codifican proteínas humanas conocidas(2), continúa el artículo.

Alguna de estas secuencias de HERV en nuestro ADN tiene un papel activo es decir algunas se expresan. 

La sincitina-1, que es una proteína derivada de HERV, causa la fusión de células en el trofoblasto y tiene un papel en la placentación. (4-5)

Wodarg, Yeadon, Martínez y Bruno sostienen que existe un amplio espectro de enfermedades y respuestas individuales a la infección por nCoV2019. Parte de esta variación puede deberse al hecho de que la infección humana siempre ocurre en el contexto de nuestro “viroma”. Esto incluye la expresión de virus endógenos, que comprenden el 8% del genoma humano, así como cualquier experiencia reciente con otros agentes virales.

La proteína espiga pertenece a la Clase I de proteínas de entrada de fusión. Estos se construyen a partir de una serie de dominios y motivos estructurales y funcionales que pueden estar altamente conservados en regiones localizadas. En la medida en que, según el artículo, los motivos de secuencia de nCoV2019 – recordemos, secuenciado sin aislar ni purificar y por reconstrucción bioinformática mediante la IA y sus algoritmos – muestran una gran similitud con las proteínas de fusión / entrada de Clase I de virus endógenos expresados ​​como parte del genoma humano, al que se esperaría que seamos tolerantes, la respuesta a nCoV2019 podría verse significativamente afectada. (6)

De hecho, la alineación de los elementos endógenos Syn1 que se encuentran en el cromosoma 7 humano, o Syn2 que se encuentran en el cromosoma 6, o HERV-K expresado a partir del cromosoma 6, muestran todos una serie de motivos de secuencia con similitud significativa con la proteína de pico nCoV2019.

El artículo finaliza haciéndose eco de que otro científico, el profesor Sir John Bell, profesor de medicina en la Universidad de Oxford y parte del equipo GAVI , miembro de SAGE (Grupo Asesor Científico para Emergencias) y participante en la vacuna del gobierno desarrollando la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, dijo en una entrevista con Jon Snow que “es poco probable que estas vacunas esterilicen por completo a una población. Es muy probable que tengan un efecto que funcione en un%, digamos 60 o 70% “.  

La exposición, más convencional, del artículo tiene sus diferencias con la medicina natural, para la cual el “contagio” es una noción artificial pues la “enfermedad” no se transmite individualmente sino que, generalmente, se dan afecciones colectivas en un mismo periodo de tiempo por el deterioro generalizado (desequilibrio según la MTC) del cuerpo y de sus funciones o, cómo Bechamp o Bernard afirmaban desde una óptica occidental, un deterioro de la homeostasis del organismo, es decir del medio interno, debido a un patógeno externo más fuerte (que no tiene porqué ser un microbio sino puede ser un cambio de temperatura o un factor externo agresivo que altere el equilibrio de un cuerpo debilitado). Con nuestro modo de vida actual – mala alimentación, ausencia de agua y aire puros, estrés, contaminación, sedentarismo, etc, – no es de extrañar que se pueda alterar la homeostasis general de los individuos y hacerlos susceptibles de “enfermar” ante un patógeno externo, llámese virus o llámese 5G.

En todo caso desde la medicina alternativa también se nos está advirtiendo de las posibles nefastas consecuencias de esta vacuna y coincide, aunque explicado de otro modo, con las advertencias que desde científicos “herejes” y otros convencionales pero no comprados, se nos están haciendo.

Referencias

1. https://www.wodarg.com/impfen/

2. Gallaher B. Response to nCoV2019 Against Backdrop of Endogenous Retroviruses .  http://virological.org/t/response-to-ncov2019-against-backdrop-of-endogenous-retroviruses/396

3. Orgel LE, Crick FH. Selfish DNA: the ultimate parasite. Nature. 1980;284(5757):604‐607.

4. Structural characterization of the fusion core in syncytin, envelope protein of human endogenous retrovirus family W https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7092852/

5. Maltepe, E., & Fisher, S. J. (2015). Placenta: the forgotten organ. Annual Review of Cell and Developmental Biology31(1), 523–552.

