La consultora Gartner, cuyo principal accionista es el mega-fondo de inversión Vanguard, lo tiene muy claro: en 2023 un 30% de los trabajadores llevará implantado un chip en su cuerpo.
A partir de ahora para someterte a la explotación del trabajo para poder sobrevivir quieren que tengas que llevar un biochip para que a través del mismo se establezca un sistema de acceso a los recursos, siguiendo el modelo de castas de China o Corea del Norte (si eres buen y obediente ciudadano te dejan acceder a bienes y servicios, si no ahí te las apañes) controlado por este chip, con la excusa de la salud.
¿Y quién no quiera someterse? Quizás la vacuna transgénica de ARNm obligatoria se ocupe de eso.
La filial de Vanguard Group, Gartner ni lo oculta y ya ni se escuda en la salud,… Eso es lo que expone uno de sus ejecutivos y profesor de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, Jordi Escalé: “La condición humana, tal como la conocemos ahora, va a cambiar”. Pero no se queda ahí: “en 2023 el 40% de la población mundial será elegible para ser beneficiaria o excluida de servicios financieros o sanitarios a partir del análisis de su comportamiento y su actividad en internet”.
Es decir, trabajadores chipeados y con acceso a servicios sanitarios y financieros según cómo cumplan las reglas de su gobierno.
Esto es sencillamente una dictadura abominable.
Un grupo de globalistas, dando una vuelta de tuerca más a la retorcida vision del capitalismo, del estado, de la civilización está construyendo el nuevo mundo digital con una distopía totatitaria como base de sus manejos, y los políticos, para variar, son títeres obedientes de estos globalistas.