6. https://virological.org/t/response-to-ncov2019-against-backdrop-of-endogenous-retroviruses/396

From ancestral infectious retroviruses to bona fide cellular genes: Role of the captured syncytins in placentation. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0143400412002044?via%3Dihub

Dupressoir, A., Lavialle, C., & Heidmann, T. (2012). From ancestral infectious retroviruses to bona fide cellular genes: role of the captured syncytins in placentation. Placenta33(9), 663–671.

La salud como proceso

No. Los profesionales sanitarios no somos superhéroes ni superheroínas. Para el estado, los profesionales sanitarios mantenemos los cuerpos productivos del sistema capitalista lo más “sanos” posibles” para que sigan siendo fuerzas del trabajo y sigan produciendo capital.

El sistema sanitario no se ha saturado ahora. El sistema sanitario ya estaba saturado antes del coronavirus y la pandemia del miedo. Esta situación excepcional, ha hecho que la saturación culmine. Los recortes y la falta de valor que El Estado ha venido poniendo al proceso de salud, a la promoción de entornos saludables, a la sanidad y a sus profesionales ha hecho que la situación nos sobrepase.

No es lícito que sigamos manteniendo este sistema sin las condiciones pertinentes para protegernos, sin los equipos de protección adecuados para poder evitar más contagios. Si nosotras nos infectamos, infectaremos al resto. Y no es la caridad quien tiene que abastecernos de mascarillas artesanales. Nos jugamos nuestras vidas, las de nuestras familias y las de las personas con las que convivimos. La caridad es un parche que legitimará que los de arriba sigan manteniendo su poder. Se aprovechan de la solidaridad del pueblo para seguir manteniendo sus políticas basura.

Los medios de comunicación nos inyectan la enfermedad del miedo y, a cambio, glorifican a las personas que trabajan como voluntarias. No puede ser la caridad lo que sustente al sistema, aunque estemos en una situación excepcional o “estado de alarma”. El capitalismo, el estado y la corona nos tienen explotadas y engañadas. Sobreviven y se enriquecen a nuestra costa.

La salud como proceso: Nos quieren enfermos

El proceso de salud es un proceso, tal cual. Un proceso que depende de entornos saludables. Cuando hablo de entornos saludables me refiero a la calidad de los cuidados que podamos dar a nuestros seres queridos, en los que se incluye el tiempo y el espacio dedicado a la alimentación y a escoger los alimentos que comemos.

Cada anuncio publicitario nos incita a “consumir enfermedad” para obtener placer. Es tan accesible acceder a la enfermedad que nos la venden en máquinas expendedoras de productos comestibles y refrescos en las instituciones sanitarias, educativas y laborales. No tiene sentido que cueste menos una Coca Cola o cualquier chocolatina que dos piezas de fruta que tengan algo de sabor. La crisis del sabor que promueve y legitima la industria alimentaria tiene un gran impacto en nuestro proceso de salud, en la capacidad a la hora de tomar decisiones sobre qué comemos y en las adicciones que nos generan a ciertos alimentos cuyo ingrediente principal es el azúcar. Nos quieren adictos desde bien pequeños. Sólo hay que ver la publicidad y el marketing publicitarios de los productos comestibles dirigidos a niñas y niños, desde bollería hasta “yogures” y zumos que generarán potenciales enfermos que, antes o después, serán carne de la industria farmacéutica.

Es bien sabido que ambas industrias van de la mano y tienen muy buena relación con el estado y sus políticas “promotoras de salud”. Cabe destacar aquí también los conflictos de intereses entre la industria alimentaria, universidades y asociaciones médicas “científicas”, como la Asociación Española

de Pediatría, la Fundación Española de Nutrición, la Fundación Española del Corazón (promovida por la sociedad española de Cardiología), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, la Fundación para la Diabetes y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, entre otras. La industria inyecta dinero y estas sociedades y/o fundaciones celebran sus congresos a cambio de legitimar sus productos a costa de nuestra salud.

Ansiedad y depresión en la sociedad del hiperrendimiento. La violencia neuronal es sistémica, es una violencia inmanente al sistema.

El tiempo y espacio para construir vínculos reales también es salud. Una salud a la que cada vez nos es más difícil acceder. Los ritmos de vida tan acelerados que llevamos, el multitasking, llegar a tiempo a todo: ser una super madre, super trabajadora, comer super sano, hacer ejercicio, cumplir con los ideales de belleza, trabajar la mayor parte de tu tiempo y aguantar las presiones de tu trabajo y de tu jefe/a, supone un estrés que también tendrá un impacto en nuestros procesos de salud y nuestro sistema inmunitario.

Esto lo define muy bien Byung-Chu Han en su libro “La sociedad del cansancio”, en el que distingue la interpretación inmunológica de la enfermedad de hace unos años – en la que se declaraba la guerra a todo lo que era extraño (virus y bacterias) – de la “enfermedad neurológica” actual – que nos viene dada intrínsecamente por la superproducción, el superrendimiento (laboral, lúdico y sexual) o la supercomunicación.

La violencia neuronal es sistémica, es una violencia inmanente al sistema. Una violencia que nos lleva a que la mayor causa de muerte externa sea el suicidio. En el estado español, en 2019, se suicidaron una media de 10 personas al día, tendencia que va en aumento desde el año 2018. ¿Son suicidios o asesinatos del propio sistema en el que vivimos? Actualmente, la ansiedad y la depresión no son problemas individuales ni aislados, son una auténtica pandemia que crece de forma descontrolada en todo el mundo.

La ansiedad y la depresión nos vienen dadas por la presión de la productividad y el consumo. El capitalismo nos incita a la productividad constante, a aprovechar bien el tiempo, a “no parar de hacer” y “estar felices siempre”. Si estas triste, no serás productivo. Por otro lado, querer llegar a “todo lo que podríamos hacer”, “todo lo que el capitalismo nos ofrece”, es lo que nos evoca a la ansiedad. Nos auto explotamos con nuestra necesidad impuesta de hiperrendimiento. Si no llegamos a todo – obviamente es imposible – nos viene la frustración y, con ello, la depresión.

La ansiedad y la depresión junto con otras patologías relacionadas con la alimentación y el estilo de vida, como son la obesidad, hipertensión, diabetes, y las comorbilidades que generan, no son problemas individuales ni aislados; son problemas colectivos que cada vez están más extendidos a nivel mundial. Son una auténtica pandemia provocada por el capitalismo. Estos cuerpos, sometidos a tanta violencia, ¿Cómo podrán responder ante un virus?

El aislamiento no es salud. Relacionarse a través de pantallas, tampoco.

Antes que el capitalismo impusiera la familia como modelo organizativo, aisló a los individuos para mecanizar sus cuerpos como fuerzas de trabajo. La población moría por semejante esclavitud y apenas tenían descendencia. Las fuerzas productivas de trabajo cada vez eran menos. Fue entonces cuando el capitalismo organizó a los individuos aislados en familias. El capitalismo creó el modelo de familia para poder controlar más fácilmente a la población, aboliendo así cualquier forma de asociacionismo comunitario que había existido hasta entonces. También separó los territorios comunales – de la comunidad – en propiedades privadas que cada familia trabajaría a cambio de dinero. Cualquier disidencia en los modelos impuestos, como negarse a trabajar y a mercantilizar sus vidas, llevó a nuestros antepasados a ser quemadas en la hoguera, sobre todo a las mujeres que fueron consideradas brujas. Este modelo, que empezó a imponerse alrededor del s. XV se perpetúa hasta la actualidad. En estos momentos, muchas personas están ahora forzadas por el Estado a convivir con sus abusadores. Ahora, quien tenga familia, quedará recluido, confinado en su casa (quien la tenga), independientemente de que el entorno en el que nos obligan a confinarnos sea más o menos violento.

Nos imponen el aislamiento y el individualismo e imposibilitan cualquier tipo de sentimiento comunitario. No les interesa. Haciendo referencia a Devorad, en La Sociedad del Espectáculo:

“El sistema económico basado en el aislamiento, es una producción circular de aislamiento. El aislamiento funda la técnica y, en consecuencia, el proceso técnico aísla. Desde el automóvil a la televisión, todos los bienes seleccionados por el sistema espectacular constituyen sus armas para el refuerzo constante de las condiciones de aislamiento de las muchedumbres solitarias.”

La salud es un proceso que va mucho más allá que la guerra contra un virus. El virus del capitalismo es una auténtica pandemia. Junto con el coronavirus nos inyectan el virus del miedo, de la separación: el virus del rechazo a lo humano, de la individualidad y el individualismo. Quieren que tengamos una distancia mayor de 1 metro para poner una pantalla en el medio y que cada vez sea más difícil crear vínculos reales. Siembran el miedo para imponernos las relaciones virtuales a través de las pantallas, haciendo las relaciones cada vez menos humanas. ¿Tenemos entornos que realmente promuevan la salud? O, por el contrario, ¿nos inyectan la enfermedad en vena? Nos inyectan la enfermedad a través del miedo, de la esclavitud del trabajo y del consumo. Las condiciones en las que nos obligan a vivir son insalubres. Las necesidades básicas de gran parte de la población están sin cubrir, y para poder cubrirlas, nos obligan a esclavizar nuestras vidas. El acceso a la vivienda es la necesidad más básica y la más difícil de tener cubierta. Crear las vidas que queremos vivir es algo impensable. Trabajar para poder consumir en los ratos libres es el modelo que nos imponen. Crear vínculos reales es cada vez más difícil, ya que el tiempo “libre” se ha convertido también un espacio de consumo. Nada de esto generará nunca salud.

Estado del bienestar: esclavitud y ocio de consumo.

El estado del bienestar nos garantiza tener las necesidades más básicas “cubiertas” a cambio de esclavizarnos. No nos sale gratis mantenerlo, se nos van nuestras vidas en ello. El sistema capitalista nos impone cuándo hemos de ser productivas y cuándo podemos disfrutar de un ocio de consumo. Esto no entra en ningún parámetro de libertad más allá que la libertad para producir y para mantener este modelo de sistema, que no nos favorece en absoluto. ¿En qué sistema vivimos que no es capaz de sobrevivir a unos días de inactividad productiva?

Es momento de parar y de pensar qué estamos haciendo. De bajar de la rueda del hámster y de ser creativas para crear la vida que queremos vivir, y no la que nos imponen. La vida que nos imponen es la que les sostiene, es la que nos enferma manteniendo el capital. Se trata de compartir la libertad, aunque estemos en una celda.

El pueblo organizado es mucho más potente que un Estado. Al pueblo organizado, cuando le dejan tiempo y espacio para generar consciencia sobre la vida que le imponen, puede llegar a conocer qué necesidades tiene y, si elegimos el camino de la cooperación y la organización, podremos aprender a cómo resolverlas sin la necesidad de un ente paternalista y protector: el estado del bienestar. En estos días de confinamiento, pensemos qué vida estamos llevando y pensemos en qué vida queremos crear,

más allá de los límites que nos han impuesto y que tenemos tan interiorizados. Los lemas “trabajar es salud” y “el trabajo dignifica” ya han pasado a la historia. El trabajo nos esclaviza. La responsabilidad social, la cooperación y el apoyo mutuo y la autoorganización será lo que deslegitime al estado y al sistema capitalista, creando un modelo de vida nuevo y desconocido, que, aunque de miedo, si lo caminamos juntas, estaremos cada día un poco más cerca de la libertad.

ACL

Psiconeuroinmunóloga/Enfermera Familiar y Comunitaria

Prisiones chilenas: huelga de hambre contra las medidas covid-19

El 30 de noviembre de 2020 varios presos de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago de Chile se pusieron en huelga de hambre contra las medidas impuestas con la excusa de la covid-19. Estas medidas incluyen la supresión de las visitas desde hace 9 meses y la desatención sanitaria para una población considerada como de riesgo. Sin embargo los carceleros no están sometidos a ninguna medida y los presos denuncian que ellos han sido los que han introducido la covid-19 en las prisiones.

En unas condiciones sanitarias e higiénicas pésimas, es muy fácil que la población penitenciaria, una de las más afectadas por esta plandemia (y con la que algunos países quieren probar sus medicamentos y vacunas), enferme y se deteriore aun más su ya precaria salud.

El 6 de diciembre, varias presas de la cárcel de mujeres de San Miguel, entre las que destaca la anarquista Mónica Caballero, se sumaron a esta huelga contra las medidas represivas de esta dictadura tecno-sanitaria internacional.

Desde que empezó la pandemia, se han sucedido los motines, conatos de motines y fugas (Italia, España, Chile…) en las prisiones por todo el mundo, siendo los presos una de las poblaciones más vulnerables al nuevo totalitarismo tecnocrático.

A continuación el comunicado emitido por los huelguistas

Desde la cárcel de alta seguridad de Santiago de Chile comunicamos el inicio de una huelga de hambre líquida e indefinida por la restitución de las visitas en un irrenunciable marco de dignidad.

Ya vamos para los 9 meses sin poder ver ni abrazar a nuestros afectos y amores resultado de las restricciones impuestas por la autoridad bajo el eufemismo de ser «población de riesgo» en el contexto de la pandemia, sin embargo, durante todo este tiempo hemos visto el ir y venir de gendarmes hacia sus casas manteniendo ininterrumpidamente un trato directo con nosotros sin ninguna medida de protección real salvo las mascarillas. Llegando al punto en que en el periodo mayo-junio toda la población penal del cas fue contagiada de covid por gendarmes que mantuvieron en absoluto silencio dicha situación.

El sistema de salud de este lugar sigue siendo altamente deficitario. Ningún control real o especial se nos ha entregado durante todo este periodo de pandemia. Durante todo este tiempo hemos sido destinatarios de las políticas de castigo y aislamiento por parte del Estado y sus leyes silenciosas de control social. No olvidamos la modificación del decreto ley 321 sobre libertades condicionales que se ha aplicado contraviniendo el derecho penal internacional dejando a muchas personas presas con la complicidad del podrido Parlamento chileno.

Sabemos que en todas las cárceles del país han habido masivos focos de covid y han sido más las muertes por peleas resultado del estrés carcelario que por la pandemia con la cual debemos aprender a convivir porque llegó para quedarse.

Nada justifica la prolongación del aislamiento salvo la decisión política de un Gobierno inepto y represivo que somete a las personas más humildes a un sistema de opresión y miseria.

Nos cansamos de ver como la podrida clase política olvida a las personas presas y a sus familias. No podemos seguir esperando sus propuestas inhumanas de visitas mientras las playas, los lugares de diversión, las ciudades todas funcionan en esta nueva normalidad.

Es por esto que asumimos esta movilización de huelga de hambre líquida e indefinida y con ello hacemos un llamado a todas las organizaciones y personas que solidarizan con quienes vivimos años de nuestras vidas tras las rejas a acompañarnos en esta lucha justa por volver a abrazarnos dignamente con nuestras familias, amores y afectos.

Por visitas dignas!!
Aislamiento es tortura!!

Presos en huelga de hambre
Cárcel de alta seguridad
Santiago Chile
Lunes 30 de noviembre 2020.